30 y31 diciembre 2012, …El fraudulento juicio de Nürenberg…

domingo, diciembre 30, 2012

El fraudulento juicio de Nüremberg y sus consecuencias políticas hoy (1)

Sala de vistas de Nüremberg (1945-1946).

Que el sistema oligárquico está «podrido» en sus mismos fundamentos y que, cuando estallan casos de corrupción, no se trata de «hechos aislados» sino de la esencia profunda del dispositivo de poder surgido en 1945, es algo que venimos afirmando desde hace muchos años. Cada día que pasa se confirma empero esta pretensión, calificada, en su momento, de dudosa, cuando no de delirante. No es ya raro escuchar a algún locutor o columnista reconocer, muy a su pesar, que la putrefacción hogaño ya innegable tiene carácter «sistémico». Pero pocos de estos profesionales del comentario fácil se atreven a analizar a fondo las causas del problema y, sobre todo, a extraer las oportunas consecuencias. http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/05/metastasis-del-pujolismo-1.html El artículo se refería a Cataluña, pero vale para el resto del país en unos términos no muy distintos a los catalanes. Podríamos sacar a colación escritos del año 2006, cuando esperábamos queCiutadans se convirtiera, como poco, en un partido asambleario, algo a lo que opusiéronse con uñas y dientes quienes aspiraban a dirigir el cotarro bajo el paraguas de los doce apóstoles fundadores y singularmente del oligarca local catalán Francesc de Carreras. Ahora Albert Rivera se pavonea dando lecciones de democracia al resto de los partidos, mas convendría examinar aquí cuál es la «democrática» procedencia de la cúpula dirigente de Ciutadans: no muy distinta que la de CiU. La metodología oligárquica catalana, de «arriba a abajo», gestionada en este caso por Francesc de Carreras, también se aplicó a Ciutadans en su hedionda gestación, a despecho de que el payaso Boadella se dedicara a realizar graciosas muecas y saltitos alrededor de la mesa para legitimar aquel  descarado contubernio de amiguetes. Cataluña, la familia. Sí, pero también Madrid. Además, se olvida que Ciutadans es el más eficaz instrumento de desnacionalización española, porque no sólo combate el presunto nacionalismo catalán, sino que se declara no nacionalista, y esto significa que el nacionalismo español se da ya por desechado y púdrese en el mismísimo cubo de la basura. La pregunta de si los nacionalistas catalanes son en realidad verdaderos nacionalistas o simples liberales oligárquicos (como el PP) que usan y abusan del sentimiento patriótico local para enriquecerse, no tiene cabida en un partido liberal como Ciutadans. Siempre lo mismo. ¿Por quédebe ser necesariamente así? Esta es la pregunta que cabría hacerse, pero hay que tener el valor, repito, de beberse la verdad hasta las heces, harto amargas para los «operadores mediáticos» encargados precisamente de endulzar la realidad. Yo no conozco excepciones institucionales (o muy pocas) y mi único honor en política ha sido el de saber irme cuando he tenido claro que me encontraba otra vez ante una repetición del guión oligárquico. En Ciutadans recibí incluso amenazas de agresión física por haber sido secretario general de Plataforma per Catalunya; denuncié esas amenazas a los órganos competentes de la asociación cultural (no era todavía partido), que nada hicieron para que se respetara lademocracia en el interior de su  propio invento (a pesar de que se llenaban la boca con la milagrosa palabreja y arrojábansela a la cara a los perversos «nazionalistas» día sí y día también). Luego el mentiroso Francesc de Carreras sostuvo ante los periodistas que dichos órganos me habían expulsado, cuando consta mi baja voluntaria por e-mail a principios de junio de 2006 y el acuse de recibo de Ciutadans, con rituales lamentaciones sobre la pérdida. En cambio, es cierto que expulsaron a otras personas «de izquierdas» por el simple hecho de reclamar un método asambleario en la construcción del partido político, como fue el caso de la coordinadora local de Terrassa. El espectáculo mediático de Ciutadans años después (¿por qué se fue Antonio Robles y antes todavía toda el «ala izquierda» del partido?) es de sobra conocido, pero Albert Rivera parece haber perdido la memoria de los cloacales orígenes.  Quizá haya llegado la hora de las hemerotecas; que los «testimonios» le recuerden a Rivera cuál fue su procedencia (PP) y modo de acceder al poder que disfruta -con las mismas prebendas que cualquier otro diputado- como máximo dirigente de Ciutadans. Desde luego, no puede apelar Ciutadans a un modelo alternativo de funcionamiento que le distinga del resto de los partidos (pongo la mano en el fuego por esta afirmación). Si los partidos actuales son lo que son, digamos mierda, Ciutadans es estructuralmenteincapaz de ofrecer algo mucho mejor, más democrático, a tenor de lo que consta en su expediente. El único mérito de Ciutadans será el de no haber tenido el tiempo ni la oportunidad, por ahora, de venderse al poder económico, pero todo se andará. Nos consta que Cañas está ansioso de dinero. Babea por la pasta, casi da vergüenza con qué descaro expresa sus lúbricos y vulgarísimos deseos de promoción crematística. En estos momentos da más miedo Ciutadans que el PP, el PSOE o CiU. Todo el mundo sabe ya lo que son esos partidos «quemados» y desacreditados, pero Ciutadans todavía cuenta con la capacidad de «ilusionar» (=engañar) a la gente haciéndole creer que ellos van a cambiar las cosas, cuando sólo pretenden «echar» a los que hay ahora, cuyo hedor echa ya para atrás, para ponerse en su lugar y continuar pasteleando, por supuesto en beneficio propio. Y es que el problema no es de personas, ni de partidos, ni de leyes. Quien esto pretenda («vótame, yo soy honesto») miente y sólo aspira a aprovecharse de sus conciudadanos para pescar en el río revuelto de la crisis institucional. Las raíces de la corrupción, la falsa democracia y del fraude informativo (manipulación de masas sistemática) son, en efecto, más hondas, tan hondas que es menester remontarse a la farsa jurídica de Nüremberg, donde se pervirtieron todos los principios del derecho para criminalizar a los vencidos hasta convertirlos en demonios expulsados de la humanidad (los «fascistas») y encubrir a la par las cósmicas atrocidades de los vencedores. Habría que invertir la frase y decir que «de aquellos lodos vienen estos polvos», si no fuera porque la corrupción es sólo la primera capa de la cebolla y las transgresiones de la casta política no se limitan a la financiación ilegal, las cuentas en Suiza, los extras de dinero negro y escándalos económicos similares. Pasando por la tortura impune recurrente practicada en comisarías y cárceles de países «democráticos», de las que  a nosotros -somos ex funcionarios de prisiones- nos queda todavía mucho que decir, la casta política oligárquica es la beneficiaria y encubridora de genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que ha perpetrado o consentido antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, hasta la mismísima actualidad. Ya están preparando los oligarcas la próxima atrocidad en Siria e Irán, la carnicería «humanitaria» tarda incluso demasiado y parece que sólo el hecho de ser conocida de antemano en la red de forma clamorosa está inhibiendo a los asesinos antifascistas.

A pesar de los nauseabundos avisos de YouTube, la grabación adjunta quédase muy corta comparada con la realidad de los crímenes cometidos por la oligarquía filosionista y sus aliados totalitarios comunistas. No debe así extrañar el triste presente de la picaresca política española: si han sido capaces de ensordecer hechos de tales dimensiones, montajes como el 11-S o el 11-M son perfectamente posibles, y la corrupción deviene cosa de niños para nuestros «demócratas» se secta y logia. Desde la Nakba (la limpieza étnica de Palestina) a los genocidios de Vietnam o Iraq, la oligarquía no ha dejado de hacer lo que le ha dado la gana con las mentes de sus súbditos, distorsionando la información, pisoteando cualquier cientificidad y veracidad, sin que exista ninguna disidencia seria (inmediatamente descalificada como «fascista») capaz de plantar cara a los poderes reales que mueven en la trastienda los hilos del sistema. ¿Cómo no van a llevarse los politicastros  testaferros de la banca unos simples sobres con dinero de los que nosotros ya tenemos noticias hace largo tiempo, por ejemplo -y es sólo un ejemplo-, por lo que respecta a las cúpulas sindicales? El dispositivo de distorsión y encubrimiento de lo que «no interesa», con la oportuna complicidad de los medios de comunicación y de los juzgados, es tan enorme que puede usarse «de paso» para fines privados de enriquecimiento. No podía ser de otra manera.
Hasta que los indignados no relacionen fenómenos aparentemente tan lejanos entre sí como el desmantelamiento de la sanidad pública en España, la corrupción institucionalizada, la impunidad de la tortura policial, la guerra de Iraq (un «crimen contra la paz» según la legislación vigente) y el juicio de Nüremberg (y, por ende, el Holocausto), el faraónico dispositivo político contemporáneo de dominación pública puede descansar tranquilo. Cuando los indignados desfilan con una imagen del conseller de interior Felip Puig disfrazado de SS, la oligarquía sabe que los más enormes crímenes, aquellos que podrían hacer tambalearse realmente su poder, siguen fuera del radio de acción de la conciencia ciudadana, y que toda insumisión cívica permanece controlada por los especialistas en montar rebeliones-farsa, como es el caso de Stéphane Hessel, pero también de la extrema izquierda «antifascista» o de las propias «centrales sindicales» sistémicas subvencionadas.
¿Qué hacer, pues? Nosotros hemos propuesto el único camino que consideramos viable en estos momentos para España, a saber, una regeneración democrática integral que debe comenzar por laabdicación de la cúpula simbólica del Estado, el rey, y proseguir con la dimisión del gobierno, la disolución de las Cortes, la convocatoria de un referéndum monarquía-república y de una asamblea constituyente, la apertura de causa criminal genérica contra los políticos corruptos, que comporta la formación de un tribunal con poderes especiales para encarcelar a todos los traidores a la nación (=políticos profesionales documentalmente acreditados por cargo, sueldo, privilegios y corruptelas), que como tales deben ser identificados y juzgados. Sin menoscabo de las responsabilidades que les correspondan por los delitos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad todavía impunes, que comparten, por acción u omisión, con el resto del estamento político occidental (el delito de genocidio es universalmente perseguible y no prescribe).
Este movimiento nacional y democrático no podría, empero, sobrevivir más de una semana al ataque de los «mercados» (y de las fuerzas armadas de la OTAN) si no se extendiera de forma inmediata a Europa y reclamase la fulminante democratización de las instituciones comunitarias,así como un nuevo Juicio de Nüremberg que siente las bases de una democracia genuina en nuestro continente. Sólo cuando los pilares básicos del ideario democrático, a saber, los Derechos Humanos, se apliquen a todos aquellos que los vulneren, y esto se haga con absoluta imparcialidad y omitiendo consideraciones previas respecto del signo político del victimario o de la víctima, podrá occidente superar el completo desmoronamiento moral e institucional que está abocando a su extinción como civilización. Porque, por hablar de un caso concreto, hoy muy olvidado pero omnipresente entre bambalinas, ¿puede creer alguien realmente que las actuales políticas demográficas y de inmigración -promovidas por la oligarquía con fines económicos, pero también de aculturación y «mestizaje»- no afectan a nuestra pura y simple capacidad de supervivencia en tanto que pueblo?
Queda abierta una última posibilidad: si la democracia liberal y los derechos humanos no son respetados por aquellos que han utilizado tales doctrinas como armas para justificar genocidios y perseguir a sus opositores «fascistas», entonces entendemos que el aparato formal democrático como tal, junto con dichas doctrinas, debe y merece ser demolido. Obsérvese que hasta aquí hemos razonado tomándonos en serio unos principios y valores que el estamento político liberal dice defender, aunque los pisotee una y otra vez con obsceno desparpajo. Pronto llegará sin embargo el momento de dar el postrero paso hacia la coherencia, el paso al que los propios criminales oligárquicos nos empujan: el reconocimiento de que la democracia liberal y las cartas de derechos humanos como tales son mentiras e incluso instrumentos necesarios del delito. Ésta será nuestra conclusión final a menos que el sistema reaccione en sus propios términos, que nosotros hemos pretendido respetar (en vano, por cierto).
Estamos transitando rápidamente de una Democracia Liberal  Oligárquica a una Oligarquía Totalitaria Transnacional. Y lo que salga de aquí ya nada tendrá que ver con «Europa» tal como nos la contaban en la tele, sino más bien con la novela de Orwell sobre un hemisferio occidental rebautizado como Oceanía. Los ciudadanos y los trabajadores seremos los primeros perjudicados -lo estamos siendo ya y !de qué modo!- por todo lo que va a suceder en la década entrante a menos que un movimiento nacional democrático plante cara a la fatalidad de la inercia oligárquica y tuerza pacíficamente la voluntad de los criminales que nos gobiernan. Evidentemente, no nos hacemos ilusiones sobre el destino de las señaladas propuestas. !Fantasía pura, pensará el lector, con razón! Nuestro deber era, sin embargo, plantearlas aquí a pesar de que casi nadie escuche nuestro grito en el desierto.

4 comentarios:

Anónimo dijo…

…aunque no tenga relación directa con este post… el gesto provocador e insolente del morito q enabarbola sus banderas (la adoptada por Blas Infante para Andalucia) y la de Turquia) mientras ultraja la estatua de Don Juan de Austria (heroe de Lepanto) mientras grita «No al fascismo y no al Terrorismo»…
2:48 p.m.

Anónimo dijo…

http://yahel.wordpress.com/2013/02/09/alemania-marroqui-musulman-ocupa-estatua-de-don-juan-de-austria-para-exigir-que-ser-derribada/ … antes olvidé poner el enlace que hace referencia al acto ese sí terrorista de pretender q se derribe la estatua de Juan de Austria… en una ciudad de Alemania!
2:53 p.m.

Anónimo dijo…

El juicio de Nüremberg fueron un fraude total ya que no condenaron a los responsables de los genocidios llevados a cabo por las potencias aliadas, condenaron sólo a una de las dos partes. Por otro lado los mismos(los llamados aliados) que organizaron dichos juicios son los que han generado la mayoría de las guerras imperialistas surgidas después de la segunda guerra mundial, originando millones de muertos, hipocresía total.
3:38 p.m.

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lunes, diciembre 31, 2012

El fraudulento juicio de Nüremberg y sus consecuencias políticas hoy (2)

Bush, Blair, Aznar: genocidas impunes.

Nos limitaremos, por el momento, a un simple repaso de los tres delitos imputados a los nazis en Nüremberg y cotejaremos esta normativa con las atrocidades perpetradas por las potencias representadas en ese juicio en calidad de fiscales y jueces:
1/ Crímenes contra la paz. Los aliados invadieron Iraq en 2003 con la coartada de unas armas de destrucción masiva que eran una simple invención propagandística y que los servicios secretos de inteligencia de los invasores ya habían informado como inexistentes. Estados Unidos, Gran Bretaña y España urdieron así una criminal trama de mentiras, en beneficio de Israel, para justificar la ocupación de Iraq, y luego apelaron a los atentados contra los derechos humanos de Saddam Hussein con el fin de blanquear, a posteriori, la fechoría y la responsabilidad criminal por las 600.000 víctimas civiles iraquíes de las operaciones militares aliadas. Las agresiones de Estados Unidos, Francia e Inglaterra a países independientes nutre una lista bastante larga de tropelías que culmina con la invasión de la isla de Granada, actuación cuyo único fin era resarcir el orgullo nacional ante la opinión pública por la humillante derrota norteamericana en la guerra de Vietnam. Si nos remontamos más atrás, el Tratado de Versalles era ya una provocación al conflicto y fueron los aliados occidentales (Francia e Inglaterra) quienes desencadenaron la Segunda Guerra Mundial declarándole la guerra a Alemania, pero no a la URSS, por la invasión de Polonia, a pesar de que los rusos también atacaron el país (en cumplimiento del pacto Molotov-Ribbentropp) e invadieron además Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia. Inglaterra rechazó las propuestas de paz de Alemania, que incluyen el vuelo de Rudolf Hess y todas las iniciativas en las que Berlín intentó que el Vaticano mediara para lograr el fin de las hostilidades. Inglaterra provocó a los alemanes con crímenes de guerra (ataques aéreos terroristas contra las ciudades alemanas) a efectos de desencadenar la represalia alemana, y buscó la destrucción del pueblo alemán y no sólo la del nazismo, circunstancia que implicaba la directriz de guerra total de exterminio y la rendición de Alemania sin condiciones como requisito para su desaparición en tanto que potencia rival del Imperio Británico en decadencia. Winston Churchill fue, en definitiva, tan responsable de la Segunda Guerra Mundial y, por ende, del holocausto judío, como el propio Hitler.

2/ Crímenes de guerra. Los crímenes de guerra masivos comienzan en Europa durante la Primera Guerra Mundial con el bloqueo marítimo de Alemania, que se mantuvo después de la rendición de ésta y provocó millones de víctimas civiles. La política militar criminal de Inglaterra continuó después de esta «hazaña»: declaró la guerra a Alemania con la excusa del ataque alemán a Polonia y puso en marcha un plan de bombardeos aéreos que tenía como finalidad quemar vivos al máximo número posible de civiles alemanes (ancianos, mujeres y niños) no combatientes. La URSS vulneró la Convención de Ginebra (que nunca quiso firmar) desde mucho antes de la guerra con Alemania. Moscú es la responsable de la masacre de Katyn, imputada fraudulentamente a los alemanes. Tanto los aliados occidentales como los soviéticos exterminaron a centenares de miles de soldados alemanes prisioneros desarmados una vez concluidas las hostilidades, y esclavizaron a otros miles. Los delitos de los «buenos» continuaron tras el juicio de Nüremberg.  Crímenes de guerra fueron las actuaciones norteamericanas en Vietnam e israelíes en Palestina desde Deir Yassin a Gaza (2006). Después de los bombardeos terroristas contra la población civil alemana, las bombas atómicas norteamericanas de Hiroshima y Nagasaki son los crímenes de guerra de mayor envergadura que la historia humana recuerda. Francia es responsable de crímenes de guerra durante la Liberación y la Depuración, y todavía a lo largo de la guerra colonial contra la independencia de Argelia.
3/ Crímenes contra la humanidad. Desde la toma bolchevique del poder con un golpe de Estado contra la república democrática rusa, el partido comunista de Lenin exterminó a 20 millones de ciudadanos rusos, acusados de «fascistas», en algunos casos por motivos étnicos (genocidio de los cosacos). En total, el marxismo-leninismo, en sus distintas variantes, ha asesinado a 100 millones de personas en Rusia, China, Corea, Camboya, Rumanía y otros países sometidos a este régimen totalitario que el Consejo de Europa equiparó con el nazismo en 2006. Pese a esta declaración, las potencias occidentales no han tomado medidas punitivas de ningún tipo contra China, cuyo régimen es responsable de la muerte de 65 millones de personas, antes bien permitieron que este país organizara unas olimpiadas y EEUU lo declaró «nación más favorecida» en las relaciones comerciales. Los aliados planearon un  etnicidio del pueblo alemán, con 13 millones de víctimas, antes de que se tuviera ninguna noticia del holocausto, y desencadenaron las represalias de los alemanes contra los hebreos presos. Los políticos occidentales son corresponsables de laShoah porque hay una relación de causa-efecto entre los crímenes aliados o soviéticos y la persecución alemana de los judíos En 1948, amparándose en el juicio de Nüremberg y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Israel asesinó o expulsó a 750.000 palestinos de su tierra ancestral en nombre de una doctrina bíblica irracional, y practicó en Palestina una política de «limpieza étnica», expansionismo racial y colonización que se prolonga hasta la actualidad. Los Estados Unidos son los responsables en Vietnam de actuaciones que el Tribunal Russell calificó en su día de genocidas. Unos 50 millones de personas han perecido cada tres años en el Tercer Mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial como consecuencia de una política económica que condena a los denominados pueblos subdesarrollados a una situación de hambre, ignorancia, enfermedad y miseria. Bélgica es responsable de un genocidio de 10 millones de personas en la etapa colonial del dominio del Congo. Estados Unidos es imputable por crímenes contra la humanidad perpetrados contra las poblaciones indias autóctonas y por una práctica comercial de esclavización que se remonta a los orígenes del país, cuya fundación en sí misma constituyó como tal un acto criminógeno (instauración de la doctrina imperialista y colonialista del destino manifiesto).
Se aplicará a los «vencedores» de la Segunda Guerra Mundial el mismo tipo de normas y métodos de práctica de prueba que a la sazón consideráronse válidos con los acusados alemanes. Este procedimiento penal incluye el carácter universalmente perseguible de los delitos, suimprescriptibilidad en el tiempo y la retroactividad de las normas ex post facto que fundamentan la imputación. Los delitos de genocidio no se limitan a la comisión del acto, sino a su impunidad, banalización, justificación o encubrimiento, entre otros supuestos de acción u omisión. Toda la putrefacta casta política occidental de corruptos y criminales con corbata que no dejan de farfullar las palabras-mantra «democracia», «holocausto» y «derechos humanos» para encaramarse en el poder, lucrarse, cometer toda suerte de fechorías y perseguir a personas inocentes acusadas de «fascistas» por el simple hecho de discrepar ideológicamente de ciertos dogmas historiográficos, puede y debe ser procesada, condenada e inhabilitada en base a las mismas normas y principios que hicieron posible el juicio de Nüremberg.
En algunos casos, como el de los criminales contra la paz que provocaron la guerra de Iraq (George Bush, Tony Blair y José María Aznar), cabría la posibilidad de que se convirtieran en reos de pena de muerte por su directa responsabilidad política en la comisión de un crimen de lesa humanidad.
Se solicita a todos los usuarios de este blog que amplíen la lista de genocidios, crímenes de guerra, crímenes contra la paz y crímenes contra la humanidad impunes perpetrados por los «demócratas», «liberales», «progresistas» y «sionistas» antifascistas a fin de elaborar un informe exhaustivo de los mismos que será publicado en esta bitácora.
http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/12/el-fraudulento-juicio-de-nuremberg-y.html
Continuará en otra entrada de la misma serie.
La Marca Hispànica
31 de diciembre de 2012

23 comentarios:

Molongo dijo…

Bueno, entre otros está tambien el exterminio del holodomor por Stalin, el exterminio de los armenios por los sufis turcos, y no sé por qué hablas de la Shoa, cuando es un cuento chino.
2:59 a.m.

Miguel dijo…

Un tema poco conocido es el de los crímenes de guerra que los EEUU cometieron en Corea, tan solo un lustro después del final de la IIª Guerra Mundial. En el año 2001, se empezó a investigar el tema con más detalle, pero dudo que se haya condenado a nadie por esos actos
http://www.lr21.com.uy/mundo/49418-eeuu-tribunal-investiga-crimenes-de-guerra-en-corea
http://www.forocomunista.com/t6569-masacres-en-corea-american-way-of-life
y dentro de la II Guerra Mundial, dos actos poco conocidos cometidos por los aliados fueron las violaciones masivas de civiles realizadas en Italia por las tropas coloniales francesas, comandadas por el general Alphonse Juin
http://en.wikipedia.org/wiki/Marocchinate
y las «cages» inglesas, que algunos consideran el antecedente de Abu Ghraib
http://en.wikipedia.org/wiki/London_Cage
Lamento no poder ser de más ayuda, pero de estos temas es difícil encontrar datos, por no mencionar que no soy ningún experto en el asunto.
7:50 a.m.

Anónimo dijo…

Las víctimas del Holodomor(hambrunas de Ucrania), que fue un genocidio planificado por Stalin fueron alrededor de 7 millones de campesinos, interesante mención del tema en el primer mensaje, al igual que el genocidio armenio, en el cual perecieron alrededor de un millón y medio a manos de los turcos durante la primera guerra mundial. También habría que hablar de las violaciones en masa de mujeres alemanas por parte de las tropas aliadas, especialmente por los soviéticos, alrededor de 2 millones, de las cuales murieron unas 200.000. El texto habla muy acertadamente de otro genocidio que está tolerado y sabiamente programado, el de millones de personas que mueren de hambre y de enfermedades cada año en el mundo, uno de los peores o el peor desde el siglo XX.
2:55 p.m.

Vailos Laros dijo…

¿Y qué decir del genocidio de los seres humanos más inocentes de todos y que ni tan siquiera han nacido (y que ni tan siquiera tampoco han pedido ser concebidos)? Se trata de un genocidio silencioso y, además, legal en todos o casi todos los países demócrata-liberales y marxistas, y, por eso mismo, tan «normal» que la inmensa mayoría de la gente no es consciente siquiera, pues la gente sólo ve lo que tiene delante y lo que hace «ruido» (no en vano, vivimos en la «sociedad del espectáculo», como lo vaticinó Guy Debord). Lo cierto es que cada año mueren unos 40 millones seres humanos inocentes en el vientre materno.
Pero lo que resulta, cuanto menos, curioso, es que los mismos que están contra la pena de muerte y que abominan del «nazismo» por el holocausto (si consideramos indiscutible el relato histórico oficial impuesto por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial) son los mismos que están a favor de ese genocidio silencioso, o que, por lo menos, lo justifican o lo relativizan; los mismos, en suma, que nos hablan de «humanidad», de «tolerancia»… ¡y de «derechos humanos»! (eliminando, por supuesto, el primer derecho de todos y sin el cual los demás no tendrían razón de ser: el derecho a la vida).
Con todo, no nos engañemos: muchos de los que están contra el aborto (católicos observadores de la doctrina social de la Iglesia, católicos integristas o con vocación política, tradicionalistas-carlistas, Opus Dei, etc.) han caído también en la trampa de sus supuestos «enemigos» –los liberales y los marxistas– al aceptar de forma acrítica el relato oficial del holocausto y equiparar el aborto con el «nazismo» y con el paganismo. Así, por ejemplo, los de la Comunión Tradicionalista Carlista comparan el aborto con los sacrificios humanos paganos, como si el judeocristianismo, a través de la Iglesia, no hubiera hecho también sacrificios humanos a su manera (entiéndase cruzadas o Inquisición); y los de la Asociación Cruz de San Andrés comparan una declaración de Hitler sobre los judíos (una declaración sacada de contexto, claro está) con otra de Bibiana Aído sobre los seres abortados…
7:40 a.m.

Vailos Laros dijo…

Y respecto al «juicio» de Núremberg propiamente, todo lo que sé es gracias a la lectura de los «clásicos» revisionistas (Rassinier, Bochaca, Aynat…). Está claro que el «juicio» de Núremberg fue una flagrante violación de los principios más elementales del derecho:
i) No se puede ser juez y parte en un mismo proceso. Los jueces del «juicio» de Núremberg eran de las potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial; ni suizos ni otros neutrales…
ii) In dubio, pro reo, esto es: «En caso de duda, resuélvase a favor del reo». En el «juicio» de Núremberg, cuando había dudas, se resolvía en contra de los «reos» (los «nazis»).
iii) Todo acusado es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Los «nazis» eran culpables mientras no se demostrara lo contrario, y tenían que demostrar su inocencia; por eso, ya antes del «juicio», les quitaron los galones a los militares.
Pero, por encima de todo esto, se plantea una cuestión de derecho más profunda: si antes de la Segunda Guerra Mundial no estaban tipificados esos «crímenes contra la humanidad», «crímenes de guerra», etc., ¿con qué argumento uno o varios países extranjeros podían entrometerse en la soberanía de un pueblo que elabora sus propias leyes? (aun aceptando –vuelvo a decirlo– el relato oficial del holocausto). Es más: ¿por qué no se juzgó también a Stalin, a los genocidas turcos contra los armenios, a Roosevelt, a Arthur Harris, a Truman, etc., etc.?
En conclusión, y como ya se ha dicho en el artículo: el «juicio» de Núremberg fue un fraude; yo diría más: una farsa.
8:12 a.m.

ENSPO dijo…

El genocidio de los armenios por los turcos es un hecho y además conocido, pero los turcos, por decirlo así, no forman parte del fariseísmo de la cerdada «democrática», y por lo tanto no los puedo incluir en el post, al menos en el mismo concepto que Inglaterra, Estados Unidos e Israel.
10:56 a.m.

ENSPO dijo…

El genocidio de los kulaks está incluido entre las víctimas del comunismo. Por supuesto, no niego que tenga perfil propio y quizás haya detrás una venganza étnica de los comisarios políticos judíos contra un campesinado marcadamente antisemita, pero eso de momento es una especulación, aunque de ella se ha hablado en «La manipulación de los indignados» al hilo de ciertas afirmaciones del Talmud.
10:58 a.m.

ENSPO dijo…

Los criterios jurídicos del TMI de Nüremberg están muy bien explicados, y críticamente desmontados, en la obra de Paul Rassinier «La verdad sobre el proceso Eichmann», es lo mejor que he leído sobre el juicio de Nüremberg y lo comentaremos en el siguiente post de la serie. Estoy esperando documentación a fin de profundizar en dichos aspectos jurídicos. Pero todos los comentados por el post de Vailos Laros ya dan una medida del asunto. Hasta la mierda de Wikipedia lo admite hasta cierto punto. Si Wikipedia admite 1, hay que multiplicar por 10.
11:01 a.m.

ENSPO dijo…

Es casi infalible esto de la Wikimierda.
11:02 a.m.

Molongo dijo…

Ultimamente se está acusando a Francia del genocidio argelino, y es precisamente una reacción de influencia directa por parte del gobierno turco, ya que Francia el año pasado reconoció el holocausto armenio. cosa muy mal estudiada y poco conocida y aún hoy dia negada por Turquía osea que no estoy de acuerdo con lo que dices. Por otra parte los aspectos profundos del exterminio nos llevarían muy lejos, si tenemos en cuenta que los que lo realizaron eran judios sabeteanos, marranos islámicos y no turcos musulmanes. Puedes apuntar tambien el exterminio camboyano, o incluso el de los alemanes de los sudetes, alemanes del volga, alemanes de Yugoeslavia, alemanes de Polonia, el exterminio boer en sudafrica,y el exterminio irlandes, para ir empezando.
3:51 p.m.

Frel dijo…

No es de extrañar que los juicios de Nüremberg fueron un fraude en toda regla, los vencedores de la contienda fueron quienes los organizaron, por eso nunca han condenado y juzgado a nadie por los genocidios cometidos por los países aliados, durante y después de la segunda guerra mundial, al igual que otros genocidios cometidos por otras naciones, teniendo en cuenta que la lista es larga, «los nazis» serán siempre los malos de la película, es su gran coartada para tapar sus vergüenzas.
4:20 p.m.

Anónimo dijo…

Los alemanes exterminados en los Sudetes y en otros lugares de Centroeuropa, así como los exterminados en las antiguas provincias alemanas del Este (Silesia, Prusia, Pomerania, etc) están incluidos en los 13 millones que ya se han citado. Para más datos sobre tales cifras hay en este blog un post dedicado expresamente a la cuestión. Por lo que respecta al genocidio de los armenios por los turcos, insisto en que, sin negar su importancia, no puede ser incluido en este post sobre las atrocidades de los aliados, porque Turquía fue más bien un aliado de Alemania y de los Imperios Centrales. En cuanto a que fueran marranos musulmanes los perpetradores, le rogaría que ilustrara esa grave acusación con alguna prueba.
6:24 a.m.

Anónimo dijo…

¿Puedes ampliar lo del exterminio irlandés y boer? Ahí sí que veo materia para el hilo.
6:34 a.m.

Molongo dijo…

Con mucho gusto aportaré lo poco que pueda sobre estos tremendos acontecimientos de la humanidad, pero permitame que lo haga poco a poco para que se pueda asimilar mejor la trascendencia de cada caso. con respecto al exterminio irlandes , primero hubo una fase de venta de esclavos en norteamerica, obligados los negros a mezclarse con las irlandesas cautivas por motivos de mercado de ganado humano. los irlandeses, eran más baratos que los africanos (en el XVII, un esclavo africano costaba unas 50 libras esterlinas y un irlandés no más de 5) y los hijos nacidos de esclavos blancos seguían siendo esclavos incluso en el caso de que su madre obtuviese la libertad, así que las madres permanecían con ellos. Los colonos, para maximizar sus recursos, decidieron utilizar a las mujeres/niñas irlandesas – además de para su beneficio propio – para cruzarlas con africanos y criar mulatos. Estos nuevos esclavos rompieron el mercado… se podían vender por un precio superior a los irlandeses y salían más baratos que los africanos. Esta práctica de mestizaje esclavo se extendió hasta que en 1681, por las presiones de la Royal African Company a la que la Corona británica había concedido el monopolio sobre las rutas del comercio de esclavos africanos, se aprobó la ley “Forbidding the practice of mating Irish slave women to African slave men for the purpose of producing slaves for sale” (Prohibida la práctica de acoplamiento de esclavas irlandesas y esclavos africanos con el fin de producir esclavos para la venta). La otra fase fué la de las hambrunas del siglo XIX de la patata, que duro muchos años, y los irlandeses fueron condenados a morir de hambre de modo premeditado por la eélite inglesa para diezmar la población, de manera que los barcos ingleses salían cargados de alimentos de todo tipo, carne, ganado, trigo, mientras la población moría de hambre pues solo tenían autorizado quedarse con la patata, que precisamente sufría de un parásito y las cosechas se perdían y era así como mataban al pueblo de hambre, al tiempo que se enriquecían con los productos agrarios.
12:55 p.m.

Anónimo dijo…

También se podría hablar del exterminio prácticamente en su totalidad de los indígenas(amerindios)en los EE.UU. sobre todo en el siglo XIX, varios millones que fueron exterminados por los liberales que ya gobernaban por entonces. En fin, la historia esta repleta de estas tragedias humanas…
4:54 p.m.

Anónimo dijo…

¿el exterminio de los armenios por los sufis turcos? Para empezar, los que dieron ordenes a los militares dematar población armenia no eran sufi ni de lejos, sino el gobierno laico de los jóvenes turcos, todos ellos formados en occidente (inglaterra y Alemania)de adscripción masónica y casi todos criptojudíos. Nada de sufis. Del «exterminio» armenio hay mucho que decir e investigar, porque entre los co-responsables y co-autores encontraríamos a todos los que pululaban por la zona, desde tropas de la Rusia zarista y a los judíos armenios. El informe del embajador británico en Damasco deja bien claro que las tropas ejecutaban las ejecuciones que ordenaron los oficiales masónicos turcos a regañadiente, y como la población musulmana se opuso hasta el límite de lo razonable a que estos fusilamientos se realizasen. En todo caso, lsa matanzas de armenios conocida como el holocausto armenio hay que anotarla en el haber de un gobierno liberal y laico de corte occidental, y nunca nunca a los sufis ( ordenes religiosas musulmanas), que nada tuvieron que ver con esta película.
2:47 a.m.

Molongo dijo…

Esos turcos dohner, que eran seguidores de Sabbatai Zebi, estaban encriptados en todas las organizaciones de la sociedad y del estado, es por eso que pudieron hacerse con el control del imperio otomano, Kemal Ataturk el padre de la moderna turquia era sabeteano, y una vez conseguido el poder total continuaron con el exterminio de las comunidades cristianas griega y armenia que ya habian empezado los judios marranos varias décadas antes.Hoy se habla mucho de que Ataturk prohibió a los sufis pero en realidad prohibió a los de las ordenes mas gnósticas, seguidores de los antiguos maestros persas, pero a otras las reconoció y permitió mayores honores, ahí teneis algo en lo que reflexionar. incluso hoy mismo las ordenes naqshbandi , la misma de Gurdjieff, sigue en manos de judios como el famoso Burhanudin, que es un judio sabeteano aleman y esta en manos de asesores militares americanos mk ultra, a parte de tener invadida media Chipre y expulsado a los griegos tras la invasión turca de los 70. De acuerdo en que fue el proceso de liberalización y modernización paralelo con el del exterminio, y otro punto es que en 1918 los mismos embajadores alemanes se quejaron directamente a Ataturk de la situación de los armenios cosa que Ataturk contestó muy duramente. En este video se ven las implicaciones de las autoridades judias (disfrazadas de pios musulmanes y sufis) que llevaron a cabo el plan y el exterminio armenio.  http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=QDAZkhc-HUU#!
6:28 a.m.

ENSPO dijo…

Debo reconocer que desconocía los hechos expuestos sobre el papel de la masonería y los judíos marranos en la Turquía moderna. ¿Tenemos fuentes fiables sobre los temas planteados?
9:46 a.m.

Molongo dijo…

En español no hay casi nada, por lo poco que yo sé. En todo caso, para comprender bien el fenómeno del holocausto armenio, es necesario conocer las doctrinas kabalistas de Sabettai Zebi, el mesias de todos estos satanistas judios. Hay algo traducido de Gerschon Scholen. Tambien es necesario conocer la historia del imperio Khazar, de la cual tampoco hay casi nada en español, y casi en el mundo, a pesar de la importancia que tiene aún hoy,y sin lo cual tampoco se puede comprender bien el exterminio del holodomor. Pues las raices doctrinales y religiosas del holocausto se encuentran escondidas en la interpretación de Zebi. sus seguidores gobiernan hoy el mundo y esa rama predominante se hace llamar neocon. Pensar en estos holocaustos como algo expontáneo es un disparate, pues el holodomor ya se planteó públicamente durante la primera guerra mundial en la prensa judia americana cuando hablaban de los famosos seis millones de muertos judios en centro Europa, estaban localizando el area de exterminio en donde luego Stalin realizó el exterminio ucraniano. Tanto los armenios, como los ucranianos, se opusieron durante siglos al imperio judio jazaro, en cuanto los judios tuvieron el poder procedieron a ajustar cuentas. Con el apoyo de los grandes poderes financieros. Stalin presumía con Churchill y Roosevelt en Yalta de todos los que se habia cargado en Ucrania, incluso inflaba los números.
3:30 a.m.

Anónimo dijo…

Estimado Molongo:
La verdad, al rpincipio no podía dar crédito a tus palabras.
Hay cosas que por mi código «deontológico» yo no puedo ni me atrevo decir que tu has expresado con una lucidez extraordinaria. Ciertamente desconoces algunas cosas del tasawuf (sufismo) como que las tariqas «gnósticas» no son necesariamente de origen persa, o que sea precisamente la tariqa naqshbandi de todas las táriqas conocidas la primera de toda que tuvo a un persa a su cabeza (Salman al Farsi, cuarto gran maestro de esa tárica y cuyo nombre ya es suficientemente indicativo de que era persa). Pero el análisis y la reflexión a la que nos invitas es interesante. Pero donde lo has bordado es en atribuir las características (en su cara negativa)) de judio sabeteano aleman al famoso Burjanuddin (aunque no sepamos si lo es a ciencia cierta) y su táriqa, por llamarla algo. Y lo de los asesores militares americanos, en fin, Molongo, no te puedes imaginar cuan cerca has estado de hacer una sintesis perfecta aunque alegórica de cual es el estado de ese asunto en realidad. Hay otras extrañas e impredecibles coincidencias en tu análisi con repecto a ese grupo barcelonés (sucursal de la central chipriota) que por respeto no podemos hacer públicas. Si las conocieras no darías crédito a que las hayas puesto de relieve en tu comentario… En fin, es como si aparte de tu capacidad de análisis personal hubieras sido también el catalizador de una fuerza externa a ti, clarificadora y por supuesto benéfica. Enhorabuena por tan lúcido comentario.
3:01 p.m.

Miguel dijo…

Cuando Molongo menciona la falta de obras en español que hablen de las antiguas tribus nómadas de los kazaros, de las que descienden los judíos askhenazies, hay que darle toda la razón.
Yo sólo conozco la obra escrita por Arthur Koestler (judío él mismo), hoy muy difícil de encontrar, incluso rebuscando en librerías de viejo.
http://www.libreriaeuropa.es/ficha.php?codart=IKH
No conozco nada sobre este tema, aparte de esa obra publicada en lengua española hace ya varias décadas y sin reedición desde entonces (que yo sepa).
7:01 a.m.

Molongo dijo…

Bueno Anónimo.  Lo que afirmo de Burhanudin es de dominio público, en ese mundillo, él mismo lo dice, lo que no te va a decir es que es Sabeteano, eso es como pedirle a la zorra que te enseñe el rabo, pero se conoce a las personas por sus obras, lo de los asesores militares es de dominio público tambien, etc. Si hasta el director de la CIA es sufi. Ya observé en su dia que la página Webislam avisaba de los peligros del falso sufismo, sin mencionarlo, pero justo cuando hacia su gira por España.  Ahora bien, pensar en un sufismo auténtico, desligado de todo compromiso político, ideal, impóluto, sin ningun tipo de relación con el mundo del polvo y el sudor es una abstracción, una entelequia y un absurdo práctico e intelectual.y a los hechos me remito. Aunque no conozco el grupo de Barcelona, si que conoci a al Mansur, un señor al que ponían como ejemplo de islam tolerante, cuando en su entorno todo el mundo sabía que el que mandó matar a su mujer de 50 puñaladas cuando se iba a divorciar fué él. Entre los primeros grupos importantes de sufis en España conocí el de Granada en los 80, y al final se desintegró cuando se descubrió que era un agente secreto inglés. Esas cosas que se oyen hoy dia sobre el sufismo no tienen nada de reales. La culpa está , entre otros en autores como Guenon, o Idries Sha, y todas esa cosas que son puras fantasías, inventos y tergiversaciones, y siempre con una intención política muy clara detrás. Con respecto a las órdenes gnósticas en Turquía de origen persa me refería a algunas bien concretas que no cité para no alargarme. Aunque en realidad el Islam tiene un fondo gnóstico desde su origen e incluso para un católico tradicional en realidad es una herejía de contenido gnóstico principalmente. con respecto a la masonería y el sufismo no creas que hay gran distancia y que son mundos compartimentados, en absoluto.Por otra parte, en Barcelona hay distintos grupos pseudo espirituales, de control psicológico de claro trasfondo contracultural y contenido político como el del antropólogo Fericgla, que en mi opinión han de ser observados con atención, por su carga de control mk ultra y radicalización proislámica, «sufi» sobre personas con evidentes desequilibrios, que comienzan haciendo cursillos de crecimiento personal, chamanismo, viajes psicodélicos y terminan radicalizados en grupos o tariqas heréticas que se creen los más hortodoxos. Paralelamente en Sevilla muchos dirigentes socialistas empiezan a adecuar su genealogía a un pasado imaginario donde ellos son descendientes de antiguas familias andalucies e incluso del profeta. En fin, por alusiones he querido aclarar esto.
4:26 a.m.

Anónimo dijo…

Molongo, yo conozco algo el mundillo ese y no tenía ni idea de que el Sr. Burjanuddin decía eso, ni yo ni a quien he preguntado. Lo que no quita para que la semejanza que hiciste fuera brillante, por no hablar lo de sabateano por motivos que callaré.
Lo de MK ultra (tema del que no tengo constancia alguna y que no deja de ser un factoide para mi, hasta que tenga pruebas) se ajusta mucho a Burjanuddin y su grupo, que se dedica a teñir de pintura sufi lo que no son más que técnicas de PNL, la cual tiene mucho que ver con la cultura del shock y nada que ver con el mal llamado y pero conocido «sufismo».
Que el director de la CIA sea sufi, de eso no tengo ninguna constancia, ¿Hay alguna prueba para escribir lo que has escrito? Ni quito ni pongo a que sea sufí, ateo o taoísta, pero dicha información no me consta, quizás es que ya no leo los periódicos a diario.
¿Lo de los asesores americanos es del dominio público también? Lo que es del dominio público fue como el 2º de a bordo de esa táriqa de Walt Disney al estilo new age llamada naqshbandi-haqqani se vió con el presidente Bush y éste dijo de ellos que «eran sus aliados» durante o poco después de acabada la guerra de Irak. Este 2º de a bordo de nombre Rabbani vive en los EEUU, es de origen libanés y dijo por aquellas fechas la siguiente frase lapidaria «que los soldados aliados que luchaban en Irak si moría en ese conflicto si morían en combate entraban en la condición de martires islámicos». Desconozco la cantidad de marihuna y películas de pinocho que pudo consumir ese día en concreto, pero seguro que no poca.
Tampoco conocía eso de que el ya fallecido comunista Mansur mandó a matar a su mujer. No digo que no, pero es la primera vez que escucho esa información.
La masonería y el Islam no tienen muchos nexos de unión por no decir ninguno, aunque reconozco el mal que ha hecho en este sentido René Guenon, que uno no puede comprender como ensalza a la masonería hasta el punto de considerarla una vía hacia la verdad, lo que me resulta infumable.
Atta Turk no tengo constancia de que favoreciera a ninguna tarika sufí, si bien toleró a la tarika Mavlevi, precisamente una órden que dejó de tener maestros hace ya siglos, siendo algo folklórico pero absolutamente popular en Turquía, en definitiva que el cripto judío AttaTurk no se atrevió a tocar a ese símbolo nacional, no más.
Tu comentario original tiene mucha miga y mucha gracia, pero no puedo exponer el porqué en público para no ofender al respeto obligatorio hacia las personas. Por alusiones Un saludo
3:39 p.m.
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“El fraudulento juicio de Nurenberg y sus consecuencias políticas hoy”

“El fraudulento juicio de Nurenberg y sus consecuencias políticas hoy”

Reproducimos del blog «FILOSOFIA CRÍTICA» el siguiente post:
Que el sistema oligárquico está “podrido” en sus mismos fundamentos y que, cuando estallan casos de corrupción, no se trata de “hechos aislados” sino de la esencia profunda del dispositivo de poder surgido en 1945 es algo que venimos afirmando desde hace muchos años. Cada día que pasa se confirma empero esta pretensión, calificada, en su momento, de dudosa, cuando no de delirante. No es ya raro escuchar a algún locutor o columnista reconocer, muy a su pesar, que la putrefacción hogaño ya innegable tiene carácter “sistémico”. Pero pocos de estos profesionales del comentario fácil se atreven a analizar a fondo las causas del problema y, sobre todo, a extraer las oportunas consecuencias.

http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/05/metastasis-del-pujolismo-1.html

El artículo se refiería a Cataluña, pero vale para el resto del país en unos términos no muy distintos a los catalanes. Podríamos sacar a colación escritos del año 2006, cuando esperábamos que Ciutadans se convirtiera, como poco, en un partido asambleario, algo a lo que opusieron con uñas y dientes quienes aspiraban a dirigir el cotarro bajo el paraguas de los doce apóstoles fundadores y singularmente del oligarca local catalán Francesc de Carreras. Ahora Albert Rivera se pavonea dando lecciones de democracia al resto de los partidos, mas convendría examinar aquí cuál es el “democrático” origen de la cúpula dirigente de Ciutadans: no muy distinto que el de CiU. La metodología oligárquica catalana, de “arriba a abajo”, gestionada en este caso por Francesc de Carreras, también se aplicó a Ciutadans en su abyecta gestación, a despecho de que el pallaso Boadella se dedicara a realizar graciosas muecas y simpáticos saltitos alrededor de la mesa para legitimar aquel hediondo contubernio de amiguetes. Cataluña, la familia. Pero también Madrid. Siempre lo mismo. ¿Por qué debe ser necesariamente así? Esta es la pregunta que cabe hacerse, pero hay que tener el valor, repito, de beberse la verdad hasta las heces, harto incómodas para los “operadores mediáticos” encargados exactamente de lo contrario.

Yo no conozco excepciones institucionales (o muy pocas) y mi único honor en política ha sido el de saber irme cuando he tenido claro que me encontraba otra vez ante una repetición del guión oligárquico. En Ciutadans recibí incluso amenazas de agresión física por haber sido secretario general de Plataforma per Catalunya; denuncié esas amenazas a los órganos competentes de la asociación, que nada hicieron para que se respetara la democracia en el interior de su propio invento (a pesar de que se llenaban la boca cada día con la milagrosa palabreja y arrojábansela a la cara a los perversos “nazionalistas” día sí y día también). Luego el mentiroso Francesc de Carreras sostuvo ante los periodistas que dichos órganos me habían expulsado, cuando consta mi baja voluntaria por e-mail a principios de junio de 2006 y el acuse de recibo de Ciutadans, con rituales lamentaciones sobre la pérdida. En cambio, es cierto que expulsaron a otras personas “de izquierdas” por el simple hecho de reclamar un método asambleario en la construcción del partido político, como fue el caso de la coordinadora local de Terrassa. El espectáculo mediático de Ciutadans años después (¿por qué se fue Antonio Robles y antes todo el “ala izquierda” del partido?) es de sobra conocido, pero Albert Rivera parece haber perdido la memoria. Quizá ha llegado la hora de las hemerotecas; que los “testimonios” le recuerden a Rivera cuál fue su procedencia (PP) y modo de acceder al poder que disfruta -con las mismas prebendas que cualquier otro diputado- como máximo dirigente de Ciutadans. Desde luego, no puede apelar Ciutadans a un modelo alternativo de funcionamiento que le distinga del resto de los partidos (pongo la mano en el fuego por esta afirmación). Si los partidos actuales son lo que son, digamos mierda, Ciutadans no puede ofrecer algo mucho mejor a tenor de lo que consta en el expediente; el único mérito de Ciutadans será el de no haber tenido el tiempo ni la oportunidad, por ahora, de venderse al poder económico, pero todo se andará. Nos consta que Cañas está ansioso de dinero. Babea por la pasta, casi da vergüenza con qué descaro expresa sus lúbricos y vulgarísimos deseos de promoción económica.

En estos momentos da más miedo Ciutadans que el PP, el PSOE o CiU. Todo el mundo sabe ya lo que son esos partidos “quemados” y desacreditados, pero Ciutadans todavía cuenta con la capacidad de “ilusionar” (=engañar) a la gente haciéndole creer que ellos van a cambiar las cosas, cuando sólo pretenden “echar” a los que hay ahora, cuyo hedor echa para atrás, para ponerse en su lugar y continuar pasteleando, esta vez en beneficio propio. Y es que el problema no es de personas, ni de partidos, ni de leyes; quien esto pretenda (“vótame, yo soy honesto”) miente y sólo aspira a aprovecharse de sus conciudadanos para pescar el río revuelto de la crisis institucional.

Las raíces de la corrupción, la falsa democracia y del fraude son, en efecto, más hondas, tan hondas que hay que remontarse a la farsa jurídica de Nüremberg, donde se pervirtieron todos los principios del derecho para criminalizar a los vencidos hasta convertirlos en demonios expulsados de la humanidad (los “fascistas”) y encubrir a la par las cósmicas atrocidades de los vencedores. Habría que invertir la frase y decir que “de aquellos lodos vienen estos polvos”, si no fuera porque la corrupción es sólo la primera capa de la cebolla y las transgresiones de la casta política no se limitan a la financiación ilegal, las cuentas en Suiza, los extras de dinero negro y escándalos económicos similares. Pasando por la tortura impune recurrente practicada en comisarías y cárceles de países “democráticos”, de las que a nosotros -somos ex funcionarios de prisiones- nos queda todavía mucho que decir, la casta política oligárquica es la beneficiaria y encubridora de genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que ha perpetrado o consentido antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, hasta la mismísima actualidad. Ya están preparando los oligarcas la próxima atrocidad en Siria e Irán, la carnicería “humanitaria” tarda incluso demasiado y parece que sólo el hecho de ser conocida de antemano está inhibiendo a los asesinos antifascistas.

A pesar de los nauseabundos avisos de youtube, la grabación adjunta quédase muy corta comparada con la realidad de los crímenes cometidos por la oligarquía filosionista y sus aliados totalitarios comunistas. No debe así extrañar el triste presente de la picaresca política española: si han sido capaces de ensordecer hechos de tales dimensiones, montajes como el 11-S o el 11-M son perfectamente posibles, y la corrupción deviene cosa de niños para nuestros “demócratas” se secta y logia. Desde la Nakba (la limpieza étnica de Palestina) a los genocidios de Vietnam o Iraq, la oligarquía no ha dejado de hacer todo lo que le ha dado la gana con las mentes de sus súbditos, distorsionando la información, pisoteando cualquier cientificidad y veracidad, sin que exista ninguna disidencia seria (inmediatamente descalificada como “fascista”) capaz de plantar cara a los poderes reales que mueven los hilos del sistema. ¿Cómo no van a llevarse los politicastros testaferros de la banca unos simples sobres con dinero de los que nosotros ya tenemos noticias hace largo tiempo, por ejemplo -y es sólo un ejemplo-, por lo que respecta a las cúpulas sindicales? El dispositivo de distorsión y encubirimiento de lo que “no interesa”, con la oportuna complicidad de los medios de comunicación y de los juzgados, es tan enorme que puede usarse “de paso” para fines privados de enriquecimiento. No podía ser de otra manera.

Hasta que los indignados no relacionen fenómenos aparentemente tan lejanos entre sí como el desmantelamiento de la sanidad pública en España, la corrupción institucionalizada, la impunidad de la tortura policial, la guerra de Iraq (un “crimen contra la paz” según la legislación vigente) y el juicio de Nüremberg (y, por ende, el Holocausto), el faraónico dispositivo político contemporáneo de dominación pública puede descansar tranquilo. Cuando los indignados desfilan con una imagen del conseller de interior Felip Puig disfrazado de SS (todo un deshonor, pero para las SS), la oligaquía sabe que los más enormes crímenes, aquellos que podrían hacer tambalear realmente su poder, siguen fuera del radio de acción de la conciencia ciudadana, y que toda insumisión cívica permanece controlada por los especialistas en montar rebeliones-farsa, como es el caso de Stéphane Hessel, de la extrema izquierda “antifascista” o de las propias “centrales sindicales” sistémicas subvencionadas.

¿Qué hacer, pues? Nosotros también hemos propuesto el único camino que consideramos viable en estos momentos para España, a saber, una regeneración democrática integral que debe comenzar por la abdicación de la cúpula simbólica del Estado, el rey, y proseguir con la dimisión del gobierno, la disolución de las Cortes, la convocatoria de un referendum monarquía-república y de una asamblea constituyente, la apertura de causa criminal genérica contra los políticos corruptos, lo que implica la formación de un tribunal con poderes especiales para encarcelar a todos los traidores a la nación (=políticos profesionales documentalmente acreditados por cargo, sueldo, privilegios y corruptelas), que como tales deben ser identificados y juzgados, sin menoscabo de las responsabilidades que les correspondan en los delitos de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad todavía impunes, que comparten, por acción u omisión, con el resto del estamento político occidental (el delito de genocidio es universalmente perseguible y no prescrible).

Este movimiento nacional y democrático no podrá, empero, sobrevivir más de una semana al ataque de los “mercados” (y de las fuerzas armadas de la OTAN) si no se extiende de forma inmediata a Europa y reclama la fulminante democratización de las instituciones comunitarias, así como un nuevo Juicio de Nüremberg que siente las bases de una democracia genuina en nuestro continente. Sólo cuando los pilares básicos del ideario democrático, a saber, los Derechos Humanos, se apliquen a todos aquellos que los vulneren, y esto se haga con absoluta imparcialidad y sin consideraciones previas respecto del signo político del victimario o de la víctima, podrá occidente superar el completo desmoronamiento moral e institucional que está abocando a su extinción como civilización. Porque, por hablar de un caso concreto, hoy muy olvidado pero omnipresente entre bambalinas, ¿puede creer alguien realmente que las actuales políticas demográficas y de inmigración -promovidas por la oligarquía con fines no sólo económicos, sino de aculturación y “mestizaje”- no afectan a nuestra pura y simple capacidad de supervivencia en tanto que pueblo?

Queda abierta una última posibilidad: si la democracia liberal y los derechos humanos no son respetados por aquellos que han utilizado tales doctrinas como armas para justificar genocidios y perseguir a sus opositores “fascistas”, entonces entendemos que el aparato formal democrático como tal, junto con dichas doctrinas, debe y merece ser demolido. Obsérvese que hasta aquí hemos razonado tomándonos en serio unos principios y valores que el estamento político liberal dice defender, aunque los pisotee una y otra vez con obsceno desparpajo. Pronto llegará sin embargo el momento de dar el paso postrero hacia la coherencia, al que los propios criminales oligárquicos nos empujan: el reconocimiento de que la democracia liberal y las cartas de derechos humanos como tales son mentiras e incluso instrumentos necesarios del delito. Esta será nuestra conclusión final a menos que el sistema reaccione en sus propios términos, que nosotros hemos pretendido respetar (en vano, por cierto).

Estamos transitando rápidamente de una Democracia Liberal Oligárquica a una Oligarquía Totalitaria Transnacional. Y lo que salga de aquí ya nada tendrá que ver con “Europa” tal como nos la contaban en la tele, sino más bien con la novela de Orwell sobre un hemisferio occidental rebautizado como Oceanía. Los ciudadanos y los trabajadores seremos los primeros perjudicados -lo estamos siendo ya y !de qué modo!- por todo lo que va a suceder en la década entrante a menos que un movimiento nacional democrático plante cara a la fatalidad de la inercia oligárquica y tuerza pacíficamente la voluntad de los criminales que nos gobiernan. Evidentemente, no nos hacemos ilusiones sobre el destino de las señaladas propuestas. Nuestro deber era, sin embargo, plantearlas aquí a pesar de que casi nadie escuchará nuestro grito en el desierto.

Jaume Farrerons
30 de diciembre de 2012

Stéphane Hessel o la pólvora mojada del sistema oligárquico

sábado, diciembre 29, 2012

Stéphane Hessel o la pólvora mojada del sistema oligárquico

 
Stéphane Hessel
 
 
 
 
 
PRIMER CAPÍTULO DEL LIBRO «LA MANIPULACIÓN DE LOS INDIGNADOS»
 
Resulta imposible comprender las ideas de Hessel sin explicar quién es. Para los aspectos básicos me remito a la página de Wikipedia, poco sospechosa animadversión hacia un ex prisionero de Buchenwald. Hessel es el vástago, padre judío y madre alemana, de una familia burguesa acomodada de Berlín. Alumno de una escuela de élite elevado a los altares de la ONU gracias a sus excelentes relaciones privadas con oligócratas (verbi gratia: la esposa de Roosevelt), Hessel “osténtase” ante los jóvenes actuales como paradigma ético. No cabe duda de que el comportamiento de Hessel durante la Segunda Guerra Mundial, abandonando un seguro exilio inglés para infiltrarse clandestinamente en territorio controlado por los alemanes, constituye un acto de heroísmo que sería mezquino negar. Tampoco puede obviarse la inteligencia y alto nivel cultural de Hessel, que explican en parte, pero sólo en parte, su vertiginosa carrera hacia las cumbres de la diplomacia occidental. Las luces de Hessel resultan de sobra conocidas, ¿hará falta subrayarlas? Mas junto a las luces existen también las sombras en su vida. Unas sombras que no pueden ser calificadas sólo de anecdóticas, por aquello de que nadie sería perfecto. Nuestra tarea consiste aquí en criticar las ideas de Hessel, pero a tenor de que él mismo se ha erigido como “modelo”, es decir, como encarnación de aquello que dice defender, no podremos eludir el trabajo de una cierta desmitificación personal.
De la lectura de su autobiografía se desprende, por de pronto, la decisiva influencia de unos progenitores que encarnan todos los tópicos de los ambientes vanguardistas. Por ejemplo, el adulterio de la madre tolerado por el padre marca tempranamente su impronta en la personalidad del muchacho. Éste desarrolla un sentido de la moralidad harto relativista, compatible, por un lado, con la picaresca, el robo y la mentira, y, por otro, con una vaga noción estética de “progresismo” muy propia de los “antifascistas” de procedencia burguesa. Para que nos hagamos una idea de la frivolidad intelectual de Hessel, obsérvese cómo valora las aficiones quirománticas de una compañera lesbiana de la madre y la idea de “racionalidad” que desprende:
Justamente porque trató la interpretación de las líneas de la mano como una ciencia, para mí encarna el triunfo seguro de la razón.[1]
Será la “razón” de la masonería, pero no aquello que un filósofo serio pueda admitir como tal. De la parte materna le benefician, por otro lado, nada desdeñables relaciones familiares con el mundo de la banca, en las cuales no profundizan las memorias, pero sabemos que cuando su padre Franz tiene que huir de los nazis, nada menos que los Rothschild de París son quienes le reclaman.[2] Hessel –cuyo talento y valentía, insisto en ello, no negamos- nunca ha dejado de moverse con listeza entre las altas esferas del poder, incluidas las del bando estalinista.
Ahora bien, después de décadas de impunidad del sionismo, que alguien con semejante pedigrí (se declara “amigo de Israel”), funcionario de las Naciones Unidas y diplomático francés a las órdenes del derechista Giscard d’Estaing, pueda gozar de credibilidad como crítico del “sistema”, sólo confirma el grado de lavado de cerebro al que han estado sometidos los ciudadanos de Occidente durante décadas. La inversión en propaganda ha sido muy útil para el dispositivo oligárquico, porque incluso cuando los maltratados por ese mismo aparato de explotación y coacción toman la palabra, aquello que habla en ellos y a través de ellos sigue siendo, en la mayor parte de los casos, la propia oligarquía. Parece evidente que el dispendio publicitario a lo largo de medio siglo resulta, más que rentable, imprescindible para los poderosos. Debemos entender así por qué gobiernos y grandes empresas gastan cantidades astronómicas de dinero en la partida de manipulación psíquica de la población.

Mayo del 68: el fraude de la modernidad transgresiva,  cuyos frutos conocemos bien. Daniel Cohn-Bendit  burlándose del «policía» en cuanto «encarnación de la ley».

Hessel no debería, en efecto, merecer nuestra confianza ética. Preguntémonos cómo escapó Hessel a la muerte en Buchenwald. Pues bien, fue gracias a la intervención de Eugen Kogon, miembro del comité de políticos que dirigía el campo a cuenta de los alemanes. Kogon era “amigo” del médico de las SS que le salvó la vida. Todo esto nárralo el propio Kogon en su libro Der SS-Staat. Das System der deutschen Konzentrationslager, traducido al francés bajo el título L’enfer organisé (1947). Testigo del juicio de Nüremberg contra los nazis, Kogon devino una eminencia reconocida entre los escritores de la literatura sobre “el Holocausto” y se cuenta entre los “padres fundadores” de la República Federal Alemana. Pero resulta que, según Kogon, los nazis sólo le exigían al comité del campo, so pena de substituirlo por otro, que mantuviera el orden entre los presos. A cambio de esta colaboración, los energúmenos del comité, casi todos ellos de filiación estalinista, recibían porciones de comida suplementarias y se apropiaban, a costa de la mayoría, de las magras raciones de los presos comunes o políticos no comunistas, provocando con ello hambrunas, enfermedades y altos índices de mortandad. La supuesta ética de muchos de los supervivientes se basaba así en la corrupción, en la delación y en la bestialidad de los castigos que la mafia comunista de Buchenwald infligía al resto de los internos con la colaboración, por activa o por pasiva, de la dirección SS del campo. Kogon nos cuenta que el comité comunista de Buchenwald, compinchado con la SS, ocultaba a las inspecciones de Berlín y a los visitantes (cadetes de la policía, juventudes hitlerianas, diplomáticos o prominentes de potencias fascistas) las evidencias de que se practicaba la tortura (Kogon, p. 256):
Frecuentemente, tenían lugar en los campos las visitas de la SS. Con este motivo, la jefatura de la SS aplicaba un extraño método: por una parte disimulaba todos los detalles accesorios; por otra organizaba verdaderas exhibiciones. Todos los dispositivos que podían hacer adivinar que se torturaba a los presos eran pasados en silencio por los guías y se les ocultaba. De este modo el famoso potro que se encontraba en la plaza era disimulado en un barracón habitable hasta que partían los visitantes. (…) Igualmente eran apartadas las horcas y las estacas en las cuales se colgaba a los presos. Los visitantes eran conducidos a través de unas ‘instalaciones modelo’: enfermería, cine, cocina, biblioteca, almacenes, servicio de limpieza de ropa y sección de agricultura.[3]
El infierno estaba organizado, así reza el título galo de la obra, pero parece que los comunistas eran expertos en sacar partido de una situación política privilegiada empeorando la del resto de internos.Kogon afirma que “tenía en mis manos al doctor Ding-Schuller” (Kogon, p. 218) y algo más sorprendente todavía (Kogon, p. 275):
Las direcciones de los campos no eran capaces de ejercer un control sobre decenas de millares de presos de otra manera que no fuese la exterior y esporádica. Ella ignoraba lo que realmente sucedía tras las alambradas.[4]
Las conclusiones de Kogon resultan estupefacientes para los espectadores de Hollywood, porque al parecer haber sido preso de Buchenwald no constituye ninguna garantía de moralidad (Kogon, pp. 16-17):
(…) era un mundo en sí, un estado en sí, un orden sin derecho en el cual se arrojaba a un ser humano, que a partir de ese momento sacando partido de sus virtudes y de sus vicios –más vicios que virtudes- sólo combatía para salvar su miserable existencia. ¿Luchaba sólo contra la SS? ¡Por supuesto que no! Le era preciso luchar otro tanto, si no más, contra sus compañeros de cautiverio (…). Decenas de millares de supervivientes a los que el régimen de terror ejercido por arrogantes compañeros ha hecho sufrir aún más quizá que las infamias de las SS, me agradecerán por haber señalado igualmente este otro aspecto de los campos, por no haber tenido miedo de descubrir el papel representado en diversos campos por ciertos tipos políticos que hoy pregonan a voces su antifascismo intransigente. Yo sé que algunos camaradas míos se han desesperado viendo cómo la injusticia y la brutalidad fueron adornadas después con la aureola del heroísmo por personas honradas que no sospechaban nada.Esos explotadores de los campos no serán ensalzados en mi estudio porque éste ofrece los medios para hacer palidecer esas glorias usurpadas.
Sin embargo, pese a estas afirmaciones, el propio Kogon reconoce de qué manera ha evitado, en su libro, inculpar a los presos políticos responsables de los mencionados abusos criminales (Kogon, pp. 20-21):
(…) para disipar ciertos temores y demostrar que este relato no corría peligro de transformarse en acta de acusación contra ciertos presos que habían ocupado una posición dominante en el campo, lo leí, a comienzos del mes de mayo de 1945, cuando ya estaba casi terminado y sólo faltaban los dos últimos capítulos de un total de doce, ante un grupo de quince personas que habían pertenecido a la dirección clandestina del campo o que representaban a determinadas agrupaciones políticas de detenidos.
En suma, Kogon admite en la introducción a su libro, ya de por sí bastante revelador, que encubrió a los responsables de los crímenes; no en vano el propio Kogon formaba parte de esa élite de presos privilegiados. Él mismo tenía mucho que callar. Ahora bien, si Hessel pudo falsificar sus papeles y salvar así su vida gracias a la amistad de Kogon con el médico-jefe de las SS, doctor Ding-Schuler, según cuenta la Wikipedia, parece evidente que Hessel pertenecía también de alguna manera, como poco en calidad de “protegido de lujo”, a la cúpula del comité:
At Buchenwald, Kogon spent part of his time working as a clerk for camp doctor Erwin Ding-Schuler, who headed up the typhus experimentation ward there. According to Kogon’s own statements, he was able to develop a relationship bordering on trust with Ding-Schuler, after becoming his clerk in 1943. In time, they had conversations about family concerns, the political situation and events at the front. According to Kogon, through his influence on Ding-Schuler, he was able to save the lives of many prisoners, including Stéphane Hessel, by exchanging their identities with those of prisoners who had died of typhus. In early April 1945, Kogon and the head prisoner nurse in the typhus experimentation ward, Arthur Dietsch found out from Ding-Schuler that their names were on a list of 46 prisoners who the SS wanted to execute shortly before the expected liberation of the camp. Ding-Schuler saved Kogon’s life at the end of the war by hiding him in a crate and smuggling him out of Buchenwald.[5]
En definitiva, Hessel pudo sobrevivir gracias a la brutal mafia de presos políticos que, en beneficio propio, gestionaba el campo a cuenta de las SS. Kogon y Hessel fueron ambos beneficiarios de esa mafia. ¿Cómo alcanzó Hessel tales posiciones de privilegio? El propio Hessel, quien reconoce en su autobiografía que ha sido un mentiroso empedernido hasta los 70 años, atribúyelo a la “amistad”:
A finales de septiembre, la conjura estaba madura. Yeo-Thomas debía elegir a los beneficiarios. ¿Uno? ¿Dos? Tres como máximo. Eligió a un inglés, Harry Peulevé, y a un francés, yo. ¿Por qué a mí? ¿Para que hubiera un oficial francés? ¿Porque hablaba alemán? Quién sabe. Tal vez por amistad.[6]
En la obra de Kogon, los hechos que afectan a Stéphane Hessel son relatados en las páginas 226-232 de la versión alemana y 217-225 de la francesa. Aunque el fondo del relato es el mismo, se trata de textos muy distintos. En la versión alemana, la original, ya se anuncia que Hessel se ha convertido en un funcionario de las Naciones Unidas:
Die Rettung gelang. Yeo-Thomas und Pauleve sind heute in London. Stéphane Hessel in New York bei der UN.  

Drogas, sexo, pederastia, violencia, negación de todas  las normas: hoy son políticos corruptos.  ¿Debería extrañarnos? Cohn-Bendit joven. 

La versión francesa amplía la importancia atribuida a la figura de Hessel reproduciendo in extenso algunas notas o cartas que éste hiciera circular y en virtud de las cuales se le erige poco menos que en héroe cinematográfico.Desde luego, que Hessel culminara su carrera en la ONU no puede ser ajeno al hecho de que la cúpula comunista del campo decidiera seleccionarlo. Cuando habla de mera „amistad“, Hessel oculta los verdaderos motivos. En las dos versiones de la obra, Hessel es descrito por Kogon como alguien que trabaja para el servicio secreto del general De Gaulle. En consecuencia, la displicente actitud de Hessel hacia el comunismo debe ser observada con lupa, porque su salvación a manos de los comunistas de Buchenwald fue un acto político. Comunistas eran quienes decidían entre la vida y la muerte (Kogon, pp. 231-232):
Les forces clandestines du camp ont sauvé des centaines de camarades de toutes nations de ce block 61; dans cette affaire, c’étaient les communistes qui avaient le plus de chance. (…) Les détenus chargés du choix avaient toujours la possibilité de procéder à des échanges de persones, et les victimes qu’ils choisissaient n’étaient pas toujuours ceux qui étaient qualifiés de „traîtres“ ou „d’espions de la SS“ par leurs compatriotes. Dans toute una série de cas bien déterminés, on livra ainsi à la mort des hommes dont le seul crime était d’être en mauvais termes avec les communistes dirigeant leur groupe national, ou d’avoir fait quelque déclaration politique contre le parti communiste.
Pero es que, además, los comunistas sólo podían ejercer su dominio a través de sus contactos con los nazis. En el caso de Kogon, el Dr. Ding-Schuler, de las SS, como ya hemos subrayado. Conviene no olvidar, en este sentido, que en 1940, la vigencia del pacto germano-soviético, firmado el 23 de agosto de 1939, había convertido a comunistas de toda Europa en aliados del nacionalsocialismo. Para los antifascistas españoles, dicha alianza debió de convertirse en una auténtica revelación. Cuando los alemanes ocuparon París, el partido comunista francés y Hitler formaban en el mismo bando. Según cuenta Herbert Lottmann en La rive gauche, a los comunistas  (Lottmann, p. 202):
(…) la línea oficial les hacía considerar la guerra francobritánica con Alemania como imperialista; en lugar de combatir el fascismo, la lealtad a la línea soviética les imponía sabotear a lo que ellos llamaban ‘la pretendida guerra antifascista’ y considerar agresores a los franceses y a los británicos. Después de la ocupación de París por los alemanes, en junio de 1940, todavía transcurrió un año hasta la invasión de la URSS por Hitler. El órgano oficial comunista, L’Humanité, publicado clandestinamente, trataba la guerra como un asunto de bandas rivales, entre bandidos, y está probado que los comunistas solicitaron a las fuerzas alemanas de ocupación el permiso para publicar un L’Humanité hostil a la guerra. La idea gustó a los alemanes, pero el gobierno de Pétain opuso su veto.   

Hessel joven: «luché contra Hitler».

Es en esa misma época que algunos comunistas presos en Alemania se convierten –por razones obvias- en internos privilegiados que controlan al resto de los reclusos. Esta relación de conveniencia entre nacionalsocialistas y comunistas no sería rota por Moscú, sino por los nazis, puesto que fue Hitler, ante un incrédulo Stalin, quien decidió invadir la Unión Soviética en 1941. En el momento de cruzar la frontera rusa, el holocausto todavía formaba parte del futuro, pero el régimen bolchevique, desde la época de Lenin, ya había exterminado a 13 millones de ciudadanos rusos. Este hecho no impidió a Churchill y De Gaulle, para quien Hessel trabajaba en calidad de espía, hacer causa común con los soviéticos, como si luchar contra Berlín fuera más justificable que apoyar a otro dictador; con la diferencia de que Stalin, en ese momento, además de tirano era ya un probado genocida y asesino de masas. Hitler, no. Atacada Rusia, el partido comunista se hizo inmediatamente con el control de la Resistencia francesa contra los alemanes, pero las características morales de esa Resistencia se tienen que convalidar con la atroz idiosincrasia del régimen estalinista para el que trabajaban, de forma consciente, la mayor  parte de los resistentes. De manera que, cuando Hessel fue detenido e internado en Buchenwald, el apoyo que recibió por parte de la cúpula comunista del campo puede calificarse, sí, de “política”, pero en el peor sentido de la palabra. Hablar de “indignación” y, al mismo tiempo, aceptar un vínculo con los estalinistas, “compromiso” cuyas consecuencias Hessel no podía ignorar, es lo más parecido a burlarse de la gente, eso que los políticos profesionales acostumbran a hacer con los ciudadanos.
Puede pretenderse honestamente que la alianza con Stalin tenía un sentido racional para los nacionalismos francés y británico, cuya intención de ganarle una guerra al nacionalismo alemán era en cuanto tal tan válida como la contraria. Pero aquélla quiere envolverse con el manto del heroísmo cuando no hay lugar para la palabra “ética” en semejante contexto abominable. Utilizar la ética para tales fines es indignante: si la Segunda Guerra Mundial fue desencadenada por la invasión alemana de Polonia, pero siempre con ese sentido ético, que Hessel esgrime, de amparar a un país agredido, ¿por qué Francia e Inglaterra no declararon la guerra a la URSS en 1939? ¿No cruzaron los soviéticos la frontera oriental y se apropiaron de la mitad de la nación polaca en cumplimiento del pacto Ribbentrop-Molotov? ¿No invadió Stalin a continuación los Países Bálticos y luego Finlandia? ¿Dónde se escondía entonces la supuesta ética de los gabinetes de Londres y París? Hessel afirma que se alegró cuando el Ejército Rojo derrotó a los nazis, pero esa victoria permitió, precisamente, que no sólo Polonia, sino toda la Europa del Este cayera en manos de Stalin. Quizá los polacos, víctimas de Katyn, no se alegraran tanto de los éxitos de Moscú. Gracias a su alianza con Inglaterra, Francia y Estados Unidos, el comunismo totalitario pudo extenderse a China y otros países; y continuar impunemente con sus genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en todo el mundo, hasta alcanzar la cifra de 100 millones de víctimas. ¿Es esta “ética de juventud” la que pretende esgrimir Hessel contra los políticos corruptos de nuestros días? ¿No fueron los acontecimientos a los que me estoy refiriendo el origen histórico del fraude, es decir, de la falsa democracia en el seno de un estamento político que ya ha mostrado con creces a todos los ciudadanos cuál es su verdadero rostro? ¿No será que él, Hessel, forma parte de la misma casta política que pretende criticar? ¿No trabajaba para ella al publicar su libro, como siempre hizo a lo largo de su dilatada carrera de trepador institucional?
Para la España que se ha convertido en epicentro del movimiento de los indignados, es muy importante tener una idea clara de contra qué está luchándose. En nuestros días, los historiadores, que, tras la caída del comunismo totalitario, tienen acceso a los archivos de Moscú, han llegado a conclusiones poco conocidas por la mayoría. Así, según Stephen Koch, autor de El fin de la inocencia(Koch, p. 317):
(…) durante los meses más cruciales, heroicos y sangrientos de la lucha armada antifascista en Europa, mientras españoles y radicales de todo el mundo se jugaban la vida por lo que creían que era una batalla para detener la oleada fascista, el gobierno soviético, el supuesto patrocinador de esa batalla y esa lucha, utilizaba el sufrimiento español en negociaciones cuyo objetivo era una alianza con Hitler.
La finalidad de Stalin al pactar con Hitler no era, empero, ni mucho menos, evitar la guerra, sino conseguir que el Tercer Reich y las potencias occidentales se desgastaran en un conflicto previo para, a continuación, poder sacar provecho de la situación e invadir una Alemania ya debilitada, expandiendo la sanguinaria dictadura comunista por toda Europa. El “antifascismo” en el que militó Hessel no representa más que una pieza muy pequeña en este puzzle de política caracterizada por el cinismo, el crimen y el más absoluto desprecio de todos los principios éticos (Koch, p. 157):
Stalin propuso una política dual, en apariencia contradictoria, pero coherente en la realidad. Una vez que Hitler estuvo en el poder, la estrategia de Stalin fue estabilizar sus fronteras orientales dirigiendo la agresión nazi contra las democracias occidentales. De haber guerra, quería que fuese entre Alemania y Occidente, mientras él quedaba al margen del conflicto tras la seguridad de una alianza con Hitler. Parece haber asumido que Hitler sería tan cauto como él. Estaba completamente convencido de que los alemanes jamás se embarcarían en una guerra en dos frentes. Por supuesto que, pese a su considerable admiración por el tirano de Berlín, Stalin no quería que Hitler ganase. Su idea era destruir a Hitler y a las democracias en una tercera guerra mundial que acabaría con la intervención del Ejército Rojo en territorios ya preparados por los servicios secretos y sólo cuando los combates de verdad hubieran cesado. Entonces, él, gángster contra gángster, podría apuñalar por la espalda a un rival ya maltrecho por los combates.
Hitler, perfectamente consciente del doble juego de Stalin, decidió adelantarse y atacarle por sorpresa en 1941, siendo así que el verdadero objetivo del nazismo no eran las democracias occidentales (a las que ofreció la paz en diversas ocasiones), sino la destrucción del comunismo y la creación de un “imperio alemán” en el Este que esclavizaría a los eslavos como “raza inferior”; colonialismo aplicado a europeos que nos escandaliza, pero que Francia, EEUU e Inglaterra ya habían puesto en práctica hasta la náusea con pueblos “de color”.

Hessel en apoyo al partido de Cohn-Bendit.

Con todo lo que actualmente sabemos, la Segunda Guerra Mundial no cabe concebirla como una lucha entre la democracia y la tiranía, la ética y la infamia, según pretendieron hacernos creer los vencedores: fue una lucha entre distintos imperialismos, a cual más opresor e inmoral. Y de esa lucha brotó vencedora la putrefacta clase política actual, amparada en la hegemonía de los Estados Unidos e Israel, con las consecuencias que, pasados sesenta años, los ciudadanos conocemos de sobras (aunque las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, Dresde, Palestina o el gulag, entre otras atrocidades, dejaran claro desde el principio, para quien no quisiera taparse los ojos, lo que podía esperarse de los “antifascistas”). Pero Hessel pretende convencernos de que, pese a la corrupción, pese al crimen y el genocidio que precedió, acompañó y siguió a la victoria de los aliados, esa guerra fue una gesta épica; y que Hessel mismo debe servirnos de paradigma o modelo cívico para enfrentarnos, precisamente, a los herederos políticos de quienes ganaron. Semejante pretensión no puede sostenerse ni un segundo ante una conciencia crítica y bien informada sobre los hechos. Hessel miente. ¡No nos dejemos manipular!
Mimado por los comunistas, Hessel vivió en Buchenwald todo lo bien que se podía vivir en un campo de concentración de cualesquiera de los bandos en conflicto. Cierto es que los miembros de la Resistencia iban siendo liquidados a medida que avanzaba el curso de la guerra, pero lo que oculta Hessel al lector es que la Convención de Ginebra no amparaba a una guerrilla que, sin uniforme, lanzara alevosos ataques sorpresa –o sea, por la espalda- contra tropas regulares. El maquis, a la luz de la legislación militar internacional, estaba compuesto por criminales que podían ser ejecutados inmediatamente sobre el terreno de manera perfectamente legítima. Y así actuaron los aliados con los paracaidistas alemanes apresados que, con uniformes ingleses o americanos, habían precedido a la contraofensiva de la Wehrmacht en las Ardenas destruyendo o anulando postes de señalización y comunicaciones. No obstante, Hessel, espía y así reo de muerte, desconoció el horror en Buchenwald, ese celebérrimo horror del que, según Hessel, sólo tuvo noticias… ¡cuando leyó el libro de Kogon!
El 8 de septiembre, dieciséis de nosotros fuimos llamados a la torre. Balachowski nos confirmó, tres días después, que habían sido ejecutados. Nos ocultó los aspectos atroces del ahorcamiento que había averiguado. Estos horrores, como tantos otros, yo los descubriría tres años más tarde en El estado de las SS de Eugen Kogon, nuestro segundo salvador. Kogon trabajaba también en el barracón 50 con Ding-Schukler (sic), cuya confianza se había ganado. Estaba al corriente de los experimentos in vivoque Ding llevaba a cabo con “criminales”.[7]
La descripción que hace Hessel de su estancia en Buchenwald incluye pasajes como los siguientes:
Escuchaba las noticias de la radio alemana a través de un altavoz. La víspera del bombardeo de Gustloff, París había sido liberado por los Aliados. Una gran emoción. Alfred Balachowski vino a vernos y nos trajo conejo. Estaba rico.
Ignoramos hasta qué punto había que disfrutar de privilegios para comer conejo en Buchenwald, pero, desde luego, no es ésta la imagen que se nos ofrece habitualmente de un campo de concentración nazi. Por lo demás, el propio Hessel compara su destino con el de los denominadosMuselmänner, quienes trabajaban hasta la extenuación y cuyo aspecto físico era lo más parecido al de un faquir. Convine no olvidar que en aquellos momentos, centenares de miles de mujeres y niños alemanes eran quemados vivos por los bombardeos incendiarios aliados y, en consecuencia, los nazis no se andaban con chiquitas a la hora de tratar a los prisioneros enemigos. En cualquier caso, quizá por ser privilegiados de los campos, entre los que al parecer se contaba Hessel, podían también organizarse en Buchenwald espectáculos artísticos:
También estaba Hewitt, a quien los SS habían autorizado a montar un cuarteto de cuerda que tocaba Mozart, por la noche, en uno de los barracones. Extraño campo, donde se podía tocar música y escribir tragedias.
Conejo, teatro… Curiosas formas del “horror”. ¡El propio Hessel tiene que reconocerlo, pues la norma canónica de aquello que debe ser, a los ojos del mundo, un Konzentrationslager alemán, no procede de su propia experiencia, sino del libro de Kogon, como él mismo ha admitido! Pero la metodología con que Kogon escribió su obra tiene un carácter tan nauseabundamente político como los criterios que permitieron seleccionar a Hessel para ser salvado del fusilamiento (Kogon, p. 15):
J’espère être parvenu, même sur les points les plus délicats, à dire la vérité toujours de telle sorte qu’elle serve au bien et non au mal.
 Que sirva al “bien” significa aquí: a la causa aliada de Stalin y Roosevelt.
El promotor de la «transgresión» Cohn-Bendit.  Toda una vida como político profesional.
Hessel funcionario de la ONU, diplomático, político
La carrera de Hessel empezó después de la Segunda Guerra Mundial. Una recomendación de la esposa de Roosevelt le permitió formar parte del grupo de redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Sobre Roosevelt ya se conocen algunas exquisiteces morales, como, por ejemplo,  durante la conferencia de Teherán (1943), su aprobación a las propuestas de Stalin de asesinar a 50.000 oficiales alemanes prisioneros. Cuando Churchill manifestó su repugnancia ante semejante sugerencia, Roosevelt respondió:
Como siempre, parece que me toca hacer de mediador en la contienda. ¿Por qué no lo dejamos en 49.500?
Y el hijo de Roosevelt, Elliot, se sumó al coro del crimen de guerra planificado con la siguiente afirmación:
Espero que se ocupen de esos cincuenta mil criminales de guerra, pero ¡que no se olviden de otros varios centenares de miles de nazis!
Roosevelt fue favorable a la aplicación del plan Kaufman/Morgenthau, del que ya hablaremos más abajo, cuya finalidad era el exterminio del pueblo alemán. En una conversación con el ministro del Interior de EEUU a propósito de dicho plan genocida, castraciones y esterilizaciones incluidas, Roosevelt afirmó:
Tenemos que ser duros con los alemanes, y me refiero al pueblo alemán, no sólo a los nazis. También tenemos que castrar a los alemanes de a pie, o cuando menos habrá que tratarles de tal forma que no puedan seguir alumbrando sin más a individuos quedeseen continuar por el mismo camino que antes.[8]
Como es sabido, la bomba atómica norteamericana fue construida bajo el mandato de Roosevelt y lanzada sobre el Japón por orden del presidente Truman. Pues bien, Truman heredó un memorándum secreto redactado por Roosevelt y Churchill donde se establecía que “una vez construida la bomba, se podría, después de maduras consideraciones, utilizar contra los japoneses, a los que se advertiría que se repetiría esta acción hasta que se rindieran.” No creemos que se pueda gozar de la amistad de la esposa de Roosevelt inocentemente. Mientras ella promovía la futura Declaración Universal de los Derechos Humanos, su marido, en la habitación contigua, diseñaba políticamente el arma absoluta y redactaba el documento que iba a permitir utilizarla contra decenas de miles de civiles inocentes. La ética no tolera estas ambigüedades. ¿Qué dijo la señora Roosevelt cuando Truman arrojó finalmente el “horror” –este sí, de verdad- sobre las cabezas de las mujeres y los niños japoneses? Agárrense, indignados: “Truman tomó la única decisión que podía”, pues el uso de la bomba era necesario “para evitar el tremendo sacrificio de vidas estadounidenses”. Pero esta afirmación es éticamente insostenible, además de una mentira de hecho: los norteamericanos estaban ya perfectamente informados de que la intención del Japón era rendirse de manera inmediata. El problema consistía precisamente en eso, porque EEUU buscaba poder lanzar la bomba para conocer sus efectos reales e intimidar, de paso, a la Unión Soviética. Por si fuera poco, una vez lanzada la de Hiroshima, y todo ello con el supuesto fin de salvar más vidas americanas, los héroes de la libertad glorificados por Hollywood lanzaron un segundo artilugio mortífero sobre Nagasaki. Eleanor, laamiga de Hessel, legitimó estas atrocidades. A tenor del favor que gozaba de la primera dama, no creemos que Hessel se lo reprochara como merecía… Una vez más, los amigos de Hessel le delatan. Toda su influencia personal procede de dudosos contactos con el estamento político oligárquico, y ello hasta niveles verdaderamente asombrosos. Ora son los criminales comunistas, ora los criminales capitalistas, pero Hessel no deja nunca de beneficiarse de singulares referentes humanos de la “barbarie” del siglo XX. Todo ello, empero, en nombre de unos “ideales maravillosos”, cuya encarnación humana él, como judío de Buchenwald, representaría paradigmáticamente.
Es cierto que Hessel cuenta también con el apoyo de Daniel Cohn-Bendit, el mítico dirigente “rebelde” de mayo del 68 convertido de por vida en funcionario de las instituciones europeas. Pero Cohn-Bendit no es precisamente un dechado de ética, siendo así que en su heroica juventud se dedicó a promover argumentaciones político-filosóficas a favor de las relaciones sexuales entre adultos y niños. Se le considera un legitimador ideológico de la pederastia y ha tenido que pedir perdón por ello (“La Vanguardia”, 22-2-2001):
Veintiséis años más tarde, la hija de Ulrike Meinhof desentierra varias entrevistas y un viejo libro Le grand bazar, publicado en 1975, sin que entonces llamase la atención, haciendo afirmaciones de este tipo: ‘Ocurrió que algunos niños me abrían la bragueta y me hacían cosquillas. Yo reaccionaba de manera diferente según las circunstancias. A veces, les decía a los niños: ¿Por qué no jugáis entre vosotros…? Pero ellos seguían y yo terminaba por acariciarlos’. Cohn-Bendit agrega: ‘Mi ligue con los chavales tomaba, rápido, formas eróticas…’ Estas afirmaciones y comentarios formaban parte de su libro, en el que su autor evoca su aventura personal en los medios ‘contra-culturales’ franceses y alemanes de los años sesenta y setenta, contando, con mucho detalle, sus grandes experiencias y grandes debates en materia de educación y sexualidad, y abogando, con distinto énfasis, en muy distintas ‘liberaciones’. Veinticinco años más tarde, Cohn-Bendit descubre horrorizado, afirma, el ‘alcance’ de sus declaraciones, realizadas, según él, ‘para escandalizar a los burgueses’. Cohn-Bendit sale al paso de cualquier sospecha de pederastia, declarando: ‘Nunca tuve relaciones sexuales con ningún niño. Por otra parte, los padres y los niños de la guardería donde yo trabajaba publicaron una carta abierta en la prensa alemana, insistiendo que jamás hubo la menor sospecha de pederastia. No hay ninguna duda’. El semanario L’Expressdesentierra hoy esta historia, y pone en boca de Cohn-Bendit esta frase: ‘Sabiendo lo que hoy sé sobre abusos sexuales, siento un remordimiento profundo por haber llegado a escribir y declarar estas cosas…’. Cohn-Bendit intenta explicarse afirmando que, en verdad, muchas de las afirmaciones de su libro Le grand bazar son sencillamente falsas, poniendo como propias ‘reflexiones sobre la sexualidad infantil que corrían entre los grupos contraculturales’. ‘Hoy -concluye Cohn-Bendit enL’Express– todo esto parece horrible e incomprensible. Y quizá lo sea. Pero, en mi libro, es un condensado de las discusiones que sosteníamos padres y educadores en la guardería donde yo trabajaba’.
 
Hessel y Cohn-Bendit son correligionarios del partido Europe Ecologie. Pero un ciudadano indignado nunca aceptaría compartir escaño u opción política con un personaje capaz de semejantes afirmaciones, sobre cuyas consecuencias no basta con disculparse. Quien en edad adulta ha dicho: “podía sentir perfectamente cómo las niñas de cinco años habían aprendido a excitarme” (1976), tiene que dimitir de cualquier cargo público. Pero Cohn-Bendit, muy a la española, no soltó jamás su poltrona y no parece que Hessel se lo haya reprochado. Al contrario, le apoyó públicamente el 9 de febrero de 2011 en la campaña electoral de Europe Écologie. Una vez más, la política pasa por delante de la ética en Hessel. ¿Cuenta este personaje con autoridad moral alguna para tutelar filosóficamente la rebelión de los indignados? Que el lector juzgue por sí mismo.

[1] Hessel, S., Mi baile con el siglo, Barcelona, Destino, 2011, p. 40.
[2] Op. cit., p. 33.
[3]    Traducimos directamente de la versión francesa, pero, para mayor seguridad, hemos confrontado el texto con la versión original (p. 260) y constatado que la francesa es más extensa e incluye detalles que no se encuentran en la edición alemana, pese a lo cual el sentido es básicamente el mismo: “SS Besuche fanden in den Lagern haufig statt. Die Lagerführung entwickelte dabei eine merkwürdige Praxis: einerseits verschleierte sie die Zusammenhänge, anderseitszeigte sie besondere Schaustücke. Einrichtungen, die auf Marterungen der Häftlinge hinweisen konnten, wurden bei den Führungen übergangen, derartige Gegenstände versteck. So kam zum Beispiel der berüchtige „Bock“, wenn er auf dem Appellplatz stand, so lange in eine Wohnbaracke, bis die Besucher wieder gegangen waren. En la versión francesa se encuentra la siguiente precisión, ausente en la alemana: Une fois, semble-t-il, on oublia de prendre ces mesures de prudence : un visitant ayant demandé quel était cet instrument, l’un des chefs de camp répondit que c’était un modèle de menuiserie servant à fabriquer des formes spécialesLes potences et les pieux auxquels on pendait les détenus étaient également rangés chaque fois.
[4]    Versión francesa: Les directions des camps n’étaient pas capables d’exercer sur des dizaines de milliers de serfs un contrôle autre que purement extérieur et sporadique. Elles ignoraient ce qui se passait réellement derrière les barbelés. Versión alemana (p. 280) : Die Lagerführungen waren nicht imstande, Zehntausende von Unterjochten anders als rein äuBerlich und durch plötzliche Eingriffe zu kontrolieren. Was hinter dem Stacheldraht wirklich vorging, blieb ihnen verborgen.
[5] Traducimos al castellano: “(…) en Buchenwald, Kogon pasó parte de su tiempo trabajando como oficinista para el doctor Erwin Ding-Shuler, quien lideraba la sala de experimentación del tifus del campo. Según las propias declaraciones de Kogon, fue capaz de desarrollar una relación que bordeaba la confianza con Ding–Schuler después de convertirse en su oficinista en 1943. A partir de entonces, tenía con él conversaciones sobre asuntos familiares, la situación política y el frente. De acuerdo con Kogon, gracias a su influencia con Ding–Schuler, fue capaz de salvar la vida de muchos prisioneros, incluido Stéphane Hessel, cambiando sus identidades con aquellos que habían muerto de tifus. A principios de abril de 1945, Kogon y el jefe de enfermeros prisioneros de la sala de experimentación con tifus, Arthur Dietsch (sic) supieron por el propio Ding-Schuler que sus nombres estaban en la lista de 46 prisioneros que los SS querían ejecutar inmediatamente antes de la esperada liberación del campo. Ding-Schuler salvo la vida de Kogon al final de la guerra escondiéndolo en un cajón de embalaje y sacándolo ilegalmente de Buchenwald.
[6] Hessel, S., Mi baile con el siglo. Memorias, Barcelona, Destino, 2011, p. 100.
[7] Hessel, S., Bailando con el siglo, op. cit., p. 99.
[8] Reagan, Geoffrey: Guerras, políticos y mentiras. Cómo nos engañan manipulando el pasado y el presente, Barcelona, Crítica, 2006, p. 45.
 
 
Publicado por ENSPO en 11:18 a.m. 
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2 comentarios:

 

Pensamiento PI dijo…

En la misma linea de vuestra excelente crítica a la «pólvora mojada» del sistema, los invitamos a leer nuestra respuesta a los intelectuales ‘progresistas’ que recientemente publicaran un manifiesto «por la unidad de europa», y alertaran a los europeos sobre «los riesgos de deshacer la Europa soñada tras la Segunda Guerra Mundial». Nuestro llamado es, si no para suscribir a la respuesta y compartirla, al menos para multiplicar las críticas al rol de estos escribas que legitiman el proyecto de la oligarquía financiera.
http://pensamientopi.blogspot.com.ar/2013/02/europa-es-el-caos.html
Saludos cordiales, Pensamiento PI.-

9:13 p.m.
 

ENSPO dijo…

Lo tendremos en cuenta, saludos y gracias Pensamiento Pi.

5:57 a.m.
http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/12/stephane-hessel-o-la-polvora-mojada-del.html

El lenguaje antifascista en la prensa. (1) Arcadi Espada

viernes, diciembre 28, 2012

El lenguaje antifascista en la prensa. (1) Arcadi Espada

Arcadi Espada, el periodista y la verdad.

Que las democracias liberales de occidente hayan heredado el lenguaje antifascista acuñado por Stalin sin ningún tipo de vergüenza o escrúpulo moral tuvo y tiene sus consecuencias, muy concretas, en la vida cotidiana de las personas, aquí y ahora. No se trata de una mera cuestión política o filosófica, y menos en España, donde hasta hace bien poco una banda terrorista asesinaba a nuestros conciudadanos y apelaba al antifascismo para justificar sus atrocidades. Cuando un hombre ingresa en prisión porque la palabra de la mujer presuntamente maltratada ostenta valor probatorio y ya no es menester investigar o verificar nada más, estamos también ante el antifascismo, en este caso una versión feminista (falofascismo) del mismo código que, salvando las distancias, inspirara en su día las pesadillas utópicas de Pol Pot. Cuando un fiscal de una supuesta «democracia» considera que es menester vigilar de forma continuada a un grupo de ciudadanos caracterizados por su ideario político,  a procesarlos incluso por sus meras opiniones («fascistas», claro), ésta es también una forma maquillada pero letal del antifascismo espiritualmente oriundo de la cheká. Cuando un trabajador, al que el dumping de desleales competidores extranjeros ha privado de su sustento económico, se manifiesta contrario a la política de flujos migratorios liberal y es criminalizado como racista y xenófobo, el antifascismo hace otra vez acto de presencia en nuestro día a día: las colas de la INEM y el silencio asustado de los parados (temerosos de ser acusados de «fascistas» si expresan abiertamente sus ideas al respecto) son «antifascismo». Cuando grupúsculos antisistema -financiados por el ayuntamiento- sabotean un acto electoral legal golpeando e injuriando a sus organizadores y la policía municipal observa impasible o pretende incluso cachear a las víctimas por si esconden una pistola (basado en hechos reales), el «antifascismo» nos ha hecho una visita. Cuando ante las fechorías de los corruptos políticos «democráticos» se nos muestra la imagen de «Auschwitz» para restar importancia a cualquier delito que éstos puedan cometer, incluidas cosas tan «insignificantes» como la bomba de Hiroshima, estamos también sufriendo las consecuencias estupefacientes, idiotizantes y moralmente embrutecedoras del antifascismo, que nos quiere esclavos sobre todo en la mente, ya sea a nivel emocional, ya a nivel intelectual. El antifascismo es un sistema de valores, lingüísticamente articulado, omnipresente en nuestra sociedad: en el trabajo, en la familia, en la cultura y la educación, en el ocio (películas y documentales constantes sobre el Holocausto)… Sólo hay que saber detectarlo para tomar conciencia de la penosa, repetitiva, machacona realidad virtual de la propaganda comercial, política y cultural «antifascista». Una vez comprendidas las claves simbólicas del lenguaje antifascista, su ubicuidad provocará en nosotros un sentimiento de asfixia y la certeza de vivir encerrados en una prisión ideológica sin murosEl antifascismo es el derecho a amenazar, insultar, desprestigiar, marginar, criminalizar, maltratar, torturar, destruir o asesinar incluso, según los casos, lugares y circunstancias históricas, a una persona tildada de «fascista» por quienes tengan la posibilidad de convertir tal imputación en una fáctica restricción de libertades. El objeto arquetípico de la violencia antifascista de cualquier signo es hogaño, en Cataluña, un varón blanco, adulto, de clase trabajadora, nivel cultural medio (con sentido crítico) y castellanohablante. Detéctase el antifascismo autóctono en las derechas y en las izquierdas, en lo catalán y en lo español: nadie espere hallar refugio alguno dondequiera que pervivan los partidos o instituciones del dispositivo oligárquico de poder mundial cuyo centro es Wall Street; sea cual fuere el lugar «oficial», allí están «ellos»… La veteromodernidad, como judeocristianismo secularizado, se consuma en el antifascismo actual. No avanzamos o «progresamos» hacia el «paraíso», sino que ahondamos en este mundo regimentado, opresivo, bajo el control de una oligarquía filosionista transnacional y transversal de criminales genocidas. Todos nosotros vivimos en la época antifascista y podemos convertirnos -aunque unos más que otros, ciertamente- en sus víctimas a medida que la legislación «políticamente correcta» vaya creciendo, organizándose tanto a escala planetaria cuanto reticular local, e introduciendo sus tentáculos, como un gigantesco pulpo cósmico, en cualesquiera espacios de nuestra existencia, pública o privada.  El lenguaje antifascista en la prensa

En su ensayo Diarios (2003), Arcadi Espada analiza el lenguaje de la prensa que informaba sobre los antentados de ETA. Aunque Espada no llega a comprender nunca que el lenguaje utilizado por los periodistas no es más que una variante gremial del código simbólico que, como demostraremos, el sistema oligárquico en su conjunto y, por ende, el propio Espada volis nolis, utilizan para «interpretar» y manipular la realidad, el simple hecho de poner la lupa sobre determinados artículos de prensa y sajar las preposiciones, los pronombres, la sintaxis y la semántica de cada línea, con paciencia de artesano textual, es un ejemplo de lo que podríamos denominar «filosofía crítica aplicada», y una contribución o complemento «analítico» a discursos críticos más «sintéticos» o globales -en los que hemos abundado en este blog– sobre el significado de la ideología antifascista.
Veamos a continuación cuál es el método de Espada, porque así aprenderemos a hacerlo «nosotros solos» en contextos distintos a los del terrorismo etarra (pues que, afortunadamente, ETA ha dejado de matar, como poco de forma provisional, pero sigue ahí como una llaga abierta que plantea infinidad de interrogantes a nuestra sociedad).
Así, según Espada, en la prensa de la democracia española los terroristas de ETA eran identificados siempre con términos como «jóvenesagresoresautores, un grupo armado. Nunca terroristas ni asesinos« (op. cit., p. 169). Se podían encontrar titulares del tenor siguiente: «dos certeros disparos acaban con la vida…». Parece asombroso pero los periodistas antifascistas (o sea, casi todos) redactaron frases que implicaban valoraciones elogiosas como la buena puntería de los etarras; o se preocupaban por el estado de salud de un terrorista tiroteado por subhumanos ultraderechistas: «sigue la mejoría de Peixoto. (…) es posible que salve la vista» (op. cit., p. 170).
Pero la cosa no terminaba aquí. Los periodistas antifascistas concibieron sus artículos de manera que los crímenes de ETA quedaran justificados por las excelentes y convincentes razones que siempre ha esgrimido el antifascismo, a saber, la defensa de alguna utopía paradisíaca de amor, fraternidad, felicidad, dicha y hasta orgasmos constantes asegurados (Wilhelm Reich, Herbert Marcuse). En efecto, tras una hazaña etarra eran frecuentes apreciaciones como la siguiente: «la víctima estaba considerada, en algunos sectores del pueblo, como confidente de la Guardia Civil» (op. cit., p. 171). El fragmento citado procede de un artículo del 28 de enero de 1979, fecha en la que ya existía la «democracia» en España, al menos para los políticos o, por ejemplo, los directores de diarios (incluso si habían colaborado con el franquismo, como era el caso de Polanco), pero no, por ejemplo, para los guardia civiles, policías o funcionarios de prisiones, los cuales podían seguir siendo considerados «fascistas» y, por tanto, razonablemente liquidados en nombre del «libertad humana».
Según Arcadi Espada, la legitimación del asesinato era un «estrambote» periodístico que nunca podía faltar en esos casos. Y añade: «funciona muy bien como tiro de gracia» (op. cit., p. 171). La víctima de los etarras era rematada «moralmente» por el periodista «demócrata». Para los terroristas, este tipo de información o deformación fue durante décadas una suculenta y gratuita mina de propaganda cuya naturaleza antifascista no puede poderse en duda a poco que analicemos de cerca, fragmento a fragmento, las canalladas que llegaron a escribirse in illo tempore. 
Se refiere Arcadi Espada, en este sentido, al «círculo» del que los periodistas obtenían la información «justificadora» del asesinato, del sacrificio ritual cotidiano del «fascista» ante el altar de la Felicidad Colectiva. Esos círculos eran, ex hiphotesi, los del entorno abertzale, es decir, los cómplices políticos (y no sólo políticos, como sabemos hoy a ciencia cierta) del «grupo armado». No obstante, la obscenidad del hecho era sistemáticamente ocultada, u obviada, por el periodista, quien considerabafuente legítima de información dichos círculos a pesar de que se tratara, en pocas palabras, de voces oficiosas de los propios terroristas.
Casi no vale la pena ocuparse de círculos. Aparece en todos los periódicos, en todas las muertes. Apesta. ¿Quiénes los formaban, los círculos? ¿Cómo se hablaba con ellos? ¿Qué crédito tenían? (op. cit., p. 173). El 29 de abril de 1979 la prensa «informa» de otro atentado: «en círculos políticos de Durango se le consideraba confidente o amigo de miembros de la Guardia Civil» (op. cit., p. 174). Si eras «amigo» de un guardia civil, eras «fascista» por contacto estigmatizador con el paria subhumano y se te podía matar. Estaba justificado por la utopía que ETA y PRISA compartieron en indecente revolcón (como Roosevelt y Churchill con Stalin, no lo olvidemos). Le han «ejecutado», ¿por qué? Por «fascista». ¿Cómo? Era «amigo» de un fascista, es decir, de un guardia civil.
Los «fascistas» respondían a veces. Fue el caso de un atentado en un bar frecuentado por abertzales. El 12 de junio de 1979 la prensa «informa»: «pocas personas dudan en Zarauz en atribuir el atentado a bandas fascistas». Observa Espada que cuando la prensa habla de ETA la identifica formalmente como grupo armado. Pero si los «fascistas» (=las víctimas) se revuelven y matan a su vez, estamos ante «bandas». La palabra, el término, co-implica ya todo un sistema de valores: «Es notorio que por el momento solo se lo aplican a los fascistas»(op. cit., p. 174).
Los terroristas atentan contra una central nuclear y «fallece» un trabajador. ETA puede emitir su nota de prensa y publicar su versión, que es reconocida por el diario como cosa evidente y comprensible de suyo (algo que, añadimos nosotros, dificilmente se aceptaría en el caso de Pedro Varela, encarcelado por vender libros): «la muerte del trabajador se debio a motivos imprevisibles» (op. cit., p. 175). Comenta Espada:

Ese periodismo permite que alguien ponga una bomba en un edificio, mate a un trabajador y diga que la muerte se debió a motivos imprevisibles. (…) El viaje al eufemismo es fascinante: acción armada, expresión muy utilizada por los periodistas de la época, me parece hoy a mí, una atenuación visible de asesinato.

Pero quizá la más significativa contribución de Espada al análisis del antifascismo en el texto periodístico es su teoría de la perspectiva, es decir, la incapacidad del periodista antifascista de ver las cosas desde el lado de la víctima, de quien era ejecutado en calidad de «fascista», o sea, porser X o Y, algo que vulnera todos los principios del derecho liberal. Así, en el caso del comerciante chileno Héctor Abraham, leemos en la prensa el 20 de junio de 1979: «Herido de muerte… trató de refugiarse detrás del mostrador, por lo que fue rematado por los agresores» (op. cit., p. 176). Espada no se sorprende en esta ocasión ante las múltiples exoneraciones doctrinales con que el diario «explica» el «fallecimiento» del fascista en una «certera» «acción armada» perpetrada por «jóvenes», sino sólo ante una preposición, la preposición por en la frase «por lo que fue rematado por los agresores». Espada dixit:

Por lo que fue rematado, Héctor Abraham. !Encima quería escapar! «Donde fue rematado». Esto es lo que escribiríamos los que quisiéramos haber escapado con él. Es la diferencia entre escribir desde el lugar del verdugo o desde el lugar de la víctima. El verdugo busca causas: Pinochet, o la amistad con guardias civiles, o la intolerable búsqueda de refugio. La víctima expone los hechos. No comprendo cómo les resulta tan difícil a algunos decidir el lugar donde trabaja el periodista (op. cit., p. 177).

Pues nosotros sí lo comprendemos, señor Espada. Y usted debería también comprenderlo. Mas en ese caso, comprenderá usted también que hay 100 millones de personas exterminadas en el siglo XX acusadas de «fascistas» y que lo definitorio de la «democracia» es su incapacidad (reflejada sólo sutilmente en los artículos de prensa citados) de colocarse en la perspectiva de las víctimas, pues una víctima fascista no puede existir, el término designa unacontradictio in adjectio (como «círculo cuadrado») que hace estallar desde su interior el código simbólico antifascista.
No seguiré con los ejemplos. Recomiendo simplemente la lectura del excelente libro de Espada.
Me interesa, a continuación, poner la lupa no ya sobre los textos periodísticos que Espada analiza, sino sobre el propio discurso de Espadapara demostrar que la cosa del terror anida ya en él mismo y el crítico ni siquiera se da cuenta, siendo así que el antifascismo se desliza silenciosamente, como hemos visto ya en otras ocasiones, hasta el fondo del alma y apodérase de ella sin que ésta sea ya consciente de su servitud. Espada ha detectado la preposición por como significativa identificación sígnica de una perspectiva delatora, yo me basaré en una determinada construcción sintáctica que responde, en el interior de la propia crítica de Espada, a la pregunta planteada más arriba: «no comprendo cómo les resulta tan difícil a algunos decidir el lugar donde trabaja el periodista». Pues sí, es muy difícil, visto que incluso Espada sigue viendo las cosas desde el lado de los verdugos, aunque no lo sepa, aunque no sea consciente de ello o no quiera serlo, que de las distintas capas de la cebolla de eso que Sartre denominaba «conciencia» ha hablado mucho Heidegger, y con provecho.
También Espada
En efecto, en la página 172 de su ensayo, y a propósito de una noticia del 7 de marzo de 1979, confiésase a la postre el Espada antifascista:

Llevo más de dos meses de crímenes. Aún no he encontrado que a sus autores los llamen terroristas. Todas las crónicas insisten enautoresjóvenescomandoagresores y otros del mismo tipo. Veinte años después es difícil entenderlo. El terrorismo y los terroristas se han convertido en sujetos tan objetivables que casi los propios terroristas admitirían ser llamados así. Entonces no, es evidente. Entonces se gritaba Vosotros, fascistas, sois los terroristas, con lo que se pretendía librar de la carga ignominiosa al resto de los criminales.

Mi microscopio filosófico se colocará encima de una palabra que da sentido políticamente correcto -pero falso y criminógeno– a la última frase, a saber, el sustantivo «resto». Tal como está construida la oración, existirían unos criminales, los fascistas todos, y el resto, es decir, los criminales queno son fascistas. Aquello que queda claro por el texto es que los fascistas son criminales per definitionem. Por ejemplo, un joven de 18 años que se afilíe a la Falange, aunque no cometa ningún delito, es ya un criminal en el mismo momento en que firma su ficha de inscripción. Hete aquí la respuesta a la pregunta planteada por el propio Espada. Pues visto que la categoría «fascista» es tan flexible que cabe aplicarla a cualquiera que resulte así designado por los antifascistas y, en general, a personas que no han cometido formalmente crimen alguno (las cuales pasan a ser ipso facto delincuentes en tanto que «fascistas»), ETA podía creerse autorizada a ejecutar a quien «la sociedad» calificara de fascista empleando esa sinonimia (fascista=criminal) que el mismo Espada admite como legítima e incorporada al lenguaje común, natural, cotidiano…
La vulneración del derecho por donde comienzan todos los terrorismos y totalitarismos hunde sus raíces en ciertas definiciones y connotaciones semánticas. Si aceptamos las de Espada, partidos legales como las falanges y todos aquellos que el poder de turno –verbi gratia, el fiscal Aguilar- quiera calificar de fascistas, están formados por presuntos «criminales sin delito», es decir, por víctimas potenciales de todos los abusos imaginables. Pero el derecho penal garantista, del que emana el significado ilustrado y racional de la transgresión punible, no acepta criminalidades genéricas, sino sólo a título individual y por actos efectivamente cometidos. Nadie puede ser criminal simplemente por identificarse con una determinada ideología política, ni por caracterización alguna de su ser.Cuando se acepta semejante ofensa del sentido jurídico inherente concepto democrático de criminalidad, una banda terrorista puede arrogarse todas las impunidades simbólicas con el aplauso de la «opinión pública» fabricada por los Polancos de turno. De hecho, esa complicidad de la sociedad antifascista con los verdugos, mil veces probada en el caso del comunismo y del sionismo, es la golosina que atrae a los antifascistas, quienes acarician, en su sueño más recurrente, una gozosa situación donde puedan atormentar y exterminar gratis a los chivos expiatorios de sus frustraciones personales y, al mismo tiempo, no sólo sentirse justificados ante el totem hedonista moderno, sino elevados a la categoría de héroes. Que el propio Arcadi Espada incurra en la cifra semántica de aquello que critica a lo largo de decenas de páginas de su ensayo no nos debe, empero, extrañar demasiado. Sólo documenta la profundidad en que recala el significado de la ideología antifascista, seña de identidad del hombre contemporáneo, del mezquino habitante secular -tan orgulloso de sí mismo- en cuyo nombre se han perpetrado los mayores genocidios de la historia humana, sin que ello haya motivado, no ya una reacción punitiva contra los responsables penales del horrendo factum, sino ni siquiera la más mínima reflexión honesta de los «profesionales» del pensamiento.
La Marca Hispànica
28 de diciembre de 2012
Nota. Se ha utilizado la edición de Diarios «corregida con postdata» de 2003, pero la obra fue publicada un año antes y galardonada con el Premio Espasa de Ensayo 2002.
Publicado por ENSPO en 9:44 a.m. 
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5 comentarios:

Vailos Laros dijo…

Enhorabuena, Jaume.
Acertado tu análisis, como siempre. Tu voz es un oasis de sensatez en este inmenso desierto mediático donde los «perrodistas» siguen la voz de su amo.
Si algo caracteriza a eso que llamamos «postmodernidad», es la ingeniería semántica, y los conceptos de «democracia» y de «antifascismo», tal como están hoy planteados, son un buen ejemplo de ello.
La postmodernidad empezó, de forma «oficial», precisamente con una revisión de los procesos del lenguaje –así como de la relación de éste con el sujeto y con el objeto– de la mano de Foucault, Derrida, Lyotard et alii, aunque tal revisión ya tenía su precursor en Wittgenstein, por ejemplo. No sé si te suenan esos filósofos (supongo que sí, ya que tú lo eres); pero pienso –tal vez no acierte– que la postmodernidad y la modernidad son lo mismo, o casi, en el fondo, aunque diferentes en la manera de expresar sus discursos, y prueba de ello está justamente en el hecho de que se sigue manipulando el lenguaje según el discurso dominante.
Y a propósito del discurso, la formulación de la teoría del discurso sí es un rasgo de la postmodernidad. Pero lo que parece que los postmodernos se resisten a admitir es que un discurso puede tener un origen ideológico; en este caso, el antifascismo, que, como muy bien has dicho en otras entradas, es una ideología per se, con unos postulados bien definidos con el objeto de legitimar ciertas actitudes represivas hacia los disidentes de la verdad oficial (otra contradicción de la postmodernidad, que en teoría postula diferentes puntos de vista –la subjetividad– frente al punto de vista único –la objetividad– de la modernidad).
¿Y qué decir de la «democracia»? Pues que, hablando en sentido figurado, viene a ser el contragrafismo del antifascismo, es decir, que éste y aquélla se complementan mutuamente para formar la figura. Ha llegado un momento en que la «democracia» ya no es, como el propio origen etimológico de esta palabra indica, el «gobierno del pueblo», sino una ideología en sí misma y, como tal, con unos valores definidos, independientemente de que el pueblo los acepte o no. Si el antifascismo remarca lo negativo (de ahí el prefijo «anti»), la «democracia» (en el sentido referido) remarca lo (supuestamente) positivo.
Tal vez me haya equivocado en algo en mi comentario, tal vez no haya matizado bien algún concepto… No he estudiado la carrera de Filosofía, soy licenciado en Bellas Artes; pero, como sí he estudiado la postmodernidad (entre otros temas), se me ha ocurrido que unas cosas podrían tener relación con otras.
Por cierto, ¿hasta qué punto podría considerarse que Derrida es heideggeriano? Es cierto que a Heidegger se lo considera un precursor de la postmodernidad; pero ¿no es más racional en sus análisis, frente a la «deconstrucción» de Derrida?
Un saludo.

12:18 p.m.

ENSPO dijo…

Tan acertado es tu comentario que merecería una entrada de este blog, algo que no es la primera vez que nos sucede aquí: nuestra bitácora, me enorgullezco de decirlo, es visitada por gente de mucha valía e independencia de criterio.
Comparto, por otro lado, todo lo que dices. El postmodernismo estético y filosófico no es más que la consumación relativista y banal, en el ámbito de «lo cultural», de una modernidad que se quiso ilustrada pero fue sólo hedonista; y que sacrificó la heroica veracidad al interés de un pequeño déspota: el «individuo» menesteroso de «ser feliz».
Patética masonería.
Derrida forma legión con los muchos impostores «intelectuales» que han utilizado a Heidegger para una causa que es, punto por punto, la negación del pro-yecto heideggeriano de una «verdad del ser».
Para los posmodernistas no hay verdad y, por tanto, tampoco puede existir algo así como una auctoritas. Por ende, no hay tampoco «constitución», ni nación, ni genuina política… Sólo queda el mercado, hacerse rico (aunque sea saqueando las arcas públicas) y «gozar», ese dios (=Das Kapital) para el que dichos referentes culturales trabajan; el mercado impone sus pautas de conducta triviales en medio de un enorme fornicadero planetario.
Heidegger no aparece en tal escenario ni en broma. O sólo aparece cuando Faye (y otros) le acusa de «fascista», aunque por razones harto distintas a las expuestas por dicho comisario político neoestalinista.
El (anti)fascismo es, en definitiva, el signo de los tiempos.
Hemos intentado explicarlo de la forma más sencilla posible en el libro «La manipulación de los indignados».
Saludos y gracias por tu magnífica intervención.

1:12 p.m.

Vailos Laros dijo…

Pues mira, estaría bien que algún día expusieras, siquiera sea de forma breve, tu punto de vista sobre la postmodernidad en relación con el tema central del blog, es decir, la filosofía crítica respecto al (anti)fascismo. Porque no creo que sea casualidad que los abanderados de esa postmodernidad, es decir, los postestructuralistas (Foucault y otros que ya he mencionado en mi entrada) militaran en el neomarxismo, aunque luego se apartaran (en teoría) de él. Y es que ¿no es el postestructuralismo sino la continuación y, a la vez, la revisión (o la «deconstrucción») del estructuralismo? ¿Y acaso no es el estructuralismo una derivación del neomarxismo (o marxismo cultural)?
Es que, verdaderamente, hay una confusión tremenda con eso de la postmodernidad (sobre todo entre los estudiantes universitarios, a los que adoctrinan en el marxismo cultural, y de ello doy testimonio, que también fui estudiante en la universidad): cada uno te dice una cosa diferente, y lo peor es que no pocos creen que es una «renovación», el principio del fin del capitalismo (identificado éste con la modernidad) y el principio de una nueva era, cuando en realidad es justamente lo contrario: el colofón de la decadencia de la modernidad, como tú mismo has descrito («consumación relativista y banal, en el ámbito de ‘lo cultural’, de una modernidad que se quiso ilustrada pero fue sólo hedonista», etcétera).
He leído la entrada sobre La manipulación de los indignados, y me ha parecido muy reveladora, aunque tal manipulación ya se sospechaba desde el principio del movimiento «15-M». Podría decirse que los tentáculos de la Escuela de Frankfurt (máximo exponente del marxismo cultural, como me imagino que ya sabrás) son muy largos.
Saludos, y gracias a ti, a ENSPO en general y a todos los que hacéis posible este blog.

4:07 p.m.

Frel dijo…

Muy buen texto ENSPO, refleja claramente la manipulación del lenguaje y lo absurdo del antifascismo, una herramienta del sistema para atacar a quien realmente se le opone, como es obvio esta herramienta de la oligarquía político-financiera nunca atacará a los partidos del sistema y nunca atacará al origen del mal, defienden el neoliberalismo en su más pura esencia.

4:00 p.m.

ENSPO dijo…

Muchas gracias, Frel. Saludos.

10:54 a.m.
http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/12/el-lenguaje-antifascista-en-la-prensa-1.html

Nacionalismo catalán y racismo: un testimonio inesperado (2006)

jueves, diciembre 27, 2012

Nacionalismo catalán y racismo: un testimonio inesperado (2006)

Oriol Malló en los ya lejanos tiempos de En tierra de fariseos (2000).

El artículo  de Oriol Malló «Falangistes taxidermistes» es un ejemplo del lenguaje antifascista que concluye con un llamamiento al exterminio (por supuesto, el exterminio de los presuntos falangistas, es decir, de los «fascistas»). En el «Camp Nou», el actor Joel Joan apareció en medio del estadio y enfocado a placer por las cámaras de televisión con una camiseta que adornaba el siguiente lema: «Club de tir al feixista» (club de tiro al fascista). Toda esta bazofia forma parte de la «cultura» congénita de la sociedad «humanitaria», fundada en el juicio de Nüremberg, cuyo verdadero rostro criminal va saliendo a la luz, poco a poco pero de forma inexorable. Es el «lenguaje» acuñado por Stalin que sigue «funcionando» y hasta se ha institucionalizado, pese a su carácter criminógeno y genocida, en las «democracias occidentales» regidas por el sionismo de Wall Street. Con él pueden seguir explotando, saqueando y exterminando los verdaderos dueños del hemisferio atlántico, cuyo humanismo empezamos ya a conocer por experiencia en carne propia los trabajadores europeos (hasta ahora narcotizados por el consumismo). El comunismo residual permanece preso de sus propias cadenas doctrinales y sueña con Stalingrado, mientras el concepto de «islamofascismo», una de las creaciones tardías de la hedionda matriz filosófica común que unió a Moscú y Washington, justifica los negocios de Balckwater y los niños palestinos son acusados de nazis antes de recibir un tiro en la cabeza a manos de las gloriosas tropas del Tsahal. 
Tal es el poder del antifascismo ideológico, que incluso aquéllos que creen estar luchando contra el «sistema» lo reproducen como zombies, impulsados por un automatismo alojado en lo más profundo de sus almas. Este tipo de gente se encuentra muy a menudo en la extrema izquierda comunista y anarquista, pero se dan la mano, sin que sean capaces de explicarlo, con los más reaccionarios engendros de Intereconomía o con filósofos de Israel como el imcomparable Gabriel Albiac. El salto de posiciones trotskystas a neocons en EEUU es cosa ya documentada, pero a veces se olvida que tiene sus clamorosos equivalentes en España. Nos guste o no, la verdad es que dichas oscilaciones extremas y transversales en el eje derechas-izquierdas -que ilustran en lo filosófico el pacto Stalin-Roosevelt-Churchill contra Hitler- sólo pueden entenderse e interpretarse desde posiciones nacional-revolucionarias, es decir, «fascistas». 
Por nuestra parte, pensamos que Oriol Malló había percibido, después de unas intervenciones en este blog, a quién sirve realmente la jerga antifascista, pero me equivocaba de cabo a rabo. Del antifascismo no se cura uno nunca, es demasiado goloso eso de poder matar a la gente, descargar el odio que se lleva dentro y encima sentirse «bueno»; el pseudo rebelde que extermina a «fascistas» carece empero de ojos para identificar al auténtico enemigo de todos los pueblos del mundo, una «extrema derecha» colonial, racista y supremacista que ni siquiera disimula ya sus pretensiones. 
En cuanto a Ciutadans, también explota dicho código simbólico y califica a los nacionalistas catalanes de «fascistas», a despecho de que entre el independentismo catalán se detecten verdaderos críticos del sionismo sistémico, cosa que en el Madrid de Jiménez Losantos, Pío Moa y tantos otros anticatalanistas (=antifascistas) de pro resultaría impensable. Nada que decir en Libertad Digital sobre el «nazionalismo» de Israel. Para nosotros, la prueba más evidente de que el partido de Albert Rivera es un fraude que no pretende cambiar nada, sino sólo subirse al carro del negocio oligárquico cuando las siglas de las grandes formaciones corruptas y desacreditadas (PPC y PSC) entren en decadencia, es su absoluta conformidad y sumisión al imaginario sionista de Hollywood. Así, Oriol Malló estaba en lo cierto, a pesar de sí mismo, al criticar a Ciutadans, pero por motivos y fundamentos bien distintos de los que él creía tener. Toda la filosofía de Malló procede, en efecto, del chueta mallorquín Alfons Martí Bauçà, autor del libro De la polis a la desaparición (1999) y coautor, con Malló, del ensayo En tierra de fariseos (2000).  
En este contexto, reproducimos aquí el artículo que escribiera Jaume Farrerons en 2006, cuando todavía pensaba que Ciutadans podía representar una alternativa a la oligarquía familiar en Cataluña y se quedó literalmente pasmado ante el repentino«cambio de chaqueta» de Oriol Malló, quien se dejó utilizar, en esa ocasión, por Esquerra Republicana de Catalunya como antaño por el pro-yanqui descarado Martí Bauçà. Malló admitió muy posteriormente su error desde México y se interesó por el libro de Farrerons La manipulación de los indignados(2012), a la sazón en la imprenta, pero pocos meses después, y sin esperar a que viera la luz, dio por «bien asesinadas» a las víctimas del estalinismo, gracias a las cuales hemos podido disfrutar de vacaciones pagadas en Europa a lo largo de medio siglo. Nuevo pasmo. Lo dicho: del antifascismo no se sale, opera en las vísceras como un auténtico veneno moral e intelectual de consecuencias espirituales irreversibles. 
La conclusión parece evidente. Si no «superamos» el antifascismo, hablar de revolución carece de sentido. Sólo hay una «revolución» posible contra la oligarquía y todos sabemos, excepto los lobotomizados por Hollywood (incluidos los neoestalinistas), cuál es.  
Siguiendo mi directriz habitual de denunciar, caiga quien caiga, todo lo que se silencia en otros lugares de la muy libérrima Tripartitolandia, voy hacer una breve referencia a la obra de Oriol MallóEn tierra de fariseos (2000), publicada en cervantino por la editorial Espasa porque ninguna firmade la ceba quiso promover a casa nostra la llengua de Pompeu Fabra si el inusual requisito yconditio sine qua non era decir la verdad. Pues aquí te publican sólo si fas pinya amb la nació y dices o haces algo útil al servicio de la oligarquía que vive del catalanismo. Un grupito de 200 familias que utiliza la cultura para estabilizar y aumentar su electorado, pero que no pretende, desde luego, enriquecer a su costa el caudal del conocimiento, la decencia ética o quién sabe qué suerte de abstracciones ajenas a la única realidad catalanista: la política y la economía mafiosas.
¿Se acuerdan de Oriol Malló? Sí, es el mismo que hace unos años despotricaba contra el nacionalismo y que unos meses ha vomitó en el AVUI el triste artículo «Falangistes taxidermistes», donde hace un llamamiento al exterminio de los dirigentes de Ciutadans. Algo que quizá tenga relación con la patética trayectoria de una ideología cuyo referente es el héroe nacional Luís Companys, como he argumentado en otro post cuya polémica, me dicen, parece que ha llegado ya a los tribunales.
Pero veamos qué afirma Malló en su más genial trabajo literario: «Es algo evidente de pura obviedad, como es indiscutible que conviene negarlo y nunca, ni bajo tortura, se hallará un sólo catalanista que certificara que él es un jodido racista. Quizá, si me permiten, lo diga yo de mi ardiente juventud independentista» (op. cit., pág. 191). Todo el libro, que no tiene despercidio, es una demostración rigurosa de esta afirmación, pero lo más chocante es que quien articula en letras de molde semejante bomba literaria es hoy por hoy el principal adversario de Ciutadans de Catalunya. Hace cinco años tuve el placer de hablar con Oriol en un café próximo a la barcelonesa fuente de Canaletas. Espero que, a pesar de todo, que entre unos y otros no se pierda la capacidad de diálogo. Pero lo que tengo muy claro es que si ellos, los nacionalistas, no se moderan, por mucho que nosotros hagamos concesiones en nombre del civismo, los «amigos de ETA» (Xirinacs dixit) no lo interpretarán como una muestra de generosidad, sino de cobardía. Hay que pasar al ataque, la estrategia de contención les da, a largo plazo, la victoria segura. Es necesario sentarlos en el banquillo de los acusados para que se les bajen los humos. Sólo entonces, tal vez, se avengan a un auténtico intercambio de ideas.
Más anécdotas.
Después de su reconciliación con el nacionalismo, Malló quiso impartir en Gerona una conferencia -me imagino que sobre el concepto de honestidad y coherencia- en la que iba a explicar su, por decirlo así, filosofía del taxidermismo. Dicha conferencia se anunció en el fòrum de Girona y me tomé la libertad de citar el fragmento de En tierra de fariseos que acabo de transcribir aquí. La respuesta del foro gironí fue eliminar el mensaje, políticamente incorrecto, que reventaba el homenaje público a Malló orquestado por Esquerra Republicana. Llibertat d’expressió. 
Esta es la Cataluña que yo conozo. La que ahoga la verdad con alegría y placer, la Catalunya deloasis, de la corrupción, del racismo y de la coacción abierta o solapada. Nuestra tierra.
Jaume Farrerons
24 de febrero de 2006
HIMNO DEL CATALANISTA PROGREPIJO
«Tir al feixista»
I un dia ens va tocar ser olímpics  volguessim o no.  No vaig anar a fer de voluntari  a xupar-els-hi la polla de franc,  doncs estava a l´atur  i la situació hagués sigut molt trista,  em vaig fer de la Federació  Catalana de Tir al Feixista.  Mentre seien en poltrones  sortint a la tele dient lo bé que va tot  aquí uns passats recolliem pedres  per obrir-els-hi el cap. APUNTA, DISPARA, TORNA A CARREGAR  PRACTICAREM EL TIR AL FEIXISTA  FINS QUE NO EN QUEDI CAP. Aquest esport, no fou reconegut  pel comité del Samaranch:  podia endevinar fins i tot el més ruc  que ell hauria estat el primer blanc.  És un esport d´allò més barat  no hi ha equipament necessari:  aquí el que va uniformat  no és qui juga sinó l´adversari
A diferència d´altres esports  ni premis, ni medalles, ni hòsties,  ni llagrimetes, ni rams de flors  el premi és partida nova.
González, Major, Somoza, Aznar,  Pujol, Clinton, Batista, Chirac,  Zedillo, Zaplana, Pinochet,  on hòsties és la diferència?  si tots seguiexen un mateix model  amb diferent estratègia.

Companys: impresentable héroe nacional (2006)

miércoles, diciembre 26, 2012

Companys: impresentable héroe nacional (2006)

Lluís Companys

Algunos se preguntarán a qué viene recordar los crímenes de Stalin, pero cuando hablamos de Lluís Companys la conexión del pasado izquierdista con la actualidad política del catalanismo -presunto adversario de Ciutadans- resulta más que evidente.

Ciutadans de Catalunya ha nacido como respuesta a la opresión nacionalista y, por consiguiente, debe analizar la naturaleza del nacionalismo catalán a fin de articular de la forma más fundamentada posible el motivo de su histórica ruptura. Ahora bien, semejante tarea es inseparable de la historia de Cataluña y, por ende, de una crítica de la izquierda.
Ya sabemos que los fundadores del proyecto Ciutadans son intelectuales de izquierda y que resultaría muy cómodo para ellos resolver esta aparente contradicción olvidando las raíces izquierdistas de la versión más violenta del catalanismo, con el fácil expediente de descalificar a ERC en tanto que presunto partido «ultraderechista». Ya he escuchado y leído varias veces de la boca de algunos de dichos intelectuales el sobado argumento de una ETA fascista o de unosMaulets fascistas; duele mucho tener que reconocer que los criminales etarras o los energúmenos amigos de Terra Lliure son algo próximo, es decir, pertenecen a la misma familia ideológica que los fundadores de Ciutadans. El recurso dialéctico consistente en colocar bien lejos de uno aquello que produce vergüenza, asco o indignación tiene mucho que ver con lo que el Manifiesto por un nuevo partido político en Cataluña denomina «confusión del análisis de los hechos con la adhesión a principios abstractos«, en este caso la adhesión a los símbolos de un «progresismo» que nunca se ha cuestionado a sí mismo en sus sacrosanta buena conciencia intencional, pese a los millones de muertos que han costado a la humanidad sus bellísimas proclamas en favor de la justicia.
Por otra parte, esta circunstancia se podría entender -aunque no, por supuesto, perdonar- tratándose de personajes estrictamente políticos, pero en el caso de alguien que se pretendeintelectual, es decir, comprometido con la verdad, la ciencia y la ilustración, el «culto a los símbolos» equivale a un auténtico fraude.
Cámara de tortura de la cheka.
Porque, en efecto, estamos ante un progresismo que aún no ha asimilado a fondo el Archipiélago Gulag de Alexandr Solzhenitsyn y, mucho menos, las nutridas legiones de aterradoras verdades que han desfilado tras esa obra de denuncia, como por ejemplo el hecho ya incontrovertible de que el mayor genocidio de la historia de la humanidad lo han cometido las izquierdas, no los «fascistas», y que el gobierno de Lluís Companys fue la estación de salida en ese auténtico viaje al infierno que comenzó en 1917 con el golpe de estado que Lenin perpetrara contra la democracia rusa.
En el marco de esta auténtica deformación mental del progresismo, el president Luís Companys ha sido reconocido por todos los partidos mayoritarios, excepto el PP, como un héroe nacional catalán. Capturado por la Gestapo en Francia tras la guerra civil, fue extraditado a España, donde las autoridades franquistas lo juzgaron y condenaron a muerte. La sentencia se cumplió y Companys fue fusilado en un patio del castillo de Montjuïc el 15 de octubre de 1940. El ácrata Companys devino víctima del fascismo y tenía asegurada así la canonización en cuanto símbolo de la oscura Catalunya que personajes como Pujol, Carod-Rovira o Maragall sueñan ahora con reconstruir. Sin embargo, una vez más, la realidad es muy diferente de la ficción con que nos lavan el cerebro cada día los medios de comunicación del sistema. La verdad es que Companys, además de un golpista que se alzó en armas contra un gobierno de derechas pero democráticamente elegido -el de la CEDA-, fue ante todo un asesino y mereció la pena que él mismo, por activa o por pasiva, había aplicado a miles de personas inocentes en la retaguardia republicana.
En efecto, según relata la obra Checas de Barcelona, de César Alcalà, a Companys no se le juzgó y condenó por ser presidente de la Generalitat de Catalunya, sino «por los crímenes cometidos durante la guerra y, aún más, por no haber impedido semejantes atropellos contra todos aquellos que no pensaban como él. Todo lo demás es querer esconder la realidad y convertir a un asesino en mártir de la causa catalanista» (op. cit., Ed. Belaqua, Barcelona, 2005, pág. 13). Los asesinatos perpetrados por las fuerzas republicanas no son un invento franquista, como lo demuestra el que hayan quedado reflejados incluso en las publicaciones de las organizaciones políticas y sindicales que los verdugos de izquierdas dirigían en perjuicio de un sector de la población al que, abiertamente, proclamaron pretender exterminar. Así, el 20 de agosto de 1936, el Boletín Informativo de la CNT-FAI reconocía que «Los templos han sido pasto de las llamas, y los cuerpos esclesiásticos que no han podido escapar, el pueblo ha dado cuenta de ellos» (op. cit., pág 12). El «pueblo» eran en realidad los matones y pistoleros anarquistas, cuyas fechorías, empero, no se limitaron a la quema de iglesias y a la ejecución de sacerdotes por el simple hecho de serlo, sino que fueron mucho más allá, convirtiéndose en un ejemplo a seguir incluso para los criminales nazis.
Víctimas de la cheka.
Una de las estrategias de la izquierda para eludir sus responsabilidades es convertir a Stalin en el chivo expiatorio de todos los crímenes izquierdistas. El siguiente paso, canallesco, es acusar a Stalin de ser un «fascista» y a partir de ahí todos los cargos de conciencia de la progresía quedan felizmente exonerados. Pero lo que la historia del heroiCompanys demuestra hasta la saciedad es que la criminalidad izquierdista procede de su ideología, no de errores o desviaciones atribuibles a personas.
Un ejemplo muy claro es el de los anarquistas. Companys procedía del anarquismo y, hasta mayo de 1937, la mayoría de las checas (cámaras de tortura policiales) pertenecían a la CNT-FAI, un sindicato anarquista. Miles de personas fueron martirizadas y luego asesinadas en esos templos de una justicia progresista y nada estaliniana donde ser católico, propietario de un negocio o militante carlista equivalía a la pena de muerte. A medida que fue avanzando la guerra, el Partido Comunista extendió su dominio sobre el campo republicano y este proceso incluyó el control de las checas. Pero los comunistas no fueron mejores ni peores que los anarquistas, limitándose a extender a otros sectores sociales y políticos (incluidos los propios anarquistas) lo que había sido hasta entonces una feroz represión destinada exclusivamente a la derecha.
Otra coartada habitual para desembarazarse de la pesada carga de los hechos es afirmar que los crímenes no fueron cometidos por el gobierno y los partidos políticos o sindicatos de izquierdas, sino por bandas de incontrolados. La obra de César Alcalá desmonta esta patraña con suma facilidad, recordando que el 23 de julio de 1936 comenzó a funcionar el Comité Central de Milicias Antifascistas y que en este organismo estaban representados todos los partidos republicanos, incluida la ERC de Companys. En el decreto gubernamental por el cual se constituía el mencionado Comité, se nombraba como delegado de la Generalitat al comisario Luis Prunés. No sólo eso, Esquerra Republicana, el POUM, la UGT, el PSUC, etcètera, además de los anarquistas, disponían cada uno de sus propias checas. Pretender que Companys, máximo dirigente de ERC, está exento de responsabilidades en la dirección de las checas atenta contra la verdad documental más palmaria, pero por lo que respecta al exterminio perpetrado por su propio partido, reivindicar su inocencia es una burla a la inteligencia. Así, según César Alcalá «a partir del mes de septiembre de 1936, muchos de los detenidos en las checas o lugares de confinamiento son ejecutados en los cementerios de Montcada i Reixach, de Cerdanyola, o en el de Les Corts, en Barcelona. Entre septiembre de 1936 y abril de 1937, fueron ejecutadas alrededor de 1.500 personas. Nunguna de ellas pasó por un tribunal popular. La responsabilidad de todas estas ejecuciones no fue sólo de los incontrolados, sino también de los individuos con mando, miembros de las organizaciones políticas y sindicales. Algunos de ellos formaban parte del Gobierno del Frente Popular. Por ejemplo, todos los carlistas de Terrassa fueron asesinados por miembros de Esquerra Republicana de Catalunya» (op. cit, pág. 38).
Es cierto que con el fin de disimular la obscena indecencia de la barbarie desencadenada, la Generalitat creó las denominadas patrullas de control, pero éstas «en vez de apaciguar los saqueos y los actos vandálicos, los aumentaron, constituyéndose en una tropa brutal y arbitraria» (op. cit., pág. 40). En mayo de 1937, y como consecuencia de los enfrentamientos entre la CNT-FAI y las fuerzas que ya por entonces estaban bajo la influencia directa de Stalin, las patrullas de control anarquistas «fueron sustituidas por el SIM que, en vez de aplacar la persecución, la incrementó» (op. cit., pág 45).
Las checas eran centros policiales donde los progresistas de todas las tendencias practicaban la más inhumana tortura en nombre de sus ideales de justicia. Después, sus víctimas, completamente destrozadas, eran asesinadas en descampados y carreteras y allí abandonadas. «Las checas contaban con diferentes celdas pensadas para la tortura no sólo física sino también mental. (…) En la celda de castigo las paredes y el mobiliario estaban inclinados. El preso era sometido a un juego de luces, con la finalidad de trastocarlo psíquicamente» (op. cit., pág 93). Con respecto a los centros de detención del SIM, el anarquista Peirats protesta porque «la táctica terrorista más inhumana era todo el secreto de sus éxitos. Pero este mismo sistema de tortura era aplicado a los elementos antifascistas no comunistas«. Es decir, Peirats se indigna por el hecho de que las torturas fueran aplicadas también a gente de izquierdas. Por lo demás, las propias checas anarquistas nada tenían que envidiar a las del SIM, circunstancia que desmonta el cuento infantil de una maldad exclusivamente estalinista. En realidad, si la represión del SIM se orientó hacia los anarquistas y los trotskystas, fue porque la derecha había sido ya completamente liquidada antes de mayo de 1937.
Los nazis aprendieron de Companys  la verdad sobre el comunismo.   Visita a una cheka.
En total, César Alcalá cita los nombres y apellidos de más de 8300 personas martirizadas y asesinadas. El primer horno crematorio europeo-occidental para eliminar los cuerpos de las víctimas de un genocidio no lo construyeron los nazis que detuvieron a Companys, sino los progresistas de la checa situada en la calle Sant Elíes, barrio de Sant Gervasi, de Barcelona. Esta es quizá la mayor impostura de una nauseabunda Catalunya imaginaria que intenta identificarse con los judíos cuando el campo moral que le corresponde es más bien el de sus verdugos. En efecto, una vez derrotada la flamante utopía del horror, los nazis visitaron la ciudad condal y tomaron nota, para sus propios fines, de los centros de exterminio que aquel tripartito, bajo el gobierno de Lluís Companys, construyó no muy lejos de donde hoy vive Jordi Pujol.
Todos sabemos que Companys fue un cobarde. Lo demostró en octubre de 1934, cuando después de alzarse, como Franco pero antes que él, contra el legítimo gobierno de la República, no tuvo el valor de defenderse ante fuerzas muy inferiores en número y entregó las armas para salvarse él (aunque otras personas habían dado la vida con el fin de mantenerle en el poder unas horas). Esta cobardía explica su actitud ante las checas, las cuales el «héroe» de opereta toleró de principio a fin a pesar de que vulneraban los más elementales preceptos de humanidad e iban a representar, por siempre más, un manchurrón histórico que pone en evidencia la verdadera naturaleza del nacionalismo catalán.
Jaume Farrerons
Figueres, 23 de febrero de 2006
Publicado por ENSPO en 5:07 p.m. 
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3 comentarios:

Anónimo dijo…

El personaje en cuestión fue nefasto para los trabajadores, a parte de sus aventuras secesionistas ilógicas, durante la guerra civil se alió con las checas soviéticas y con los estalinistas del PSUC y todos ellos siguiendo las órdenes de Stalin llevaron a cabo las purgas sanguinarias contra la CNT y el POUM(Los sucesos de Mayo de 1937), el objetivo era aplastar todo intento de colectivización de la sempresas y de autogobierno por parte de los trrabajadores. Las purgas consistieron en asesinar a los obreros revolucionarios que llevaron a cabo todo el proceso de revolución social. Una de las figuras más sobresalientes y víctima de semejante atrocidad fue Andreu Nin, el dirigente del POUM, el cual fue detenido por órdenes de Companys en Barcelona, entregado al PSUC y finalmente entregado a las checas estalinistas, al cual lo torturaron hasta la saciedad hasta causarle la muerte, la atrocidad se cometió en un chalet a las afueras de Alcalá de Henares. Esta represión contrra el movimiento obrero fue bastante peor que la que efectuó Franco después de la guerra, parece paradójico pero es así, es una prueba más de que elcomunismo soviéticvo fue un instrumento reaccionario creado por la oligarquía financiera, a fin de cuentas el genocida de Stalin tenía fuertes compromisos con Francia e inglaterra.

1:26 p.m.

Anónimo dijo…

EL POUM en realidad no tenía los instintos revolucionarios de la CNT, puesto que era un partido político, pero claro de signo contrario al estalinismo, lo cual era un inconveniente para los objetivos de sovietización de la zona republicana. El POUM era un partido de fuertes influencias trotskistas, aunque no se declarases así, de hecho Andreu Nin fue discípulo de Trotsky cuando estuvo viviendo en la URSS y siendo miembro del soviet. Pero lo que verdaderamente empujó a su detención y posterior tortura-asesinato es que siendo consejero de justicia de la Generalitat le pidió a Companys asilo político para Trotsky en Catalunya, algo totalmente contrario a los intereses del chacal del Kremlin, el cual no dudó en ordenar su detención(bajo acusaciones falsas)y posterior tortura-asesinato.

1:42 p.m.

ENSPO dijo…

Creo que Companys encarna el perfecto retrato humano de lo que representa políticamente Esquerra Republicana de Catalunya, cuya combinación con los corruptos de CiU es una auténtica bomba de relojería colocada en el futuro del pueblo catalán. Pagaremos muy caro el cóctel del Frente Nacionalista que se está elaborando en estos momentos y que estallará cuando menos lo pensemos (seguramente en un contexto de crisis internacional en Oriente Medio).

4:51 p.m.

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Conferencia de Jaume Farrerons en la Universitat de Girona (15 de enero de 2013)

martes, diciembre 25, 2012

Conferencia de Jaume Farrerons en la Universitat de Girona (15 de enero de 2013)

No necesitamos una mitología prefabricada sobre la resistencia francesa para enfrentar los poderes oligárquicos del momento: aquello que urge hoy es una racionalidad que nos permita analizar y comperender cómo se ha pasado en occidente de los discursos humanitarios de la posguerra a la realidad brutal de los mercados financieros, a la impunitat del genocidio perpetrado en nombre de idearios progresistas, al escándalo permanente del Tercer Mundo, a las agresiones imperialistas por el dominio de las reservas del petróleo y a los delirantes designios expansionistas bíblicos del Estado de Israel.

Jaume Farrerons, licenciado en filosofía por la Universidad de Barcelona, intentará explicar las causas del fracaso del movimiento indignado analizando la influencia nefasta que, a su entender, ha ejercido la figura de Hessel, un diplomático profesional que se descolgó en un momento crucial de crispación social para entregar a la ciudadanía la pólvora doctrinal con que, supuestamente, se haría saltar por los aires elsistema oligárquico en crisis. Pero, ¿y si era en realidad una pólvora ya mojada donde se preservaban los valores esenciales de ese mismo sistema?

El autor pretende demostrar, basándose en fuentes absolutamente fiables, que el estamento político actual, a escala mundial, no es sólo corrupto e incluso criminal, sino responsable de auténticos genocidios -los peores de la historia-, los cuales han quedado olvidados e impunes gracias a los dispositivos de manipulación que son la prensa, la televisión, el denominado «mundo de la cultura» y la propaganda política. Todo ello haciendo referencia a obras de personajes como Illan Pappé, Israel Shahak, Zygmut Bauman, Norman Finkelstein, Lenni Brenner, Alfred de Zayas, Gilles Macdonough, Stéphane Courtois, Jörg Friedrich, James Petras, James Bacque, John Sack, Daniel Goldhagen y Noam Chomsky, entre otros.
Así, se propone que el movimiento indignado haga autocrítica, que se libere de la influencia ideológica de Hessel y enfoque el ataque al estamento político corrupto no como un intento de reconstruir la obsoleta sociedad de consumo socialdemócrata, sino como un proyecto de creaciónex novo de una democracia popular participativa basada, en primer lugar, en la verdad racional y en el rechazo de todas las utopías que el sistema neoliberal utiliza para fomentar la constante reinversión del capital, la fabricación de nuevos productos que supuestamente han de traernos la felicidad, cuando sólo nos traen una creciente miseria moral. Quizá los valores hedonistas y eudemonistas defendidos actualmente por los indignados no serían, en definitiva, revolucionarios, antes bien los auténticos pilares ideológicos de la sociedad burguesa en la que todavía vivimos. Serían, en suma, la fuente doctrinal de justificación no sólo de la opresión económica, sino de todas las masacres que han acompañado el desarrollo de la oligarquía financiera desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948.
Martes, 15 de enero, a las 19:00 h., en la Sala de Graus de la Facultat de Lletres (Universitat de Girona).
Organiza: ASSOFIA – Associació d’Estudiants i Professors de Filosofia.
La Marca Hispànica, 25 de desembre de 2013

¿Por qué luchaban los rebeldes catalanes del 11 de septiembre de 1714?

lunes, diciembre 24, 2012

¿Por qué luchaban los rebeldes catalanes del 11 de septiembre de 1714? «PER LA PATRIA Y PER LA LLIBERTAT DE TOTA ESPANYA» (sic)

Pese a todas las mentiras con que nos intoxican los corruptos pseudo catalanistas que han convertido Cataluña y el nacionalismo en un obsceno negocio personal, la realidad es la que es, los rebeldes de 1714 luchaban «per son Rey, per son honor, per la patria y per la llibertat de tota Espanya». No eran traidores, como Artur Mas. Acredítalo así el siguiente Pregó de l’11 de setembre de 1714 de part dels tres Excms. Comuns, cuyos fragmentos más significativos extractamos y que reprodúcese completo a continuacíón:
(…) atés que la deplorable infelicitat de esta ciutat, en que avuy resideix la llibertat de tot lo Principat y de tota España, está exposada al ultim extrem (…) pero com tot se confía, que tots com verdaders fills de la patria, amants de la llibertat, acudirán als llochs senyalats, á fí de derramar gloriosament sa sanch y vida, per son Rey, per son honor, per la patria y per la llibertat de tota Espanya.
El texto completo:

“Ara ojats, se fa saber á tots generalment, de part dels tres Excms. Comuns, pres lo parer dels Senyors de la Junta de Gobern, personas asociadas, nobles, ciutadans, y oficials de guerra, que separadament están impedeint lo internarse los enemichs en la ciutat; atés que la deplorable infelicitat de esta ciutat, en que avuy resideix la llibertat de tot lo Principat y de tota España, está exposada al ultim extrém, de subjectarse á una entera esclavitud. Notifican amonestan y exhortan, representant pares de la patria que se afligeixen de la desgracia irreparable que amenassa lo favor é injust encono de las armas gali-spanas, feta séria reflexió del estat en que los enemichs del Rey N.S., de nostra llibertat y patria, estant apostats ocupant totas las bretxas, cortaduras, baluarts del Portal Nou, Sta. Clara, Llevant y Sta. Eularia. Se fa á saber, que si luego, inmediatametn de ohit lo present pregó, tots los naturals, habitants y demés gents habils per las armas no se presentan en las plassas de Junqueras, Born y Plassa de Palacio, á fi de que unidament ab tots los Senyors que representan los Comuns, se poden retxassar los enimichs, fent lo ultim esfors, esperant que Deu misericordiós, millorará la sort. Se fa també á saber, que essent la esclavitud certa y forsosa, en obligació de sos empleos, explican declaran y protestan als presents, y DONAN TESTIMONI ALS VÉNIDERS, de que han executat las últimas exhortacions y esforsos, PROTESTANT DE TOTS LOS MALS, RUINAS Y DESOLACIONS QUE SOBREVINGUEN Á NOSTRA COMUNA Y AFLIGIDA PATRIA, Y EXTERMINI DE TOTS LOS HONORS Y PRIVILEGIS, quedant esclaus ab los demés enganyats espanyols y tots en esclavitud del domini francés; pero com tot se confía, que tots com verdaders fills de la patria, amants de la llibertat, acudirán als llochs senyalats, á fí de derramar gloriosament sa sanch y vida, per son Rey, per son honor, per la patria y per la llibertat de tota Espanya, y finalment los diu y fan á saber, que si despres de una hora de publicat lo pregó, no compareixen gent suficient per executar la ideada empresa, es forsós precis y necessari fer llamada y demanar capitulació als enemichs, antes de venir la nit, per no exposar á la mes lamentable ruina de la Ciutat, per no exposarla á un saco general profanació dels Sants Temples, y sacrifici de noys, donas y personas religiosas.

Y pera que á tots sia generalment notori, que ab veu alta, clara é inteligible sia publicat per tots los carrers de la present ciutat.
Donat en la cas de la Excema. Ciutat, residint en lo Portal de S. Antoni, presents los dits senyors Excms. Y personas associadas, á 11 de Setembre, á las 3 de la tarde, de 1714.”

El enlace al documento original:

La fuente: http://bvrajyl.insde.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=1916
Documento escaneado de la fuente:
http://www.intra-e.com/docs/docs2/los%20fueros%20de%20coroleu.pdf
Los catalanes de 1714 no hacían otra cosa que seguir la tradición hispánica marcada por Jaume I el Conqueridor, como queda demostrado por el siguiente documento escaneado:
Españolistas, luego «fascistas».
El delito de sedición, unido a la corrupción y a los genocidios impunes que, como sabemos, enterráronse bajo millones de toneladas de propaganda «humanitaria», hay que pagarlo y esperamos que los criminales oligarcas -de Barcelona y de Madrid- terminen respondiendo por sus enormes ofensas a la verdad, a la justicia y a la libertad.
Se ruega difundir al máximo este dato: en los próximos meses puede ser decisivo para desenmascarar intelectualmente a la casta política del Reino, esa pandilla de delincuentes que controla Cataluña como si fuera su finca privada con la cobarde e interesada colaboración del PP.
La Marca Hispànica, 24 de diciembre de 2012
Publicado por ENSPO en 2:58 p.m. 
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2 comentarios:

Frel dijo…

La manipulación histórica de esta gente no tiene límites, decir que fue una guerra de secesión cuando en realidad fue una guerra de sucesión, una guerra civil entre españoles, unos que apoyaban a la dinastías de los Austrias-Absburgo y otros a los Borbones. Además hay algo que es de lógica, si Rafael de Casanova apoyó al bando de los Austrias y los Austrias fueron los que unificaron los reinos, los que crearon la España imperial, cómo iba a ser secesionista, al revés, con su actitud defendió inapelablemente a España.

2:53 p.m.

ENSPO dijo…

Se acercan momentos decisivos. Difundid al máximo esta documentación. Con la verdad en la mano los traidores y sediciosos sionistas (que están en el Palau de la Generalitat pero también en la Moncloa y en la Casa Real) nada tienen que hacer. El pueblo se alzará con tra los corruptos criminales, el tiempo se acerca. !!Queremos justicia!!

3:19 p.m.

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http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/12/por-que-luchaban-realmente-los-alzados.html

El fascismo. Los postulados fascistas (1)

domingo, diciembre 23, 2012

El fascismo. Los postulados fascistas (1)

«No somos nazis, sino nacionalsocialistas».
http://ecodiario.eleconomista.es/interstitial/volver/directm12/politica/noticias/4435504/11/12/Los-tentaculos-de-Amanecer-Dorado-se-extienden-por-Europa-desembarcan-el-Italia.html
Amanecer Dorado amenaza y agrede a inmigrantes. Lamentable, caso de ser cierta la afirmación tantas veces repetida por la prensa. Pues bien, el sistema de Yalta y Bretton Woods, reo de toda clase de crímenes y hasta de genocidios, lleva décadas instigando al odio, difamando y agrediendo o asesinando a los que califica de «fascistas», y esto, según hemos demostrado, incluso desde mucho antes de que a los fascistas se les imputara «el Holocausto» en un proceso de dudosa calidad jurídica. No esperaron las bellas almas progresistas -que miraban hacia otro lado mientras el campesinado ruso era aniquilado por los bolcheviques- a que se diseñaran y erigieran los deseadísimos escenarios genocidas justificadores del antifascismo. Los fascistas eran «criminales» pese a no haber cometido «todavía» crimen genocida alguno, el Tribunal de Nüremberg intelectual falló de antemano la sentencia de culpabilidad absoluta, metafísica, cósmica…, hacia los años treinta; y del exterminio de 6 millones de judíos se hablaba ya nada menos que en 1919 acusando a los alemanes. Ahora bien, los genocidas oligárquicos antifascistas (de Hiroshima o Dresde a Katyn y Kolymá, de Palestina a Bagdad) no sonconsiderados criminales a pesar de todas las atrocidades que hayan podido perpetrar y sigan perpetrando ahora mismo, en tiempo real. «Hechos» que no se niegan, pero son juzgados carentes de relevancia moral. ¿Por qué? No hay respuesta. En su lugar, el ladrido habitual: «!Fascista!»  Un dato «curioso», como poco, cuando se trata de condenar los ataques a inmigrantes por parte de «neonazis» de Amanecer Dorado. Uno tiene la extraña sensación de que los celebérrimos «derechos humanos» sólo se esgrimen cuando sirven a determinados intereses, por cierto nada humanitarios… El «humanitarismo» huele a podrido y son los propios humanitaristas de pacotilla quienes han provocado su deshonrosa deposición en el basurero de la historia. La apelación al argumento de que Amanecer Dorado agrede a los inmigrantes aparece en un contexto social en que no va a restar credibilidad a los «grupos neonazis». Y este fenómeno impensable poco ha es el resultado del quehacer canallesco de los políticos «democráticos». Desde esta bitácora les felicitamos por ello. Nunca la historia contempló a delincuentes de tales dimensiones y con tan buena opinión de sí mismos. La ciudadanía empieza a experimentarlo -la via regia hacia el saber es en ocasiones una buena bofetada en la cara- y, como lógica consecuencia, va perdiendo los escrúpulos a la hora de apoyar a los «nazis». De aquí a poco, la palabra «nazi» será un elogio y «demócrata», en cambio, sinónimo de «corrupto». Cambian las tornas. !Y va a ser el propio «pueblo» quien introduzca las pertinentes correcciones y rectificaciones semánticas! Por ello el político sistémico(sionista por instinto) destila un melévolo rencor contra «la gente», es decir, en el fondo, contra los gentiles.
No podemos saber a ciencia cierta si los militantes de Amanecer Dorado son conscientes del trascendental alcance de aquello que afirman con aparente ligereza. Para nosotros, ningún grupo presuntamente fascista puede hoy por hoy fijar una norma, un canon ideológico, y la experiencia histórica nos enseña que tales pretensiones conducen, de forma irremediable, al desastre. Por tanto, asumir las pautas de conducta de Amanecer Dorado -o de cualquier otro partido hogaño «exitoso»- en cuanto carácter determinante de un concepto filosófico de fascismo define justamente el tipo de planteamiento oportunista que nunca adoptaremos aquí.
No obstante, la distinción entre «nazis» y «nacionalsocialistas», que los mencionados militantes han «sugerido», parece que va por el buen camino. El hecho de que un supuesto fascismo nazca en Grecia a principios del siglo XXI tiene un profundo significado para Europa. Cabe resumir el «fascismo» como una refundación del proyecto histórico occidental -la razón, la ciencia, laverdad– que entorno al siglo  V a. C. surgiera en la Hélade y que, consumando una torsión antropológica del ser que detéctase ya empero en Platón bajo la influencia de sectas inmortalistas de procedencia egipcia, Judea desviará de su camino natural en una dirección irracionalista -la esperanza, la profecía, la utopía– que conduce al callejón sin salida actual. Está por ver que Amanecer Dorado responda a dicho paradigma canónico refundacional y casi todo indica que no va a ser así.   En efecto, sabemos con certeza que el sistema oligárquico está «fomentando» un «nuevo fascismo»… No en vano se habla de «islamofascismo», «tecnofascismo», «falofascismo» (entre las feministas)… El antifascismo vive de la continua resurrección de falsos fascismos, de Pinochet a Breivik.Es necesario permanecer alerta para no caer en la trampa, al menos intelectualmente hablando, de creer en un pseudo fascismo proyectado como aquella imagen simétrica e invertida que el sistema reflecta para autolegitimarse. Que los «fascistas» introyecten o no ese modelo engañoso como seña de identidad es la escaramuza espiritual en que decídese por anticipado la victoria o la derrota de Europa, la última oportunidad para nuestro proyecto histórico. No habrá otra. Si los ultraderechistas, como parte del sistema que son y han sido siempre, replican pasivamente al juego y entran al trapo de la bestialidad desatada, cometerán en calidad de fascistas, y a efectos políticos, todos los crímenes que la oligarquía espera y necesita como agua de mayo para recargar sus agotadas pilas simbólicas. Logro que les permitirá seguir explotando y matando gratis, que es a lo que se dedican estos distinguidos caballeros con corbata llamados «inversores».
Ante la gravedad y urgencia de la situación, no tenemos más remedio que abordar una cuestión cuyo planteamiento debería poder dilatarse al menos algunos años, pero los acontecimientos nos desbordan y no existe, gracias al «trabajo» de traidores seculares como Ernesto Milá y sus secuaces, un movimiento nacional-revolucionario capaz de ejercer influencia relevante alguna frente al hundimiento del «Estado de Bienestar» en Europa. En un momento irrepetible en que los trabajadores europeos podrían despertar del sueño estupefaciente que narcotiza a los pueblos occidentales desde el final de la Segunda Guerra Mundial, nos sorprende la fría mañana desarmados e impotentes, carentes de estructuras políticas siquiera embrionarias y, lo que es peor, sin una ideología sólida y unificada a partir de la cual poder erigir una institución funcional (por ínfima que sea), plantear estrategias de lucha y tomar alguna iniciativa realmente NR contra la panza, bien visible, del sistema capitalista liberal en crisis.
La coyuntura nos llama, en fin, a la lid y debemos acudir con lo puesto, sin excusas. Todo está por hacer, 60 años perdidos de falsos NR, de evolianos y ultraderechistas católicos, proislámicos o mágicos varios nos preceden. Los chamanes y allatolahs como única alternativa a los meapilas de sacristía. ¿Es que nadie leyó «El nacimiento de la tragedia», de Nietzsche? !Más de medio siglo y ni un solo auténtico partido u organización «fascista»!
Los postulados fascistas
En todo lo que viene a continuación reiteramos el uso del término «fascismo», «fascista» y derivados de acuerdo con el sentido técnicoentrecomillado de la palabra que aclaramos aquí hace años en la entrada «Advertencia importante». La supresión de las comillas a lo largo del texto y de las restantes entradas de esta serie implica que el lector las da por supuestas, siendo así que no las utilizaremos, y ello por razones estéticas. Cuando se dé el caso y tengamos que contraponer «fascismo» a fascismo (con y sin comillas), se empleará la expresión «fascismo histórico» para identificar a los movimientos políticos fascistas de 1919-1945. Tratándose de presuntos fascistascontemporáneos, es decir, de la «extrema derecha» o «reacción» con que el sistema oligárquico -y sus lacayos parapoliciales en la ultra- pretende confundir el fascismo, hablaremos simplemente «ultraderecha», «ultraderechistas», «derecha reaccionaria», «radicales de derecha» y derivados de la hedionda acepción vulgar.
Nuestra intención es aclarar, en una serie de entradas breves y de redactado dogmático, el significado filosófico normativo, ético y espiritual -no político- del vocablo «fascismo». Sólo sobre esa base podrá erigirse una izquierda nacional heredera del sobrehumanismo trágico-heroico, esencia del genuino «fascismo». Desde el punto de vista político, el fascismo histórico ha muerto para siempre y todo neofascismo debe ser rechazado. No así el fascismo en un sentido filosófico o espiritual, políticamente crucial para fijar la divisoria infranqueable con la «extrema derecha» religiosa («mística») o irracionalista («mágica»).
Que el texto será dogmático significa lo siguiente: desarrollaremos el discurso mediante la mera afirmación de unos postulados. Pero estamos ante una cuestión estilística, pues la fundamentación de los mismos podrá empezar a examinarse ya en otro lugar, a saber, en la obra «Verdad y muerte I. Introducción a los fundamentos filosóficos del nacionalismo revolucionario», de Jaume Farrerons (Madrid, 2012). Este libro es el primer tomo de una serie que irá fijando las razones «objetivas» de dichos preceptos aquí simplemente establecidos como tales para conocimiento y orientación ética de los militantes nacional-revolucionarios. La Marca Hispánica, 23 de diciembre de 2012 DOCUMENTACIÓN ANEXA

Amanecer Dorado: campaña de ayuda a compatriotas necesitados. El concepto de «comunidad nacional»:

http://translate.google.com/translate?depth=1&hl=es&rurl=translate.google.com&sl=el&tl=en&twu=1&u=http://offer2people.blogspot.gr/ http://www.eldiario.es/politica/graves-danos-partido-neonazi-griego_0_75942562.html Una bomba causa graves daños en un local del partido neonazi griego          La explosión de una bomba colocada ante una oficina del partido neonazi griego Amanecer Dorado causó hoy graves daños materiales en el local, según informó la Policía griega, que precisó que no se registraron víctimas.

El artefacto, de fabricación casera, detonó en la entrada de la sede de esta formación en Aspropyrgos, un municipio a las afueras de Atenas.
La explosión afectó también a varios almacenes y viviendas cercanas al local del partido neonazi.
Este partido cuenta con 18 diputados en el Parlamento y logró el 7 por ciento de los votos en las elecciones de junio.
Su discurso se centra en la expulsión de los inmigrantes y varios de sus militantes y simpatizantes han sido acusados de agredir y amenazar a extranjeros.
El Partido Socialdemócrata solicitó hace dos días la ilegalización de esta formación, aunque la Constitución griega no permite poner a un partido fuera de ley.

http://www.eldiario.es/internacional/Amanecer-Dorado-preocupante-fascismo-Grecia_0_86091663.html La crisis favorece el imparable ascenso de Amanecer Dorado
Convertido en la principal puerta de entrada a Europa y ahogado por las condiciones del Memorándum, el país heleno asiste con desasosiego al imparable ascenso de Amanecer Dorado

«Amanecer Dorado es el resultado del fracaso en la política de inmigración y de la actual crisis», afirma Antonis Spathís, miembro de la Liga Griega por los Derechos Humanos
   
Los neonazis griegos son ya la tercera fuerza política en 
intención de voto

El líder del partido neonazi Amanecer Dorado, Nikos Mihaloliakos / EFE
Grecia inicia 2013 del mismo modo que cerró 2012, con una crisis económica que mina progresivamente las condiciones de vida de sus ciudadanos y aumenta la popularidad de Amanecer Dorado, la organización neonazi que hoy cuenta con 18 diputados en el Parlamento heleno.

Desde que irrumpió por vez primera en la Cámara griega, en las elecciones del pasado junio, con el 7% de los votos, el peso de Amanecer Dorado crece de manera alarmante. Hasta el punto de que la mayoría de las encuestas le otorgan ya una intención de voto en torno al 10%, lo que la convertiría en la tercera fuerza política del país, sólo por detrás de Nueva Democracia (ND) y de Syriza, y por delante del hundido Pasok, el partido socialista griego.
El discurso racista, populista y patriótico de Nicolaos Mijaloliakos, líder de la formación neonazi, no sólo ha calado entre una parte residual de la sociedad helena. Se asienta y conquista territorios insospechados: ciudadanos con bolsillos aún saneados, de barrios no marginales, algunos de ellos con una formación superior a la elemental.
¿Pero por qué el país que alumbró la democracia se presenta ahora como una autovía para el avance del nuevo fascismo? «Amanecer Dorado es el resultado del fracaso en la política de inmigración y, naturalmente, en parte, de la actual crisis económica», afirma Antonis Spathís, miembro de la Liga Griega por los Derechos Humanos (LGDH).
«Todo empezó cuando el anterior Gobierno del Pasok comenzó a decir que había que detener a los inmigrantes, no recibir más delincuencia, castigarlos. Desde entonces, el ascenso de Amanecer Dorado ha sido meteórico porque, cuando proyectas el miedo al inmigrante por todas partes, los ciudadanos no te pedirán protección a ti sino a gente como la de Amanecer Dorado», explica Spathís.
Grecia, la puerta de entrada a Europa
Desde que el Frontex (agencia europea para la gestión de las fronteras exteriores) asumió la vigilancia de las fronteras marítimas de España e Italia, Grecia, más que ningún otro país, pasó a ser la principal puerta de entrada a Europa para millares de personas. Los flujos de migrantes son constantes en el Evro, su frontera terrestre con Turquía, y en las islas. Provienen, sobre todo, de Asia: Afganistán, Pakistán, Bangladesh, Siria…
Las cifras son poco precisas. Algunas hablan de unos 400.000 inmigrantes sin papeles en el país. La sospecha apunta a que el número de inmigrantes en suelo heleno hoy en día iguala al de parados griegos, más de un millón y medio. El Frontex confirma que unos 55.000 inmigrantes indocumentados pasaron el año pasado por la frontera greco-turca, la más «vulnerable».
«Sucede que no hay estructuras organizadas para recibir y mantener a toda esta gente. Porque, durante 20 años, el Estado estuvo ausente, no puso en práctica las políticas adecuadas», apunta Antonis Spathís. «Cuando las cosas iban bien, teníamos los Juegos y los bancos nos prestaban dinero, esto no nos parecía tan grave. Cuando la crisis hizo de catalizador, vimos cómo Amanecer Dorado entraba en el Parlamento no sólo para apalear inmigrantes sino también para expulsar a los malos políticos que votamos durante años», prosigue.
Los inmigrantes, efectivamente, son vistos por una parte de la sociedad griega como causa de algunos de los males que les acucian. «Si se marcharan todos los que hay, al día siguiente el país iría mucho mejor. La gente se sentiría más segura, los griegos volverían a hablar los unos con los otros, se generarían puestos de trabajo y se acabaría con buena parte del mercado negro», asegura Xristos, votante de Amanecer Dorado.
Xristos tiene 35 años, un trabajo estable, un salario que muchos griegos desearían (900 euros) y formación superior equivalente a la FP española. También, amigos extranjeros: ciudadanos de la Unión Europea o no europeos que echaron raíces en Grecia hace más de una década. Hasta las elecciones de mayo, siempre había votado, como su familia, a los conservadores de Nueva Democracia. En los dos últimos comicios –los de mayo y los de junio-, todos votaron a Amanecer Dorado.
«Son los únicos que no sólo hablan, sino que actúan. Y, además, cuando hablan, los entiendes; el mensaje llega a la gente», dice Xristos cuya novia y futura esposa vive en uno de los barrios en los que Amanecer Dorado ha forjado buena parte de su sorprendente éxito electoral.
El modelo Agios Panteleimonas
En el centro de Atenas, entre la plaza Attiki y la plaza Agios Panteleimonas, no muy lejos de la zona más turística de la capital griega, los neonazis hallaron el escenario perfecto para llevar a la práctica su discurso racista. En los últimos años, la zona se ha convertido en un importante gueto de inmigrantes sin papeles. Y el estraperlo, las drogas y la prostitución, en actividades habituales en la vida cotidiana del barrio.
«Efectivamente, existía un gran problema en el centro de Atenas, no lo podemos negar; y durante años, el Estado no hizo nada para gestionarlo», constata Antonis Spathís. «Hasta que los de Amanecer Dorado vinieron y empezaron a poner orden; son los únicos que hacen algo», interviene Alekos, un jubilado que ahora pasea sin problemas a Romeo, su perro, por la plaza Agios Panteleimonas.
No es que las amenazas, las palizas y las operaciones escoba de los miembros de Amanecer Dorado hayan acabado con los inmigrantes en el barrio, pero, hoy día, a primera hora de la tarde, en esta plaza, los niños –muchos de ellos extranjeros– juegan y los vecinos sacan a sus perros. Las concentraciones masivas de extranjeros han desaparecido. Las patrullas de la policía motorizada han sucedido a los neonazis y peinan la zona constantemente. Los agentes paran a todo aquel sospechoso de ser inmigrante ilegal, le piden los papeles y, a menudo, se lo llevan detenido. Pero las operaciones policiales de las autoridades han llegado tarde.
«La acción de Amanecer Dorado en Agios Panteleimonas se considera la principal clave de la transformación de un pequeño grupo marginal en un elemento político masivo que se dirige a todo el espectro electoral», escribe el periodista Dimitris Psarras, en su reciente libro ‘La biblia negra de Amanecer Dorado’ (Ed. Polis). Fue así como la organización, que comenzó a forjarse durante la Metapolítefsi griega –el periodo que siguió a la caída de la dictadura de los coroneles- y adoptó su actual nombre en 1980, pasó, en cuestión de pocos meses, de su residual 1,5% de votantes al actual y creciente 7%.
Enarbolando la bandera helena, poniendo en su punto de mira todo lo que consideran antigriego, apelando a la raza, la familia y la religión y despotricando contra las estranguladoras medidas del memorándum impuesto por la troika a Grecia, los neonazis de Amanecer Dorado han conseguido marcar parte de la agenda política del país, además de convencer a gente como Xristos o Alekos de que la violencia racista está justificada.
«Los partidos políticos tradicionales han perdido la legitimidad. Ninguno ha recogido las reivindicaciones de la gente, lo que se pedía en los movimientos de las plazas», apunta Makis Kavouriaris, articulista y exprofesor de economía en la Universidd de París VIII. «Por otra parte, Amanecer Dorado se dio cuenta de que el discurso racista captaba votos y se hizo presente en los barrios marginales, donde la gente está tan desesperada que no ve otra salida», añade Kavouriaris, antiguo miembro del Partido Comunista griego en el exilio.
Carne halal en ‘Greciastán’
Con unas 50 oficinas en todo el país –varias en Atenas– y algunas en el extranjero (en Nueva York, por ejemplo), Amanecer Dorado recoge las peticiones de los ciudadanos para decidir en cuáles interviene directamente y cuáles lleva al Parlamento. Algunas resultan tan delirantes como la pregunta presentada recientemente en la Cámara griega sobre la venta de carne halal –la permitida para los musulmanes– en lo que la organización denomina Elladistán, es decir Greciastán. Las actuaciones directas acostumbran a ir acompañadas de amenazas y violencia (desde exigir la expulsión de un niño extranjero del colegio para que entre uno griego hasta palizas a inmigrantes). Y sus propuestas concluyen siempre con el «sólo para griegos», se trate de hospitales o de una compañía de taxis.
«A diferencia de lo que sucede en otros países de Europa, donde la extrema derecha apela a ‘los puestos de trabajo que roban los extranjeros’, en Grecia, la retórica racista pretende incitar el miedo que genera la exageración de la delincuencia de los extranjeros porque los trabajos que estos desempeñan son tan infravalorados que ni siquiera en plena crisis económica resultan atractivos para los nacionales», escribe Psarras.
Muy crítico con el papel de los medios de comunicación, especialmente de los canales de televisión, en el tratamiento de las cuestiones relacionadas con la inmigración y con Amanecer Dorado –Psarras denuncia la magnificación de los episodios protagonizados por inmigrantes y el pábulo dado a los neonazis–, este exredactor del diario Elefterotypia también desvela cómo algunas de las buenas acciones atribuidas a Amanecer Dorado (acompañar a las ancianas al banco para protegerlas de los delincuentes, por ejemplo) son puros montajes realizados en connivencia con familiares y amigos de miembros de la organización; difundidos a todo trapo por los medios afines al grupo liderado por Mijaloliakos y replicados luego por los demás.
Mijaloliakos, triunfador cuatro décadas después
Pese a su agresividad, la habilidad dialéctica de Mijaloliakos es incuestionable. Presente en las bambalinas de la política griega desde hace casi 40 años, este admirador confeso de Hitler ha sabido aprovechar la crisis, la desesperación de la gente y el desplome del sistema político tradicional, que pensó que Amanecer Dorado sería un fenómeno pasajero, para dar a su discurso racista y populista una pátina de veracidad.
«Es que tiene razón en lo que dice: Grecia se ha llenado de inmigrantes», asegura Xristos, un rumano asentado en Grecia desde hace casi dos décadas. Curiosamente, Xristos trabaja en una empresa de autocares que cubre la ruta Atenas-Rumanía-Chequia-Eslovaquia, situada justo al lado del cuartel general de Amanecer Dorado en la capital griega. Y calla cuando se le pregunta si comparte las ideas y el proceder de la organización neonazi. «Cada cual hace su trabajo y lo que yo sí haría es cargarme a todos los políticos corruptos que nos han robado y llevado a la ruina durante estos años. Nosotros nunca hemos tenido problemas con la gente de Amanecer Dorado: somos europeos. El problema lo tienen con los que vienen de otros sitios», concede.
Quizá no sea un detalle menor que la empresa en la que trabaja este rumano pertenezca a un griego en cuya mesa de despacho reposa una carta de una asociación de jubilados dirigida a Amanecer Dorado. Aunque tal vez sólo esté allí por el peculiar horario de funcionamiento de la oficina central de la organización: de 7 a 9 de la tarde, los martes, miércoles y sábados. Según aseguran por teléfono, tampoco cuentan con un gabinete de prensa para atender las peticiones de entrevista de los medios extranjeros.
¿Pasará el fascismo?
«La cuestión es que el juego político se ha situado ahora en la calle, entre Syriza, Amanecer Dorado y la izquierda radical», destaca el profesor Kavouriaris. «Yo creo que la extendida teoría de los extremos es errónea», matiza Antonis Spathís. «Porque, por un lado, Syriza es un partido político y, por otro, Amanecer Dorado es una organización nazi. No son lo mismo», se explica. «Pensar que tienes que ir hacia un lado o hacia el otro tiene su peligro. Lo que sí es un hecho es que en la política del país se ha instalado un retórica de extrema derecha», asevera el representante de la LGDH.
Mientras las condiciones del memorándum siguen estrangulando las condiciones de vida y las esperanzas de los griegos, el nuevo fascismo avanza sin que nadie acierte a ver dónde está su límite.
«Que el fascismo siga o no progresando dependerá de si dejan de flirtear con él aquellos que desean deshacerse de una vez por todas de la izquierda a través de Amanecer Dorado. De otro modo, puede que lo que no consiguió Ioannis Metaksás en 1936 y ni si quiera intentó Georgios Papadópoulos en 1967 lo logre ahora Nicolaos Mijaloliakos», advierte Psarrás. «Debería haber una propuesta conjunta de toda la izquierda que convenciera a la gente que tiene miedo de que hay otro modo de hacer frente al problema, de que la violencia y el racismo no mejoran la situación sino que la empeoran», concluye Spathís.
http://www.publico.es/internacional/445155/amanecer-dorado-ve-la-religion-como-una-conspiracion-judia
«Amanecer Dorado ve la religión como una conspiración judía»

Los verdes griegos piden ayuda ante el auge de la extrema derecha y la asfixia a la que someten a su país desde la troika. Reconocen también los errores del sistema heleno y reclaman una «nueva cultura política» contra la corrupción y el fraude.

El Consejo del Partido Verde Europeo celebra este fin de semana su Consejo en Atenas.
Grecia pide auxilio, socorro. Reclama la ayuda de los países de la UE para salir adelante frente a los populismos y para asegurar la protección social coartada por un memorándum que condena a sus cuentas públicas a situar la austeridad como objetivo único y primordial. Ese es el mensaje que han tratado de transmitir los verdes de Grecia este viernes, durante una conferencia en Atenas para hablar, precisamente, de la situación del país heleno y buscar soluciones.
El partido Los Ecologistas Verdes -así es como se llama la formación- ejerce de anfitrión del Consejo del Partido Verde Europeo que trata de buscar en la capital griega la cohesión de todos los partidos que lo integran para lanzar un mensaje común que profundice en la cohesión y el entendimiento dentro de la Unión Europea. «Estamos en contra del memorándum, porque no queremos más ataques al bienestar social», insistía Kostas Diakos, portavoz de Los Verdes griegos, que ha reclamado «nuevas medidas para conectar a la sociedad con la política».  Diakos, que ha comparecido ante numerosos compañeros ecologistas llegados de todo el mundo -también han participado Equo e ICV, por parte de España- ha reconocido que en la situación de su país han influido las corruptelas de sus mandatarios. «La gestión de los servicios públicos ha sido errónea», ha recalcado, y por eso ha reivindicado una «nueva cultura política» que facilite la concienciación de las clases más poderosas con el pago de impuestos y que recupere la confianza de la ciudadanía.
La «culpa» de Francia y Alemania
También ha criticado el excesivo gasto en Defensa del Gobierno heleno, que evita que esos recursos públicos vayan a parar a políticas sociales. Para explicar el calibre de la cuantía desproporcionada que Grecia dedica a lo militar, Diakos ha puesto un ejemplo que no podía ser más clarificador: «No podemos tener tantos generales como EEUU». Ahora bien, los ecologistas griegos también han querido dejar de manifiesto que, a su juicio, a la situación por la que atraviesa Grecia han contribuído notablemente quienes ahora les asfixian con la deuda. Han recordado, así, que Alemania y Francia son los principales consumidores de las armas fabricadas por las empresas que más han defraudado al fisco griego.
Que no sólo le exijan el cumplimiento de los pagos, sino que también ejerza de garante del bienestar social frente al populismo de la extrema derecha de Amanecer Dorado. Preguntados acerca del papel que está teniendo la religión en la solidaridad con el pueblo venido a menos, los ecologistas han lamentado los pocos impuestos que paga la iglesia ortodoxa y su negativa a contribuir un poco más a las arcas públicas. Según ellos, religión y nacionalidad siempre han ido de la mano en Grecia, aunque no lo ven así los neonazis de Amanecer Dorado que «creen que la religión es una conspiración judía». Los Verdes griegos renunciaron a integrarse en la coalición Syriza en las elecciones del pasado junio y no lograron ningún tipo de representación en el Parlamento. «La izquierda no pone la ecología al mismo nivel que la economía», se justifican.
Publicado por ENSPO en 11:04 a.m. 
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9 comentarios:

Francisco M. dijo…

Amigos, traten de no tragarse las estupideces que se publican. Amanecer Dorado es un verdadero partido fascista en el viejo sentido de la palabra: tienen disciplina personal y grupal estricta y enfocada a valores (vida sana,sin drgoas ni vicios, familia, respeto por la naturaleza, por los ancianos, por las tradiciones) y están siempre en defensa del pueblo. Sus acciones en asisntencia social son más en medio año que lo que hicieron todos los políticos griegos de izquierda desde que empezó la crisis hace años: con casi 50 entregas de alimentos (con máximos de hasta 10 toneladas entregadas en el día), con visitas a familias numerosas, o de padres solteros, a ancianos abandonados, a hogares de niños y geriátricos y a discapacitados para llevarles alimento, ropa, juegos, leña para el invierno. Tienen relaciones amistosas (y ultimamente cercanas) con la Iglesia local ortodoxa, pero muchos de sus militantes realizan prácticas «paganas» (festejos de solsticios, etc).  No realizaron ninguno de los crimenes de los que se los acusa (nunca hay víctimas identificadas en los casos de «apalean a un inmigrante») ni hay miembros del partido presos (así que las mentiras de «3 skins de Aurora dorada golpean a diputado» son pura mentira del sistema). Las únicas veces que hicieron líos dieron la cara frontalmente -y usando las trampas del sistema (la inmunidad legal q se les da a los legisladores) han realizado: razias contra vendedores ilegales destruyendo sus puestos ILEGALES (que la Policía corrupta debería haber cerrado), defensa de pobladores contra turbas de gitanos armados (contra los cuales ni la policía podía defenderlos por falta de medios) y hacer escándalos en una obra donde Cristo y sus apóstoles son una panda de homosexuales en una orgía. web del grupo de Solidaridad de GD: http://translate.googleusercontent.com/translate_c?depth=1&hl=es&rurl=translate.google.com&sl=el&tl=en&twu=1&u=http://offer2people.blogspot.gr/&usg=ALkJrhikTr8Pi94o4MXr1_qScOifmgA0sA
web del grupo naturista: http://translate.googleusercontent.com/translate_c?depth=1&hl=es&rurl=translate.google.com&sl=el&tl=en&twu=1&u=http://volksland.blogspot.gr/&usg=ALkJrhiQm1vGutX-UObbGzEuxFqltuUK7g
GD es la esperanza de aquello en lo que se DEBEN transformar los grupúsculos NR de Europa. Aurora Dorada en lo militante, y CasaPound en lo cultural, son la unica brisa fresca antisistema.

9:41 p.m.

Miguel dijo…

Coincido con Francisco M. en que hay que tomar con sumo cuidado la información que la prensa nos facilita sobre Amanecer Dorado (recuérdese aquella falsa noticia de que iba a fundarse una filial del partido en el sur de España, que resultó ser una invención de los periodistas).
Sin ir más lejos, sobre la propia postura religiosa de Amanecer Dorado nos llegan datos confusos, que contradicen otros que también nos han facilitado los medios de comunicación del Sistema
http://www.publico.es/internacional/445155/amanecer-dorado-ve-la-religion-como-una-conspiracion-judia
Creo que hay que preguntarse en qué medida se va a poder evitar la ofensiva propagandística del antifascismo, con toda su carga de mentiras y difamaciones. Recuérdese al holandés Pim Fortuyn, homosexual (se jactaba de haber tenido amantes de todas las razas), económicamente neoliberal y abiertamente prosionista, y ni aun así pudo evitar que se le catalogase de «nazi» y «racista» (en TV vi a un catedrático referirse al partido de Fortuyn como una «organización neonazi»).
La imagen que se proyecta de cara al público (algo importantísimo en política) no es algo que se pueda controlar plenamente; en buena medida, estará determinada por la voluntad de los medios de comunicación. Cualquier grupo que empiece a descollar y que incomode al Sistema tendrá oportunidad de comprobarlo.

1:05 a.m.

ENSPO dijo…

Vuestras aportaciones han sido decisivas para que corrija el texto. Gracias.

5:50 a.m.

Francisco M. dijo…

Amigos de ENSPO, qué opinarías si te cuento que los «terroristas» de Golden Dawn se dedican a entregar alimentos (una parte cosechados por ellos mismos en campos de agricultores que colaboran con el movimiento; en parte pagados por sus socios en colectas y por el sueldo de sus legisladores que deben aportar el 40% del salario al partido) a los griegos pobres, y que los «democráticos» grupos de antifascistas se la pasan realizando quemas y roturas de locales partidarios -con la excusa de que «hay que destruir todo antes que los malditos nazis hagan algo» (o sea, la vieja doctrina judaica neocon de Bush de «ataque preventivo»). Y que la última acción de los demócratas de la izquierda progre bienpensante fue parar un camión de comida para apedrearlo e impedirle al chofer que hiciera la entrega que iba a ser usada para las donaciones de GD? Pues ahí tienes, regalar comida es un crimen, y atacar a piedras a quien quiere hacerlo es un acto de libertad para combatir al nazismo (a ese nivel llega la mentira). De ahí para abajo tenemos todas las mentiras de los judíos y negros griegos saliendo cada dos días a decir que «un skin de la Golden Dawn mató a un conocido/me golpeó». Por supuesto, siempre siendo declaraciones de anónimos, sin denuncias a la policía (con la mala excusa de que la policía es fascista, cuando sabemos que toda policía sólo defiende al sistema), y con la mayoría de los casos resueltos luego… demostrándose que los culpables eran asimismo siempre inmigrantes -la famosa pelea y robo entre inmigrantes, que prefieren acusar a GD para obtener alguna dádiva de los medios. GD ahora tiene muy buenas relaciones con la Iglesia ortodoxa -bendice cada local que inaugura-, habiendo un ala de monjes nacionalistas que los apoya. Lo que no quita que GD critica abiertamente -y hasta insulta- a los «curas rojos» y a los sacerdotes anti-griegos que le hacen el juego al sistema. Y que sus militantes históricos tienen una formación tradicional en el «mundillo» (esa mezcla de Nietzsche, runas, pasado heroico de guerreros griegos, filósofos y festejos de solsticio, «männebunde» y lecturas ns… todo lo cual poco tiene que ver con un partido conservador cristiano -neocon- como los conocemos).
entrega de 14tn de alimentos (notad la organización!!): http://www.youtube.com/watch?v=sbYTc1qwgoE
Poporry de videos (en inglés): http://www.youtube.com/watch?v=itCmenS_U6k
Y el viejo lema del partido es Sangre y Honor (recordando el origen macarra del grupo, que fue evolucionando a posiciones totalmente populistas, ser la aristocracia que organiza al pueblo)

5:21 p.m.

Anónimo dijo…

Lo del apedreamiento al camión de comida es la gran contradicción de estos izquierdosos-liberales-progres, atacar a los que quieren ayudar a los más pobres, todo sea por miedo a perder la poltrona y que la verdad se imponga ante toda manipulación política y mediática.

10:34 a.m.

Francisco M. dijo…

Un «detalle» que le va a interesar de sobremanera a los de ENSPO (que tienen cierto fetichismo con las denominaciones políticas): Aurora Dorada en realidad, hace casi 20 años que llama: «ΛΑΪΚΟΣ ΣΥΝΔΕΣΜΟΣ – ΧΡΥΣΗ ΑΥΓΗ» (tal como lo puede comprobar que dice en su logo partidario, ved: http://www.xryshaygh.com) La última parte del nombre es Aurora Dorada (Xrysé Aygé). La primera parte es la denominación como «Izquierda Popular». Así que tenemos por fin otro grupo nacionalista volkish opuesto a las denominaciones de ultraderecha (tan gratas para algunos españoles), y cercanas a lo que piden en ENSPO. La Izquierda (ΣΥΝΔΕΣΜΟΣ) Popular (ΛΑΪΚΟΣ)de la Aurora (ΑΥΓΗ) Dorada (ΧΡΥΣΗ).  Y se oponen a ser llamados nazis o fascistas -pues sus antepasados fueron parte de la resistencia nacionalista antia lemana y anti italiana durante la II guerra. Igual los medios los siguen llamando neonazis de ultraderecha y fascistas.

10:30 a.m.

ENSPO dijo…

No se trata de una cuestión de fetichismo, es que para la mayoría de los trabajadores, que no entran ni van a entrar nunca en cuestiones ideológicas de fondo, la cuestión de si un partido es «de izquierdas» o no lo es puede resultar determinante, sobre todo cuando el sistema está calificando a ese partido de «extrema derecha». Los intentos de construir un proyecto nacional-revolucionario con la fórmula «ninista» (ni derechas, ni izquierdas: ideológicamente correcta, políticamente nefasta) han fracasado TODOS, porque un trabajador no entiende que quienes pretenden defender sus intereses tengan tanto miedo, pánico incluso, a la palabra «izquierda». Así, los ninistas han terminado, TODOS sin excepción, repito, en el corralito ultra. ENSPO intenta construir algo nuevo, desechar la quincalla estratégica que ha fracasado, pretende no incurrir otra vez en un error que se ha mostrado como tal una y mil veces, pero del que los ultraderechistas NO QUIEREN APRENDER PORQUE REALMENTE SON DE DERECHAS y se identifican con la palabra «derecha» como con un VERDADERO FETICHE (este sí). O sea que nosotros, precisamente, queremos superar fetiches oxidados y colocarnos bien lejos de los ultras declarados y de los ultras encubiertos (ninistas). Si defendemos los intereses morales y materiales del pueblo (=comunidad nacional), somos políticamente de izquierdas, así lo entiende el lenguaje popular, que es el que se ha de utilizar en la política. Dicho esto, el dato que aporta Francismo M. es decisivo. Amanecer Dorado está empleando sin complejos la palabra «izquierda» en griego, al parecer. Entonces, siendo el único grupo NR que «funciona», nos está dando la razón en el aspecto señalado y que venimos reivindicando desde 2007. Saludos y gracias.

2:20 p.m.

RR dijo…

Stalin no invento la persecucion, el encarcelamiento, la tortura o la misma ejecucio sumaria por motivos ideologicos. La Santa Inquisicion hacia lo mismo varios siglos antes cuando persegui a los no adeptos a su ideologia (o religion, que viene a ser lo mismo). Por eso, algunos grupos religiosos (anabaptistas, por ejemplo) eligieron el exilio.

2:35 a.m.

ENSPO dijo…

Usted debería distinquir entre persecución y genocidio en masa. Los matices son importantes para quien se dedica a tareas intelectuales.

10:43 a.m.
http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/12/el-fascismo-los-postulados-fascistas.html

¿Qué es realmente el fascismo?

sábado, diciembre 22, 2012

¿Qué es realmente el fascismo?

El fascismo fue una dictadura opresiva que cometió no pocos crímenes, pero calificarlo de «mal absoluto» para encubrir otros crímenes iguales o peores supone romper con toda noción de ilustración y, por ende, una dudosa contribución a la democracia. 

Se cumplen cinco años desde que se fundara esta bitácora en memoria de las más de 100 millones de personas exterminadas bajo la acusación de «fascistas», el mayor crimen de la historia de la humanidad. Una fechoría propia de la centuria que, no casualmente, quería ver realizado el paraíso social, la culminación del progreso, la secularización de las grandes religiones monoteístas oriundas del desierto de Abraham. El siglo XX fue, sin embargo, la prueba patente del fiasco de esa modernidad judeocristiana, burguesa y, a la postre, marxista, circunstancia que se nos intenta ocultar con una operación política de falseamiento historiográfico cuya indecencia intelectual sólo es superada por la perversidad misma de los hechos ocultados.
Aunque el término no es el adecuado (algunos hablan de «politicidio») porque el propio lenguaje común, bajo el peso de toneladas de propaganda, ha sido manipulado y envilecido por los asesinos «humanistas» que nos gobiernan para silenciar, ensordecer y finalmente sepultar en el olvido el propio «concepto» de lo sucedido, de ese «genocidio» hay que destacar al menos dos aspectos esenciales:
1/ la absoluta impunidad del exterminio mismo en una época que se pretende, empero, regida  por la normativa y hasta la «cultura» de los «derechos humanos»;

2/ la perpetuación e institucionalización, al amparo de supuestas democracias humanitariastrémulas de farisaica indignación ante la Shoah, del código simbólico antifascista (acuñado por Stalin) que hizo posible y legitimó la atrocidad antifascista. El epíteto fascista sigue siendo, en efecto, la imputación que precede y desencadena la persecución, la muerte civil y, en determinadas circunstancias, la agresión e incluso muerte física del «acusado»;
3/ la definición del vocablo «fascista» en dicho lenguaje, jerga, ideología o código simbólico que, para solidificar, en la semántica, la justificación del asesinato de masas en nombre de la «bondad», de la «felicidad», del «paraíso» y del resto de los engañosos y pueriles mitos veteromodernos, se convierte en sinónimo de «criminal», de manera que la frase misma «víctimas fascistas» carece de sentido, deviene en una contradictio in adjectio ya en los años treinta del siglo pasado.
No puede pues haber, darse el caso, ni la posibilidad misma de unas víctimas fascistas, de manera que los millones de exterminados bajo tal estigma simplemente no existen, son una suerte de agujero negro de la historia soteriológica entendida como avance hacia el «progreso» (=constante reinversión del capital).
Eppur si muove!
Las víctimas fascistas siguen, empero, ahí. Los hechos están probados, documentados y en esteblog cualquiera que busque encontrará fácilmente los enlaces, las listas bibliográficas y las citas literales que acreditan la realidad de aquello que estamos afirmando en la presente entrada. Algunos ejemplos:
http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2012/05/el-mayor-genocidio-de-la-historia-4-la.html
http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2009/11/los-hombres-que-si-amaban-las-mujeres.html
http://nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2009/09/17-millones-de-victimas-el-exterminio.html
Pero entre la información objetiva, científica, rigurosa…, y la denominada «opinión pública», se yergue un filtro que impide circular dicha información y erigirla en realidad social: la constante repetición, en los «medios de comunicación» (y ámbitos culturales como el cine de Hollywood o la literatura de consumo), de la narración del holocausto, la ampliación e ideologización de este hecho, la torticera y excluyente ocupación del espacio de la conciencia humana toda por una sola imagen reiterativa que, sin negar expresamente aquella otra historia, la convierte en algo banal, secundario, irrelevante y hasta «justificado»… (los mataron porque eran «fascistas», bien muertos están).
La exageración del holocausto, la inflación y manipulación de un factum hasta metamorfosearlo en «la ideología del Holocausto» (Finkelstein) es el correlato de la minimización de los genocidos perpetrados por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial y sus herederos «demócratas», es decir, por la oligarquía filosionista transnacional.
Hitler o la figura secular de Satán.
En este contexto, el lenguaje antifascista, como hemos documentado y podríamos seguir acreditando en decenas de casos, próximos o lejanos en el tiempo y en el espacio, mantiene, pese a su probado carácter criminógeno, un rango institucional, obligatorio en determinados extremos, con penas de prisión, multas y toda clase de mecanismos represivos contra aquellos temerarios que cuestionen la «veracidad» de lo que en el fondo no es más que una burda ideología, incontestable en la práctica pese a la supuesta «libertad de expresión» y el «pluralismo» imperante en ésta nuestra nauseabunda «ciudad de la paz».
El trabajo de investigación y divulgación realizado se condensa en un libro, «La manipulación de los indignados. Stéphane Hessel y la decadencia del movimiento 15 de mayo» (Madrid, 2012) que, pese a su título aparentemente limitado al caso del fenómeno de los indignados y a un personaje determinado (Hessel), permitereconstruir, desde una situación concreta, a saber, la aparición de dicho movimiento en España y su extensión posterior a Europa y los Estados Unidos, el entero universo discursivo, simbólico y axiológico que hace posible semejante «rebelión» domesticada, explicando a la par su discretainocuidad. En un mundo de esclavos donde la «revolución» no es más que la risible confirmación de dicha condición servil, el antifascismo, la ideología oficiosa, juega, en efecto, un papel decisivo.Dicha construcción doctrinal parte del postulado intangible y ubicuo de que quien la critique en cualquier aspecto es un fascista y, por ende, un criminal. El mero ejercicio de la contradicción argumental incrimina. El antifascismo pone fin a todos los principios ilustrados e iluministas de discusión, debate científico, razonamiento autónomo, librepensamiento y objetividad, de aquel kantiano «atrévete a saber» que, en teoría, fijó los fundamentos de la modernidad. Una modernidad hoy ya caduca, prostituida, putrefacta a causa de las trampas que ella misma ha introducido en su propio espacio y reglas del juego. Los rebeldes «protestan», pues, pero son actores de un teatrillo, no se sabe contra qué se rebelan en realidad los niños mimados de la «sociedad de consumo», siendo así que reproducen como autómatas, una tras otra, todas las consignas que el sistema oligárquico les ha incrustado en la cabeza tras décadas de lavado de cerebro: «no somos antisistema, el sistema es antinosotros». !Toda una confesión de conformismo!En el movimiento indignado se mide así el grado de humillación (que es esencialmente espiritual) al que la oligarquía ha sometido a «la gente» (=gentiles) y que precede a la  opresión material -social y económica- ya en curso con las actuales reformas «neoliberales» de desmantelamiento del «Estado de Bienestar» en Europa.
De ahí que la pregunta «¿qué es realmente el fascismo?» adquiera cada vez mayor importancia, complejidad e imperiosidad, tanto intelectual como política y moral. La respuesta a dicha cuestión definirá las claves de nuestra virtual liberación y la posibilidad de una auténticarevolución democrática que, de forma pacífica, subvierta el poder elitista de la oligarquía a escala planetaria. Dicha crítica no puede confundirse con el neofascismo o con una defensa o rehabilitación de los regímenes fascistas del siglo XX, pretensión que aquí rechazamos por los mismos motivos que condenamos los crímenes del liberalismo, el sionismo y el comunismo.
Nuestro blog ha confirmado y, al mismo tiempo, delitimado así, sus señas de identidad. La pregunta se ha hecho con el tiempo más rigurosa, específica, concreta… El objeto de nuestra reflexión es el fenómeno del (anti)fascismo. La «unidad dialéctica» de fascismo y antifascismo es aquello que denominamos (anti)fascismo y éste define la coyuntura del espíritu, la historia y la sociedad en la actualidad. No hemos «superado» el fascismo, los modernos (también, y más aún, los «posmodernos») permanecemos encadenados a aquéllo X que la propaganda no deja de calumniar. El fascismo sigue omnipresente ahí, de alguna manera, que será menester determinar como tarea prioritaria del pensamiento. El antifascismo -sin paréntesis- en cuanto concepto precedió al propio fascismo. El fascismo histórico, como hemos expuesto en varias entradas de nuestra bitácora, fue alojado en un lugar simbólico que la modernidad había producido ya mucho antes de que Mussolini viniera al mundo. Que ese lugar (significado) fuera ocupado por el significante «fascismo» o por su «realidad» (que, hay que decirlo, no conocemos ni podremos conocer «científicamente» mientras impere el clima intelectual del antifascismo político, cultural y «académico») es un proceso que debe ser explicado y que, en todo caso, nada tiene que ver con los crímenes, presuntos o reales, cometidos por los fascistas. El fascismo, en la sociedad secular, pasa a encarnar el «mal absoluto» por sus vinculaciones con la filosofía de Nietzsche y la negación radical de la herencia judeocristiana, que el pensamiento filosófico desencadena sin contradecir el precepto teórico básico de la modernidad, a saber, el requisito o exigencia de la verdad racional.
Es en este punto que «nace» el «fascismo» como filosofema, pura posibilidad teórica y política, noción. El «fascismo» señala en la dirección de una neomodernidad que habría dejado atrás, para siempre, la pesadilla religiosa. Modernidad nueva, en suma, puramente griega, europea, no judía. !Hete aquí la gran prohibición! Y el fascismo en cuanto hecho político que incorpora la problemática filosófica nietzscheana en sus planteamientos, pone, insisto en ese punto crucial, sólo el significante: la palabra «fascismo», que etiqueta el significado, la «idea» de «fascismo», todo ello en el mismo momento en que ésta es objeto de la más radical diabolización por parte de esos sacerdoles laicos del «progreso» que son los «intelectuales de izquierdas». Pero tales ajustes lingüísticos no ocurren por azar. Hay razones profundas que explican el evento, es decir, la confluencia entre significante («fascismo») y significado («sobrehumanismo»). El antifascismo seculariza la noción judeocristiana de maldad de forma paralela a la consecución del «reino de Dios» como paraíso social, como «bien absoluto» de «lo humano» y sus «necesidades» (éstas, también, sentimentales: apartar de la mente el angustiante sentido de la finitud). El «fascismo» es el lugar que corresponde al infierno, a la muerte, al dolor (en suma, a la verdad, la realidad negada) en un proyecto histórico (el capitalismo, marxista o liberal) que pretende promover precisamente la felicidad, la dicha, el placer, la «salvación», etcétera, comovalores anti-heroicos supremos de la existencia humana; un «milenarismo laico» de clara cepa semítica que, secretamente, aspira a conquistar la inmortalidad mediante avances tecnológicos susceptibles de suplir, aquí «en la tierra», los sueños soteriológicos de las religiones monoteístas tradicionales.
Antifascismo: el derecho a matar.
Del fracaso de dicha querencia existencial, intelectual y política judeocristiana secularizada, que es un resultado necesario ya sólo conceptualmente hablando -o qua mero constructo filosófico- y resume la historia moderna escrita hasta hoy (pero quizá no toda la historia moderna a la que nosotros los «cerdos fascistas asesinos» podemos aspirar), surge la figura del fascista como chivo expiatorio, como culpable de que «el mal absoluto» -a saber, la anticipada y fatal bancarrota del veteromodernismo- exista en el mundo. El «fascista» es aquél que, frente al profeta y el mesías, ha querido a su vez ese «mal» objeto de pavor e indignación, que lo ha afimado incluso como parte de la vida finita. Nietzsche y Heidegger nos lo explican. Los arquitectos del paraíso no avanzarán ni un solo paso en el sentido de sus deseos soteriológicos, pero sí en la voluntad escatológica (adherida siempre a la matriz religiosa abrahamánica/yahvista) de castigar a quienes «impiden» la realización del ideal buenero, felicitario, «humano»… Y serán tales las atrocidades que se cometerán en nombre de las «ideas (vetero)modernas», tal la carnicería desatada en el frenesí utópico milenarista contra los «fascistas», que para legitimarla habrá que fabricar a posteriori un crimen, el delito por excelencia, el genocidio absoluto e incomparable, perpetrado por aquéllos: las bestias asesinas no-humanas, in-humanas, los «fascistas» (el estigma incluye a mujeres alemanas y niños de pecho). La ideología del Holocausto es un instrumento de legitimación retórica del «crimen humanista» que se ha repetido, justificado y perpetuado hasta la obscenidad, desde Palestina a Vietnam e Iraq.Pero, subrayémoslo, empezó en la Alemania de la Primera Guerra Mundial y su posguerra perpetrado contra civiles alemanes víctimas del bloqueo naval inglés. Aquellas familias exterminadas por «teutonas» eran ya «fascistas» en el concepto y no en vano se acusó a Alemania del genocidio de 6 millones de judíos antes del surgimiento del propio nazismo. El signo estigmatizador y criminógeno había sido ya «diseñado» en 1919.
Desde 1945, occidente vive inmerso en la falsedad y la criminalidad más absolutas, de la que los casos de corrupción y los delitos económicos de dimensiones pasmosas son únicamente una tenue superficie pútrida que disimula el «fondo sanguinolento de la charca». Los fundamentos del mundo occidental están podridos, no sólo por la sangre de las víctimas inocentes e impunes, sino por la necesidad de mentir, de ocultar la verdad, que envenena una civilización cuyo poder sobre el resto del globo terráqueo se basó en el derecho, la ciencia y la tecnología. Las denominadas ciencias sociales y humanas, incluidas la filosofía y la economía, son un lugar de impostura consciente por parte de presuntos «científicos», en realidad funcionarios docentes a sueldo del poder mendaz-asesino, «inteligencias de alquiler» que obedecen por temor hasta en su intimidad; que «creen» aquello que está mandado creer para figurar la condición de personas «respetables» y aspirar a un lugar bajo el sol del consumo y el estatus social y profesional. La prensa, sitio institucional donde la autoconciencia ilustrada de la sociedad moderna debería permitir el reencuentro de la verdad con la vida cotidiana privada y cívica (pública) de las personas, es también un pozo hediondo de mentirosos en nómina, siervos de la fe y del mito antifascistas, enanos morales aterrorizados ante la posibilidad de perder su «puesto», su «yo» adquisitivo, de perder su rango ostentable y convertirse en unos «fracasados» (de su fracaso existencialprefieren hacer caso omiso). No hablemos del arte, que, materia de puro negocio, simplemente ya no se sabe en qué consiste. ¿Igualdad? ¿justicia? ¿derechos humanos? Los ciudadanos ya hemos tenido ocasión de experimentar en nuestra propia piel la realidad que se esconde tras las grandes palabras retóricas y «constitucionales» del sistema capitalista liberal. El cortocircuito interno de la democracia en occidente define así un colapso moral y material. Primero moral: éste ha podido ser silenciado, ensordecido, ahogado…, durante décadas, aplazando el fatal e inevitable ajuste de cuentas con la verdad a base de coacción, chantaje o soborno de los referentes ejemplarizantes y arquetípicos de la sociedad: intelectuales, periodistas, altos funcionarios y políticos. Pero también un colapso material, porque la mentira, la subordinación de los imperativos de objetividad a los intereses oligárquicos de la acumulación del capital y perpetuación del poder, tenía que generar, tarde o temprano, una cadena de ineficiencias con un efecto agregado y exponencial irreversible.La denominada «crisis económica», el crack de 2008, en que corrupción e inepcia van juntas, es la resultante residual -los lodos- de aquellos polvos que se intentó enterrar bajo la alfombra de la historia para ganar tiempo, acusando a los «fascistas» de todos los «males» del universo. Cosas tan volátiles como la «desgracia» de que «no seamos felices» porque la conciencia anticipada de la muerte «empapa» y «amarga» todos y cada uno de los momentos de la «vida humana» (Herbert Marcuse) han sido políticamente planteados como problemática por la filosofía del sistema.
La Marca Hispánica, 22 de diciembre de 2012