Héroes acosados y perseguidos!

By Yrania

Es notorio que desde la Segunda Guerra Mundial los héroes auténticos son

desacreditados y los “anti-héroes” son exaltados en las creaciones literarias,

en los medios de difusión de propaganda, etc.

Un ejemplo reciente es la campaña de odio contra  algunos destacados

militares de la nación serbia,  cuyo gobierno se ha visto obligado a detener a a

uno de sus hijos heróicos como precio para que Serbia pueda un dia ingresar en

la  Unión Europea… La prensa incluso aplica el calificativo de “criminal de

guerra”, sin previo juicio y por supuesto, sólo a la parte perdedora en la guerra

civil de la Ex-Yugoslavia…

Por estas consideraciones me parece muy interesante copiar quí un comentario

publicado en www.layijadeneurabia.com por Arjún:

 

 

Las agencias de prensa han anunciado hace pocas horas la detención por las autoridades serbias del general Ratko Mladic, héroe de las guerras de la antigua Yugoslavia en los años 90 del siglo pasado.

¡Honor y gloria al defensor del noble pueblo serbio contra la barbarie islámica y el terrorismo separatista de los bosnios musulmanes! Europa pagará cara su traición al pueblo serbio, la pagará con sangre y con el dolor de sus hijos, con la destrucción de sus sociedades y con el sometimiento a la brutalidad y al salvajismo musulmanes. Europa ya está pagando por sus errores, sus crímenes y sus traiciones. La sangre derramada de los serbios, la persecución de los patriotas eslavos, la agresión criminal de las crápulas occidentales aliadas a la peor escoria humana de los Balcanes, el martirio de la mejor humanidad europea en el altar de la perversión y la maldad de los monstruos que nos dominan y esclavizan, clama justicia y venganza . La degradación que corrompe las sociedades europeas, la pudrición creciente, el oscurantismo invasor que nos anega, la conquista sin freno de un continente culpable y cobarde por la lepra islámica es el castigo a tanta vileza y miseria moral, al desierto espiritual, al yermo pestilente en que se ha convertido Europa.

Ratko Mladic, prototipo de una raza de hombres en fase de exterminación, nobleza y heroismo a la imagen de las mejores cualidades de los verdaderos seres humanos en lucha perpetua contra la infrahumanidad destructora de la obra de Dios. Nos esperan días oscuros ante la oleada de aguas putrefactas que inundan Europa.

La detención de Ratko Mladic es una mala noticia de la que debemos lamentarnos, y muy sentidamente. Y debemos lamentarlo aunque sólo fuera por puro egoísmo e interés, aunque sean muy otros los sentimientos que nos deben movilizar en este caso. A 20 años del inicio de las guerras de la ex-Yugoslavia todavía no hemos entendido nada por estos pagos. Y así nos va. El pueblo serbio, tan miserablemente vilipendiado por una Europa tan renegada de sí misma, es sin duda el último pueblo viril de este continente de maricones arrastrados lameculos del islam. Pero la repugnante traición europea al digno y heroíco pueblo serbio la vamos a pagar muy cara, la estamos pagando ya a alto precio. Y a nosotros nos va a ir peor que a los valientes serbios frente a sus enemigos, que son los nuestros, porque al patético rebaño occidental, entre el cual se encuentran los españoles, le falta el coraje y la determinación que mostraron los serbios en el momento decisivo de la lucha. Salgo a la calle y no veo por ninguna parte los cojones que vamos a necesitar tener para resistir el asalto mahometano, más bien un triste rebaño sin sangre en las venas, apocado y de aspecto afeminado y tembloroso. Porque nadie lo dude, estamos en la cuenta atrás y estas feroces alimañas musulmanas nos van a saltar al cuello en el momento, ya no muy lejano, en que consideren que la resistencia que podamos ofrecerles ya no sea determinante para impedir su victoria. Hemos escupido sobre los serbios cuando tuvimos que acudir en su ayuda, les hemos tirado piedras cuando estaban siendo degollados. Al odio de sus enemigos seculares hemos añadido la difamación y la mentira. Tendremos nuestro castigo por tan asquerosa traición. Pagaremos con nuestra desgracia nuestros errores y el habernos equivocado de bando. Slobodan Milosevic, Radovan Karadzic y Ratko Mladic son héroes, héroes de un pueblo heroíco. Un mundo de castrados es incapaz de entender la virilidad, los cobardes ridiculizan el valor, los indecentes son enemigos de la decencia. Esos malnacidos que están de fiesta por la detención de Mladic, como ayer se alegraron de la muerte de Milosevic en una celda y posteriormente de la detención de Karadjic, deben saber que su hora está cerca. Pronto se ahogarán en su propia sangre y su propia mierda. Y yo iré a escupir sobre sus tumbas.

Y ahora tal vez venga alguien a decir que he hablado con odio. Afirmativo.

ARJUN, Viernes, 27 mayo, 2011

Otros comentaristas han escrito lo siguiente:

lo que pasó en jugoslavia en los años 90, es lo que pasará en europa en los años 20 del siglo xxi; donde entran los musulmanes se corrompe todo; muerte a los islámicos, y viva la tradicion cristiana.

 

en el reino de Cristo hallarán su recompensa, los santos y los martires serbios y de toda la cristiandad;  le daran el premio que los traidores le han negado.

“(…). esto de los 7000 u 8000 musulmanes ejecutados es pura propaganda de guerra. Es una noticia falsa.”

Share this: 28 mayo 2011

creemos en nuestro pueblo…

sábado, mayo 28, 2011

Creemos, cristianos, en nuestro pueblo, no en vuestro judío Jesús

Lo que hay de criminal en el ser cristiano crece en la medida en que uno se aproxima a la ciencia. El criminal de los criminales es, por consiguiente, el filósofo (Friedrich Nietzsche, El Anticristo).

¿A alguien se le ha ocurrido reflexionar por un momento sobre la extrema cretinez de ladoctrina cristiana? ¿Se puede ser filósofo y cristiano al mismo tiempo? ¿Cómo serlo, pregunta Nietzsche, sin traicionar los más básicos principios de la honestidad intelectual? ¿Es lícito creer en un judío de Palestina que afirmó modestamente ser elhijo de dios, que supuestamente «resucitó» (según sus mendaces discípulos) y se elevó a los cielos al tercer día de su crucifixión (a manos del Imperium Romanum,loado sea éste)? ¿Creer en un mentiroso que nos prometiera, como vulgar charlatán de feria, la vida eterna si «aceptábamos» su divinidad y nos sometíamos con humildad a la mitología utópico-profética del judaísmo…; si, literalmente, nos convertíamos en niños, humillando nuestra inteligencia ante el delirio megalomaníaco de un presunto mesías, de un enfermo mental, uno de los muchos que pululaban a la sazón por la tierra de Canaán? ¿Seremos «salvados» si le entregamos en bandeja al sectario nuestra racionalidad y libertad griegas? ¿No farfulla así un estafador, un vendedor de «pócimas milagrosas» para analfabetos que sufren?
El Catecismo de la Iglesia Católica, documento que refleja la doctrina oficial de esta ignominiosa institución, se expresa con claridad respecto del dogma:

Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel, en Belén en el tiempo del rey Herodes el Grande y del emperador César Augusto; de oficio carpintero, muerto crucificado en Jersualén, bajo el procurador Poncio Pilato, durante el reinado del emperador Tiberio, es el Hijo eterno de Dios hecho hombre, que «ha salido de Dios» (Jn 13, 3), «bajó del cielo» (Jn 3, 13; 6, 33), «ha venido en carne» (1 Jn 4, 2), porque «la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como hijo único, lleno de gracia y verdad… Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia» (Jn 1, 14.16) (Catecismo de la Iglesia Católica, Madrid, 1992, 2ª Edición, p. 99, parágrafo 423).
Bandera de guerra de Prusia
Las «pruebas» de esta afirmación son losmilagros de Jesús, consignados en las Sagradas Escrituras:

El motivo de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos «a causa de la autoridad de Dios mismo que revela y no puede engañarse ni engañarnos». «Sin embargo, para que el homenaje de nuestra fe conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación» (ibíd., DS 3009). Los milagros de Cristo y de los santos (cf Mc 16, 20; Hch 2, 4), las profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y estabilidad «son signos ciertos de la revelación, adaptados a la inteligencia de todos», «motivos de credibilidad que muestran que el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu» (CC. Vaticano I: DS 3008-3010) (Catecismo, op, cit., p. 44, par. 156).
¿Cómo sabemos que esos «milagros» no son puras invenciones? Pues porque las Sagradas Escriturashan sido inspiradas por Dios. ¿Y quién dice eso? La Iglesia. ¿Y cómo sabemos que la Iglesia no miente? Porque ha sido instituida por Jesús, que es el hijo de Dios. Pero ¿quién dice que lo sea? Pues las Sagradas Escrituras… A es cierto porque lo dice B, B es cierto porque lo dice C y C es cierto… porque lo dice A. En suma, un circulus in probando, una petitio principii de todo punto descarada que sólo puede convencer a un iletrado, a un cretino o a un cobarde que quiere «salvarse» y sacrifica su intelecto a cambio de un ansiolítico. Los drogadictos son espiritualmente más decentes que los creyentes cristianos, al menos no prostituyen la ciencia, la cultura, la filosofía y la razón a sus inmundas necesidades psicológicas de reaseguramiento. Veamos, en efecto, hasta qué punto de abyección es capaz de llegar el discurso catequético:
La fe es cierta, más cierta que todo conocimiento humano, porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentir. Ciertamente las verdades reveladas pueden parecer oscuras a la razón y a la experiencia humanas, pero «la certeza que da  la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural» (S. Tomás de A., s. th. 2-2, 171, 5, obj. 3), «Diez mil dificultades no hacen una sola duda» (J. H. Newman, apol.) (Catecismo, op. cit., p. 44, par. 157).

¿Pero qué certeza tenemos de que la fe se funda en la «Palabra misma de Dios»? Pues la que se deriva del hecho de que lo dice la Iglesia. O sea, brevemente, que una simple afirmaciónde parte, y además indemostrable, es «más cierta que todo conocimiento humano«… !Menudaindecencia! !Qué forma de razonar ésta, propia de un loco o de un canalla! !Y circulan por ahí los llamados filósofos católicos, quienes, o bien son dementes reconocidos ellos mismos («elogio de la locura», Erasmo dixit), o bien sinvergüenzas tout court! Y hay que someterse a ellos, siendo así que el razonamiento autónomo, libre, queda descartado desde el principio; porque si no «tragas», sólo se te ofrece, como alternativa, la hoguera, física o moral.
Ser cristiano significa así mentir conscientemente por miedo a la verdad. No busquemos razones más recónditas donde no las hay. Esta impostura es la «fe». Nada más.
Bandera nacional prusiana

El Pueblo de Dios contra las naciones ontológicas

El cristianismo no representa sólo una «creencia personal», sino que con su concepto de «pueblo de Dios» prepara el terreno a la contemporánea destrucción económica de las naciones.  La fe cristiana, la idea de inmortalidad del yo y de «igualdad de todas las almas», funda el concepto de un individuo abstracto cuyo sustrato jurídico posibilitará  la planetarización de las relaciones financieras capitalistas. Éstas sustituyen el vínculo comunitario por otro que, en realidad, ha usurpado con el interés del «negocio» el espacio de lo sagrado. A las relaciones de vinculación nacional, que son fácticas, no establecidas voluntariamente, radicales e irreductibles, superpone, en efecto, el cristianismo, otro vínculo presuntamente superior, el de dios, que planea sobre los pueblos y funda una presunta «comunidad divina» que subyuga la comunidad nacional originaria. Pero dicha comunidad divina o comunión no es tal: el creyente se integra en dicha organización mediante un «contrato» típicamente capitalista que, a cambio de la salvación, entrega la libertad, léase: el sometimiento a la institución. El corazón mismo de lo sagrado, que en las religiones nacionales entraña una incondicionalidad análoga a la del vínculo comunitario mismo (que no puede ser negociado, pues no cabe elegir ser españoles o alemanes, por ejemplo, de la misma manera que no podemos elegir a nuestros padres) queda así colonizado por aquéllo que en las sociedades capitalistas caracteriza la relación interhumana hegemónica: el socio, el contrato, la asociación: «si los muertos no resucitan, comamos y bebamos que mañana moriremos» (1ª Cor, 15,32). En una palabra: «me someto si me salvas». Camuflada bajo una relación paternal y por lo tanto comunitaria (Dios-padre), el nacionalismo judío nos incita a abandonar nuestra matriz comunitaria e integrarnos en esta otra postiza, arrancada de todo enraizamiento, mientras, por su parte, se guarda bien de conservar el propio. La Iglesia se apresura a intoxicar desde la más tierna infancia a sus futuros conversos para que el vínculo eclesiástico, que debería ser opcional, adquiera la apariencia orgánica, primaria, ontológica, que no tiene ni por definición puede tener jamás:

El Pueblo de Dios tiene características que le distinguen claramente de todos los grupos religiosos, étnicos, políticos o culturales de la historia: -es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero El ha adquirido para sí un pueblo de aquellos que antes no eran un pueblo: «una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa» (1 P 2, 9). -Se llega a ser miembro de ese cuerpo no por nacimiento físico, sino por el «nacimiento de arriba», «del agua y del Espíritu» (Jn 3, 3-5), es decir, por la fe en Cristo y el Bautismo. -Este pueblo tiene por jefe(cabeza) a Jesús Cristo (Ungido, Mesías): porque la misma Unción, el Espíritu Santo fluye desde la Cabeza al Cuerpo, es «el Pueblo mesiánico». -«La identidad de este Pueblo, es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo». -Suley, es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo nos amó (cf Jn 13, 34)». Esta es la ley «nueva» del Espíritu Santo (Rm 8, 2; Ga 5, 25). -Su misíón es la de ser  la sal de la tierra y la luz del mundo (cf Mt 5, 13-16). «Es un germen muy seguro de unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano». -Su destino es el Reino de Dios, que él mismo comenzó en este mundo, que ha de ser extendido hasta que él mismo lo lleve también a su perfección (LG 9)(Catecismo, op. cit., pp. 186-187, par. 782).
¿Nacimiento «de arriba»? El conflicto entre la nación ontológica (aquello que somos) y la nación mesiánica de adopción (aquello a lo que nos hemos unido en interés de nuestra «salvación»), sólo puede resolverse de una manera en el alma del creyente, cuyo «ego» se ha transmutado en algo mucho más importante que la comunidad de donde surgió inicialmente su vida. Arrancados los gentiles de sus naciones naturales, puede así la extrema derecha judía convertir estas relaciones de auto-interpretación, puramente subjetivas primero, y después devenidas relaciones jurídicas objetivadas gracias al imperio de la iglesia, en terreno abonado para la expansión del capitalismo: éste crece entre «almas» que calculan «intereses». El propio Marx identificará el fenómeno:

El judaísmo alcanza su plenitud con la sociedad burguesa, pero la sociedad burguesa sólo llega a su plenitud en el mundo cristiano. Sólo bajo el dominio del cristianismo, que convierte en relaciones puramente externas al hombre todas las relaciones nacionales, naturales, morales y teóricas, podía la sociedad burguesa separarse totalmente de la vida del Estado, desgarrar todos los vínculos genéricos del hombre, suplantar esos vínculos genéricos por el egoísmo, por la necesidad egoísta, disolver el mundo de los hombres en el mundo de los individuos atomizados que se enfrentan los unos contra los otros hostilmente. El cristianismo ha surgido del judaísmo. Y ha vuelto a disolverse en él. El cristiano era desde el principio el judío teorizante; el judío es por ello el cristiano práctico y el cristiano práctico se ha vuelto de nuevo judío (Marx, K., La cuestión judía).

Marx no se engaña sobre la naturaleza del judaísmo:
No busquemos el misterio del judío en su religión, sino busquemos el misterio de la religión en el judío real. ¿Cuál es el fundamento secular del judaísmo? La necesidad práctica, el interésegoísta. ¿Cuál es el culto secular practicado por el judío? La usura. ¿Cuál su dios secular? Eldinero. Pues bien, la emancipación de la usura y del dinero, es decir, del judaísmo práctico, real, sería la autoemancipación de nuestra época. Una organización de la sociedad que acabase con las premisas de la usura y, por tanto, con la posibilidad de ésta, haría imposible el judío. Su conciencia religiosa se despejaría como un vapor turbio que flotara en la atmósfera real de la sociedad. Y, de otra parte, cuando el judío reconoce como nula esta su esencia práctica y labora por su anulación, labora, al amparo de su desarrollo anterior, por laemancipación humana pura y simple y se manifiesta en contra de la expresión práctica supremade la autoenajenación humana. Nosotros reconocemos, pues, en el judaísmo un elementoantisocial presente de carácter general, que el desarrollo histórico en el que los judíos colaboran celosamente en este aspecto malo se ha encargado de exaltar hasta su apogeo actual, llegado el cual tiene que llegar a disolverse necesariamente. La emancipación de los judíos es, en última instancia, la emancipación de la humanidad del judaísmo.
Nietzsche y Marx difieren poco aquí:
Con ese mismo fenómeno volvemos a encontrarnos una vez más, en proporciones indeciblemente agrandadas, pero sólo como copia: -en comparación con el ‘pueblo de los santos’, la Iglesia cristiana carece de toda pretensión de originalidad. Los judíos son, justo por eso, el pueblo más fatídico de la historia universal: en su efecto posterior han falseado de tal modo la humanidad, que hoy incluso el cristiano puede tener sentimientos antijudíos, sin concebirse a sí mismo como la última consecuencia judía  (Nietzsche, El Anticristo, & 24).
Jesucristo representa al «padre de la mentira», YHWH: la promesa mendaz de un más allá, de una vida inmortal, de una felicidad sin sombras (Jesucristo, el «vencedor de la muerte»), es decir, del mayor instrumento de manipulación y opresión de masas (borregos, ovejas: «el señor es mi pastor») que jamás haya existido; algo sólo comparable a las versiones laicas, secularizadas, del vicio original: al genocida «paraíso terrestre» que en el siglo pasado legitimaran las tiranías judeocomunistas -la moscovita y su larga lista de descendientes (China, Corea, Camboya…). Toda esta tropa repleta de odio impotente ante el IMPERIUM ROMANUM, ante el concepto mismo de autoridad y verdad, viene de él, de Jesús. Los típicos elementos nacionalistas judíos resentidos no sólo se detectan en el bolchevismo (como denuncia, ciega e hipócrita, la «patriótica» derecha cristiana burguesa), sino en el corazón mismo de la doctrina católica. Para refutar el comunismo como «judío» nos muestran así los ultras la larga lista de hebreos que formaban parte de la jerarquía del gulag, pero olvidan la larga lista de judíos que nutrieron, sin excepción, las fuentes mismas del cristianismo: Jesús de Nazaret, Pablo de Tarso, Pedro, el primer papa… Los apóstoles, doce, uno por cada tribu israelita. Si la abultada presencia de hebreos refuta el bolchevismo, ¿por qué no el cristianismo? Mas la Iglesia Católica confiesa sin rubor lo que sólo la derecha «nacional» niega de pura vergüenza:
Persona de una determinada etnia

Israel es el pueblo sacerdotal de Dios (cf Ex 19, 6), el que «lleva el nombre del señor» (Dt 28, 10). Es el pueblo de aquéllos «a quienes Dios habló primero» (MR, Viernes Santo 13: oración universal VI), el pueblo de los «hermanos mayores» en la fe de Abraham (Catecismo, op. cit, p. 27, par. 63).
El dios cristiano y el dios hebreo son el mismo dios. Las polémicas entre cristianos y judíos responden a una cuestión de posesión de ese dios en tanto que fuente de legitimación del poder, cuyo origen incontestablemente hebreo sólo los ultras cuestionan pretendiendo (sumando, en fin, a una locura, otra) que Jesús era «galileo», o sea, «gálata», o sea «galo», o sea, «celta», o sea, «ario»… Judío es empero su dios, cuya raza no nos preocupa, siendo así que nos inquietan los «valores» de esa «fe» suya abominable, negación radical de la naturaleza, de la verdad y de la vida; una vida que es sagrada, aunque finita, hecho que sacraliza la finitud misma:
Al revelar su nombre misterioso de YHWH, «Yo soy el que es» o «Yo soy el que soy» o también «Yo soy el que yo soy», Dios dice quién es y con qué nombre se le debe llamar. Este Nombre Divino es misterioso como Dios es Misterio. Es a la vez Nombre revelado y como la resistencia a tomar nombre propio, y por esto mismo expresa mejor a Dios como lo que El es, infinitamente por encima de todo lo que podemos comprender o decir: es el «Dios escondido» (Is 45, 15), su nombre es inefable (cf Jc 13, 18), y es el Dios que se acerca a los hombres (op. cit., p. 55, par. 206).

Ese dios no es a la postre más que un gran vacío matemático, la cadena numérica del capital, esperanza del inversor-usurero en el incremento del tiempo (la vida), pero de un tiempo-vida que ha sido arrancado de cuajo de su fuente ontológica, condensado, objetivado, devenido abstracto, desarraigado de su inmediatez fenoménica. El dinero, secreto de la teología monoteísta, no es así más que vida robada, usurpada y transformada en otra cosa en el proceso de despojo y acumulación, es decir, de constitución del fetiche. El dios cristiano no es, en suma, más que la suma de la sangre de los propios creyentes, alienados en el acto de constituirse, como vampiros, en depositarios de una «vida eterna» puramente espectral.
Creemos, más bien, nosotros, en cambio, en nuestro pueblo, en nuestra IDENTIDAD HISTÓRICA DESTINAL, radicalmente (ontológicamente) opuesta al fraude mundialista. ¿Estaremos «locos» por ello? No. Dementes son quienes pretenden imponernos el EXTRAVÍO CRISTIANO, el transtorno mental teológico-monoteísta, la TRAMPA hebrea que esconde el nacionalismo jerosolitano tras la máscara de lo «universal». Cebo para tontos, para ignorantes, para cobardes, quienes, a cambio de aire (=»el reino de Dios»), se han traicionado a sí mismos y a los suyos en provecho del enemigo planetario (=extrema derecha judía). Ésta se arma y aniquila a sus adversarios mientras a los gentiles pídeles que pongan la otra mejilla; que renuncien a su patria en nombre del «amor» (al fondo oyénse afilar los cuchillos para el anatema), es decir, de su propio interés soteriológico egoísta contrapuesto a la comunidad. ¿Existe algo tan obvio como la utilidad del cristianismo para un nacionalismo radical, racista, supremacista e imperialista que aspira a dominar el mundo? ¿Existe un camino más rápido para poner de rodillas a todas las naciones que hacerles sentir vergüenza de su orgullo, de su tradición, de su derecho a defenderse, a perpetuarse, a crecer, a desarrollarse, aser, reservando ese derecho sólo para el «pueblo sacerdotal» y la «nación mesiánica»?
No hay derecha patriótica cristiana. Se ama a la patria o al dios judío. Hay que elegir. No nos engañemos ya más: toda derecha es hoy burguesa, cristiana y capitalista; por ende, siempre, necesariamente, antipatriótica por esencia. El dios judío es sólo la expresión simbólica suprema del capital, del valor de cambio… Y allí donde el cristianismo «incube sus huevos de basilisco», las larvas del «Pueblo de Dios», llámese izquierda o derecha, allí crecerá tarde o temprano el enemigo, quien nos apuñalará por la espalda, aunque nos prometa el paraíso a título individual (esa su gran arma: la oferta fraudulenta cuyo fin es separarnos de la comunidad).

El drama de nuestra desaparición
como pueblo empezó hace veinte siglos
Por mi parte, no pienso someterme a la «comunión» eclesiástica, evangélica o católica (katholon=universal), el cáncer ideológico que transmite el virus del engaño religioso hebraico. Prefiero morir como «fascista», ateo, filósofo «pagano» y orgulloso de mi nación, que vivir (incluso «eternamente») en calidad de verdugo espiritual de aquellos que me otorgaran el ser y a los que me debo por encima de todas las cosas.
En honor de la auténtica universalidad -de la que Heidegger diera la señal sagrada: la cuestión del Ser-; en defensa de los pueblos como tales, sin excepción; por mor de las naciones enfrentadas al mundialismo; en nombre de una verdadera fidelidad a lo sagrado, la que merecen aquellos que han sido condenados a la extinción por el déspota de las dunas Yahvé; y contra esa plaga que se extiende como la peste bajo el estandarte de la Coca-Cola («el desierto crece», Nietzsche dixit): maldigo aquí al cristianismo.
A todos los pueblos del mundo recordémosles así la advertencia de Nietzsche. Alcémonos frente a la opresión del adversario hereditario de las naciones, a saber, el «pueblo de Dios».  Por la libertad, la justicia y la verdad:  cristianismo, caballo de Troya del ultranacionalismo hebreo.
28 de mayo de 2011
Addenda.  Hay cristianos que lo tienen claro; es de agradecer, ante todo, su sinceridad. Veámoslo: “¿Qué es lo que realmente dice la Biblia sobre los judíos? Que el pueblo judío es «la niña del ojo de Jehová, porque el que os toca, toca a la niña de su ojo» (Zac 2:8).  Que el pueblo judío es aún amado por Dios: «Digo, pues: ¿ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera, porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamin» (Rom 11:1-23, 26, 30, 31). De todos los pueblos de la tierra, Dios escogió a los judíos como su «herencia personal»: «Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que Él escogió” (Sal 33-.12; 78:71). El pueblo judío es el «pueblo escogido» por Dios: «Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra» (Dt 7:6). Todos los que ataquen y persigan a los judíos, quedarán bajo el juicio de Dios: «Bendeciré a los que te bendijeron y a los que te maldijeron maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gen 12:3). El Pacto de Dios con el pueblo judío es eterno e incondicional (Sal 89:30,37).  Los cristianos deben orar por «la paz de Jerusalén»: «Pedid por la paz de Jerusalén, sean prosperados los que te aman» (Sal 122:6). Todo Israel será salvo: y luego (cuando acabe la plenitud de los gentiles) “todo Israel será salvo» (Rom 11:25-26). Todas las naciones de la tierra adorarán al Mesías en la ciudad de Jerusalén (Zac 8:2-3; 14:6)”.
!Grandiosa liberación nos prometen estas palabras cristianas que ponen fin al engaño! No hay frente patriótico de izquierda nacional sin ruptura radical con el cristianismo. Nosotros no somos ni queremos ser, en nada, judaicos. Por lo tanto, no podemos aceptar que un judío, en tanto que encarnación de un determinado sistema de valores (no en tanto que persona de una determinada etnia), sea el hijo de Dios. Nuestro dios, la Verdad, radica en nuestro pueblo, no en el suyo, que desde el principio se ha erigido en bastión de la mentira. En próximas entradas aclararemos la cuestión de la universalidad de la verdad, aparentemente incompatible con la pluralidad de las culturas y las naciones («relativismo»). Anticipamos que la respuesta a esta pregunta no se encuentra en Nietzsche, sino en Heidegger, y constituye el meollo del problema de la racionalidad en tanto que opuesta a la mera mundialización basada en el interés genérico abstracto del capital (Yahvé).
Publicado por ENSPO en 9:34 a.m. 

11 comentarios:

NOSFERATU dijo…

Como siempre, una entrega excelente, lo mas importante para mi persona es lo 100% verdadero de lo aquí vertido, el judeo-cristianismo ha resultado mas un atrazo que un adelanto en todo los sentidos desde los metafisico hasta lo tecnologico, cuantos de nosotros deveriamos estar constante mente haciendonos la pregunta si es logico ser vasallos de las teocracias o ser leales de nuestra propia conciencia.
Enhorabuena por esta actitud divulgativa, y no me resta mas que alentarle en su obra. un afectuoso saludo.
1:56 p.m.

Jaume Farrerons dijo…

Gracias, Nosferatu, por tu apoyo. Esperemos que este y otros escritos desde miles de blog en todo el mundo nos permitan construir un muro de resistencia frente a la opresión oligárquica que se avecina.
!Salud y suerte!
2:29 p.m.

Rodolfo Plata dijo…

BREVE CRÍTICA AL PROFETISMO JUDÍO DEL ANTIGUO TESTAMENTO: La relación entre la fe y la razón expuesta parabolicamente por Cristo al ciego de nacimiento (Juan IX, 39), nos enseña la necesidad del raciocinio para hacer juicio justo de nuestras creencias, a fin de disolver las falsas certezas de la fe que nos hacen ciegos a la verdad mediante el discernimiento de los textos bíblicos. Lo cual nos exige criticar el profetismo judío o revelación para indagar “si es verdad o es mentira” que los textos bíblicos son palabra de Dios. Enmarcado la crítica en el fenómeno espiritual de la trasformación humana y, las ciencias y técnicas que nos ayudan a desarrollarnos espiritualmente. Abordados por la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, conceptualizadas por los filósofos griegos y los místicos hindúes. Sabiduría védica instruida por Buda e ilustrada por Cristo, la cual concuerda con los planteamientos de la filosofía clásica y moderna, y las respuestas que la ciencia ha dado a los planteamientos trascendentales: (psicología, psicoterapia, logoterápia, desarrollo humano, etc.). Utilizando los principios universales del saber filosófico y espiritual como tabla rasa, a fin de deslindar y hacer objetivo lo “que es” o “no es” del mundo del espíritu. Método o criterio que nos ayuda a discernir objetivamente __la verdad o el error en los textos bíblicos analizando los diferentes aspectos y características que integran la triada preteológica: (la fenomenología, la explicación y la aplicación, del encuentro cercano escritos en los textos bíblicos). Vg: la conducta de los profetas mayores (Abraham y Moisés), no es la conducta de los místicos; la directriz del pensamiento de Abraham, es el deseo intenso de llegar a tener una descendencia numerosísima y llegar a ser un país rico como el de Ur, deseo intenso y obsesivo que es opuesto al despego de las cosas materiales que orienta a los místicos; es por ello, que la respuestas del dios de Abraham son alucinaciones contestatarias de los deseos del patriarca, y no tienen nada que ver con el mundo del espíritu. La directriz del pensamiento de Moisés, es la existencia de Israel entre la naciones a fin de llegar a ser la principal de todas, que es opuesta a la directriz de vida eterna o existencia después de la vida que orienta el pensamiento místico (Vg: la moradas celestiales, la salvación o perdición eterna a causa del bien o mal de nuestras obras en el juicio final de nuestra vida terrenal, abordadas por Cristo); el encuentro cercano descrito por Moisés en la zarza ardiente describe el fuego fatuo; el pie del rayo que pasa por el altar erigido por Moisés en el Monte Horeb, describe un fenómeno meteorológico; el pacto del Sinaí o mito fundacional de Israel como nación entre las naciones por voluntad divina a fin de santificar sus ancestros, su pueblo, su territorio, Jerusalén, el templo y la Torah; descripciones que no corresponden al encuentro cercano expresado por Cristo al experimentar la común unión: “El Padre y Yo, somos una misma cosa”, la cual coincide con la descrita por los místicos iluminados. Las leyes de la guerra dictadas por Moisés en el Deuteronomio causales del despojo, exterminio y sometimiento de las doce tribus cananeas y del actual genocidio del pueblo palestino, hacen evidente la ideología racista, criminal y genocida serial que sigue el pueblo judío desde tiempos bíblicos hasta hoy en día, conducta opuesta a la doctrina de la no violencia enseñada por Cristo __ Discernimiento que nos aporta las suficientes pruebas objetivas de juicio que nos dan la certeza que el profetismo judío o revelación bíblica, es un semillero del mal OPUESTO A LAS ENSEÑANZAS DE CRISTO, ya que en lugar de sanar y prevenir las enfermedades del alma para desarrollarnos espiritualmente, enerva a sus seguidores provocándoles: alucinaciones, estulticia, delirios, histeria y paranoia; propiciando la bibliolatría, el fanatismo, la intolerancia, el puritanismo hipócrita, el sectarismo, e impidiendo su desarrollo espiritual.
4:16 a.m.

Rodolfo Plata dijo…

DEFENDAMOS LAS RAICES CRISTIANAS DE EUROPA LAICA: El reto actual, es formular un cristianismo laico que se pueda vivir y practicar, no en y desde lo religioso y lo sagrado, sino en y desde el humanismo, la pluralidad y el sincretismo, a fin de afrontar con éxito los retos de la modernidad. La Epístola apócrifa de los Hechos de Felipe, expone al cristianismo como continuación de la educación en los valores de la paideia griega (cultivo de sí). Que tenía como propósito educar a la juventud en la “virtud” (desarrollo de la espiritualidad mediante la práctica continua de ejercicios espirituales, a efecto de prevenir y curar las enfermedades del alma, para alcanzar la trascendencia humana) y la “sabiduría” (cuidado de la verdad, mediante el estudio de la filosofía, la física y la política, a efecto de alcanzar la sociedad perfecta). El educador utilizando el discurso filosófico, más que informar trataba de inducir transformaciones buenas y convenientes para si mismo y la sociedad, motivando a los jóvenes a practicar las virtudes opuestas a los defectos encontrados en el fondo del alma, a efecto de adquirir el perfil de humanidad perfecta (cero defectos) __La vida, ejemplo y enseñanzas de Cristo, ilustra lo que es la trascendencia humana y como alcanzarla. Y por su autentico valor propedéutico, el apóstol Felipe introdujo en los ejercicios espirituales la paideia de Cristo (posteriormente enriquecida por San Basilio, San Gregorio, San Agustín y San Clemente de Alejandría, con el pensamiento de los filósofos greco romanos: Aristóteles, Cicerón, Diógenes, Isócrates, Platón, Séneca, Sócrates, Marco Aurelio,,,), a fin de alcanzar los fines últimos de la paideia griega siguiendo a Cristo. Meta que no se ha logrado debido a que la letrina moral del Antiguo Testamento, al apartar la fe de la razón, castra mentalmente a sus seguidores extraviándolos hacia la ecumene abrahámica que conduce al precipicio de la perdición eterna (muerte espiritual)__ Es tiempo de rectificar retomando la paideia griega de Cristo (helenismo cristiano), separando de nuestra fe el Antiguo Testamento y su religión basura que han impedido a los pueblos cristianos alcanzar la supra humanidad. Pierre Hadot: Ejercicios Espirituales y Filosofía Antigua. Editorial Siruela. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD
4:17 a.m.

Jaume Farrerons dijo…

Antes de responder a Rodolfo Plata, cuyas aportaciones me parecen muy interesantes (otra cosa será que las comparta), convendría éste que aclarara su postura respecto de la tesis de Nietzsche: el cristianismo fue la jugada maestra del ultranacionalismo judío, racista y supremacista, para desarmar a los pueblos «gentiles» con doctrinas de paz y el amor, preparando así el terreno a la dominación mundial del pueblo «elegido» profetizada por la demencial tradición judaica.
6:14 a.m.

Anónimo dijo…

En realidad el pueblo judío se vio terriblemente afectado por el cristianismo. Decir que es un invento judío implica no haber leído a ningún erudito en el tema. Que ignorancia.
9:51 p.m.

Anónimo dijo…

Jesús de Nazaret era judío.
Saulo de Tarso era judío.
Los apóstoles eran judíos.
Las primeras comunidades cristianas estaban formadas exclusivamente por judíos hasta que Saulo «universalizó» la buena nueva.
¿Quién es el ignorante?
1:18 a.m.

Rodolfo Plata dijo…

La importancia de la crítica a la cristología de san Pablo, radica en que nos aporta los elementos de juicio necesarios para visualizar __la omisión capital que cometió Pablo en sus epístolas al mutilar la naturaleza humana de Cristo. Desechando la prueba viviente en Cristo hombre de que es posible alcanzar la trascendencia humana practicando las virtudes opuestas a nuestros defectos hasta adquirir el perfil de humanidad perfecta, patente en Cristo (cero defectos). Doctrina sustentada por filósofos y místicos __y de la urgente necesidad de formular un cristianismo laico enmarcado en la doctrina y la teoría de la trascendencia humana, a fin de afrontar con éxito los retos y amenazas del Islam, el judaísmo, las corrientes de la nueva Era y la modernidad. http://es.scribd.com/doc/73578720/CRITICA-A-LA-CRISTOLOGIA-DE-SAN-PABLO
4:39 a.m.

Rodolfo Plata dijo…

SAULO FUE UN SICARIO RADICAL DEL SANEDRIN DEDICADO A PERSEGUIR Y ASESINAR A LOS JUDÍOS SEGUIDORES DE CRISTO; PORQUE CRISTO SIENDO DE MADRE JUDÍA Y NACIDO EN ISRAEL, ERA DEL PUEBLO JUDÍO, PERO SEÑALÓ COMO REOS DE PENA ETERNA A LOS SEGUIDORES DE LA DOCTRINA (RELIGIÓN RACISTA INVENTADA POR LOS REDACTORES BÍBLICOS), Y LA CONDUCTA RAPAZ CRIMINAL Y GENOCIDA SERIAL DEL PUEBLO JUDÍO, EN SU DIATRIBA -VS- LA SANTIDAD HIPÓCRITA DE LOS SACERDOTES Y ESCRIBAS DE LA SINAGOGA, POR ELLO LO ASESINARÓN.
4:57 a.m.

Anónimo dijo…

Sí, pero Saulo es precisamente el creador del cristianismo como religión, como institución, no Jesús, del que sólo sabemos algo a través de la visión mediatizada de otros y décadas después de su muerte. Usted es cristiano pero reniega de San Pablo, fundador de la iglesia.
1:36 p.m.

Rodolfo Plata dijo…

Anonimo: El cristianismo de Jesus fue un movimiento laico, asi debio de seguir. Saludos
2:24 p.m.
http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2011/05/creemos-cristianos-en-nuestro-pueblo-no.html

“nuestros crímenes”…nunca pueden ser crímenes

Someramente, este titular de arriba pretende argumentar que en el caso de guerra total, guerra de civilizciones y en los conflictos entre naciones que luchan por su supervivencia, lo que la propaganda de los vencedores llama “crímenes” son siempre los del enemigo vencido…nunca los cometodos por los vencedores. Inversamente, los herederos políticos, culturales, biológicos o religiosos de las naciones derrotadas y semidestruidas no puden considerar crimen los actos de guerra o la política tendente a la defensa propia y a su lucha por sobrevivir.

En relación con esta “filosofía moral” me parece interesante reproducir,( con algunas “correcciones” marcadas con subrayados ó entre cochetes, es decir, entre [-…])  ,  casi íntegramente, dos artículos publicados en su blog por Jaume Farrerons:

lunes, abril 04, 2011

http://nacional-revolucionario.blogspot.com/2011/05/anotaciones-preliminares-sobre-las_11.html (8)

Anotaciones preliminares sobre las causas del holocausto (8)

Una de nuestras tesis es que, en elllamadoholocausto judío, dejando por un momento a un lado cuáles fueron las dimensiones y características del hecho, fue perpetrado por “fascistas” cristianos en tanto que cristianos, no en tanto que “fascistas”. El motivo es doble: 1/ el fascismo surge en el seno del socialismo marxista como una reflexión moral y política sobre la validez de las “ideas modernas” basada en la filosofía de Nietzsche, y aunque en Nietzsche se detecta una crítica del judaísmo como prolegómeno a la crítica del cristianismo, el rechazo de este filósofo hacia el antisemitismo(un fenómeno cristiano) es claro, inequívoco y fundamental; 2/ en Italia, en los orígenes políticos del fascismo la presencia de judíos es esencial e inseparable del hecho de que el nacionalismo italiano se había construido en lucha permanente contra el dominio del Vaticano, que era el que mantenía a los judíos cautivos en el ghetto. Entre los primeros fascistas había así un contingente enorme y significativo de hebreos que veían en el fascismo fundacional, en tanto que nacionalista, revolucionario y nietzscheano a la vez, el camino de su liberación como ciudadanos. Sólo la derechización del fenómeno fascista, que servirá de modelo al “fascismo” alemán, más tardío y, a una con ello, la importancia y el peso creciente de los antisemitas cristianos (en Alemania no sólo católicos, sino principalmente evangélicos), desembocará en el llamado holocausto judío, el cual no se habría producido de mantenerse el “fascismo” fiel a sus raíces filosóficas (Nietzsche).

Ya hemos hecho referencia en otro post a la importancia del antisemitismo en el protestantismo luterano, pero conviene refrescar ahora un poco la memoria sobre las persecuciones y exterminios antisemitas exonerados a lo largo de la Edad Media por la Iglesia Romana católica . Véase, a propósito de este tema, el resumen de

Gustavo D. Perednik, basado en el libro de Jules Isaac Las raíces cristianas del antisemitismo(1956): (…/…).

Ni qué decir tiene que no acepto la versión idealizada que Perednik da de los judíos. Ya hemos explicado en nuestra bitácora parte de los motivos y seguiremos ampliando nuestra información en este sentido.

Volviendo al hilo, aunque no podemos encontrar una “orden” de la Iglesia católica mandando asesinar a los judíos, tampoco existe esa orden en el caso del nazismo. Lo cierto es que la Iglesia católica adoptó durísimas medidas contra los judíos, como las siguientes:

1/ Prohibición de matrimonios mixtos y relaciones sexuales entre cristianos y judíos, Sínodo de Elvira, año 306.

2/ Prohibición de que cristianos y judíos coman juntos, Sínodo de Elvira, año 306.

3/ No se permite a los judíos ocupar cargos públicos, Sínodo de Clermont, año 535.

4/ No se permite a los judíos emplear sirvientes ni poseer esclavos cristianos, Tercer Sínodo de Orleans, año 538.

5/ No se permite a los judíos mostrarse en público durante Semana Santa, Tercer Sínodo de Orleans, año 538.

6/ Quema del Talmud y otros libros, 12º Sínodo de Toledo, año 681.

7/ Se prohíbe a los cristianos acudir a médicos judíos. Sínodo Trullano, año 692.

8/ Se prohíbe a los cristianos convivir con los judíos en casa de éstos. Sínodo de Narbona, año 1050.

9/ Se obliga a los judíos a pagar impuestos para sostener a la Iglesia en la misma medida que los cristianos. Sínodo de Gerona, año 1078.

10/ Prohibición de trabajar en domingo. Sínodo de Szaboles, año 1092.

11/ Se prohíbe a los judíos demandar o testificar contra los cristianos en los tribunales. Tercer Concilio de Letrán, año 1179, Canon 26.

12/ Se prohíbe a los judíos desheredar a descendientes que hubiesen adoptado el cristianismo. Tercer Concilio de Letrán, año 1179, Canon 26.

13/ Mercado de ropas judías con insignia. Cuarto Concilio de Letrán, año 1215, Canon 68 (copiado de la legislación del califa Omar II, que había decretado en el siglo VII que los cristianos llevasen cinturones azules y los judíos amarillos).

14/ Se prohibe la construcción de nuevas sinagogas. Concilio de Oxford, año 1222.

15/ Se prohibe a los cristianos asistir a ceremonias judías. Sínodo de Viena, año 1267.

16/ Se prohibe a los judíos discutir con simples cristianos sobre los principios de la religión católica. Sínodo de Viena, año 1267.

17/ Establecimiento de guetos obligatorios. Sínodo de Breslau, año 1267.

18/ Se prohíbe que los cristianos vendan o alquilen bienes inmuebles a los judíos. Sínodo de Ofen, año 1279.

19/ Se define como herejía la adopción de la religión judía por un cristiano o la vuelta de un judío bautizado a la religión judía. Sínodo de Maguncia, año 1310.

20/ Prohibida la venta o transmisión de artículos eclesiásticos a los judíos. Sínodo de Lavour, año 1368.

21/ Se prohíbe a los judíos actuar como agentes en la firma de contratos, especialmente contratos de matrimonio, entre cristianos. Concilio de Basilea, año 1434, sessio XIX.

22/ Se prohíbe a los judíos obtener títulos académicos. Concilio de Basilea, año 1434, sessio XIX.

XIX.

(Fuente: Raúl Hilberg, La destrucción de los judíos europeos, Madrid, Akal, 2005, pp. 28-30).

Todas las medidas adoptadas por el gobierno alemán durante el nacionalsocialismo entre los años 1933 y 1941 no son más que una restauración de la tradición católica europea de discriminación legal de los judíos. Y hay que decir que si dichas medidas se habían abolido en algún momento en Europa no fue a iniciativa de la Iglesia, sino como resultado de las revoluciones liberales. (…/…).

Después de la primera fase de medidas discriminatorias, los nazis, siguiendo también el modelo tradicional europeo, se proponían expulsar a los judíos, no exterminarlos, como hemos argumentado en otro post. La historia de las deportaciones de hebreos es larga y no comienza precisamente en Alemania.

Francia (1182). Expulsión y confiscación de bienes ordenadas por el rey Felipe Augusto de Francia

Inglaterra (1290). Ordenada por Eduardo I de Inglaterra, primera gran expulsión de la Edad Media.

Francia (1306, 1321/ 1322 y 1394). Felipe IV de Francia ordenó la primera.

Austria (1421). La expulsión se produjo tras la persecución (270 judíos quemados), confiscación de bienes y conversión forzosa de los niños.

Castilla y Corona de Aragón (1492). Ordenada por los Reyes Católicos. En España en 1492 expulsión de los judíos de España. La medida fue acogida en Europa como un signo de modernidad, e incluso hay una felicitación de la Universidad de la Sorbona. Sicilia (1493). Ordenada por Fernando II de Aragón.

Lituania (1495).

Portugal (1496/1497). Ordenada por el rey Manuel de Portugal, bajo presión de la corona española.

Brandenburgo (1510). Baviera (1554).

Túnez (1535).

Reino de Nápoles (1541). Génova (1550 y 1567). Estados Pontificios (1569/1593). El Papa Pío V los expulsa de los Estados Pontificios, exceptuando los residentes en las ciudades de Roma y Ancona: «Hebraeorum Gens», 26-11-1569.

Los fundamentos teológicos de la discriminación, persecución y deportación de los judíos se encuentran en los Evangelios y han sido ampliamente argumentados por la patrística (Tertuliano, Juan Crisóstomo, Agustín de Hipona, Melitón de Sardes). Se puede acreditar toda una literatura cristiana, un género literario cabría decir, denominado Aversus Judaeous (contra los judíos), que ha educado a Europa en el antisemitismo y ha generado el exterminio sin esperar a los “malvados nazis”. Los papas, en sus bulas, otorgaron estatus canónico a estas reflexiones doctrinales cuyas raíces apuntan nada menos que al Evangelio de San Juan, como ya tuvimos ocasión de comprobar en otro post de esta serie.

Etsi non displiceat

(1205, Inocencio III) requiere del rey terminar con las “maldades” de los judíos;In generali concilio (1218, Honorio III) exige que los judíos usen ropa especial; Si vera sunt (1239) resultó en la frecuente quema de libros sagrados judíos; Vineam soreth (1278, Nicolás III) establecía la selección de hombres capacitados para predicar el cristianismo a los judíos; Sancta mater ecclesia (1584, Gregorio XIII) exigía a los judíos de Roma enviar cada sábado cien hombres y cincuenta mujeres para escuchar sermones conversionistas en la iglesia; Cum nimis absurdum (1555, Pablo IV) limitaba las actividades de los judíos y prohibía su contacto con los cristianos; Hebraeorum gens (1569, Pío) acusaba a los judíos de magia y otros males, y ordenaba su expulsión de casi todos los territorios papales; Vices eius nos (1577, Gregorio XIII) demandaba que los judíos de Roma y otros estados papales que enviaran enviar delegaciones a la iglesia (op. cit., Perednik, G.).

Los pógromos, aunque no fueran decretados por las autoridades, eran la consecuencia lógica e inevitable de la doctrina cristiana sobre los judíos. Las diferencias en la magnitud numérica de la victimización se compensan si ponderamos el hecho de que la población judía y europea en general era mucho menor en la Edad Media que en la modernidad. Ahora bien, los porcentajes son los mismos que las del supuesto holocausto (versión oficial), siendo así que después de los genocidios que acompañan a las primeras cruzadas, 1/3 de la población hebrea ha sido exterminada. Y sin atenuantes, todo a cuenta de la locura sagrada, del anatema judío vuelto del revés. En el caso de la Alemania nazi, nos encontramos con un país sumergido en una guerra total, bajo amenaza de un plan de exterminio hecho público por Theodore N. Kaufman, puesto en práctica a partir del año 1941 y consumado en 1945 (plan Morgenthau). El proyecto nacionalsocialista inicial de expulsión (Conferencia de Wansee) se convierte así, bajo los bombardeos crematorios ingleses, en un pogrom que no necesita de las órdenes estatales para desencadenarse. Se mata a los judíos en los campos de la misma manera que se los acuchillaba en la Edad Media. (…/…).

Jaume Farrerons,  lunes, abril 04, 2011

 martes, marzo 08, 2011

Anotaciones preliminares sobre las causas del holocausto (7)

http://nacional-revolucionario.blogspot.com/2011/05/anotaciones-preliminares-sobre-las.html

Continuamos con las anotaciones sobre los factores que pudieron desencadenar el [ mal llamado] “holocausto”. En este momento, y siguiendo el post anterior de la serie, nos interesa aclarar si el judaísmo es o no “racista”. El testimonio de Israel Shahak resulta aquí decisivo,

y ya sabemos ahora cuál es. En su obra sobre Sionismo y fascismo, de la que ya nos ocuparemos extensamente en su momento, el también hebreo y trotskysta Leni Brenner reconoce las semejanzas doctrinales y hasta los acuerdos políticos entre el sionismo y el nacional-socialismo, pero atribuye tales coincidencias a una nefasta influencia de los nazis sobre los nacionalistas judíos. Los hechos demuestran, empero, lo contrario. El racismo biológico se cuece en el seno del propio judaísmo antes de pasar al sionismo, y es éste el que lo transmite, invertido, al “antisemitismo” y, finalmente, al nacional-socialismo, ya sea directamente, ya a través de los filosofemas “racistas” inscritos en la propia herencia religiosa hebrea clásica. Nada menos que Julius Streicher, quizá el más famoso “antisemita” de la historia, reconocerá en el juicio de Nüremberg que los nazis se limitaron a hacer suya la doctrina del pueblo elegido, invirtiendo su sentido:

Durante el proceso contra los “criminales de guerra” de Nüremberg, en el curso del interrogatorio del teórico de la raza Julius Streicher, le formularon la siguiente pregunta: En 1935 en el Congreso del Partido en Nüremberg fueron promulgadas las leyes raciales. Durante la preparación de este proyecto de ley ¿fue llamado a consultas y participó de alguna manera en la elaboración de estas leyes?

Acusado Streicher: Sí, creo haber participado en el sentido de que, desde hacía años, venía escribiendo que sería necesario impedir en el futuro toda mezcla de sangre alemana y de sangre judía. Escribí artículosen este sentido y siempre repetí que debíamos tomar a la raza judía o al pueblo judío como modelo. He repetido siempre en mis artículos que los judíos debían ser considerados una modelo para las otras razas, pues ellos se dieron una ley racial, la ley de Moisés que dice: Si vais a un país extranjero, no debéis tomar mujeres extranjeras. Y esto, señores, es de una importancia extraordinaria para juzgar las leyes de Nüremberg. Fueron estas leyes judías las que se tomaron como modelo. Cuando siglos más tarde el legislador judío Esdras constata que, a pesar de ello, muchos judíos se habían casado con mujeres no judías, estas uniones fueron desechas. Este fue el origen de la judería que, gracias a sus leyes raciales, ha subsistido durante siglos, mientras que las demás razas, y todas las otras civilizaciones, han sido aniquiladas (Tribunal Militar Internacional, Tomo XII, 321, 26 de abril de 1946; Garaudy, R. Los mitos fundacionales del Estado de Israel, Barcelona, Historia XXI, 1997, p. 33, trad. José Luis Jérez Riesco).

La propia Hannah Arendt, filósofa judía y sionista, reconoce en parte el escándalo, que parece quedar reducido a una simple “paradoja” de la acusación de Nüremberg:

[Hannah Arendt, filósofa judía y sionista,

amante de Heidegger en su juventud ] FOTOGRAFíA

Al igual que todos los ciudadanos de Israel, el fiscal Hausner estaba convencido de que tan sólo un tribunal judío podía hacer justicia a los judíos, y de que a éstos competía juzgar a sus enemigos. De ahí que en Israel hubiera general aversión hacia la idea de que un tribunal internacional acusara a Eichmann, no de haber cometido crímenes “contra el pueblo judío”, sino crímenes contra la humanidad, perpetrados en el cuerpo del pueblo judío. Esto explica aquella frase injustificada, “nosotros no hacemos distinciones basadas en criterios étnicos”, que pronunciada en Israel no parece tan injustificada, ya que el derecho rabínico regula el estado y condición de los ciudadanos judíos, de modo que ninguno de ellos puede contraer matrimonio con persona no judía, y sin bien los matrimonios celebrados en el extranjero son legalmente reconocidos, los hijos nacidos de matrimonios mixtos tienen la consideración de hijos naturales (es de señalar que los hijos de padres judíos que no están unidos en matrimonio tienen la consideración legal de hijos legítimos), y aquella persona cuya madre no sea judía no puede contraer matrimonio con un judío, ni tampoco recibir sepultura con las formalidades usuales en Israel (Arendt, Hannah, Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal, Barcelona, Lumen, 1967, pp. 18-19).

Prosigue Arendt:

Esta situación jurídica ha quedado más de relieve a partir de 1953, año en que una importante parte de las relaciones del Derecho de Familia pasó a la jurisdicción de los tribunales civiles, es decir, no religiosos. Ahora, por ejemplo, las mujeres tienen derecho a heredar y, en términos generales, su status legal es igual al del hombre. Por eso difícilmente puede atribuirse a respeto hacia la fe o el poder de una fanática minoría religiosa, la actitud del gobierno de Israel al abstenerse de transferir a la jurisdicción civil materias tales como el matrimonio y el divorcio, que ahora están reguladas por la ley rabínica. Los ciudadanos de Israel, tanto los que albergan convicciones religiosas como los que no, parecen estar de acuerdo en la conveniencia de que exista una prohibición de los matrimonios mixtos, y a esta razón se debe principalmente -como no tuvieron empacho alguno en reconocer diversos funcionarios israelitas, fuera de la sala de audiencia- que también estén de acuerdo en que no es aconsejable que se dicten disposiciones legales al respecto, por cuanto en ellas sería necesario hacer constar explícitamente, en palabras de claro significado, una norma de conducta que la opinión mundial seguramente no comprendería

(op. cit., pp. 19-20).

Esta es una forma suave, e hipócrita, de decir que los judíos estaban engañando a todo el mundo, es decir, que estaban juzgando a los nazis por una práctica racista de segregación que ellos mismos reconocían como legal. Nosotros nos limitamos a añadir que fueron los nazis quienes la “copiaron” de los judíos y no a la inversa como, según veremos, pretende Leni Brenner.

Concluye Arendt:

A este respecto, Phillip Gillon escribió recientemente en “Jewish Frontier”: “Las razones que se oponen a la celebración de matrimonios civiles radica en que éstos serían causa de divisiones en el pueblo de Israel, y también separarían a los judíos de este país de los judíos de la Diáspora”. Sean cuales fueren los fundamentos de lo anterior, lo cierto es que la ingenuidad con que la acusación pública denunció las infamantes leyes de Nüremberg, dictadas en 1935, prohibiendo los matrimonios e incluso las relaciones sexuales extramatrimoniales entre judíos y alemanes, causó al público una impresión de desagradable sorpresa. Los corresponsales de prensa mejor informados se dieron perfecta cuenta de la paradoja que las palabras del fiscal entrañaban, pero no la hicieron constar en sus artículos. Sin duda, no creían que aquél fuera el momento oportuno para criticar las leyes e instituciones de los judíos de Israel (Arendt, H., op. cit., p. 20).

Los motivos de la autocensura de los periodistas seguramente no fueron tan honestos como Arendt pretende, hechos posteriores lo han demostrado hasta la saciedad. Pero lo importante aquí es que la comunidad internacional fue engañada por un fariseísmo criminal, pues no sólo se estaba abominando de una doctrina racista que los nazis habían aprendido de sus víctimas, sino que, por otro lado, como argumentaremos en su momento, juzgábanse unos crímenes, a saber, los exterminios étnicos, cuyos antecedentes y legitimación también suponían una simple inversión, realizada en el seno del cristianismoen perjuicio de los judíos, de aquéllo que éstos habían considerado legítimo a lo largo de siglos cuando era aplicado a los gentiles. Así, las leyes de Nüremberg subvertían el racismo familiar de la ley rabínica, pero el [mal llamado] holocausto subvertía el genocidio sagrado o anatema instituido por la Torah.

Habitualmente, se acostumbra a utilizar esta información en perjuicio de los judíos. Pero no hay que olvidar lo siguiente: si se rechaza el racismo judío, entonces hay que rechazar también el racismo de los nazis. Porque la paradoja con que, a la postre, nos topamos, no es sólo que vivimos a la sombra del dominio de la extrema derecha judía y de sus engaños universalistas o humanitarios -perfectas armas de propaganda al servicio de un racismo despiadado-, sino que dichas ideas eran compartidas por los nazis y que, con el triunfo del sionismo, también triunfó, de alguna manera, el propio nazismo.

Jaume Farrerons
8 de marzo de 2011

 Nota de JRANIA: Tras leer los posts anteriores escribí un comentario en el blog Filosofía Crítica, de Jaume Farrerons.  A continuacón copio dicho comentario y la respuesta de Jaume Farrerons:

   axel black dijo…La política de la Iglesia Romana
parece que evoluciona al compás de
“los vientos de la Historia”. En su origen estuvo muy judaizada, después fue helenizada y germanizada. Con el protestantismo, de nuevo pretende dar realce a sus Escrituras Verterotestamentarias, hasta el punto de que hoy, ya consumadas la revolución masónica y filojudia de 1793 y la derrota del III Reich, se habla de Judeocristianismo y de “los hermanos mayores en la Fe”;  incluso hay quien llama a los judios los “Padres de Nuestra Fe”…
Eso significa que los judios han
retomado un papel relevante dentro de la Iglesia que más que Romana habría que llamar judeocatólica.
Paralelamente a ese proceso histórico, si en el orígen, según los Evangelios, los culpables de la mujerte de Jesus fue pueblo judío,… hoy el Papa B16, quizás influido por el síndrme de culpa del pueblo alemán, limita esa culpa sólo a la cúpula dirigente del Judaísmo de hace 2011 años… y no faltan elementos de propaganda antieuropea que tansfiere la responsabilidad de la condena a muerte de Jesucristo a… Roma, es decir…a Nosotros, los paganos, los gentiles o europeos.
En cuanto al post, que considero muy valioso, discrepo sólo de una terminología: llamar “fascismo” al NS y llamar “holocausto” a lo que parece más un pogrom agravado por ocurrir en plena guerra total y beligerancia…pues ya en 1933 “Judea” declaró la “guerra” (¿Sólo económica?) a Alemania…12:21 PM

Jaume Farrerons dijo…El NS fue una variante ideológica de un fascismo genérico cuya existencia resulta difícil de negar, aunque sea de definición harto compleja.Por lo que respecta al holocausto, precisamente mi tesis es que se trata de un pogrom y que su interpretación como tal, en todos los aspectos, aclararía muchas cosas.

Pero no interesa al poder, pues se quiere que el holocausto sea algo único y especial y, por otro lado, la exégesis del holocausto como pogrom revelaría la continuidad de la masacre con la tradición cristiana, quitando toda importancia al factor “fascista”, todo ello en perjuicio, claro está, de la Iglesia católica y de las confesiones evangélicas que realmente perpetraron el crimen (por mucho que se haya exagerado).

En todo lo demás, estoy muy de acuerdo en lo que dice.

La entrada está sin terminar, me faltan las declaraciones de Streicher declarándose cristiano en Nüremberg y afirmando que el primer antisemita de la historia fue Jesús.

Gracias.

12:38 PM

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Etiquetas: AntropologíaGuerraHistoriaJudaísmo

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2 comentarios to ““nuestros crímenes”…nunca pueden ser crímenes”

  1. “nuestros crímenes”…nunca pueden ser crímenes (via jrania es Y R A N I A) « Y R A N I A Says:
    17 de mayo de 2011 en 13:16 | Responder   editar[…] La respuesta, insisto, está en Heidegger Someramente, este titular de arriba pretende argumentar que en el caso de guerra total, guerra de civilizciones y en los conflictos entre naciones que luchan por su supervivencia, lo que la propaganda de los vencedores llama \»crímenes\» son siempre los del enemigo vencido…nunca los cometodos por los vencedores. Inversamente, los herederos políticos, culturales, biológicos o religiosos de las naciones derrotadas y semidestruidas no puden consider … Read More […]
  2. Helga Goebbels Says:
    17 de mayo de 2011 en 16:14 | Responder   editarTambién opino que el mal llamado Holocaustro es en realidad un pogrom, y que ha sido publicitado por los vencedores como tal para su propio beneficio y con la complicidad del gobierno alemán, y de sus instituciones culturales (Goethe Institut, etc).Ahora bien, no coincido con llamar a Jesús antisemita, respetando la visión de Streicher, un hombre brillante.Jesús de Nazareth, fustigó a los judíos, y los llamó hipócritas, vívoras, etc…, pero no creo que los odiase…, eso sería aceptar que Jesús actúo contrario a lo que predicaba.Si la fe en Cristo ha sobrevivido hasta nuestros días, esto prueba que hay algo que no vemos, pero que que trasciende, y se aloja en el corazón de los hombres de bien.Excelentes reflexiones, os felicito.

Sh

Ley contra el cristianismo…

viernes, mayo 13, 2011

Ley contra el cristianismo (Friedrich Nietzsche)

Dada el día de la salvación, en el día primero del año uno (-el 30 de septiembre de 1888 de la falsa cronología)

Guerra a muerte contra el vicio: el vicio es el cristianismo
Artículo primero.-Viciosa es toda especie de contranaturaleza. La especie más viciosa de hombre es el sacerdote: él enseña la contranaturaleza. Contra el sacerdote no se tienen razones, se tiene el presidio.
Artículo segundo.-Toda participación en un servicio divino es un atentado a la moralidad pública. Se será más duro contra los protestantes que contra los católicos, más duro contra los protestantes liberales que contra los protestantes ortodoxos.  Lo que hay de criminal en el ser cristiano crece en la medida en que uno se aproxima a la ciencia. El criminal de los criminales es, por consiguiente, el filósofo.
Artículo tercero.-El lugar maldito en que el cristianismo ha encovado sus huevos de basilisco será arrasado, y, como lugar infame de la tierra, constituirá el terror de toda la posteridad. En él se criarán serpientes venenosas.
Artículo cuarto.-La predicación de la castidad es una incitación pública a la contranaturaleza. Todo desprecio de la vida sexual, toda impurificación de la misma con el concepto de «impuro» es el auténtico pecado contra el espíritu santo de la vida.
Artículo quinto.-Comer en la misma mesa con un sacerdote le hace quedar a uno expulsado: con ello uno se expulsa a sí mismo de la sociedad honesta. El sacerdote es nuestro chándala, -se lo proscribirá, se lo hará morir de hambre, se lo echará a toda especie de desierto.
Artículo sexto.-A la historia «sagrada» se la llamará con el nombre que merece, historia maldita; las palabras «Dios», «salvador», «redentor», «santo», se las empleará como insultos, como divisas para los criminales.
Artículo séptimo.-El resto se sigue de aquí.
El Anticristo.
Amén.
Con esta ley concluye El Anticristo, culminación a su vez de la filosofía occidental según Heidegger, el más señalado filósofo del siglo XX. Que cada cual saque sus consecuencias, yo ya saqué las mías hace mucho, mucho tiempo.

Jaume Farrerons 13 de mayo de 2011

Publicado por ENSPO en 11:23 a.m. 

1 comentario:

JvP dijo…

Cuando, tras mucho cogitar y mirar con ojo atento lo que ocurrido desde el nacimiento de Jesús hasta la fecha y se toma conciencia de cómo en nombre de él y de sus cronistas reputados «inspirados por Dios», se ha esclavizado, torturado y asesinado a millones e impedido el desarrollo de las Ciencias en beneficio de una clase sacerdotal que aún impera y aún nos engaña, se comprende y se comparte el furor de don Federico. ¡PENSAD HUMANOS! El Bien y el Mal está EN y no FUERA de nosotros. ¿Lo comprenderéis alguna vez? ¿Seréis alguna vez capaces de pensar en el OTRO y obrar en consecuencia?
5:10 p.m.
http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2011/07/ley-contra-el-cristianismo-friedrich.html

Impostores (4)

sábado, mayo 07, 2011

Impostores (4). Roger Griffin

Mil veces he preguntado: si por cada víctima delnazismo acredítanse diez del comunismo, ¿por qué el «fascismo», y precisamente el fascismo, habría de ser el «mal absoluto»?  Que yo sepa, el fascismo italiano no fue un régimen genocida (aunque cometiera crímenes, sin duda) y nadie (con la excepción de Bosworth) ha pretendido que lo sea. !Rara avis en la política del siglo XX! He puesto este tipo de cuestiones sobre el tapete en muchos lugares y nadie ha sido, en el campo antifascista mayoritario, capaz de responderme jamás, abstracción hecha de los habituales gruñidos (insultos, amenazas) o las más burdas excusas retóricas, como que una sola víctima inocente ya es suficiente para condenar una política o una ideología (principio que aplican sólo al fascismo, claro). Después de leer a Griffin, veo que también sería interesante plantear la cuestión de si Lenin, Stalin o Churchill, por citar tres notorios dirigentes políticos, contemporáneos del fascismo, no experimentaron la «embriaguez» de hacer historia. Finalmente, me pregunto y os pregunto si el liberalismo y las sociedades de consumo quieren tal vez «nuestra alma» que, en todo caso, adoctrinan mediante la publicidad comercial y la propaganda más descarada, como la que encarna aquí el libro de Griffin. En el supuesto de que los rasgos con que este autor ha caracterizado el fascismo constituyeran su definición (cosa que dudo), no parecería muy lógico que los encontrásemos, todavía más acentuados, en regímenes o ideologías como la comunista o la liberal. El ensayo de Griffin es un fraude hermenéutico. Según reconociera Derrida «no podemos pensar todavía lo que fue el nazismo», una frase que cabe hacer extensiva al denominado «fascismo genérico». El motivo es que el sistema quiere, precisamente, nuestras almas y la verdad del «fascismo» -de aquello que el sistema entiende por tal- pone en peligro dicha posesión.
La plebe suficientemente cristianizada y humanitaria nunca comprenderá que pueda ser necesario un grado superior del mal para que florezca el superhombre.
(Benito Mussolini, dirigente socialista italiano, Filosofia della forza, 1908)

Aceptado esto, o sea, el precio que hay que pagar para escribir y publicar sobre el fascismo sin ser excomulgado por el nuevo sacerdocio filosionista de la cultura, sí me parecen interesantes dos cuestiones planteadas por Griffin: 1/ la incompatibilidad de fondo entre fascismo y cristianismo; 2/ el carácter modernista del fascismo, que lo diferencia de la extrema derecha (reaccionaria, medievalista). El fascismo no puede, en último término, considerarse «neutral» en materia religiosa, porque la religión es portadora de un sistema de valores completo (o sea, excluyente) y el fascismo se define precisamente como alternativa axiológica, no como mero programa económico, modelo de estado… O cristiano o fascista. Se trata de dos cánones antropológicos irreductibles de iure,aunque de facto puedan convivir en una misma persona, en la medida en que los seres humanos no somos del todo lógicos (especialmente, los cristianos).Y además, el fascismo aspira a la modernización, aunque acuñada en el molde de unos principios éticos opuestos tanto al sistema de valores de las sociedades de consumo actuales cuanto a los de las sociedades tradicionales pre-ilustradas europeas (católicas o, a lo sumo, evangélicas).
Ficha policial del Mussolini socialista

Pero más importante todavía en el fascismo es todo aquello que precede en él a la política. O sea, no su realidad histórica, sino el uso que los progresistas «humanitarios», padres de los «antifascistas», hicieron y hacen del contenido semánticodel término «fascismo». El «significado» del fascismo es anterior al propio factum histórico-político de los movimientos, partidos y estados fascistas. Nunca subrayaré este extremo lo suficiente. Cuando hablo de «fascismo», me refiero menos a Mussolini y a Hitler que a los procesos mentales y culturales que llevaron a convertir ciertos signos lingüísticos en representaciones seculares del diablo. Dicho sentido originario nos ofrece la clave para interpretar la verdad de las sociedades modernas basadas en la secularización del cristianismo. Y, curiosamente, el «fascismo»,este «fascismo» metapolítico, designa la máscara deformada del miedo a la razón, a la ciencia, a la verdad, nociones que, no obstante, están inscritas en los códigos mismos de la contemporaneidad burguesa («Auschwitz»). Pero el fascismo se concibe como irracionalista. ¿Casualidad? ¿Contradicción? Este hombre cristiano que ha dejado de creer en dios porque la ilustración se lo robó, quiere al menos poder seguir creyendo en el amor o en la felicidad como conceptos éticos. La «razón», sin más, se identificará presuntamente con ellos. Más que lo racional, será a la postre lo «razonable» del buen burgués deseoso de bienestar. La siesta filosófica. A este «apaño existencial» llamó Nietzsche las «ideas modernas» y propuso, sin titubear, su liquidación en coherencia con un imperativo de veracidad trágica. Mussolini hace suyo el mandato nietzscheano contra el cristiano secularizado cuando todavía es un dirigente socialista. ÉSE SERÍA EL VERDADERO «FASCISMO» QUE TEMEN LOS ANTIFASCISTAS:
(…) no nos olvidemos los modernos de ese monstruo inflado por su propia mediocridad incurable, con un alma incapaz de querer a lo grande; no es suficientemente reaccionaria para defender el pasado feudal, no es lo suficientemente rebelde para llevar la revolución a sus más extremas consecuencias (…) El superhombre no conoce sino la rebeliónHay que eliminar todo lo que existe« (Mussolini, Benito, La filosofia della forza, 1908, subrayado mío, J.F.).

Ahora bien, en en momento en que Nietzsche distinguiera entre la teología y la moral cristianas, en el instante en que acusó a los modernos de haber renunciado a la Biblia sin empero tener el valor de renunciar a los contenidos axiológicos míticos del Sermón de la Montaña, nació el «fascismo» como posibilidad, como inquietante perfil virtual de un socialismo «sin azúcar» que disparó las alarmas espirituales de «la  Casa de la Pradera» biempensante. El punto de contacto entre las dos series de procesos simbólicos, el filosófico y el político, se produce por primera vez en la mente de Mussolini como leader del PSI, una voluntad férrea acuñada en el molde de Marx, es decir, un izquierdista de tomo y lomo que por si fuera poco puede ostentar pedigrí familiar ácrata (Benito era hijo de un herrador anarquista), pero que no pertenece a la familia cristiano-burguesa. !Milagro! En su alma, la de Mussolini, y en la de Georges Sorel (otro militante de izquierdas) acontece la transición marxiana de Marx a Nietzsche, fenómeno interno, íntimo incluso, de la izquierda. Ambos espíritus, el de Sorel y el de Mussolini, serán como las retortas químico-ideológicas de las que surgirá el fascismo histórico (muy alejado del «fascismo» en tanto que virtualidad doctrinal pura, pero con las ventajas que le confiere el hecho de haber existido realmente), sobre la base de un «fascismo» espiritual anticristiano que, en principio, pertenece sólo a Nietzsche (después, a Heidegger)

La venganza de las  «bellas almas» progresistas
El fascismo mienta solapadamente la verdad oculta de la vieja izquierda, que odia a la Iglesia pero pretende apropiarse de sus valores, aquéllos que le permitieron controlar cómodamente a las masas mediante la pérfida y alevosa distribución de golosinas espirituales. Los tontos -muchos hay, mercado asegurado- quieren ser felices: toda una demanda que la oferta de los carlatanes de feria del concepto y de la política habrían de cubrir. Esa izquierdajudeocristiana se define por su incapacidad para llegar hasta el celiniano «final de la noche» consumando el destino del quehacer ilustrado: la muerte de dios, el rechazo total y definitivo de los cuentos para niños adultos incapaces de madurar (definición del hombre de «fe» cristiano comocobarde existencial). Pretenden hacernos creer que semejante anhelo «fascista» de verdad despiadada conduce a la barbarie, al horror, a la tortura, al infierno… !Auschwitz! En realidad, es el único paso de montaña, estrecho y recóndito, que nos conduce al valle metálico, cósmico, imperial, de una nueva civilización ética y tecnológica.El destino de Europa.
¿Tiene esto algo que ver con los fascismos históricos? Por supuesto que sí, pero mucho menos de lo que los antifascistas quisieran. Nuestra tarea es utilizar la palabra «fascismo» como señal indicadora que permite seleccionar a  los genuinos críticos y cribar a los oportunistas ansiosos de éxito y «bienestar». Quien no supere la trampa del antifascismo es un oportunista o un idiota. Quien sólo ame del fascismo su realidad histórica, nada ha comprendido y se convertirá tarde o temprano (si no lo es ya) en un vulgar ultra a imagen de Torrente. Quien se plantee la cuestión del fascismo como una gran pregunta, como un signo de interrogación sobre el sentido de la edad contemporánea y permaneza impávido ante las consignas intimidatorias del sistema oligárquico, ese estará destinado a erigirse en héroe espiritual y el humus del futuro revolucionario, la izquierda nacional que perfílase ya en el horizonte.
En el nombre del paraíso
Y ahora respondo yo mismo a mi pregunta: aquello que los cristianos y progres (cristiano-secularizados) no perdonan al fascismo no son sus crímenes, su «mal», pues ellos mismos estarían dispuestos a cometer actos mil veces más perversos (como la historia documenta hasta la náusea) al servicio del dios «políticamente correcto», léase: de la salvación, del bienestar, de la felicidad, de la alegría, de la humanidad… (vayan añadiendo azúcar). Pero no perdonan ni consienten las acciones, criminales o no, que honren a un dios opuesto, la verdad escueta, seca, «inhumana» dicen (mientras matan por «amor»), y ni siquiera a un valor que no sea el suyo, en suma: a todo aquéllo que no forme parte del common sense y del equilibrio psíquico del canalla existencial, ese «último hombre» que, según alertara Nietzsche, determinará el sentido del final de la historia si no hacemos algo por impedir semejante afrenta al género humano y a la naturaleza. ¿Habremos sido sólo una plaga?
7 de mayo de 2011
Publicado por ENSPO en 3:13 p.m. 

3 comentarios:

Jackobs dijo…

Cual es tu Dios? la búsqueda de la verdad a través de la razón?
12:02 a.m.

Jackobs dijo…

Te ruego q no te vayas a tomar mi anterior pregunta como algo ofensivo, simplemente pido q clarifiques la cuestión. Para mi, y me parece q hablo ya en nombre de más de uno, poder leer tus notas constituye un verdadero placer. Por mi parte creo humildemente q quizá hubiera sido capaz de dar con algunas luces pero la contextualización lógica del relato me hubiera resultado imposible sin tu ayuda.
12:36 a.m.

Jaume Farrerons dijo…

No te preocupes Jackobs. Aunque no soy cristiano, a diferencia de muchos cristianos mi punto de partida es la más absoluta falta de soberbia y no veo nada ofensivo en lo que me planteas, es un simple y leal desafío que debo aceptar, que para eso he abierto un blog.
Pero hay en tu planteamiento un supuesto a mi entender cuestionable, a saber, la idea de que los humanos buscamos la verdad.
Mi tesis es diametralmente la opuesta, hete aquí mi única «originalidad»: que todos conocemos la verdad y el «trabajo» (canallesco) del hombre consiste en rehuir esa verdad, en olvidarla, en taparla, en silenciarla, acusando de «locos» a quienes la proclaman abiertamente.
Dado que hablas y lees catalán, te recomiendo la lectura de las siguientes comunicaciones en el congreso de filósofos catalanes que se celebra en Vic cada año:

Haz clic para acceder a BF-00002.pdf

Haz clic para acceder a BF-00001.pdf

Ahí he expuesto, hasta el momento sin réplica, mi posición (inédita) sobre el problema de la verdad.
Saludos.

10:16 a.m.
http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2011/05/impostores-4-roger-griffin.html

Así son las obras del Enemigo

Nota de  S:

el crimen atroz y la monstruosa fealdad van unidos. Esta foto, que se supone

refleja la realidad de la nueva persecución contra el cristianismo, procede

del blog   Jihad Watch Deutschland:

http://www.fredalanmedforth.blogspot.com/

S

la política terrorista de los aliados…

domingo, mayo 01, 2011

La política terrorista de los aliados contra Alemania

Personal Telegram
Serial Nr. D83/5
General Ismay for C.O.S. COMMITTEE.
C.A.S.
It seems to me that the moment has come when the question of bombing of German cities simply for the make of increasing the terror, though under other pretext, should be reviewed. Otherwise we shall come into control of an utterly ruined land. We shall not, for instance, be able to get housing materials out of Germany for our own needs because some temporary provisions would have to be made for the Germans themselves. The destruction of Dresden reunins a serious query against the conduct of Allied bombing. I am of the opinion that military objectives must henceforward be more strictly studied in our own interests rather than that of the enemy.
The Foreign Secretary has spoken to me on this subject, and i feel the need for more precise concentration upon military objectives, such as oil and communications behind the immediate battle-zone, rather than on mere acts of terror and wanton Destruction, however impressive.
Me parece que ha llegado el momento en el cual se debe revisar la política de bombardeos sobre las ciudades alemanas simplemente para acrecentar el terror, aunque sea con otro pretexto. Si no es así, nos veremos obligados a tomar el control de un territorio absolutamente devastado. No deberíamos, por ejemplo, conseguir materiales de construcción fuera de Alemania para nuestras propias necesidades porque algunos suministros temporales deberían ser fabricados por los propios alemanes. La destrucción de Dresde genera una seria duda hacia la conducta de los bombardeos aliados. Soy de la opinión de que los objetivos militares en lo sucesivo deben ser estudiados más rigurosamente en nuestros propios intereses antes que en los de los enemigos.
El secretario de asuntos exteriores me ha hablado sobre esta cuestión, y siento la necesidad de concentrarse de forma más rigurosa sobre objetivos militares, como el combustible y las comunicaciones situadas inmediatamente detrás de las líneas enemigas, antes que centrarnos en meros actos de terror y de destrucción sin sentido, aunque impresionantes.
DOCUMENTOS CLASIFICADOS SOBRE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL SIGUEN SIENDO INACCESIBLES A LOS INVESTIGADORES
Este cablegrama diplomático pone en evidencia que los aliados eran plenamente conscientes de la política terrorista que estaban desplegando en la Segunda Guerra Mundial, y de que esa política podía volvérseles en contra. Para minimizar esos crímenes hubo que hinchar el holocausto hasta convertirlo en el horror absoluto, indecible, impensable (teoría de la singularidad de Auschwitz). Otro cablegrama británico, revelado por Wikileaks, deja muy claro que la guerra no era contra Hitler, sino contra Alemania y el pueblo alemán:

«la guerra no es contra Hitler, sino contra Alemania en su totalidad antes y después de la guerra»

¿Guerra después de la guerra? Parece evidente que estos documentos abonan la existencia de un plan de exterminio del que el libro de Theodore N. Kaufmann Germany must perish habría sido sólo la punta del iceberg. También son ya incuestionables las repetidas ofertas de paz de Alemania (de las que el famoso vuelo de Hess fue sólo un ejemplo) en un momento en que el Tercer Reich estaba ganando la guerra, propuestas hechas con el fin de que ésta no se convirtiera en un conflicto mundial, que sólo beneficiaría al comunismo, entre Alemania y occidente. Hitler planteó incluso, a través del Vaticano, la posibilidad de retirarse de los territorios a la sazón ocupados por los alemanes en Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca y Noruega. Una oferta que no podía se rechazada por los aliados sin tener que dar incómodas explicaciones a las respectivas sociedades, deseosas de paz. El nazismo quería las manos libres para liquidar el criminal régimen bolchevique ruso y expandir Alemania hacia el Este. Pero el sionismo era de otra opinión, puesto que los sionistas contemplaban el comunismo como cosa propia, es decir, como cosa, en el fondo,judía. El holocausto, un pogrom enormemente exagerado, fue la consecuencia reactiva del plan de exterminio sionista del pueblo alemán. Conviene recordar que centenares de documentos aliados sobre la Segunda Guerra Mundial siguen sin desclasificar, quizá porque la patencia pública de lo realmente sucedido en el período 1939-1945 afectaría a la estabilidad de los gobiernos occidentales actuales.
1º de mayo de 2011
http://www.adecaf.com/altres/mesdoc/mesdoc/Wikileaks%20y%20la%20Segunda%20Guerra%20Mundial.pdf
http://bitelia.com/2010/11/wikileaks-la-historia-del-mundo-se-va-a-redefinir
https://twitter.com/wikileaks/status/6581472060252160

Publicado por ENSPO en 3:36 a.m. 

7 comentarios:

Jackobs dijo…

Todo lo aquí expuesto es algo ya conocido ad nauseam por cualquier persona q haya tenido un mínimo interés en el tema. El problema no es el conocimiento de los hechos o la ocultación de las fuentes, el problema es la represión político-mediática y la aquiescencia en la mentira, cuando no colaboración plena, tanto de la clase intelectual como del común de los mortales. El hombre-masa ya se ha acomodado a esta realidad, dedicará más atención y recursos a un lunar aparecido en su espalda o a un buen corte de pelo q a un terremoto q haya asolado China dejando millones de muertos a su paso, por no hablar ya de cuestiones más elaboradas como descubrir donde va su dinero o la falsedad de nuestros mitos existenciales…
12:28 a.m.

Jaume Farrerons dijo…

Sin pretender ser original, creo que en este blog se han dicho cosas que van un poco más allá de lo «ya conocido ad nauseam por cualquier persona que haya tenido un mínimo interés en el tema». Por ejemplo, que el holocausto sea el resultado reactivo (venganza, pogrom) a un plan de exterminio formulado por Kaufman, iniciado por el Bomber Command británico y consumado con el plan Morgenthau y la limpieza étnica de los alemanes del Este y Centroeuropa, esto es algo «nuevo».
Quizá las piezas del puzzle, por separado, no lo son, pero sí el contexto interpretativo en que dichas piezas son encuadradas y ordenadas en una secuencia con sentido lógico.
En el post que nos ocupa, lo que me ha sorprendido es que uno de los cables diplomáticos sacados a la luz por Wikileaks haya confirmado esta directriz hermenéutica «novedosa». Sólo eso.
Por lo demás, yo no soy nadie, sólo un ciudadano que intenta arrojar un poco de luz sobre nuestro pasado inspirándose en una defensa a ultranza de la verdad que, a mi entender, no es muy habitual y que uno desearía que se generalizara como pauta de conducta cívico crítica.
Yo no defiendo el fascismo, sino la verdad. Otra cosa es que para hacerle justicia al fascismo haya en apariencia que convertirse en fascista, pues tantas mentiras se han dicho sobre este fenómeno que resulta imposible separar una cosa de la otra.
Ahora bien, si comprometerse con la verdad es ser «fascista», entonces yo LO SOY. En ese sentido: luchar contra el criminal poder antifascista oligárquico que domina medio planeta.
Saludos.
10:26 a.m.

Bertiewooster dijo…

Debo decirle, que como aficionado a la historia del fascismo, si bien no me considero fascista, su blog tiene para mi un gran interés.
Quería plantearle lo siguiente: Usted, insiste a menudo en establecer una relación entre el panfleto «Germany must perish», y las acciones genocidas de los aliados contra la población aliada durante la guerra. Desde mi punto de vista, no creo que esa relación esté justificada. ¿Tiene usted pruebas, de que existiese algo así como una linea directa que lleve de una cosa a la otra?, más allá de que pudiera existir un espiritu común. Por otra parte, según tengo entendido, el llamado Plan Morguentau, nunca llegó a aplicarse, pues consistía en convertir a alemania en un país rural, primitivo, no industrializado.
Lamento si la redacción de mi texto le puede resultar algo confusa.
Un saludo señor Farrerons.
2:58 a.m.

Bertiewooster dijo…

«…las acciones genocidas de los aliados contra la población aliada…»
Quise decir:» las acciones genocidas de los aliados contra la población alemana»
3:01 a.m.

Jaume Farrerons dijo…

Yo no creo que los aliados «obedecieran» al plan Kaufman, creo más bien que el Plan Kaufman ilustraba públicamente en forma de libro una decisión más «profunda» ya tomada en la sombra por las élites oligárquicas filosionistas norteamericanas e inglesas, decisión cuya primera expresión concreta fue el plan de bombardeos genocidas del Bomber Command.
En cuanto al plan Morgenthau, junto al programa de pastorización de Alemania, escondía una agenda secreta basada en la hambruna y la esterilización de la población. Y dicha agenda se aplicó en perfecta concordancia con las atrocidades comunistas contra civiles alemanes(limpieza étnica) en el Este y Centroeuropa.
Los aliados exterminaron a 1 millón de prisioneros alemanes desarmados. Los rusos otro millón.
En la limpieza étnica de las provicias del Este y de las monorías germanohablantes centroeuropeas cayeron cerca de 3 millones de personas.
Luego la hambruna del plan Morgenthau provocó entre 2 y 4 millones de víctimas.
El plan Morgenthau se puso, por tanto, en marcha, pero fue detenido cuando los aliados se dieron cuenta de que la destrucción de Alemania sólo podía beneficiar a la expansión del comunismo. Lo que salvó a Alemania fue la «amenaza comunista» que obligó a occidente a reconstruir la odiada nación «de Hitler» después de haberla castigado durante dos años de manera criminal, genocida e imperdonable.
El plan existió y se aplicó. Churchill mismo sostuvo en privado a principios de 1941, por las mismas fechas en que se publicara el libro de Kaufman, que había que exterminar a 70 millones de hunos furiosos.
Existen documentos, como el cablegrama diplomático de Wikileaks, que avalan el hecho de una decisión genocida adoptada en 1940-1941 en forma de una «guerra después de la guerra» no ya contra Hitler, sino contra Alemania. ¿Qué puede significar una guerra después de la guerra, sino un genocidio?
Además, todos estos hechos, conocidos en parte por los dirigentes nazis, habrían desencadenado el holocausto como violencia difusa o pogrom de los cargos bajos (rango local) del partido (contra los judíos que estaban presos en los campos), quienes tomaron iniciativas de venganza cada vez que los bombardeos aliados dejaban carbonizada una ciudad alemana.
Ésta es nuestra hipótesis, con INDICIOS y piezas de convicción en forma de ELEMENTOS DE PRUEBA suficientes como para tomársela en serio. Ahora se trata de investigarla y encontrar PRUEBAS DE CARGO todavía más incontestables que lo ya probado que sucedió en la posguerra cuando Eisenhower rechazaba la comida que la Cruz Roja le entregaba para combatir el hambre de los prisioneros y civiles alemanes.
Hay que ir de estos INDICIOS y ELEMENTOS DE PRUEBA a evidencias como documentos clasificados que demostrarían la existencia del plan genocida y de su ejecución sin ningún género de dudas.
Si lo conseguimos, el fin de la oligarquía sionista en el mundo está asegurado.
4:13 a.m.

Ernesto dijo…

Buenos días Sobre la frase «la guerra no es contra Hitler, sino contra Alemania en su totalidad antes y después de la guerra». Dónde está el original? En qué cable? No hay ningún enlace al cable donde se supone dicen eso? Sería importante poder sostener esto en base a algún documento, al igual que haces con el documento anterior. Un saludo
6:35 p.m.

ENSPO dijo…

Este cablegrama es uno de los muchos que publicó la prensa en sus artículos sobre el escándalo Wikileaks. O sea, que la fuente es periodística y al parecer extravié la referencia, pues de lo contrario la habría puesto ya. Tomé nota de ella literalmente, pero luego perdí el artículo.
A partir de esta confesión ya puede concluir que todo este blog es falso, que soy un mentiroso, etc.
¿Satisfecho?
11:20 a.m.
http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2011/06/la-politica-terrorista-de-los-aliados.html