ah y la religión

ACUSACIÓN: Los líderes católicos sembraron el odio contra los judíos.- El holocausto judío no comenzó cuando Adolfo Hitler envió a las cámaras de gases a millones de judíos, sino cuando los líderes cristianos sembraron las semillas de odio en contra del pueblo judío: durante siglos la Iglesia los llamaba «pérfidos». Un general alemán, interrogado durante el Juicio de Nuremberg acerca de cómo un país tan adelantado como Alemania fue capaz de exterminar a seis millones de judíos, contestó: «Hace muchos años y siglos se ha predicado que los judíos no eran humanos, mentira que nosotros creímos y aceptamos en nuestro corazón. El resultado de una mentira propagada por tantos siglos se acabó aceptando como una verdad. El resultado fue inevitable» (Las raíces del cristianismo antisemita, Freedom Library Press, New York, pág. 3).

RESPUESTA: Hasta 1959, en la Misa tridentina se rezaba el Viernes Santo «por los pérfidos judíos», pidiendo su conversión. Con el tiempo la gente comenzó a interpretar la palabra «pérfido» sólo en el sentido peyorativo que asumió en las lenguas vernáculas, es decir, como «traidor», «malvado», «desleal». Sin embargo, en latín —idioma en que se escribió la oración— la palabra «pérfido» procede de per y fides, es decir, significa el que persiste o permanece en su fe. Así, resultaba perfectamente bien aplicada a la situación de los judíos, que rechazaron las enseñanzas de Cristo decidiendo conservar la religión de sus antepasados a pesar de ser solo «sombras» de la Revelación total y definitiva.
Por cierto, el 6 de septiembre de 1938, año anterior al estallamiento de la segunda guerra mundial, Pío XI pronunció este discurso que dio rápidamente la vuelta al mundo: «Resaltemos que en la Santa Misa Abraham es nuestro Padre y nuestro Patriarca. El antisemitismo es incompatible con el elevado pensamiento que ese hecho expresa. Es un movimiento con el que los cristianos no pueden tener nada que ver. No, no, os digo que es imposible para un cristiano tomar parte en el antisemitismo. Es inadmisible. A través de Cristo y en Cristo somos la progenie espiritual de Abraham. Espiritualmente, todos somos semitas».
ACUSACIÓN: Hitler era católico, y tuvo todo el apoyo de la Iglesia.- Adolfo Hitler era católico; hasta hay una foto en el que se le ve saliendo de Misa. Además le dijo a un amigo cuando eran jóvenes que su deseo más ardiente era haber podido ser un sacerdote católico. Después que escribió su libro Mi lucha, dio este testimonio público: «Yo soy ahora tan católico como lo he sido siempre». Cuando firmó el convenio entre el Tercer Reich y la Iglesia católica, afirmó: «Yo sólo estoy continuando la obra de la Iglesia católica romana». Además, citaba frecuentemente la Biblia para basar sus ataques contra los judíos. Hasta el día de hoy muchos judíos consideran a Adolfo Hitler como «cristiano» porque el Papa «le dio su total apoyo».
RESPUESTA.- Las personas que piensan que Hitler era católico solamente por una foto, entonces estarían diciendo que Juan Pablo II se volvió musulmán porque hay fotos que demuestran que entró a una mezquita; o que Benedicto XVI se volvió de religión judía porque las fotografías prueban que entró a una sinagoga. Aunque Hitler haya sido bautizado, y aunque en su cartilla del servicio militar diga que fue católico, dicha condición religiosa no es perenne ni se da por sólo decirlo; cualquier bautizado puede abandonar el cristianismo. Para ser católico se necesita aceptar todos y cada uno de los dogmas de la fe cristiana. Hi-tler, a través de su discursos, programas y obras, fue dejando claro que rechazaba a Jesucristo y sus preceptos. Habrá seguido asistiendo a veces a Misa —como sucede con miles de paganos y de «católicos de nombre» que entran al templo en bodas, quince años, bautizos, funerales, etc., aunque rechazan las enseñanzas de la Iglesia—, pero estaba muy, muy lejos de ser católico. En cuanto al uso que haya hecho de la Biblia para asesinar, Hitler simplemente habrá emulado a Satanás, que quiso tentar a Cristo usando citas de las Sagradas Escrituras. En cuanto a judíos que puedan estar creyendo que Hitler era cristiano, debe tratarse de casos de personas sumamente incultas, que no tienen idea alguna de lo que significa el cristianismo.
ACUSACIÓN: El Vaticano estaba tan ansioso de obtener el favor del Tercer Reich que constantemente le daba su bendición públicamente. El Vaticano y Hitler firmaron el 20 de julio de 1933 un acuerdo de apoyo. Cuando Hitler invadió Austria, el cardenal Innitzer le recibió y saludó personalmente con la señal de la cruz, y le aseguró el apoyo total de Roma diciéndole que «todos los católicos debían ser considerados los hijos verdaderos del Tercer Reich».
RESPUESTA: No sólo el Vaticano —durante el pontificado de Pío XI— sino media Europa firmó tratados con Alemania en 1933. ¿Por qué? Porque en 1933 ni el Vaticano ni ninguna nación sabía lo que Hitler tenía en mente. El acuerdo firmado por la Santa Sede y el gobierno alemán aseguraba para los años siguientes el derecho de la Iglesia a realizar sus funciones evangelizadoras en Alemania. El Concordato garantizaba también que si Alemania rehiciera su ejército, los soldados tendrían acceso a capellanes; pero esto no significa que la Iglesia aprobara o promoviera el rearme, sino que lo firmó buscando acercar la conversión y los sacramentos a todos en todas las circunstancias posibles.
Con el paso de los años se fueron descubriendo las verdaderas intenciones de Hitler, y la Iglesia se fue pronunciando en contra de ellas. Pío XI publicó el 14 de marzo de 1937 la encíclica Mit brennender Sorge («Con ardiente preocupación»), cuando Eugenio Pacelli —futuro Pío XII— era su secretario de Estado. El documento condenaba no sólo la persecución de la Iglesia en Alemania sino también el neopaganismo de las teorías raciales nazis.
Mit brennender Sorge disgustó tanto a los nazis que un memorándum interno del gobierno, fechado el 23 de marzo de 1937, calificó a la encíclica de «casi una declaración de guerra contra el gobierno del Reich».
Por otra parte, los clérigos católicos fueron de los primeros en Alemania en reconocer la amenaza que suponían los nazis. En 1930, los obispos de Berlín y Westfalia condenaron a los nazis en cartas pastorales. En la primavera de 1931, los obispos bávaros condenaron igualmente al nacionalsocialismo y lo describieron como incompatible con el cristianismo. Declaraciones semejantes fueron hechas por los obispos de Colonia, Paderborn y el alto Rin. A raíz de esto, el 28 de octubre de 1935 el Ministerio de Propaganda nazi impuso la censura previa a todas las publicaciones periódicas de la Iglesia, y el 30 de noviembre de 1935 la medida se extendió a todo el material gráfico o escrito que fuera a ser distribuido. Por eso, después de 1937 los obispos alemanes abandonaron sus infructuosos intentos de imprimir sus pastorales y se limitaron a leerlas desde los púlpitos, pero a veces eran confiscadas antes de llegar al templo.
Como Hitler era austríaco de nacimiento, llegó a Viena y se entrevistó con el cardenal Innitzer, del que logró con engaño una desafortunada declaración del episcopado austríaco en que se ensalzaba el nacionalsocialismo alemán. En seguida vio lnnitzer que había cometido un grave error, y añadió una nota aclaratoria. Como era de suponer, la propaganda nazi aireó la declaración, pero omitiendo toda referencia a esa nota aclaratoria. Innitzer fue llamado a Roma y a los pocos días publicó una rectificación mucho más contundente. Sólo después fue recibido por Pío XI, pues hasta entonces no había querido hacerlo. La respuesta nazi fue ignorar la rectificación, suprimir las organizaciones juveniles católicas, la enseñanza de la religión y hasta la Facultad de Teología de lnnsbruck. El palacio arzobispal de lnnitzer fue asaltado y arrasado por las juventudes hitlerianas.
Hay muchas fotos en que aparece Hitler con obispos, presbíteros y monjas católicos, y que se usan para «demostrar» el contubernio entre la Iglesia y el nazismo. Intencionalmente se omiten las fechas, pues fueron tomadas años antes de que el dictador hiciera públicas sus más bajas intenciones. Aun así, seguramente hubo miembros de la Iglesia —clero y feligreses— que finalmente renunciaron a Jesucristo y se pronunciaron a favor del Fürher, pero justamente en ese momento dejaron de ser Iglesia.
——————————————————————————–
Para Hitler, propagador del paganismo, la Iglesia era su enemiga, y por eso tenía planes de asesinar a Pío XIIEn la década de 1920 Hitler dijo a Ludendorff, alto oficial del ejército alemán, que tenía que disimular su odio al catolicismo porque necesitaba el voto de los católicos bávaros tanto como el de los protestantes prusianos: «El resto puede llegar más tarde».
Y tenía razón, pues, cuando la hora llegó, «los ataques públicos de los nazis contra el cristianismo producían mucha insatisfacción en el pueblo alemán, y especialmente en las zonas católicas. Los intentos locales de los funcionarios nazis de restringir las prácticas religiosas y eliminar los crucifijos de las escuelas ocasionaron tal indignación, tales tumultos y unas protestas tan furiosas que los funcionarios, en general, revocaron sus órdenes» (Los Verdugos Voluntarios de Hitler. Los alemanes corrientes y el Holocausto, Daniel Jonah Goldhagen [historiador judío-esatadounidense], Taurus, Madrid 1998).
El testimonio de un ex—nazi
Hermann Rauschning (1887-1982) fue un terrateniente alemán nacido en Thorn /(hoy Polonia) que ingresó al partido nazi en 1931y fue designado presidente del Senado de Danzig. Durante este período estableció directas relaciones con buena parte de la dirigencia nazi, reuniéndose en varias ocasiones con el propio Hitler. Habiéndose arrepentido del nazismo tras conocerlo por dentro, renunció al partido en noviembre de 1934 y se exilió en Estados Unidos. En 1939 escribió un libro titulado “Hitler me dijo”, que, según su autor, recoge el contenido de diversas reuniones y conversaciones que el líder nazi mantuvo con su círculo más cercano y de las que él mismo fue testigo y partícipe. Ahí, asegura, Hitler «expuso sin tapujos sus ideas verdaderas, ideas que siempre ocultó».
Escribe Rauschning: «A pesar de las muchas mentiras vertidas sobre la relación entre Hitler y la Iglesia católica, ésta constituyó siempre un dolor de cabeza para el Führer. Como todos los totalitarismos, Hitler intentó destruir a la Iglesia católica empezando por la alemana». El autor recuerda cuando el dictador alemán comenzó a perseguir «a los sacerdotes católicos por tráfico de divisas o por atentado a las costumbres, a fin de presentarlos a los ojos de la masa cual criminales, quitándoles de antemano la palma del martirio y la gloria de la persecución».
Ademas, los historiadores han demostrado que Hitler trabajó por reinstaurar el paganismo primitivo. En Hitler me dijo, Rauschning pone estas palabras en boca de Hitler: «Nuestros campesinos no han olvidado sus creencias de otros tiempos; la vieja religión vive siempre… Durante la Semana Santa y en las exposiciones agrícolas ambulantes difundiré nuestro credo religioso por la imagen, y de un modo tan expresivo, que el campesino más obtuso comprenderá… El campesino debe saber lo que la Iglesia le ha hurtado: la intuición misteriosa y directa de la naturaleza, el contacto instintivo, la comunión con el espíritu de la tierra. Así es como debe aprender a odiar a la Iglesia. Debe aprender progresivamente de qué trucos se han valido los sacerdotes para robarles el alma a los alemanes. Rascaremos el barniz cristiano y volveremos a hallar la religión de nuestra raza». Hay que comenzar por la campiña, y no por las grandes ciudades… En las grandes ciudades no queda absolutamente nada. Allí donde todo ha muerto es imposible reanimar nada. Mas nuestros campesinos viven aún sobre un fondo de creencias paganas, y partiendo de ahí podremos evangelizar algún día a las multitudes de nuestras ciudades».
Hitler realizó muchas acciones contra la Iglesia, la mayoría de ellas de manera velada. Entre sus planes incluía la destrucción del Vaticano y, más aún, el asesinato de Pío XII. Datos sobre este objetivo fueron confesados por Karl Wolff, antiguo general de las SS.
El plan para eliminar al vicario de Cristo fue organizado después del 25 de julio de 1943 por el Reichssicherheitsamt (cuartel general para la seguridad del Reich) de Berlín.
De ello también da testimonio Niki Freytag von Loringhoven, residente en Munich, hijo de Wessel Freytag von Loringhoven, quien fuera coronel del Alto Comando Alemán de las Fuerzas Armadas. Revela que el 29 y 30 de julio de 1943 tuvo lugar en Venecia un encuentro secreto para informar al jefe de contraespionaje italiano, el general Cesare Amè, de la intención del Führer de castigar a los italianos con el secuestro o el asesinato de Pío XII y del rey de Italia; esto como represalia por haber por haber arrestado a Mussolini. Pero uno de los particpantes de la reunión, el jefe de contraespionaje italiano, general Cesare Amè, al regresar a Roma divulgó la noticia de los planes contra el Papa para bloquearlos.
El historiador Andrea Tornielli, en su libro Pío XII, el Papa de los judíos, revela otro plan hitleriano de arrasar «a sangre y fuego» el Vaticano y secuestrar y confinar al obispo de Roma y jefe de la Iglesia católica en algún lugar del Principado de Liechtenstein, donde permanecería retenido como rehén del ejército alemán. Esto ocurrió también en 1943, tras que el Führer se enfureciera por la firma del armisticio entre el gobierno italiano del mariscal Badoglio y los aliados el 8 de septiembre. Pero el plan no llegó a cumplirse gracias a que el general Karl Wolff, entonces comandante de las SS en Italia, logró disuadir a su superior.
Autor:
Diana García Bayardo PARA CHURCHFORUM
Fuente:
http://www.elobservadorenlinea.com
from → Análisis, Conspiraciones, Historia, Nuevo Orden Mundial, Ocultismo, Política, Revisionismo, Signo de los tiempos, actualidad, persecucion
16 comentarios dejar un →
1.
2010 Febrero 17
Logan Enlace permanente
En primer lugar, estas versiones de la historia, son contradictorias a la realidad.
En segundo lugar, que simplón el comentario de que no podemos llamar musulmán a Wojtyla Katz porque entró a una mezquita.
Si un varón le lleva a su amiga su bolso no quiere decir que sea mujer, pero si se pinta con el colorete, se riza las pestañas, si se pone sus pantimedias, si usa brassiere, si se pone falda, se sodomiza y demás; tampoco nadie va a pensar que es mujer sino marica.
Igual Wojtyla Katz, no sólo entró y salió a la mezquita, a la Sinagoga, dejó su recadito en el Muro, enecendió las velas de la menorhá, celebró festividades hebreas, besó el Corán, se incenció por animistas y satanistas, rodeado de mujeres desnudas y todo lo demás; nadie va a pensar que es católico, sino anticristiano.
Por último, si Hitler iba a Misa o no, su juicio particular es ajeno para los hombres; sólo Dios conoce la verdad de su corazón. Pero en cuanto a combatir a los enemigos de la Iglesia, al comunismo marxista, a la masonería y al hebraísmo. En cuanto al odio que han sembrado la Gran Prensa y la Nueva Iglesia en su contra, nos hace pensar que seguramente hizo cosas muy buenas.
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis.—
1. Logan Enlace permanente
En primer lugar, estas versiones de la historia, son contradictorias a la realidad.
En segundo lugar, que simplón el comentario de que no podemos llamar musulmán a Wojtyla Katz porque entró a una mezquita.
Si un varón le lleva a su amiga su bolso no quiere decir que sea mujer, pero si se pinta con el colorete, se riza las pestañas, si se pone sus pantimedias, si usa brassiere, si se pone falda, se sodomiza y demás; tampoco nadie va a pensar que es mujer sino marica.
Igual Wojtyla Katz, no sólo entró y salió a la mezquita, a la Sinagoga, dejó su recadito en el Muro, enecendió las velas de la menorhá, celebró festividades hebreas, besó el Corán, se incenció por animistas y satanistas, rodeado de mujeres desnudas y todo lo demás; nadie va a pensar que es católico, sino anticristiano.
Por último, si Hitler iba a Misa o no, su juicio particular es ajeno para los hombres; sólo Dios conoce la verdad de su corazón. Pero en cuanto a combatir a los enemigos de la Iglesia, al comunismo marxista, a la masonería y al hebraísmo. En cuanto al odio que han sembrado la Gran Prensa y la Nueva Iglesia en su contra, nos hace pensar que seguramente hizo cosas muy buenas.
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis
2.
2010 Febrero 18
Luis Salvatierra Enlace permanente
Completamente de acuerdo con Logan. Donde tanto lo critica la juderia, los liberales (al igual que han hecho con Franco) y los liberales infiltrados en la Iglesia es porque o no es tan malo como la maquinaria hebrea lo pinta o no fue malo en absoluto. La misma maquinaria que es mas suave en sus ataques a genocidas como Stalin (hebreo), Castro (hebreo), el Che, Mao, etc. Hasta donde se sabe, Franco salvo Espana de la catastrofe roja pero segun la propaganda hebrea era el diablo…
3.
2010 Febrero 18
Acacio Enlace permanente
De entrada aún no está demostrado que murieron seis millones de judios en las cámaras de gas, eso ya de entrada. Y es penoso que a pesar de que el mismo anuario Judio lo desmienta se tenga aún la desfachatez de continuar con el mismo rollo.
Las confesiones que se pudieran obtener de ese tal Karl Wolff habrian sido extraidas con los mismos métodos de tortura que se utilizaron con otros nacionalsocialistas, como Höss.
Como católico intento defender la verdad y no fomentar continuamente el odio a un pueblo que sigue pagando su derrota.
4.
2010 Febrero 18
Azul Enlace permanente
La nota de García Bayardo es evidentemente malintencionada porque utiliza incluso dichos de terceros que no fueron testigos presenciales como el caso de hijo del coronel von Loringhoven (Mi papá me contó…).
Pero también es perversa porque está dirigida a que los católicos tomen una posición adversa hacia lo que fue el Tercer Reich. Y en eso la “católica” García Bayardo coincide con la masonería, el judaísmo y el comunismo. ¡Pavada de compañeros de ruta tiene esta piadosa señora!
Pero lo que mas se pone de relieve en esta aprendiz de sofista (Es muy elemental) es su infantilismo y su grosero desconocimiento del apoyo que destacados católicos brindaron al gobierno alemán, de los miles de capellanes que sirvieron en las cuatro armas de la Whermacht, pero muy especialmente de los podridos frutos que hoy recibimos por parte de la demoniocracia triunfante sobre Hitler: anticristianismo, sodomía, aborto, droga y alcoholismo y no solo miseria moral sino material: hay hambre en todo el mundo.
Nunca la Iglesia de Cristo ha sido tan perseguida, a escala planetaria, como ahora.
5.
2010 Febrero 18
Azul Enlace permanente
Es fundamental ver cual es la bibliografía que García bayardo confiesa haber utilizado.
Como dice ser católica seguramente habrá recurrido al material de Salvador Borrego (católico), Romanescu (Católico), Bochaca (Católico), no nada de eso, ella nos indica que su mentor es un judío sionista, así señala que su fuente fue: “(Los Verdugos Voluntarios de Hitler. Los alemanes corrientes y el Holocausto, Daniel Jonah Goldhagen [historiador judío-esatadounidense], Taurus, Madrid 1998)”.
Por favor no sigamos mas con estas patrañas anticristianas y con plumíferos de cuarta categoría, mercenarios del mas crudo judaísmo.
6.
2010 Febrero 18
vitor Enlace permanente
En primer lugar y como catolico, cristiano, respetando cada opinion yo conforme a lo que he estudiado y leido, soy pensante, analitico, tengo 63 años , y como todos los seres humanos, imperfecto, pecador pero siempre con profunda fe en CRISTO, JESUS, EL HIJO DE DIOS , EL MESIAS ESPERADO QUE VINO PARA SALVARNOS Y HACER LA NUEVA ALIANZA, negado por ISRAEL , por los rabinos de su epoca, entregado a los romanos, lo cual contradice el espiritu y el plan de DIOS PARA TODOS LOS HUMANOS, fue su pueblo elegido, luego dicho pueblo salvo pocos de sus patriarcas y antecesores, (por eso vendra el perdon a ese pueblo hereje, traidor, de doble cara, amante del dinero como el mismo JESUS LO DIJO, se autovictimizan no sabiendo que tambien semitas lo son los pueblos arabes, arameos, etiopes , asirios, etc, algunos ya desaparecidos, tercos y tozudos, de dura cerviz, y hoy muchos sionistas ateos, que no creen en ningun dios, solo en su politica de dominio y control del mundo en el nuevo orden que se ha formado, dentro del progresismo materialista y anticristiano), devoto de la VIRGEN MARIA , y fiel a las enseñanzas de JESUS, EL UNGIDO, EMMANUEL, DIOS CON NOSOTROS, LES DIGO: que los hermanos judios primero se planteen que todos los seres humanos nacimos iguales hace mas de cien mil años segun los estudios de migraciones, vinieron todos de africa, eramos todos de color negro por la piel, por el continente, y entonces me pregunto hoy, porque TANTO RACISMO Y DISCRIMINACION SI TODOS VENIMOS DE UN PADRE Y MADRE COMUNES, CONFORME LA CREACION DE DIOS, luego ellos pecadores, ADAN Y EVA, de la cual partio la primera alianza con ese pueblo, ignorante, agricultor, sacado de ACADIA, SUMERIA, DE LOS CONFINES DE BABILONIA COMO FUE ABRAHAM, el primer patriarca, y asi sucesivamente conforme relata LA BIBLIA , fueron insertandose en distintos continentes y paises, y asi tambien cambiaron su aspecto, apellidos, estaturas, y asi nacieron lo que se conoce como RAZAS HUMANAS, para ni no hay raza ni nacion alguna que tenga derecho total al planeta tierra, elegido por DIOS PARA NUESTRA MORADA, PARA TODOS, POBRES Y RICOS, somos ciudadanos del mundo libres, pero las ataduras del ser humano, primitiva todavia, inhumana, depredadora todavia, hace que veamos esta realidad actual y desde hace cientos de años, como la civilizacion de avanzada, con grandes avances tecnologicos que estan llevando al mundo a la perdicion y extincion total, con el predominio del maligno por detras de todo eso, para hacernos enfrentar a unos contra otros hasta la batalla final que vendra, tarde o temprano o no vemos lo que esta sucediendo hoy dia??? , clima, asesinatos, drogas, promiscuidad sexual de todo orden y en todas partes y edades, venta y trafico de armas, de niños, experimento geneticos para eliminar poblaciones, armas letales de todo tipo, aun electromagneticas y nanotecnologicas (que no se ven, son invisibles) para afectar nuestro cerebro, espiritu, fe, quiebra areas neuronales haciendonos homicidas, implantan recuerdos falsos, quitan y roban memoria, etc, etc, hay cientos de hechos que si los estudian existen hoy, no son ficcion o delirios , cuidado hermanos, hoy tambien ESO HA LLEGADO A NUESTRA IGLESIA QUE HA SIDO PENETRADA POR LOGIAS Y SECTAS MASONICAS, al servicio del anticristo, el que tenga ojos que vea y oidos que escuche no??. o somos ciegos ante el avance de un comunismo ateo y sionismo depredador, banqueros, financiero que ha metido dentro del vaticano a seres ateos como HENRY KISSINGER Y PETER SUTHERLAND, del CRF, TRILATERAL, LA BANCA MORGAN, LA BANCA CHASE MANTAHANN BANK, LA BANCA ROSTCHILD, judia y masonica, que mediantes prestamos durante el escandalo del banco ambrosiano y la P-DUE, se metio en nuestra iglesia y desde adentro estan haciendo su obra terrible y depredadora_: haciendo perder la fe, el amor a CRISTO, A SUS ENSEÑANZAS, A NUESTRA DOCTRINA, los mismos sacerdotes muchos, obispos y arzobispos de primer nivel estan con estos seres en pactos secretos, TRAICIONANDO A NUESTRO SEÑOR UNA VEZ MAS, ¡¡¡ y despues ellos se preguntan:_ como es posible que DIOS NOS HAYA ABANDONADO?? (cuando fue el aniversario de ASWCHITSH, en Polonia, donde nuestro PONTIFICE , EL MISMO, INCREPABA A DIOS DICIENDO COMO PUDO HABER PASADO ESO??????, no señores, yo no acepto para nada eso, pues deben saber que la segunda guerra mundial fue ideada por los mismos aliados, quienes para eliminar al comunismo ruso y a su vez quedarse con el acero aleman, carbon, recursos, industrias, territorio, hicieron el pacto PRESCOTT BUSH (ABUELO DEL GEORGE W.BUSH) con AVERRELL HARRIMAN, EL BANCO DE HOLANDA Y LA BANCA THYSSEN , ALEMANA, DEL ACERO, NAZI, ellos acordaron poner a hitler en el poder y luego si, hubo grandes complices, hubo hasta soldados judios con el nazismo, vean estudio serio que hizo el escritor estadounidense BRYAN MARK RIGG, poco negado por ellos mismos, pues el se basa en fuentes muy confiables¡¡¡¡.- y hubo participacion de IBM MEDIANTE LAS TARJETAS PERFORADAS QUE DESDE LA MAQUINA LLAMADA, COMPUTADORA HOLLERITH, LEAN , les dio a los nazis, desde 1933 y luego en 1939, un censo completo de toda la ubicacion judia en alemania, que tambien incluia, armenios, turcos, gitanos, arabes, etc, y el dueño ya de IBM, SE LLAMO THOMAS JOHN WATSON, hoy sus nietos aun viven , creo sus hijos viven y aun en el año 2000 seguro, dichas maquinas, hoy muy tecnificadas fueron usadas para la guerra de SERBIA¡¡¡¡¡.-
Ademas cuando en el año 2006 se conmero un nuevo aniversario del holocausto (para mi fue un genocidio de mas de 6000.000 pero no solo de judios sino de varias nacionalidades como las nombradas asi como homosexuales, negros, etc, ), en la SOLUCION FINAL , se enteraron mediante la desclasificacion que hubo por parte del gobierno americano, PUBLICADA EN EL DIARIO INGLES “THE GUARDIAN” vayan, busquen y lean, que los mismos aliados, sus supuestos amigos, los traicionaron porque no atacaban sus aviones los campos de concentracion donde estaban todoooos, porque?? porque simplemente los usaban como obreros para las minas en SILESIA, POLONIA para extraer mineria y carbon, para luego fabricar el acero, si que se quejaron contra GEORGE BUSH y en forma¡¡¡¡, y lo declararon persona no grata en ingresar alli, lean todo por favor asi vamos aclarando cosas que se encubren.-
Y si, hubo cierta complicidad vaticana con muchos nazis mediante el otorgamiento de pasaportes a argentina, brasil, paraguay, peru, etc, como tambien ingresaron miles de nazis a EEUU Y RUSIA MEDIANTE EL RAPTO DE CIENTIFICOS ALEMANES que durante la guerra crearon todo tipo de pestes, armas biologicas, espaciales (VON BRAUN) misiles, avances en genetica ya, en aquella epoca¡¡¡¡, lamentablemente hubo colaboracion para que muchos nazis emigraran a otros paises por genova y barcelona, via suiza , pais que tiene enorme cantidad de ORO NAZI, ORO AMERICANO, ORO JUDIO, DE TODAS LAS NACIONALIDADES, POR ESO FUE UN PAIS NEUTRAL, pacto con todos mediante dinero y encubrimiento hasta hoy, evitar que lo atacaran¡¡¡¡, es un pais falso, anticristiano, no todos, sus banqueros, siempre hablo de cierta gente en todas mis citas, tengase claro, pues hay millones de personas que todavia CREEN EN EL VERDADERO CRISTO, EL HIJO DE DIOS, EL MESIAS QUE VINO Y MURIO Y RESUCITO POR NOSOTROS, AUN EN ISRAEL HAY TAMBIEN¡¡ pero claro, los persiguen por eso.-
ASISTIMOS AMIGOS A LA GRAN MASCARADA Y ENGAÑO TOTAL DEL MUNDO MEDIANTE LA DESINFORMACION, DEFORMACION Y fraudes, mediante cortinas de humo, distraccion, robotizacion mediatica, tecnicas de lavado de cerebro por internet, experimentos mediante antenas gigantes como las de ALASKA, LLAMADAS HAARP, que pueden desde generar terremotos, huracanes, arruinar cultivos y sistemas, como detruir la mente y conducta humana pues puede mutar nuestro adn, mediate rayos programados desde la ionosfera, satelites dirigidos, con microondas de calor terrible, agregado a sistemas informaticos que trabajan en red.-
Por eso hay que seguir teniendo fe, esperanzas, orar mucho dia a dia, tener la luz del ESPIRITU SANTO Y DE CRISTO ENCENDIDA, porque habra rumores de guerras, pestes, terremotos, hambre, etc, se mataran unos contra otros, todo eso lo dijo el, pero todavia no sera el momento¡¡¡.- Y “VENDRE COMO LADRON EN LA NOCHE” DIJO JESUS, NO??, bueno, entonces piensen a la hora de hablar de todos estos temas y de lo que sucede en nuestra iglesia hoy, en la alta cupula vaticana, en la alta masoneria infiltrada y que desde adentro mediante los famosos dialogos interreligiosos hacen que los ateos, anticristianos, participen en el banquete, que el MISMO JESUS PROHIBIO, lean las escrituras y veran donde dice “alejense de esa gente que no cree en mi, no sean complices de ellos, o estan conmigo o contra mi”.- busquen y hallaran.- no digo mentiras creo, si alguien duda de todo lo que dije, por favor le pido investigue y luego hable, estoy con CRISTO NO CONTRA EL, SEA EL QUE FUERE QUE LO INVOQUE EN FORMA FALSA HOY DIA¡¡¡ aun dentro de nuestra propia iglesia, pues el maligno adopta falsas fachadas y formas, es el GRAN ENGAÑADOR, no es asi???.- vitor.-
7.
2010 Febrero 18
vitor Enlace permanente
Deseo publiquen mi comentario, no lo oculten o no lo censuren, si hablamos de la verdad o de lo que puede aclarar cosas, por favor les pido si son cristianos, lo hagan y no tengan miedo, mas miedo les dara que un dia DIOS LES PREGUNTE PORQUE LO NEGARON O NO DIJERON LO QUE DEBIAN DECIR, O DEJAR HABLAR A OTROS QUE EMITE UNA OPINON, ADEMAS,HE GUARDADO TODOS MIS COMENTARIOS Y LOS HARE VALER SI NO LOS PUBLICAN , GRACIAS.- estoy CON CRISTO NO CONTRA EL.- no se muchos de uds de parte de quien estan.-vitor.-

Nota del Editor:
¿Cuáles son esos comentarios? No hemos recibido nada… De todos modos, siempre tenemos la decisión de publicar o no sus comentarios… No adherimos a los “derechos” masones y liberales de que cualquiera puede decir lo que se le venga en gana
8.
2010 Febrero 18
Peralitos Enlace permanente
Respecto a la cabalística cifra de los seis millones, llama la atención que en las crónicas de las matanzas de mártires a manos de la Roma pagana, se tiene un cómputo estimado de aproximadamente seis millones de mártires en las diez persecusiones de los césares romanos ¿coincidencia … o macabra burla hebrea?
9.
2010 Febrero 18
vitor Enlace permanente
SI UDS NO HAN RECIBIDO NADA, QUIEN LOS ELIMINO?????, PUES YO PUSE ENVIAR Y SALIO, luego no vi nada publicado, que paso entonces señores o hermanos, pues no soy mason como parecen querer indicarlo o insinuarlo?? solo dije estar molesto porque mi comentario, extenso y completo fue enviado , no soy tonto o pierdo la memoria cercana¡¡¡¡, por favor les pido que alguno de uds me explique donde van los comentarios cuando uno los hace, aprieta enviar y salen????, es el servidor de uds o quien , o no ponen alli “su comentario esta en moderacion”???, no son uds o es la maquina o procesador de uds??, LES DIGO ESTO EN FORMA SINCERA, UDS YA ME CONOCEN DESDE ANTES, PUES SIEMPRE HE ESCRITO EN ESTE SITIO Y DE TEMAS MUY DELICADOS Y asi tambien muchas veces no los publicaban a algunos, a otros los ponian en moderacion y a otros si, los daban a conocer, aqui paso algo raro, seguro porque hable de muchos temas candentes , actuales y tambien pasados, origenes de los actuales y contra cierta gente que nos ataca como catolicos y cristianos pero tambien desde adentro esta el peligro, no seamos ilusos de creernos todo asi nomas, y les repito, DIOS SABE QUE NO MIENTO, SABE DE QUE ESTOY HABLANDO, ME GUSTARIA DIOS EN ESTE MOMENTO ME DIJERA QUE PASO CON ESE EXTENSO COMENTARIO MIO¡¡¡¡.- no estoy jugando, cada uno saque sus conclusiones y cada uno piense humildemente como yo lo hago, de que estamos hablando y sin miedossss, pues el temor los hace a ellos, enemigos de DIOS, DE CRISTO, DE SANTA MARIA, fuertes, O QUE PASO CON EL PEDIDO DE LA VIRGEN EN FATIMA SOBRE LA CONSAGRACION DE RUSIA A LA INMACULADA CONCEPCION???, SOBRE EL TERCER SECRETO DE FATIMA QUE LOS PONTIFICES HAN NEGADO, ENCUBIERTO Y MENTIDO?? que pasa hoy con la RUSIA PELIGROSA QUE HA REBROTADO, ANUNCIADO POR ELLA???, pues entonces ahora nos quejamos de lo que sucede, y los hermanos judios, ya basta conque nosotros les debemos perdon y dar explicaciones, cuando ellos, aunque DIOS LOS PERDONE PERO LES MANDO Y MANDARA DURAS PRUEBAS POR SUS TRAICIONES, entregaron y negaron a JESUS, AL MESIAS QUE VINO Y NO FUE RECONOCIDO POR ELLOS, o no fue asi????.- de alta traicion estoy hablando, dentro y fuera de nuestra iglesia y que se atengan aquellos que se pasaron al bando maligno de lo que les vendra luego, no son cuentos, amenazas ni presiones, ES LO QUE JESUS DIJO Y SUS APOSTOLES HACE MAS DE DOS MIL AÑOS, vitor, guardo todo a ver si me dan sus explicaciones.- y que DIOS LOS BENDIGA A TODOS, Y QUE NOS PERDONE A TODOS SI ALGUNO DE NOSOTROS NO ESTA HABLANDO CON LA VERDAD , NO ABSOLUTA PORQUE SOLO DIOS LA TIENE, pero si de muchas verdades comprobadas.-
10.
2010 Febrero 18
Luz Enlace permanente
¡Cómo siempre, Sr. Logan, pura lógica!
¡Dios le guarde!
11.
2010 Febrero 18
Azul Enlace permanente
¿Dónde hará valer sus comentarios el lúcido y muy claro Vitor?
¿Los presentará en el juzgado del Dr. Oyarbide acaso?
Terribe amenaza o si se quiere, advertencia
12.
2010 Febrero 18
vitor Enlace permanente
Si uds realmente no tiene el comentario mio anterior, eso pone en evidencia que hay ciertos grupos y equipos tecnológicos de espionaje, que ya programados conforme a temas, perfles , sitios, etc, los sacan directamente o los anulan y uds no se enteran, tienen uds alguna manera de comprobarlo o no, porque yo entiendo lo que uds dicen, pero en muchos sitios, blogs, foros que yo escribo asi como en un diario español , aticulos han tratado muchas veces de impedirme enviar comentarios relacionados con EL NUEVO ORDEN, PROGRESISMO FALSO , ROBOTIZACION DE LAS MEENTES, LAVADO DE CEREBROS, DESINFORMACION, ELIMINACION DE POBLACIONES EN FORMA SELECTIVA, PANDEMIAS FALSAS, TERREMOTOS CREADOS POR ELHOMBRE MEDIANTE EQUIPOS ESPECIALES , VER ANTENAS HAARP Y EN RUSIA, PAJARO CARPITNERO , ASI SE LLAMA, SUPERORDENADORES COMO EL ULTIMO LLAMADO, CORRECAMINOS EN LOS ALAMOS QUE PROCESA MAS DE UN BILLON DE OPERACIONES POR SEGUNDO,, etc etc.-
agregado a robo de niños para trafico de embriones, trafico de drogas, de armas, de organos, experimentos geneticos de ultima generacion con el uso de nanotecnlogia y redes sociales para captar incautos, robo de datos, de identidad, dni electronicos con chjips, el uso cada vez mayor de verichips en humanos y tambien el usos de armas psicotronicas sobre el cerebro alterando conductas y comportamientos para que unos se ataquen al otro, implante de recuerdos falsos,,, alteracion de la memoria , AUTOATENTADOS COMO RECIEN ACABA DE PASARN EN AUSTIN, AL LADO DE OFICINAS DEL FBI, PARA GENERAR LUEGO excusas para invadir otros paises, declarar la guerra a otros paises, compra de nuevas armas, nuevos presupuestos para defensa mientras la gente de eeuu, acabado el sueño americano hoy sufre todo tipo de violaiones a los derrechos civiles que ellos imponian a nosoros antes, si, alli hay un golpe de estado en democracia, Y RUSIA NO SE HA CONSAGRADO A LA VIRGEN COMO ELLA EN FATIMA LO PIDIO, VEN AHORA LAS CONSECUENCIAS DE LO QUE ELLA COMO EN LA SALETTE ANUNCIABA?????.- HOY LES HABLE DE COMO EL PUEBLO JUDIO NIEGA A JESUS, LO ENTREGA A LOS ROMANOS Y HOY PIDEN QUE LOS CATOLICOS NO HABLEN DE ELLO, MAS ALLA QUE DIOS LE MANDO TODA CLASE DE PRUEBAS, Y LAS QUE VENDRAN TODAVIA, siguen muchos de ellos negando lo que paso en la segunda guerra mndial con el complot de toda esa farsa montada por PRESCOTTO BUSCH, ABUELO DE GEORGE BUSH, DE AVERRELL HARRIMAN, LA BANCA THYSEN EN ALEMANIA, NAZI, pasaportes a criminales nazis por parte del vaticano y tambien debo decir, que çn doble jugada, el PAPA PIO XII salvo a muhos judios entonces, pero se ha demostrado qaue tambien concedido quizas por miedo , pasaportes a criminales nazis para sudamerica mediante suiza, genova y barcelona.-
LA MAQUIAN HOLLERITH, DE IBM, COMO SE DEMOSTRO , CENSO A TODOS LOS JUDIOS DE ALEMANIA ENTONCES, A GITANOS, ARMENIOS, TURCOS, ETC, PARA ELIMINARLOS LUEGO MEIDANTE INFORMACION QUE VENDIO A HIMMLER Y SUS SS Y SA, SOLUCION FINAL, pero tambien ellos judios se enteraron en el año 2996, a traves del diario de londres THE GUARDIAN, QUE JSUTAMENTE ESTOS SEÑORES HABIAN EVITADO BOMBARDEAR, SABIENDO QUE ESTABAN EN CAMPOS DE CONCENTRACION, LOS MISMOS, PORQUE SOLO BUSCABAN EL ACERO, CARBON, TERRITORIO, MANO DE OBRA PARA LAS MINAS DE SILESIA, y durante dos años los nazis los usaron de todas formass en genocidios, a ellos y a otros, sabiend bien los aliados que sus aviones tenian orden no de no atacar los campos citados.- entonces estan indignados con el gobierno americano y ademas pidieron com0pensacion financiera via suiza.-
PERO TAMBIEN HAY UNA OBRA DE ESCRITOR AMERICANO, BRYAN BRIGGS, DONDE RELATA QUE HABIA MAS DE CIENTO CINCUENTA MIL SOLDADOS JUDIOS ALISTADOS CON LOS NAZIS¡¡¡¡¡¡.- que es todo esto entonces hermanos, mentiras mias, delirios, son tan inocentes los sionistas, no todos los judios , pues algunos reconcen A JESUS COMO AL MESIAS,????, no , no lo son, antes y hoy con la nueva era tecnologica , todo es una vil mentira y farsa montada, TODO ESTA LLENO DE MENTIRAS, DE ENGAÑOS, DE INFLISTRACIOENES DE LOGIAS AUN EN EL VATICANO MISMO, LO DIJO EL MISMO PADRE AMORTH, LA LOGIA MONTECARLO METIO A KISSINGER DENTRO DEL VATICNANO COMO ASESOR DE FINANZAS, comprueben eso o es mentira que parte del clero, de la alta jerarquia vaticana esta metida en grandes negocios sucios, rituales no sagrados, hay sectaas espiritistas dentro dol mismo y lo saben bien, que IGLESIA ES ESTA, LA DE CRISTO EL HIJO DE DIOS O LA FALSA IGLESIA AL SERVICIO DEL ANTICRISTO QUE LOS HA CORROMPIDO???.- quiero sus respuestas y aclaro todo eso, no todos, no todos son asi, hay muy buena y gente honrada y espiritual dentro de todo ello, pero muchos estan con el maligno y uds lo saben bien, debemos denunciar a todos ellos, JESUS QUERIA QUE SU TEMPLO FUERA DE ORACION NO CUEVA DE LADRONES, NO ??.- estga vez guardo todo esto bien guardado y lo envio , veremos si uds me dicen que no lo mande, gracias, vitor.-
13.
2010 Febrero 18
juan guerrero Enlace permanente
Hitler fue Católico y no existe ninguna prueba de que hubiera renunciado a su fe. Ni existe excomunión al Nazismo, ni el holocausto es dogma..y creo que el autor del artículo no conoce la HISTORIA del santo Niño de la Guarda
14.
2010 Febrero 19
Alejandro Enlace permanente
Hitler ha sido figura importante para los anatemas del mundo moderno.
En la “teología” actual, con sus pseudodogmas, Hitler es el demonio que llevó al holocausto al “cordero sin mancha” (entiéndase: pueblo hebreo-kabalista) para cumplir con las profecías del Antiguo Testamento. Y todo aquel que se atreva a mostrar la mínima simpatía a la persona de Hitler y, peor negar el holocuento, es maldito como si vulgar hereje.
Es importante notar la sustitución de dogmas que se quiere hacer con el “holocausto judío” (sí, con minúsculas y entre comillas) por el Sacrificio en La Cruz de NSJC. Ratzinger condenando en cada oportunidad el Negacionismo mientras algunos (muchos) jerarcas tratan de minimizar El Calvario de Nuestro Señor como un simple acto social, del cual cada quien puede pensar y decir lo que le venga en gana.
En el lugar de los judíos y líderes fariseos pidiendo la crucifixión del Mesías, es el pueblo alemán con sus líderes clamando por el extermino de los hebreos-kabalistas. Como consecuencia, el Cordero Inmaculado pasa a ser sustituido por el “cordero inmaculado(?)” del kabalismo hebreo y el demonio que a todos seduce para tal fin, es el mismísimo Adolf Hitler. Aquí resumido el pseudodogma.
15.
2010 Febrero 19
Pablo De Arbues Enlace permanente
De acuerdo con Logan.
¿Hablar de la religion de Hitler?
Una cosa tengo muy segura:
1).- No era ateo.
2).- No persiguio religiones.
3).- Es patetico decir tantas mentiras de un hombre, quiza màs alla de la realidad lo han combertido en un mito.
Un dia se sabra toda la verdad, y… ¿quienes seran los malos?
Pablo
16.
2010 Febrero 19
Pablo De Arbues Enlace permanente
¿Esta nota la sacaron de la pagina del Vaticano?
Creo que a los SIONISTAS les va a gustar dicho comentario
Pablo

Publicado por axel en 19 feb 2010

Febrero 2010

lunes, febrero 01, 2010

Los asesinos que nos gobiernan

Mas no olvidemos que la violencia no existe y no puede existir por sí sola: está infaliblemente entrelazada con la mentira (Alexandr Solzhenitsyn).
El presente artículo intenta desarrollar un argumento muy sencillo, claro y comprensible para cualquiera que se detenga un minuto a reflexionar. Veámoslo.
Es un hecho que los aliados justificaron la guerra contra la Alemania en la defensa de los derechos humanos frente a la «barbarie nazi». No obstante, también es un hecho que, cuando Alemania invade Polonia, ésta es asimismo invadida por la URSS y que, sin embargo, Inglaterra no le declara la guerra a Stalin, sino sólo a Hitler. Es un hecho que cuando Churchill y el dictador soviético hacen causa común contra el fascismo, el régimen comunista ha exterminado ya a 13 millones de personas, mientras que, por el contrario, el holocausto todavía no ha empezado siquiera. Es un hecho que en 1941, mientras los nazis planean trasladar a Madagascar a todos los judíos, y no masacrarlos, los ingleses tienen otras ideas en mente: bombardear las principales ciudades alemanas y aniquilar completamente a sus habitantes, unos quince millones de personas. A tal efecto diseñarán unas bombas incendiarias especiales, pensadas para quemar vivos al máximo número de ancianos, mujeres y niños. Así murieron un millón de alemanes inocentes y además se alargó la guerra de forma innecesaria. Es un hecho que, por las mismas fechas, es decir, años antes de que, según los historiadores oficiales, empezara el Holocausto, se publicó en Estados Unidos un libro donde se proponía la aniquilación total del pueblo alemán. Es un hecho que el plan del Bomber Command inglés semejaba de manera harto creíble la aplicación, en primera instancia, de ese proyecto de genocidio en toda regla y que los nazis, además de difundir el libro entre la población, tomaron buena nota de dichas intenciones abiertamente criminales por lo que respecta al trato dado a los judíos. Es un hecho que los norteamericanos arrojaron una bomba atómica sobre Hiroshima cuando ya sabían que Japón estaba dispuesto a firmar la paz, y que se apresuraron incluso a hacerlo temerosos de que el gobierno nipón se rindiera antes de poder usar ese «maravilloso» artefacto de aniquilación. Es un hecho que EEUU lanzó una segunda bomba atómica en Nagasaki cuando los japoneses ya se habían rendido. Es un hecho que dos millones y medio de alemanes fueron exterminados en la expulsión masiva de sus antiguos territorios del Este, unas provincias que estaban pobladas por germanos desde el siglo XII. Es un hecho que, después de la guerra, millones de civiles alemanes fueron sometidos por los americanos a una hambruna planificada que provocó la muerte de millones de inocentes, y otro tanto puede decirse de los soldados alemanes prisioneros de los franceses y de los norteamericanos, con más de un millón de víctimas. Es un hecho que, en 1948, los ultraderechistas sionistas expulsaron a los árabes de Palestina y fusilaron a los varones poblado a poblado ante la mirada indiferente de los soldados británicos del Mandato y de los observadores de las Naciones Unidas… Podríamos continuar con la lista de «actos inhumanos», que incluye los 100 millones de víctimas del comunismo en Rusia, China, Corea del Norte, Camboya y otros lugares del planeta. Nos detendremos aquí.

¿Democracia u oligarquía?

Pero, a efectos jurídicos, lo más grave no es tanto que esos crímenes se cometieran, sino que, después de juzgar al nazismo en Nüremberg, no se intentara aplicar las mismas normas y principios humanitarios a los responsables de tales atrocidades; que durante medio siglo, cada día, hayamos escuchado la misma cantinela sobre Auschwitz remachando a todas horas la idea fija, obsesiva, machacona, el lavado de cerebro de la infinita maldad de Hitler, mientras el poder «democrático» (=oligárquico), en cambio, no tenía nada que decir sobre los genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad perpetrados por los vencedores. ¿No resulta un poco sospechoso, en orden a juzgar las motivaciones de la famosa «cruzada antifascista por los derechos humanos» (?), que los políticos del sistema sólo hayan castigado a los vencidos, que única y exclusivamente los vencidos, y casualmente sólo ellos, sean los intrínsecamente perversos? ¿No es sorprendente y hasta chocante que dichos políticos, además de dejar impunes los mencionados crímenes, de dimensiones cósmicas, los hayan silenciado sistemáticamente, intentando borrarlos de la conciencia pública? ¿Actuarían así unos auténticos «defensores de los derechos humanos»? Evidentemente, no.

A partir de aquí, podemos empezar a hacernos más preguntas, preguntas incómodas, preguntas, en última instancia, aterradoras: unos políticos capaces de tales contorsiones morales y jurídicas, ¿resultan dignos de crédito? ¿Tenemos que aceptar, siendo así que han cometido durante cincuenta años tamañas manipulaciones, su interesada narración de la Segunda Guerra Mundial? ¿Qué autoridad moral podemos concederles a unos energúmenos fautores de semejantes fechorías? ¿No existiría, cuando menos, el derecho a la duda respecto de lo que nos han explicado sobre los «nazis»? Para mí es evidente que . Esa posibilidad de pensar no se le puede negar razonadamente a nadie en una democracia. Después de analizar las acciones y omisiones de nuestros gobernantes, ya no puedo creer los cuentos que salen de sus inmundas bocazas. Tengo derecho a dudar. Y ellos, sabedores de las consecuencias que se pueden seguir de este derecho generalizado a la duda, han decidido prohibir la duda. Han promulgado leyes que conllevan la prisión, la ruina profesional, económica -y, de rebote, la agresión física, la muerte incluso-, para quienes osen dudar.

Ahora bien, una vez dado este paso por parte de los políticos, mi sospecha, por lo menos la mía, se convierte en convicción: si, en efecto, con dichos antecedentes, nuestros «representantes» «democráticos» ponen el pensamiento libre fuera de la ley, es que el relato vigente de la Segunda Guerra Mundial debe de ser un fraude. Tales presiones mafiosas les delatan. Los políticos que nos gobiernan tienen -y esto literalmente- muchos muertos en el armario. Se trata de una evidencia indiscutible. Un mero repaso de los trágicos hechos que jalonan el siglo XX acredita esta afirmación, aparentemente extremada; carecen, por tanto, esos canallas, de toda solvencia moral a los efectos de esgrimir los derechos humanos como ideología jurídica o principio político legitimador de su dominio. Son peores que los nazis. En tanto que presuntos testigos y depositarios de la validez de una explicación histórica de los acontecimientos, los políticos «democráticos» carecen también de autoridad ética. Cada día que pasa se pone en evidencia con qué clase de truhanes mentirosos estamos tratando, sean del partido que sean; podemos caracterizarlos como mendaces, corruptos, incompetentes y criminales. Todos, sin excepción: la impostura en tanto que pauta de conducta permanente les define.

Los políticos «democráticos» son personajes indignos que trabajan al servicio de la extrema derecha judía, es decir, de una ideología racista y supremacista, obscurantista, retrógrada, supersticiosa, irracional…, que proclama la superioridad divina del pueblo hebreo y pretende someter toda la tierra a una regresión reaccionaria de carácter totalitario e irreversible. Ya lo están haciendo. Los asesinos que nos gobiernan conducen el planeta al desastre. Van a extinguir lentamente todas las culturas, van a devastar el ecosistema, van a extirpar el «problema» de las diferencias étnicas -excepto una– aplicando un programa masivo de mestizaje; controlan las instituciones, la economía, la prensa, la política, la universidad, la educación… Es necesario, frente a las oligarquías coloniales que nos gobiernan, organizar la resistencia, informar a los ciudadanos y, sobretodo, no caer en el error de identificarse con los fascismos históricos, porque, en este punto, han ganado la partida. El estandarte de lucha ha de ser el signo solar de una izquierda nacional europea.

Un documento como ejemplo

Tomo en mi mano un texto publicado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El órgano que lo promulga es la Convención Internacional para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (siglas CERD); en sus artículos 130-133, el redactado reza así:

«Decimocuarto informe periódico que los Estados partes debían presentar en 1998: France. 05/07/99. CERD/C/337/Add.5. (State Party Report). Apología de los crímenes contra la humanidad. (…) 130. Esta infracción ha sido incorporada al párrafo 3 del artículo 24 de la ley sobre la libertad de prensa por la ley de 31 de diciembre de 1987. 131. Según la jurisprudencia, constituye una apología de los crímenes de lesa humanidad la publicación o la apreciación pública que incitan a sus destinatarios a emitir un juicio moral favorable sobre uno o varios crímenes de lesa humanidad y que tienden a justificar esos crímenes o a sus autores. Los crímenes de lesa humanidad previstos en ese artículo se definen por referencia al artículo 6 del Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, que figura como anexo del Acuerdo de Londres de 8 de agosto de 1945, y fueron cometidos por los miembros de una organización declarada criminal (SS, Gestapo, cuerpo de dirigentes del partido nazi), o por toda persona reconocida culpable de esos crímenes por una jurisdicción francesa o internacional. Esa definición de los crímenes de lesa humanidad ha sido la escogida por el legislador francés pues, en 1987, no existía aún una definición de los crímenes de lesa humanidad en el derecho interno (véase las novedades que figuran en relación con el artículo 2, sección 1 a)). 132. De acuerdo con jurisprudencia, constituyen crímenes de lesa humanidad los actos racistas, los actos inhumanos y las persecuciones que, en nombre de un Estado que practica una política de hegemonía ideológica, son cometidos sistemáticamente contra personas por pertenecer a una colectividad racial o religiosa, o contra los adversarios de la política de ese Estado. Sólo afecta a los crímenes reconocidos que perpetraron durante la segunda guerra mundial los criminales del Eje, esencialmente la Alemania nazi, así como toda persona que haya actuado por cuenta de esos Estados
El último pasaje resulta literalmente alucinante. Un organismo que dice promover la lucha contra «toda» forma de discriminación racial sostiene a la vez, sin enrojecer de vergüenza, que el texto legal «sólo» afecta «a los crímenes reconocidos que perpetraron durante la Segunda Guerra Mundial los criminales del Eje, esencialmente la Alemania nazi, así como toda persona que haya actuado por cuenta de esos Estados.» (sic)!No han leído mal! Es así. «Toda» forma, pero «sólo» afecta… Ni se inmutan. Se burlan de nosotros.El poder se quita la máscara en semejantes ocasiones, y en otras que iremos citando, donde la evidencia del carácter totalitario y criminal de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial queda plasmado negro sobre blanco en letras de molde. El desprecio hacia la Declaración Universal de los Derechos Humanos parece evidente, pues se admite que las víctimas del racismo o de «actos inhumanos» que no sean al mismo tiempo víctimas de las potencias del Eje son ajenos a la norma y, en consecuencia, quedarán desamparados ante una voluntad de exterminio que las ultraje. Ahora bien, según dicha declaración de la ONU, todos los seres humanos son iguales, de manera que las víctimas de las vulneraciones de tales derechos básicos -independientemente de cuáles sean los perpetradores- también lo son. ¿Son humanos los alemanes? ¿Son humanos los «fascistas»? ¿Son humanos los enemigos de Estados Unidos? ¿Son humanos los palestinos?Por actos inhumanos habría que entender, entre otros, los perpetrados por potencias como los EEUU (Hiroshima, Nagasaki, hambruna alemana de posguerra, crímenes de guerra contra prisioneros alemanes), URSS (genocidios ucranianos y cosaco, genocidio alemán en los territorios del Este y Centroeuropa, gulag, represión masiva de opositores y no opositores al régimen), Inglaterra (bombardeos incendiarios contra la población civil alemana), Francia (exterminio de prisioneros alemanes), China (hambrunas masivas, represión, genocidio tibetano), Israel (limpieza étnica de la población árabe), etcétera. La ONU «suprime» de un plumazo la posibilidad de que la legalidad, en coherencia con los DDHH, se haga extensiva a tales atrocidades. La frase final del art. 133 sólo se explica porque el legislador es consciente de que es menester restringir el alcance de la norma dado que, en caso contrario, dicha norma podría ser aplicable a situaciones que comprometen al propio poder promotor de tan «humanitario» texto.Recordemos que la legislación sobre el genocidio incluye preceptos que sancionan la banalización, la justificación y la obstrucción a la justicia en el castigo de este delito sin par (el único que no prescribe): «Según la jurisprudencia, constituye una apología de los crímenes de lesa humanidad la publicación o la apreciación pública que incitan a sus destinatarios a emitir un juicio moral favorable sobre uno o varios crímenes de lesa humanidad y que tienden a justificar esos crímenes o a sus autores» (sic). Pero, ¿qué representa la norma comentada sino una clara imposibilitación legal de una exigible aplicación igualitaria del tipo legal «crimen contra la humanidad»? ¿No nos conduce esta abominable restricción racista a emitir «un juicio moral favorable» sobre el gulag, Dresde, Hiroshima o Palestina? ¿No constituye la propia norma, por tanto, una muestra de esa misma «apología de los crímenes de lesa humanidad» que presume de combatir? Imaginemos una ley penal del siguiente tenor: «se considerará homicidio que una persona provoque la muerte de otra persona», y luego se añada: «según la jurisprudencia, sólo se aplicará el tipo citado si se demuestra que el autor del crimen ostenta la ideología X, contraria a la ideología Y del redactor de la norma». ¿No promovería semejante redactado la impunidad de todo tipo de delitos? Este absurdo jurídico, empero, es el que se refleja en un texto de las Naciones Unidas. Nada más y nada menos que la ONU encabeza la iglesia del neorracismo. Una mofa del derecho y de la moral, un esputo documental de criminales blanqueados por sus propias leyes auto exculpatorias.!Y estos energúmenos son los que nos llaman «fascistas»!Redactado completo del texto de CERD:http://www.unhchr.ch/tbs/doc.nsf/(Symbol)/CERD.C.337.Add.5.Sp?Opendocument¿Qué se intenta combatir? Escritos como el siguiente; mejor dicho, nuestro derecho a leer toda clase de documentos y a estar, o no, públicamente de acuerdo con lo que en ellos se dice:http://www.vho.org/aaargh/fran/livres8/RFintroescritos.pdfEl autor del citado, Robert Faurisson, ha sido perseguido, difamado, expulsado de su trabajo, condenado, golpeado, arruinado… Sólo por ello merece todo mi respeto.Amordazando la libertad de expresión

Dada la distancia temporal que nos separa ya de los hechos, la legislación contra el genocidio, excepción hecha de algunos ex SS ya octogenarios, va dirigida sobre todo a impedir la revisión histórica del pasado, un pasado fabricado por los «cruzados» «demócratas». De hecho, la norma citada relata expresamente algunos casos que ilustran su nauseabunda aplicación por parte de los políticos sionistas y pro sionistas que nos gobiernan.

El propio texto ilustra los casos de Roger Garaudy, destacado filósofo francés, y de Robert Faurisson, profesor universitario privado de la licencia docente por exponer públicamente sus razonadas opiniones (siempre discutibles, como es propio del debate científico) sobre las cámaras de gas. Véase:

«136. Esa ley ya ha dado lugar a varios casos de aplicación. Entre ellos cabe citar los siguientes: – la sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal de primera instancia de París de 27 de febrero de 1998 y el fallo del Tribunal de apelación de París de 16 diciembre de 1998, que condenaron al señor Roger Garaudy por poner en duda los crímenes contra la humanidad y por difamación de carácter racial, a raíz de la publicación de su libro «Les mythes fondateurs de la politique israelienne», pues en él impugna de forma virulenta y sistemática la existencia misma de los crímenes de lesa humanidad cometidos contra la comunidad judía por el régimen nazi; – el fallo de la Sala de lo Penal del Tribunal de Casación de 17 de junio de 1997 (bull. crim. 236), que recordaba que «si bien la contestación del número de víctimas de la política de exterminio en un campo de concentración determinado no está prevista como tal en las disposiciones del artículo 24 bis de la ley de 29 de julio de 1881, la reducción excesiva de ese número constituye un delito de contestación de los crímenes de lesa humanidad previsto y castigado en virtud del presente artículo, cuando ello se hace de mala fe» (en ese caso, el condenado había distribuido pegatinas con las palabras «Auschwitz: 125.000 muertos»); Ley de prensa y respeto de la libertad de expresión. 142. En varias ocasiones, personas procesadas y condenadas por infringir la ley de prensa de 1881 han presentado demandas contra Francia ante instancias internacionales, basándose en la supuesta violación de su derecho a la libertad de expresión. Dos de los casos merecen particular atención. El caso Faurisson ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas 143. Profesor universitario hasta 1991, año de su expulsión, el Sr. Faurisson declaró en septiembre de 1990, en una publicación mensual francesa denominada «Le choc du mois», que en los campos de concentración nazis no existieron cámaras de gas homicidas destinadas al exterminio de los judíos. De resultas de esa publicación, varias asociaciones demandaron al Sr. Faurisson ante los tribunales. El 18 de abril de 1991, la Sala de lo Penal del Tribunal de primera instancia de París le declaró culpable de un delito de contestación de crímenes contra la humanidad y le impuso una multa. El tribunal de apelación de París confirmó esa condena el 9 diciembre de 1992. 144. El 2 de enero de 1995, el Sr. Faurisson presentó una comunicación individual ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en la que mantenía que la ley de 13 de julio de 1990, conocida como «Ley Gassot», en la que se tipifica como delito la contestación de crímenes de lesa humanidad, era contraria a la libertad de expresión y de enseñanza. En su dictamen de 8 de noviembre de 1996, el Comité declaró que el Sr. Faurisson fue condenado por atentar contra los derechos y la reputación de terceros; así, el Comité consideró que la ley Gayssot, tal como se aplicó en el caso del Sr. Faurisson, estaba de acuerdo con las disposiciones del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y que no se había violado el derecho a la libertad de expresión del Sr. Faurisson.»

El texto no cita, porque no existe ningún caso, a nadie que haya sido ajusticiado por abonar los crímenes del comunismo o de las potencias liberales (occidentales). El Estado francés, rebosante de cinismo, incluso ha emitido sellos con la efigie de Stalin. Se da el caso de autores que han publicado libros en defensa de este genocida, el mayor carnicero que registran los anales históricos excepción hecha del inefable Mao Zedong:

«!Un organismo del Estado francés, la Lotería, tuvo incluso la inconsciencia de asociar a Stalin y Mao a una de sus campañas publicitarias! ¿A quién se le habría ocurrido utilizar a Hitler o a Goebbels en una operación similar?» (Sthépane Courtois et alii, El libro negro del comunismo, Barcelona, Planeta, 1998, p. 32).

Así, Francia, el presunto país de la libertad de expresión, persigue y condena a investigadores universitarios por cuestionar dogmas blindados judicialmente (como si las sentencias no fuesen revisables aportando, precisamente, hechos probados desconocidos en el momento en que fueron dictadas), pero promueve al mismo tiempo las figuras de los mayores asesinos de masas. En Francia se puede publicar el libro apologético de Udo Martens Un autre regard sur Staline (1994) y el autor no será juzgado por las autoridades. Tampoco generará reacción represiva alguna Staline, vie privée (1996), de Lilly Marcou, a pesar de estar escrito con un estilo obscenamente «hagiográfico» (Courtois, S., op. cit., p. 42, n. 42). No hace mucho, el filósofo Slavoj Zizek vio editada su obra Repetir Lenin, a pesar de que Lenin exterminó a más de 6 millones de sus conciudadanos. ¿Repetirá también Zizek esa parte del programa? Imaginémonos un libro titulado «repetir Hitler». Impensable. La norma legal afecta, como hemos visto, sólo a los «actos inhumanos» perpetrados por las potencias derrotadas o a los actos que, en relación con tales hechos, se consideren apologéticos o justificatorios de aquéllos. Se puede dar el caso, así, de que un librero o editor sea acusado de genocidio por publicar o vender un volumen donde se cuestiona el número de víctimas de Auschwitz, mientras que, por otro lado, un genocida comunista con las manos manchadas de sangre (Rusia está repleta de esta especie de demócratas), no sólo quedará impune, sino que, sin oposición de los sacerdotes liberales del capitalismo, podrá incluso, con la ley en la mano, reivindicar sus fechorías «revolucionarias» y promover públicamente la «repetición» de la carnicería homicida. !Y a esto le llaman «derechos humanos» y «educación para la ciudadanía»!

Toda esta esta inmundicia se la tenemos que agradecer al racismo del Estado de Israel y, singularmente, a su red internacional mafiosa de sionistas supremacistas quienes, para colocar un relato fantástico del holocausto en el primer plano mediático y propagandístico, deben negar o banalizar la existencia de otros genocidios o crímenes contra la humanidad -más graves incluso que la propia Shoah– que puedan hacerles «la competencia» en el papel de «víctimas absolutas del mal» y, por lo tanto, en la total impunidad respecto de las atrocidades perpetradas por ellos mismos contra los palestinos o contra cualquier otro crítico del nacionalismo judío de extrema derecha. La ONU es una simple casa de putas, el prostíbulo legal de la ultraderecha israelí. Piaras enteras de orondos tocinos encorbatados salen y entran cada día del edificio de la ONU en Nueva York y, además, se sienten felices de existir y hasta nos desprecian, a nosotros, y nos califican de «fascistas» si -como es nuestro deber ético– osamos disentir. Los sionistas, a este paso, van a convertir el «fascismo» en una palabra sagrada, en un signo de la resistencia contra la opresión. Pero no deberíamos caer en esa trampa, aunque todos nuestros sentimientos nos inclinaren a ello. El fascismo, caso de triunfar, hubiera hecho más o menos lo mismo que aquí criticamos. Los fascistas no creían en la democracia, ni en la verdad, ni en la ley. Aunque ni siquiera los fascistas llegaron tan lejos como nuestros presuntos «demócratas», tenemos que admitir la existencia de los delitos fascistas cuando resulten reales, innegables, probados… Algo, en ocasiones, difícil de distinguir de la pura propaganda. !Condenemos TODOS los genocidios! Mantengámonos firmes en la defensa de los derechos humanos aunque no creamos en ellos. Pensemos que algún día los responsables pagarán por sus crímenes, como los canallas genocidas que son, y que les aplicaremos su propia legislación, pero sin la jurisprudencia prevaricadora con que limitan sus efectos únicamente a aquéllos a quienes, en tanto que despiadados victimarios obstructores de la justicia, les interesa proteger en perjuicio del resto de las víctimas.

La complicidad después del hecho

La legislación contra el genocidio no sólo castiga la perpetración de actos genocidas, sino, como ya hemos señalado, y siempre con el fin de impedir cualquier crítica de la versión oficial sobre el holocausto, refuerza el arsenal jurídico del sistema con otro tipo de «delitos de genocidio» que puedan cometer políticos, escritores, investigadores, editores y libreros. Así, la ley penal canadiense, especialmente dura en este sentido, afirma en su artículo 8 (3.77):

«que los delitos de crimen contra la Humanidad incluyen los casos de tentativa, de complicidad, de consejo, de ayuda, de estímulo o de complicidad de hecho. Son igualmente asimilados a los crímenes contra la Humanidad -artículo 7 (3.76)- ‘la tentativa, la conspiración, la complicidad después del hecho, el consejo, la ayuda o el estímulo en relación con este hecho'» (Courtois, S., op. cit., p. 25).

Un empresario que publique textos críticos respecto de la narración nuremburguesa y hollywoodiense del Holocausto será así sin más… !reo de genocidio!, tout court. Por otra parte, el nuevo código penal francés da una definición tan amplia del tipo que sólo la «jurisprudencia», con la perversidad prevaricadora que ya hemos ilustrado más arriba, puede limitar sus efectos al nazismo. De suerte que será genocidio «el hecho o ejecución de un plan concertado que tiende a la destrucción total o parcial de un grupo nacional, étnico, racial o religioso, o de un grupo determinado a partir de cualquier otro criterio arbitrario» (Courtois, op. cit., p. 22). Un grupo determinado: ¿los «fascistas» quizá? En este concepto entran holgadamente actos cometidos por el mismísimo Estado francés productor de la norma, por ejemplo contra los prisioneros alemanes a los que maltrató y dejó morir de hambre de forma planificada después de la Segunda Guerra Mundial. O contra los «colaboracionistas» depurados por la Resistencia. Si se habla de tentativa, consejo, ayuda o estímulo, tenemos el libro de Kaufman German must perish, del año 1941, incitando al exterminio del pueblo alemán, y la aplicación concreta de dicha sugerencia en forma del llamado Plan Morgenthau, que se tradujo en esterilizaciones y hambrunas orquestadas por las autoridades de ocupación contra la población civil de la nación vencida. Otro tanto cabe sostener en relación con la expulsión y exterminio de los alemanes del Este (Reichdeustche) y de Centroeuropa (Volksdeutsche) en 1945, en total 3,5 millones de personas asesinadas por el simple hecho de ser de nacionalidad alemana. Y queda asimismo incluida en la noción legal de genocidio la conspiración del Bomber Command inglés enderezada a quemar vivos a 15 millones de civiles alemanes. En definitiva, según su tenor literal y bien entendido que el delito de genocidio no prescribe, los gobiernos norteamericano, ruso, inglés y francés son hoy por hoy reos de genocidio. No obstante, permanecen impunes. ¿Por qué? La única respuesta posible a dicha pregunta es que la clase política «democrática», además de corrupta e incompetente, se nutre de auténticos criminales, de genocidas en los términos que marca la propia legislación que ellos mismos han aprobado pero que aplican única y exclusivamente a los «fascistas» (es decir, muy democráticamente, !sólo a sus enemigos políticos!). Nada de esto se distingue de las pautas de conducta típicas de los estados totalitarios que los «demócratas» dicen combatir.

Pero la cosa no termina aquí. Dado que el código penal español tipifica como delito «la omisión del deber de perseguir delitos o de promover su persecución» (art. 408), mientras que, por otro lado, también tipifica el delito de genocidio (art. 607) y, en tercer lugar, España ha suscrito las resoluciones de la ONU en materia de genocidio, cada día que pasa, nuestros políticos, fiscales y funcionarios se convierten en delincuentes por el hecho de no denunciar y perseguir los crímenes perpetrados por los regímenes comunistas, por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial y por el Estado de Israel.

El hecho de que la ONU no promoviera, tras la caída del comunismo, la persecución de los crímenes contra la humanidad acaecidos desde la época de Lenin, comporta asimismo unas consecuencias insoslayables: los mandatarios de las Naciones Unidas, y en especial a los que ocupan puestos en organismos como el CERD, devienen genocidas por «complicidad después del hecho». También están, como poco, bajo sospecha por el mismo concepto, los gobiernos que autorizaron la concesión de organizar las últimas olimpiadas al régimen chino. Recordemos que Estado sudafricano, con la excusa del apartheid, fue vetado durante décadas en los organismos deportivos internacionales. No se entiende que un Estado totalitario como el chino comunista, que tiene en su haber el exterminio de 65 millones de personas, no sólo no haya sido vetado jamás, sino que a la postre se vea premiado con la sede para la organización del máximo evento deportivo del mundo. No cabe duda de que este acto de legitimación del régimen comunista chino convalida los crímenes contra la humanidad cometidos por el mismo y constituye a su vez un acto delictivo de «complicidad después del hecho, consejo, ayuda o estímulo en relación con este hecho'». En definitiva, la afirmación de que quienes nos gobiernan son unos genocidas no comporta exageración propagandística alguna, sino una pretensión jurídica perfectamente fundamentada en derecho y que sólo la complicidad jurisprudencial corrupta de los órganos judiciales del sistema impide ventilar. A partir de ahí podemos ya deducir qué valor moral y jurídico ostenta la persecución del racismo, la xenofobia, el nazismo y el «fascismo» (=pensar) en nuestra sociedad «democrática».

Por este motivo, desde aquí, proponemos como gran tarea del siglo XXI la celebración en Nüremberg de un nuevo juicio por crímenes contra la Humanidad, un proceso penal universal que castigue no sólo los delitos de lesa humanidad que se cometieron en el siglo XX, sino aquellos que se derivan de la evidencia de que tales delitos fueron ensordecidos en el primer juicio y, asimismo, las responsabilidades por los más de cincuenta años de ocultamiento, banalización, legitimación, negacionismo y «complicidad después del hecho» de la que son reos por tales atrocidades impunes los políticos actuales, nuestros mandatarios votados como representantes de la voluntad popular. Esos «demócratas» fraudulentos beneficiarios de toda clase de privilegios
deberán pagar algún día por sus delitos.
Quisiera concluir con unas palabras de Solzhenitsyn en su discurso de recepción del Premio Nobel, alegato en defensa de la verdad que nunca fue escuchado:
¿Qué pueden las letras frente al empuje despiadado de la violencia descarada? Mas no olvidemos que la violencia no existe ni puede existir por sí sola: está infaliblemente entrelazada con la mentira. Unen a ambas los lazos más familiares y más profundamente naturales: la violencia no puede encubrirse con nada, salvo con la mentira; y el único sostén de la mentira es la violencia. Todo aquél que una sola vez ha proclamado como método la violencia, inexorablemente deberá exigir como principio la mentira. La violencia, cuando nace, actúa abiertamente e incluso se ufana de ello. Pero en cuanto se fortifica y se afianza, siente que a su alrededor el aire se densifica, y sólo puede continuar existiendo ocultándose tras la bruma de la mentira, cubriéndose con palabras obsequiosas. Entonces, no siempre, ni obligatoriamente, ahoga de manera directa las gargantas, y con mayor frecuencia exige de los súbditos que únicamente juren a la mentira, que sólo sean cómplices de ella. Y la tarea sencilla de una persona llana y valiente es: !no participar en la mentira, no apoyar las falsas acciones! Que llegue esto al mundo, que incluso reine en él, pero no a través de mí.
Sea.
Jaume Farrerons
5 de febrero de 2010
Etiquetas:

8 comentarios:

Zamoradijo…

Muy buen artículo, pero por favor, podría dar puntos y aparte. Para facilitar la lectura.Un Saludo.
3:59 a.m.

Léón Rientedijo…

Sólido y necesario texto, como todos los de tu página. Es una buena idea desenmascarar al régimen que nos oprime haciendo ver las contradicciones profundísimas y el inmenso cinismo que alberga.Pero lo mismo que puedo estar bastante de acuerdo con tu afirmación de que es necesario «no caer en el error de identificarse con el fascismo, porque, en este punto, han ganado la partida», también digo que utilizar el discurso (y la ideología subyacente) de los derechos humanos para otra cosa que no sea mostrar las contradicciones y la caradura del enemigo es bastante peligroso. Si los disidentes empleamos los conceptos del enemigo de una forma que vaya más allá de ahí nos puede costar muy caro. Implica asumir, en cierto modo, sus valores, su cosmovisión.El discurso de los derechos humanos encierra una ideología moderna, demasiado moderna, que no hemos de compartir. Creo que nos resulta más interesante demostrar que a la ideología de los derechos humanos le es consustancial el genocidio (de hecho se estrenó muy tempranamente, en La Vendée) y más de un pensador, como Carl Schmitt por ejemplo, han logrado establecer hasta cierto punto la relación de causa-efecto que hay entre una y otro.Un saludo.
3:25 p.m.

Jaume Farreronsdijo…

Totalmente de acuerdo en que la ideología de los derechos humanos es un fraude, pero si hemos de poner en evidencia al sistema tendrá que ser a partir de sus propias normas, porque las nuestras actualmente no tienen validez jurídica ni política. Se trata de cargar sobre el sistema su propia y enorme inercia, hundirlo bajo su propio peso, porque esa es la única manera de combatirlo, tan poderoso es.En cualquier caso, sí creo en unos DERECHOS Y DEBERES FUNDAMENTALES y condeno todos los genocidios, esto también debe quedar claro, pero desde NUESTROS VALORES.Debo aclarar, asimismo, que, como NR, no rechazo la modernidad, sino la versión judeocristiana secularizada de esa modernidad. En suma, adopto la postura de Nietzsche: muerte de Dios, imposibilidad de retorno al «ancien régime», pero rechazo de la «utopía» progresista en nombfre de unos valores heroicos.Esto es lo mejor del fascismo.
3:33 p.m.

Anónimo dijo…

excelente artículo
7:27 p.m.

Antonio Marco Mora Hervásdijo…

Es increíble el cinismo de los progresistas: en mayo del 68, ensalzaron (tergiversaron) algunos aspectos de Nietzsche, mientas que callaron el resto. Es muy conocida la posición de la «new left» para asegurar que «el individuo crea sus propios valores» y demás, cuando al mismo tiempo olvidan que toda la temática nietzscheana gira en torno a la idea de superhombre y la concepción de vida heroica y esforzada… ¿qué sabrán sobre este último punto los «hippies» y los «antifas»?Uu saludo.
9:37 a.m.

Anónimo dijo…

No todos están lobotomizados aún.
2:51 p.m.

Demon Princedijo…

Un excelente blog… pero los crimenes de los «aliados» son más… en mi país (Ecuador) se construyeton dos campos de concentración en el gobierno de Arroyo del Rio… uno era para recluir a los descendientes de alemanes e italianos y otro para los comunistas…
7:36 a.m.

ENSPOdijo…

La tesis de que los crímenes de los vencedores son más graves que los de los vencidos, y encima impunes, es precisamente la que defiende esta bitácora.
8:58 a.m.
***********

jueves, febrero 11, 2010

Los ideales fascistas (1)

«Yo amo a los que para hundirse en su ocaso y sacrificarse, no buscan una razón detrás de las estrellas, sino que se ofrecen a la tierra para que ésta pertenezca algún día al superhombre».
(Nietzsche)
¿Cómo? ¿Creyó el fascismo en unos ideales, en unos principios éticos, en unas normas morales y políticas por las que millones de hombres entregaron sus vidas? Esta afirmación puede parecer un escándalo y no tiene nada que ver con la cuestión teórica de si dichos ideales han de ser considerados, o no, válidos en sí mismos. Conviene subrayarlo: el sacrificio nunca convalida lógicamente aquéllo en lo que «cree» el individuo o el grupo. En cambio, sí acredita que dicha creencia es subjetivamente experimentada como válida de forma sincera y comprometida (hasta sus últimas consecuencias en el caso de los fascistas) por quienes la reivindican. La validez lógica de los ideales debe poder fundamentarse en otro plano de la existencia, a saber, el de la práctica teórica. Que, como decimos, unos hombres hayan dado sus vidas por una determinada ideología no la fundamenta, pero tampoco la refuta. Idealismo y materialismo como motivos subjetivos de la revoluciónNuestra intención en el presente post es doble. Por una parte, ver las cosas, algo poco habitual, desde la perspectiva ética de los fascistas. Por otra, analizar, de manera preliminar, hasta qué punto los ideales fascistas pudieron tener sentido y fundamento a despecho de las apariencias actuales, muy condicionadas por medio siglo de propaganda antifascista. A nuestro entender, el planteamiento fascista ostentaba, como poco, un sentido racional comunicable argumentalmente. Podemos compartir o no, dicha postura, pero en cualquier caso parece dudoso sostener, como se pretende, que la misma nunca fuera una mera locura (véase, por ejemplo, en El hombre rebelde de Albert Camus, el capítulo dedicado a «El terrorismo de Estado y el terror irracional» (Camus, A., El hombre rebelde, Buenos Aires, Losada, pp. 165-174). Por ejemplo, en la p. 166: «Mussolini y Hitler trataron, sin duda, de crear un imperio y los ideólogos nacional-socialistas pensaron, explícitamente, en el imperio mundial. Su diferencia con el movimiento revolucionario clásico consiste en que, siendo herederos del nihilismo, prefirieron divinizar lo irracional, y sólo ello, en vez de divinizar la razón». En conclusión, según Camus: «las revoluciones fascistas no merecen el título de revolución» (ibídem). Al contrario, nuestra idea es que la única revolución real es la fascista, pues sólo el fascismo subvierte los valores vigentes y lo hace en función de un planteamiento racional. Horkheimer está de acuerdo con la primera parte de la frase.Otro de los argumentos que se utiliza para diferenciar al comunismo del fascismo consiste en sostener que los ideales comunistas no se pueden confundir, por ejemplo, con las «repugnantes ideas» racistas de los nazis. El comunismo, se afirma, luchaba por una sociedad más justa, en la que ya no existieran opresores ni oprimidos, una sociedad igualitaria donde todos los hombres pudieran ser «felices» realizando al mismo tiempo sus «potencialidades» creativas. El fascismo, en cambio, se sostiene, partía en dos a la humanidad, elevaba a los ciudadanos de algunos pueblos a la categoría seres superiores, elegidos para vivir en una especie de «sociedad perfecta», y degradaba otros al rango de seres inferiores, destinados a la extinción. Los crímenes del fascismo, sean cuales fueren, serían así siempre más condenables que los del comunismo, porque éste, en el fondo, representaría supuestamente la desviación casi accidental de un ideal intrínsecamente correcto, asumible por cualquier «persona normal» en una sociedad democrática. Aquéllo que se cuestiona del comunismo no son, en suma, los ideales, sino sólo los métodos (violentos). Un ejemplo claro de este tipo de falacia es el de ETA: los terroristas pueden reintegrarse cuando quieran a la sociedad liberal, siempre y cuando renuncien a seguir matando gente en nombre de su «bello ideario» marxista-leninista. Para el fascista, en cambio, las cosas son bien distintas: aunque no haya matado a nadie, aunque se limite, incluso, a reivindicar los derechos humanos (conozco el caso por mi experiencia personal en las cárceles), la etiqueta de «fascista» servirá para sentenciar su muerte civil. Cualesquiera que sean los métodos del fascismo, sus ideales resultarían inasumibles per nadie que esté en su sano juicio o se conciba a sí mismo simplemente como una «persona decente» (véase el soldado Ryan). O uno «cree» en la «alegría», en la «felicidad», en el «bienestar», etc., o ya es sospechoso de herejía humanista. ¿Quién, sino un demonio, negaría todo eso que constituye el sustento axiológico de la existencia humana, de la amistad, de «tomar un café en buena compañía» (Farías dice que Heidegger niega todo eso, alucinante), bla, bla, bla?Naturaleza despiadada del materialismo comunistaSin embargo, las cosas no son tan sencillas y vamos a demostrarlo. Basta echar una ojeada a la ideología del comunismo moderno, que es el marxismo, para darse cuenta de que éste también condena al dolor y a la muerte a una gran parte de la humanidad, la cual, de forma necesaria, debe perecer según los teóricos comunistas para que «al final de la historia» un grupo de privilegiados disfruten de todos los placeres concebibles en una sociedad plenamente materialista.Aquí se plantean dos cuestiones:
a/ las etapas históricas por las que, según el marxismo, la sociedad debe pasar de forma necesaria para culminar en el denominado «modo de producción comunista», es decir, en la realización de una utopía de carácter puramente material, hedonista y eudemonista (placer y felicidad como valores supremos);
b/ la exigencia ética de sacrificio y dolor que se impone a otras personas para que tal sociedad futura sin sacrificio ni dolor llegue a realizarse algún día.
Por lo que respecta a la primera cuestión, quisiera recordar aquí un texto de Marx en el que critica un programa político de su tiempo por el hecho de condenar el trabajo infantil. Este revelador fragmento pone en evidencia el despiadado esquema de exterminio que subyace de forma ineluctable a los «bonitos» ideales comunistas. En efecto, Marx considera que el trabajo infantil es necesario para el desarrollo de la sociedad capitalista, cuya plena madurez constituye el requisito a los efectos transitar hacia la siguiente etapa de la evolución histórica (el «progreso»), a saber, el socialismo y, finalmente, el comunismo. Marx se sorprende de que no le hayan entendido algunos bondadosos humanistas de su época: el capitalismo, para Marx, debe existir igual que era menester que existiera el «modo de producción esclavista» en la antigüedad. Los esclavos que, liderados por Espartaco, se rebelaron contra Roma, estaban equivocados, porque su ideal era puramente romántico, representaba ese «buenismo» inconsecuente con el que se intenta justificar propagandísticamente el comunismo ante las masas pero que Marx, de forma brutal, rechaza y condena en sus textos teóricos más esotéricos:

«‘Prohibición del trabajo infantil’. Aquí era absolutamente necesario señalar el límite de edad. La prohibición general del trabajo infantil es incompatible con la existencia de una gran industria y, por tanto, un piadoso deseo, pero nada más. El poner en práctica esta prohibición -suponiendo que fuese factible- sería reaccionario»
(K. Marx, «Crítica del programa de Gotha», versión española revisada y ajustada a la revisión rusa de 1953, Madrid, Ricardo Aguilera Editor, 1968, p. 42. El texto original de Marx en alemán es del año 1875).

Marx muestra su desprecio por el derecho y las pautas de conducta éticas en otro texto donde, como ya he señalado en mi ensayo «¿Qué significa ser de izquierdas? (II)», eleva la anécdota anterior a categoría general de actuación revolucionaria ideológicamente sancionada:

«mostrar que era un crimen intentar, por un lado, imponer otra vez en nuestro Partido, como si se tratara de dogmas, ideas que en un período tuvieron algún significado pero que hoy son obsoleto desecho verbal, mientras, por otro lado, volvemos a pervertir la perspectiva realista, que tanto esfuerzo costó instilar en el Partido y que hoy ha encontrado en él su espacio, con el absurdo ideológico sobre derecho y otras basuras, tan comunes entre los demócratas y entre los socialistas franceses»
(K. Marx, citado por Johathan Glover, «Humanidad e inhumanidad. Una historia moral del siglo XX», Madrid, Cátedra, p. 351).

Esta «perspectiva realista» a la que apela Marx es la que llevará a algunos socialistas, como Mussolini, a fundar el fascismo. Porque, en efecto, las contradicciones éticas en las que incurre el marxismo son flagrantes. Desde una posición materialista no se le puede exigir a nadie que se sacrifique por el futuro de la humanidad. La construcción del modo de producción comunista supone, en efecto, no sólo que una parte de esa misma humanidad haya de ser explotada por los capitalistas, los señores feudales y los esclavistas, sino que, además, se le reclama al trabajador que adopte pautas de conducta heroicas, no materialistas, idealistas, a fin de ver realizado un modelo utópico que, por su parte, pondrá fin a todo idealismo, a todo heroísmo, etc., en beneficio del simple «bienestar» de las masas.

El problema del idealismo revolucionario

Los pensadores prefascistas y fascistas se preguntaban qué diferencia podía existir, en términos morales, entre ser explotado por un capitalista contemporáneo y ser instrumentalizado de facto por los futuros beneficiarios de la revolución, para los que quienes han muerto por ellos son meras cosas que les resultaron muy útiles y gracias a las cuales pudieron llegar a ser «felices». A los ojos de los fascistas resultaba claro que lo moralmente superior (=la pauta de conducta idealista) no podía estar al servicio de lo moralmente inferior (=la pauta de conducta materialista) y que el hombre heroico, el revolucionario de vocación, debía ser considerado, a efectos éticos y axiológicos, más valioso que el «último hombre» (Nietzsche) del modo de producción comunista. Los socialistas que han leído a Nietzsche después de Marx no pueden sino experimentar auténtica repugnancia hacia las proclamas que, en nombre de la «felicidad del mayor número», de la justicia y hasta del «amor», incitan a la violencia política, al exterminio del adversario político y, en definitiva, a un baño de sangre que se legitima a base retórica kitsch sobre «bellos ideales» comunistas de paz universal.

El fascismo, razonando y no entregándose, como pretende Camus, a lo irracional, invertirá los términos: el héroe no puede ser «utilizado» como un medio en provecho del hombre-masa, es decir, del afortunado parásito del final de la historia. Antes bien, el revolucionario dispuesto a morir por sus ideales encarna, frente al «último hombre», un valor en sí mismo, porque representa la más alta expresión de la humanidad hasta ahora conocida. Si el héroe se sacrifica por algo, será por un ser que le trascienda en la escala ética y esa figura no se corresponde ni con Dios (ideario de la derecha) ni con el energúmeno consumista actual que Nietzsche calificara proféticamente de último hombre (ideario de la izquierda), sino con el Übermensch. Esta palabra alemana se traduce habitualmente por «superhombre», pero en realidad hay que entender el Übermensch no como un vulgar «superman», sino como la figura mítica que encarna el salto evolutivo de la especie humana hacia otra figura histórico-colectiva del más alto rango ético. Una figura en que las potencialidades espirituales del hombre se hayan desarrollado al máximo.

Son, por tanto, las contradicciones lógico-morales del socialismo marxista las que conducen al socialismo fascista. Se puede seguir todo el proceso y con ello queda refutada la imputación de irracionalismo. Ahora bien, será necesario analizar en el interior del marxismo, con cierto detalle, dichas aporías y cortocircuitos intelectuales, para entender por qué Benito Mussolini, el dirigente socialista más importante de Italia, decídese a fundar el fascismo. La aportación teórica del ideólogo prefascista Georges Sorel tendrá un carácter decisivo.

De esta cuestión, empero, nos ocuparemos en otro post.

Jaume Farrerons
7 de abril de 2010

6 comentarios:

Antonio Marco Mora Hervásdijo…

¿Cómo? ¿los «ideales» comunistas eran «buenos» en teoría y malos en la práctica? Es lo primero que oigo. ¿Cómo va a ser «buena» una teoría que propugna abiertamente la DESPERSONALIZACIÓN DEL SER HUMANO como han buscado Marx y todos los teóricos del comunismo, en su infinidad de variantes?Yo diría que el comunismo es el Mal hecho ideología, y al ni ser practicable en el mundo real, es en la práctica CASI tan malo como lo es en teoría…Un saludo.
11:36 a.m.

Jaume Farreronsdijo…

No se ha dicho en este blog tal cosa. Lo que se ha dicho es que esta ha sido la excusa de los progresistas, a saber, que el comunismo era bueno en la teoría pero se pervirtió en la práctica. Incluso se han atrevido a decir que la causa de dicha perversión estriba que Stalin era, en realidad, «fascista».Espero que la conclusión del artículo, todavía sin terminar, aclare estas dudas. El comunismo es, para mí, tan rechazable en la teoría como en la práctica, eso sin contar con que ya en la teoría acepta la violencia y la dictadura como formas legítimas de praxis política «revolucionaria».
1:06 a.m.

daorinodijo…

Muy deacuerdo Jaume. Disculpa que te tutee, aún no nos conocemos, jejeje… El comunismo ha sido la ideología genocida por excelencia que sin embargo ha sido salvada en la modernidad por todos… desde la izquierda hasta la derecha, es decir, todos los que están englobados en lo políticamente correcto. La razón es que el comunismo, en definitiva, propugna el mismo ideal que las democracias occidentales, es decir, la reducción de todos a lo mismo, la destrucción nacional, los derechos humanos, la globalización, etc.Por cierto, muy buen blog, es difícil encontrar espacios de tan gran calidad. Te añado, espero que no sea molesta, en los enlaces de mi blog.Hasta pronto.
8:45 a.m.

Luisdijo…

para cualquier aclaración sobre lo queel comunismo ha supuesto en nuestra historia reciente, recomiendo, si no la lectura, al menos el ojeo de, para mi el mejor libro escrito sobre el comunismo, «El libro Negro del Comunismo» editado por Stéphane Courtois y por desgracia no editado desde 1997. Creo que ahora lo ha editado un editor español.
No cabe duda que el comunismo en cualqueira de sus vertientes, en la teori o en la practica ha sido el ideal politico mas genocida de todos los acontecidos en la histoia moderna. 100 millones de muertos es algo qeu el mundo no se deberia haber permitido olvidar.
8:28 a.m.

Jaume Farreronsdijo…

El libro que citas es una de mis fuentes básicas, por no decir mi libro de cabecera. Fue editado en castellano por Planeta en 1998, que yo sepa, no hay reedición. Algo «sospechoso». Si conoces una reedición, por favor, dímelo.
1:44 p.m.

Resistencia Anti-Oligárquica (RAO)dijo…

Fue reeditado dos años después (aviso).
9:58 a.m.
**************

sábado, febrero 13, 2010

El mayor genocidio de la historia (4). Dresde: quemar vivos a ancianos, mujeres y niños (I)

«A trescientos metros del puesto de salvación de la doctora Stark se encontraba la clínica de Fischertal. Ahí se habían quemado vivas treinta madres con recién nacidos.» (Jörg Friedrich, El incendio, p. 18).

«and that is an absolutely devastating exterminating attack by very heavy bombers from this country upon the Nazi homeland» (Winston Churchill, cit. en Charles Messenger, ‘Bomber’ Harris and the Strategic Bombing Offensive 1939-1945, Londres, 1984, pág. 39).

«that those who have loosed these horrors upon mankind will now in their homes and persons feel the shattering strokes of just retribution» (Gerard J. De Groot, «Why dis they do it?», en The Times Higher Educational Supplement, 16 de octubre de 1992, pág. 18).

Las evidencias documentales son aplastantes y podríamos citar aquí un sinnúmero de ellas. Churchill habla literalmente de «exterminar» (exterminating attack) a los civiles alemanes:

«Existen menos de 70 millones de hunos malvados. A algunos se podrá curar, a los demás hay que exterminarlos
(Churchill, W. S., His Complete Speeches, Londres, 1974, nota 34, Capítulo V, p. 6384).

Churchill anticipa (abril de 1941) el proyecto de genocidio diseñado y hecho público en los Estados Unidos en julio del mismo año. Todo esto ocurre antes de que pueda remotamente hablarse siquiera de holocausto y en una época en que Alemania busca la paz con Inglaterra. A fin de hacer imposible la realización de esta patente voluntad política negociadora de Adolfo Hitler respecto de Inglaterra, habrá que provocar a la Luftwaffe con ataques aéreos contra Berlín sin otro objetivo que el puramente político de aterrorizar a la población, de manera que los alemanes, quienes en ese momento disponen de una superioridad militar incuestionable, respondan con las inevitables represalias y el pueblo inglés se indigne lo suficiente como para aceptar de manera tácita el plan de exterminio. Ninguna de las respuestas alemanas buscará asesinar en masa a los civiles ingleses como estrategia generalizada de guerra. Esta pauta de conducta será adoptada sólo por los «demócratas» acuñados en el molde de la mentalidad bíblica; la aviación alemana estaba concebida intelectualmente para atacar objetivos militares; por el contrario, la inglesa se irá equipando y adaptando de forma inexorable a la orientación «estratégica» pseudomilitar de matar al mayor número de ancianos, mujeres y niños «teutones». Estos son hechos que se pueden demostrar y que, juntamente con otros que ya hemos analizado en nuestro blog (por ejemplo, el pacto con el régimen genocida de Stalin, con 13 millones de víctimas ya en su haber en el momento en que comienza a recibir la ayuda angloamericana), echan por tierra la versión «humanitaria» de la causa aliada occidental en la Segunda Guerra Mundial.

En suma, el nazismo no era humanitario, pero el antifascismo tampoco.

El tema de moral bombing inglés es esencial a fin de determinar la conexíón entre la voluntad política de exterminio manifestada en determinados ámbitos de la sociedad civil «bíblica» norteamericana y la estrategia de guerra de Londres. Conviene subrayar que dicha voluntad queda acreditada no sólo por la gratuidad de las matanzas aéreas perpetradas contra los civiles alemanes cuando ya la guerra está poco menos que concluida y no caben ni tan sólo las baratas excusas habituales, sino que se confirma de forma apabullante si observamos el trato recibido por las poblaciones alemanas expulsadas del Este y Centroeuropa, las hambrunas planificadas de posguerra y el exterminio de los prisioneros militares alemanes desarmados. Son estos hechos los que iluminan el sentido genocida inicial del moral bombing y su conexión con el plan Kaufmann de exterminio del año 1941, culminado en el plan Morgenthau de 1945.

Véase que no añadimos nada nuevo a la información de lo que ya se sabe. Tampoco negamos que Alemania adoptara represalias, en ocasiones también brutales e injustificables, como reacción a las actuaciones del enemigo. Nuestra originalidad consiste sólo en la interpetración filosófica de unos hechos de sobra conocidos pero que hasta ahora han sido ignorados en su profunda significación política, jurídica y moral. La ideología del Holocausto (Finkelstein) puede ser refutada sin negar que judíos y no judíos, al final de la guerra, fueron en Alemania sometidos a condiciones muy duras en los campos de concentración, con desprecio total hacia los «derechos humanos» (unos derechos que, empero, habían sido previamente pisoteados por los comunistas de Moscú y los cristianos a Londres) con grave mortandad de los prisioneros. En algunos casos los judíos fueron asesinados sin piedad -incluyendo también a ancianos, mujeres y niños- pero siempre con las imágenes de los bombardeos y el texto genocida de Kaufmann memorizado en la mente de los perpetradores, ayunos ya de todo sentimiento de compasión. El caos en que se sumió el país germánico en los últimos meses del conflicto hizo el resto. La idea de un holocausto gratuito, carente de todo motivo humanamente pensable, se desvanece como terrón de azucar en el café con el simple desarrollo de una hermenéutica crítica de los hechos ya establecidos por los historiadores.

Para que nos hagamos una idea de la realidad en la que se concretaron los designios genocidas de Churchill, recogemos aquí una descripción, poco menos que alucinante, del bombardeo de Hamburgo (1943): «En pleno verano de 1943, durante un largo período de calor, la Royal Air Force, apoyada por la Octava Flota Aérea de los Estados Unidos, realizó una serie de ataques aéreos contra Hamburgo. El objetivo de la empresa, llamada ‘Operación Gomorrah’ -atiéndase a las resonancias bíblicas- era la aniquilación y reducción a cenizas más completa posible de la ciudad. En el raid de la noche del 28 de julio, que comenzó a la una de la madrugada, se descargaron diez toneladas de bombas explosivas e incendiarias sobre la zona residencial densamente poblada situada al este del Elba, que abarcaba los barrios de Hammerbrook, Hamm Norte y Sur, y Billwerder Ausschlag, así como partes de St. Georg, Eilbeck, Barmbek y Wandsbek. Siguiendo un método ya experimentado, todas las ventanas y puertas quedaron rotas y arrancadas de sus marcos mediante bombas explosivas de cuatro mil libras; luego, con bombas incendiarias ligeras, se prendió fuego a los tejados, mientras bombas incendiarias de hasta quince kilos penetraban en las plantas más bajas. En pocos minutos, enormes fuegos ardían por todas partes en el área de ataque, de unos veinte kilómetros cuadrados, y se unieron tan rápidamente que, ya un cuarto de hora después de la caída de las primeras bombas, todo el espacio aéreo, hasta donde alcanzaba la vista, era sólo un mar de llamas. Y al cabo de otros cinco minutos, a la una y veinte, se levantó una tormenta de fuego de una intensidad como nadie hubiera creído posible hasta entonces. El fuego, que ahora se alzaba dos mil metros hacia el cielo, atrajo con tanta violencia el oxígeno que las corrientes de aire alcanzaron una fuerza de huracán y retumbaron como poderosos órganos en los que se hubieran accionado todos los registros a la vez. Este fuego duró tres horas. En su punto culminante, la tormenta se llevó frontones y tejados, hizo girar vigas y vallas publicitarias por el aire, arrancó árboles de cuajo y arrastró a personas convertidas en antorchas vivientes. Tras las fachadas que se derrumbaban, las llamas se levantaban a la altura de las casas, recorrían las calles como una inundación, a una velocidad de más de 150 kilómetros por hora, y daban vueltas como apisonadoras de fuego, con extraños ritmos, en los lugares abiertos. En algunos canales al agua ardía. En los vagones del tranvía se fundieron los cristales de las ventanas, y las existencias de azúcar hirvieron en los sótanos de las panaderías. Los que huían de sus refugios subterráneos se hundían con grotescas contorsiones en el asfalto fundido, del que brotaban gruesas burbujas. Nadie sabe realmente cuántos perdieron la vida aquella noche ni cuántos se volvieron locos antes de que la muerte los alcanzara. Cuando despuntó el día, la luz de verano no pudo atravesar la oscuridad plomiza que reinaba sobre la ciudad. Hasta una altura de ocho mil metros había ascendido el humo, extendiéndose allí como un cumulonimbo en forma de yunque. Un calor centelleante, que según informaron los pilotos de los bombarderos ellos habían sentido a través de las paredes de sus aparatos, siguió ascendiendo durante mucho tiempo de los rescoldos humeantes de las montañas de cascotes. Zonas residenciales cuyas fachadas sumaban doscientos kilómetros en total quedaron completamente destruidas. Por todas partes yacían cadáveres aterradoramente deformados. En algunos seguían titilando llamitas de fósforo azuladas, otros se habían quemado hasta volverse pardos o purpúreos, o se habían reducido a un tercio de su tamaño natural. Yacían retorcidos en un charco de su propia grasa, en parte ya enfriada. En la zona de la muerte, declarada ya en los siguientes días zona prohibida, cuando a mediados de agosto, después de enfriarse las ruinas, brigadas de castigo y prisioneros de los campos de concentración comenzaron a despejar el terreno, encontraron personas que, sorprendidas por el monóxido de carbono, estaban sentadas aún a la mesa o apoyadas en la pared, y en otras partes, pedazos de carne y huesos, o montañas enteras de cuerpos cocidos por el agua hirviente que había brotado de las calderas de calefacción reventadas. Otros estaban tan carbonizados y reducidos a cenizas por las ascuas, cuya temperatura había alcanzado mil grados o más, que los restos de familias enteras podían transportarse en un solo cesto para la ropa (W. G. Sebald, Sobre la historia natural de la destrucción, Barcelona, Anagrama, 2003, pp. 35-38). Los efectos del llamado «bombardeo moral» habían sido cuidadosamente concebidos, preparados y diseñados por los técnicos británicos del Bomber Command. No se trata, pues, de «efectos colaterales», sino de algo buscado y exitosamente «logrado» con una finalidad política, no militar. Algunas voces se alzaron en Inglaterra contra tamaños abusos, pero no fueron escuchadas incluso cuando se supo que los alemanes, a raíz de estas bárbaras actuaciones, habían endurecido su determinación de seguir resistiendo, puesto que, con razón, no esperaban otra cosa de los vencedores que el exterminio parcial o total. Y pese a que el efecto moral de la acción «estratégica» (?) era el contrario del teóricamente buscado y se traducía en una prolongación absurda de la guerra, los aliados continuaron con el moral bombing hasta el último día de la guerra. De lo que se desprende, a mi entender, que las motivaciones militares aducidas para justificar la masacre -forzar la rendición del pueblo alemán- eran sólo una excusa legitimadora del genocidio que había sido propuesto de antemano por escrito, emprendido tempranamente desde el aire y prolongado con sadismo repulsivo hasta mucho después del fin de las hostilidades.

Dresde como paradigma del genocidio contra los alemanes en su conjunto

La noche del 13 al 14 de febrero de 1945, a las 23.13 h., los aliados occidentales desencadenaron la mayor atrocidad conocida en su directriz estratégica de exterminio aéreo de la población germana. El objetivo fue esta vez la bellísima localidad sajona de Dresde, repleta de refugiados que huían del Este, donde el Ejército Rojo ya había dado muestras de lo que significaba en realidad la supuesta «cruzada antifascista en defensa de los derechos humanos y de la civilización», con millones de víctimas civiles. En Dresde se trataba de quemar vivos a unos 160.000 ancianos, mujeres y niños acampados en las calles, además de los 640.000 habitantes de la ciudad. Dresde carecía de toda importancia militar y además Alemania estaba ya completamente derrotada por esas fechas. La masacre no tuvo ninguna justificación racional. Sólo puede explicarse como consumación de una política genocida diseñada por la oligarquía y que empezó a ponerse en práctica ya en 1941 con el plan del Bomber Command británico de asesinar mediante incineración a 15 millones de civiles. Por las mismas fechas, las autoridades alemanas planeaban trasladar a los judíos a Madagascar, es decir, a la sazón no tenían intención de exterminarlos. Más tarde, ante los cadáveres quemados de centenares de miles de personas inocentes, en algunos casos sus propios familiares, hijos incluso, cuya horrible muerte no podrían ya olvidar, los «nazis» que custodiaban los campos de concentración perderían todo escrúpulo moral con respecto a los prisioneros. El mayor ejemplo de inhumanidad se lo dieron al Tercer Reich los «demócratas» y «progresistas», aliados del tirano Stalin. Dresde es sólo el símbolo de lo que representó una de las líneas de actuación en el proyecto de genocidio contra los alemanes, a saber, la mal llamada «guerra aérea» en forma de «bombardeo moral». En el presente post pretendemos demostrar que todos los tópicos con que se ha pretendido justificar las atrocidades de los aviadores británicos ocultan la realidad de una voluntad criminal que queda perfectamente reflejada en Dresde, carnicería gratuita e inútil carente de la más mínima coartada técnico-militar, jurídica o política. Sólo una mente genocida puede agazaparse detrás de un hecho histórico como el bombardeo de Dresde, pero también de todas las actuaciones pseudo militares similares que precedieron y siguieron a ésta. No nos engañemos ya más: se trataba de matar al máximo número de alemanes que fuera posible; por tierra los comunistas rusos, como auténticas hordas de violadores y asesinos, se encargaban de ello a destajo y con placer; por aire eran los aliados occidentales quienes mostraban al mundo el significado de la palabra «democracia» frente a la «barbarie» nazi. Más tarde, y ya en tiempo de paz, vendrían las hambrunas cuidadosamente organizadas contra los prisioneros de guerra y los civiles de la nación vencida a efectos de conseguir su empequeñecimiento demográfico. La ofensiva aérea representó, por tanto, sólo el primer recurso en la implementación del «plan Kaufmann» Germany must perish, ideado por el judío Theodore N. Kaufmann antes de que empezara el holocausto y culminado en 1945 por otro judío: el banquero neoyorkino Henry Morgenthau.

El problema del número de víctimas

Respecto al tema de Dresde entendido en un sentido amplio, es decir, como imagen simbólica del plan británico de terrorismo aéreo contra Alemania en general, conviene aclarar primero la cuestión del número de víctimas alemanas totales -siempre de civiles– como consecuencia de los bombardeos incendiarios aliados. A tal efecto nos basaremos en la obra de Friedrich, un autor que, en cualquier caso, no puede ser calificado de «fascista» pues ha investigado «los delitos de Estado del nacionalsocialismo y sus crímenes de guerra» (véase la presentación del personaje en su libro El incendio. Alemania bajo los bombardeos 1940-1945, Madrid, Taurus, 2003). Sigue siendo habitual tropezarse con la cifra de 600.000 muertos, a pesar de que en realidad serían casi el doble, es decir, alrededor de 1.100.000 civiles quemados vivos. En ocasiones, la mala fe de los medios de comunicación «democráticos» lleva a citar la cifra minimizada incluso en la presentación pública del libro de Friedrich, donde en ningún momento se la admite. Es el caso de «El País», que, en «Jörg Friedrich rompe el tabú y presenta a los alemanes como víctimas de la II Guerra Mundial», de 2 de diciembre de 2002, citando a Friedrich se habla de «más de medio millón» de víctimas civiles

http://www.adecaf.com/altres/mesdoc/mesdoc/001rompe%20el%20tabu.pdf

a pesar de que en la mismísima solapa del libro puede leerse muy clarita la frase «más de un millón de personas». !Pequeña diferencia en el uso de los números humanitarios que, como forma descarada de negacionismo, volveremos a encontrar una y otra vez! Los fariseos «antifascistas» sostienen que no pretenden entrar en una «macabra» contabilidad de cadáveres; ahora bien, exageran hasta el absurdo los «cálculos» de víctimas del nazismo mientras, casualmente, se vuelven extrañamente cicateros a la hora de fijar la «evaluación de daños» del bando «antifascista».

¿Quién empezó?

Otra coartada habitual de los «demócratas». Alemania tiene siempre la culpa. Los «teutones», los malvados «hunos», provocaron la guerra. En enero de 1941, Heinrich Himmler ya advirtió en una confderencia secreta en Wewelsburg que 30 millones de personas serían desplazadas en Europa central y oriental para hacer sitio a colonos alemanes, una pretensión que, de acuerdo con la legislación vigente en la actualidad, constituiría un crimen contra la humanidad. Sin embargo, ya después de la Primera Guerra Mundial, y al amparo de las potencias promotoras de la Sociedad de Naciones, se permutaron griegos por turcos y turcos por griegos para poner fin a un largo contencioso étnico entre estos dos países. En el año 1938, es decir, antes del holocausto, Ben Gurion, fundador del Estado de Israel, consideraba que expulsar a los palestinos de sus hogares para acomodar en su lugar las colonias del pueblo elegido era un proyecto totalmente aceptable, y añadía:

«Soy partidario del traslado forzoso, no veo nada inmoral en él»
(David Ben Gurion a la ejecutiva de la Agencia Judía, junio de 1938, Archivos Sionistas Centrales, actas de la reunión de la ejecutiva de la Agencia Judía, 12 de junio de 1938, cit. en Pappé, Ilan, La limpieza étnica de Palestina, Barcelona, Memoria Crítica, 2008, pág. 9 y nota 1).

¿Es inmoral, empero, el traslado forzoso, si lo propone Heinrich Himmler en beneficio de los alemanes? ¿No lo es si lo propone David Ben Gurion en provecho de los hebreos? Ha llegado la hora, en el pensamiento crítico, de acabar con los dobles raseros. La expulsión de pueblos, en el tiempo en que Himmler la planea, es una práctica aceptada por todos los estados. Nadie la considera entonces un crimen. Hoy ya no la aceptaríamos y, en cualquier caso, no fueron los alemanos quienes la inventaron. Pero los sionistas israelíes pusieron en práctica el Plan Dalet en Palestina después del juicio de Nüremberg, una vez aprobada la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y las Naciones Unidas todavía no han condenado -en realidad, ni siquiera lo han mencionado- este delito contra la humanidad ahora ya sí tipificado, mientras las palabras de Himmler sirven, en cambio, para quitar hierro a los bombardeos y justificar a posteriori, en definitiva, los planes genocidas de Kaufmann y Morgentahu contra el pueblo alemán.

La pregunta sobre el «quién primero» se desglosa en otras dos: (a) la genérica de quién comenzó a utilizar en el mundo moderno la atrocidad contra civiles como forma sistemática de acción política y militar; (b) la concreta de quién desencadenó en la Segunda Guerra Mundial los bombardeos aéreos específicamente pensados contra los civiles, en el bien entendido de que estamos hablando no de una acción puntual, sino de una estrategia global de guerra reflejada en el punto a/. A pesar de lo que sugiere la pseudo historiografía popular evacuada regularmente por Hollywood (y que sustituye en la mente de las masas el rigor de toda ciencia de la historia), hemos de responder rotundamente que en ninguno de los dos casos fueron los alemanes quienes «empezaron». Veámoslo.

Por lo que respecta a la primera cuestión, Inglaterra es la responsable del bloqueo naval que, prolongado de forma alevosa después del final de la Primera Guerra Mundial y hasta el verano de 1919, provocó la muerte por hambre de 800.000 civiles alemanes, la mayor parte de ellos niños. Se trata de las cifras oficiales, pero el libro de Paul C. Vincent The Politics of Hunger habla de 2 millones de víctimas. El nazismo ni siquiera existía. Alemania no había cometido genocidio alguno y su culpabilidad en el desencadenamiento del conflicto sigue siendo motivo de debate, tan poco claro resulta en este punto el Tratado de Versalles. Es evidente que este genocidio, cuya finalidad era la habitual de «matar el mayor número de alemanes posible» (una permanente obsesión anglo-francesa desde el momento en que Alemania despunta como potencia emergente frente a los viejos imperios coloniales occidentales), enseñó a los «nazis» en qué consistía el humanismo y la democracia de la doctrina Wilson. Tenemos que preguntarnos si la siempre subrayada «brutalidad fascista» no será el producto de una enseñanza histórica impartida por fariseos «demócratas» de «mentalidad bíblica». En este sentido, el delegado alemán en el Tratado de Versalles Graf Ulrich von Brockdorff-Rantzau les recordaba a los vencedores: «Los centenares de miles de no combatientes que han perecido desde el 11 de noviembre a causa del bloqueo fueron destruidos fría y deliberadamente con posterioridad al logro de una victoria indudable y segura de nuestros adversarios. Piensen en esto cuando hablan de culpa y reparación» (cit. en Glover, J., Humanidad e inhumanidad. Una historia moral del siglo XX, Madrid, Cátedra, 1999, pág. 98). Son famosas las justificaciones de Keynes en su intento de explicar la prolongación del bloqueo más allá del fin de las hostilidades y sus tristes consecuencias: «En aquél momento, el Bloqueo se había convertido en un instrumento perfectísimo. Había llevado cuatro años crearlo y era el logro más preciado del gobierno; había evocado en su máxima sutileza las cualidades de los ingleses. Sus autores habían llegado a amarlo por sí mismo; incluía ciertos progresos recientes que se perderían en el caso de que se le pusiera fin; era muy complicado, y una amplia organización había establecido poderosos intereses al respecto» (John Maynard Keynes, Dr Melchior: a Defeated Enemy, en Two Memoirs, Londres, 1949, cit. en Glover, J., op. cit., p. 101). Se habla de la exactitud alemana y de las formalidades de la burocracia alemana a la hora de asesinar a los judíos, pero la capacidad para diseñar las bombas que iban a quemar vivos al máximo número de civiles alemanes, ¿no tiene mucho que ver con esas «cualidades de los ingleses» que ya se pavoneaban con orgullo a la hora de matar de hambre a los niños «teutones»? Y si nos remontamos más atrás en la historia moderna, encontraremos una nación alemana dividida, convertida en campo de batalla de las potencias europeas, y no una Alemania que pueda, de alguna manera, considerarse la causante del trágico desenlace genocida de la modernidad. El propio militarismo prusiano es más una consecuencia que un factor explicativo, porque Alemania sufrirá durante tres siglos las agresiones francesas antes de entender que sólo la fuerza militar podía garantizar la seguridad de su población. A los orígenes de Prusia dedicaremos, en su momento, otro post en este blog. Baste, por el momento, recordar que el retroceso al pasado no favorece a la causa «humanitaria» de las potencias occidentales, sino que, antes bien, pone en evidencia que el nazismo es el resultado de la doble moral, de la hipocresía insufrible y repugnante de los llamados «demócratas». Más información sobre el libro de Paul C. Vincent y el bloqueo naval británico en:http://1914-1918.invisionzone.com/forums/index.php?showtopic=587Cuando Hitler habla del Tratado de Versalles, no se refiere sólo a una cláusulas abusivas: en la memoria de todos los alemanes están los cientos de miles de muertos provocados por el bloqueo una vez que el país se había ya rendido pero Francia e Inglaterra se obstinaban sádicamente en mantenerlo. Los jóvenes que entre 1915 y 1919 conocieron las excelencias morales de la Sociedad de Naciones eran, en parte, como los palestinos actuales cuando se les muestra una película del holocausto. No es difícil deducir lo que pensaran unos y otros. El nazismo fue, ante todo, una gran ola de indignación y desprecio, un recuerdo de la humillación y del asesinato deliberado, frío y calculado, de niños inocentes. Los bombardeos incendiarios ingleses de 1941 no hicieron otra cosa que añadir una evidencia más, por otra parte irrefutable, de que Inglaterra estaba llevando a la práctica el plan Kaufmann de exterminio del pueblo alemán. La política inglesa fabricó el nazismo y, luego, convenció a los alemanes de que Hitler decía la verdad cuando sostenía que Alemania iba a ser borrada del mapa si no luchaba hasta el último hombre. La historia moderna de Europa, desde la Guerra de los Treinta Años hasta el bombardeo de Hamburgo de 1943, constituía una prueba aplastante de la plausibilidad de esta percepción.
Jaume Farrerons
21 de febrero de 2010.

Enlaces:
http://tresmontes7.wordpress.com/2010/03/29/dresden-300-000-muertos-no-descansan-en-paz/

Etiquetas:
************

9 comentarios:

Anónimo dijo…

Muchos más de 5000 nacionalistas, tambien se habla de 8000, se congregaron en Dresden el sábado. La mayor parte de las plataformas y grupos convocantes eran nacionalistas autónomos. Mucho más de lo que podría cualquier partido político patriota o de la extrema izquierda.Un grupo de españoles participó bajo bandera de Alianza Nacional.¿que opinas de todo esto?Mas información:
http://www.gedenkmarsch.de/

http://www.blauenarzisse.de/blog/category/weblog

http://de.altermedia.info/general/erste-stimmungsbilder-vom-gestrigen-tag-aus-dresden-14-02-10_40326.html

4:09 a.m.

axeldijo…

respecto a Dresden …es vergonzoso que tras 65 años de aquel genocidio
todavía 10000 «izquierdistas» se permitan intentar detener una marcha de protesta y duelo en nombre de la dignidad de Alemania… A los «demócratas» les parece normal que se impida manifestarse a quienes, siendo alemanes, quieren recordar lo que los medios de comunicación y los gobiernos silencian.
Añado que he copiado el post en la
siguiente dirección:

más sobre un crimen silenciado: DRESDEN


Saludos

2:07 a.m.

Jaume Farreronsdijo…

Por culpa del spam en inglés he tenido que instalar la moderación de comentarios, a la que no estoy acostumbrado y se me han pasado varios, entre ellos los vuestros, que ahora adjunto.Debo aclarar que estoy a favor de todas las manifestaciones que se hagan para recordar la masacre de Dresde, pero también que es necesario condenar TODOS los genocidios, aunque en estos momentos deba insistirse más en los que el sistema ha intentado silenciar.
1:00 a.m.

Jaume Farreronsdijo…

La concentración de Dresde debería convertirse en un evento mundial para todas las personas contrarias a la criminal hipocresía del sistema actual.
1:02 a.m.

Jaume Farreronsdijo…

Os comunico que ahora es un problema técnico el que me pide continuar y concluir los artículos iniciados. No puedo editar porque los textos no se cargan, a pesar de que lo he intentado en repetidas ocasiones durante el día de hoy. Tendremos que esperar a que se solucione el problema. Saludos a todos.
3:00 a.m.

Jaume Farreronsdijo…

He tenido que cambiar el sistema para redactar los textos, lo que al parecer afecta a ciertas funciones, como por ejemplo la de los enlaces. Era la única manera de poder seguir avanzando en la redacción de los artículos. En cuanto pueda volveré al sistema anterior. Saludos y disculpad las molestias.
5:36 a.m.

Jaume Farreronsdijo…

Resueltos los problemas técnicos. A lo largo de la presente semana concluiré los artículos en fase de redacción. Saludos.
7:58 a.m.

Anónimo dijo…

para cuando una crítica para Hitler y su nacionalsocialismo??
11:40 a.m.

Jaume Farreronsdijo…

En respuesta al anterior post:No vamos a abundar en este blog sobre un tema, el de los crímenes del nacionalsocialismo, que tiene foros mucho más importantes que el presente y que se repite una y otra vez para lavar el cerebro de las masas. Cine, televisión, diarios, novelas, ensayos, etc., han convertido a los «nazis» en una industria. ¿Tenemos que añadir este humilde blog a la campaña de manipulación desplegada a escala mundial por los mayores canallas de la historia humana, los antifascistas?Este blog ha sido fundado para ejercer una crítica de la ideología del sistema, a saber, la ideología antifascista, la cual silencia todos los crímenes de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial y exagera los perpetrados por el «fascismo». Nuestra tarea central es la que es y en eso radica la originalidad del blog. Hemos condenado los crímenes del fascismo, no negamos el holocausto (aunque evidentemente sí su versión hinchada), pero el objeto de la página es otro.¿Es poca cosa hablar sobre las causas del holocausto e intentar explicarlo?

De todas formas, usted puede encontrar en la columna derecha del blog links que, colocados en primer lugar de la lista ARCHIVO DE DOCUMENTOS, remiten a webs con prolijas explicaciones de los crímenes fascistas. A ellas nos remitimos.

Finalmente, si usted lee con detenimiento entradas de este blog detectará una crítica del nacionalsocialismo, con la diferencia de que no la realizamos desde las hipócritas y fraudulentas perspectivas habituales, sino desde un planteamiento de valores alternativo al vigente. Dicho planteamiento, el de Heidegger, permite cuestionar muchos aspectos de los fascismos históricos, cosa que, para ser justos, no hemos dejado de hacer en ningún momento.

Pero de ahí a convertir a los «fascistas» en la encarnación del demonio hay un largo trecho. Quizá es eso lo que encuentra usted a faltar. Pero ya le aviso que aquí no lo encontrará.

Saludos.

1:18 p.m.

Ser… o No ser Blanco… ó Negro Amigo… ó Enemigo

By Jrania

Al parecer toda existencia se manifiesta de forma bipolar: Arriba- Abajo;   Bien-Mal;    Luz — Obscuridad, etc…

En las poblaciones de “seres humanos” que habitan el planeta Tierra, desde miles, quizás millones de años, agrupaciones de naciones humanas se posicionan enfrentadas entre sí en una relación HOSTIL… De aquí la palabra hostilidades como equivalente a guerras.    Esa contraposición no debe extrapolarse al ambito privado, es decir, a las relaciones de vecindad entre hombres y mujeres que pertenecen a un a misma comunidad racial, cultural ó religiosa.  La confusión de ámbitos puede llegar a tener gravísimas consecuencias, como veremos a continuación, gracias al esclarecimiento de ideas que nos aportan dos artículos que tomamos prestados de un blog cuya calidad se nota desde un simple vistazo.  Lo que sigue a continuación está  copiado de Círculo Identitario Nietzsche:

lunes 1 de febrero de 2010

Distinción entre amigo y enemigo como aquello que determina el concepto de lo político

Se inicia con este pequeño fragmento de la obra de Carl Schmitt, El concepto de lo político, al que seguirán otros dos más, una breve serie para reivindicar el pensamiento del politólogo alemán y para poner de manifiesto la actualidad y utilidad de algunas de sus teorizaciones en el combate en defensa de nuestro pueblo. Este primer fragmento introduce y justifica metodológicamente la distinción entre amigo y enemigo como determinante de lo político, una de las mayores contribuciones teóricas de Schmitt. El segundo servirá para establecer con precisión que es un amigo y qué un enemigo, algo que parece que hemos olvidado. En el tercero (que a diferencia de los dos precedentes sí se comentará) se explicará cómo un grupo étnico y/o religioso antagonista del nuestro puede convertirse en un enemigo político, lo cual nos obligará a hacer referencia al, no por negado menos conocido, proyecto de dominación islámica sobre nuestra nación.
____

«Si se aspira a obtener una determinación del concepto de lo político, la única vía consiste en proceder a constatar y a poner de manifiesto cuáles son las categorías específicamente políticas. Pues lo político tiene sus propios criterios, y éstos operan de una manera muy peculiar en relación con los diversos dominios más o menos independientes del pensar y el hacer humanos, en particular por referencia a lo moral, lo estético y lo económico. Lo político tiene que hallarse en una serie de distinciones propias últimas a las cuales pueda reconducirse todo cuanto sea acción política en un sentido específico.
Supongamos que en el dominio de lo moral la distinción última es la del bien y el mal; que en lo estético lo es la de lo bello y lo feo; en lo económico la de lo beneficioso o lo perjudicial, o tal vez la de lo rentable y lo no rentable. El problema es si existe alguna distinción específica, comparable a esas otras aunque, claro está, no de la misma o parecida naturaleza, independiente de ellas, autónoma y que se imponga por sí misma como criterio simple de lo político; y si existe, ¿cuál es?
Pues bien, la distinción política específica, aquella a la que pueden reconducirse todas las acciones y motivos políticos, es la distinción de amigo y enemigo. Lo que ésta proporciona no es desde luego una definición exhaustiva de lo político, ni una descripción de su contenido, pero sí una determinación de su concepto en el sentido de un criterio. En la medida en que no deriva de otros criterios, esa distinción se corresponde en el dominio de lo político con los criterios relativamente autónomos que proporcionan distinciones como la del bien y el mal en lo moral, la de belleza y fealdad en lo estético, etc. Es desde luego una distinción autónoma, pero no en el sentido de definir por sí misma un nuevo campo de la realidad, sino en el sentido de que ni se funda en una o varias de esas distinciones ni se la puede reconducir a ellas».

El concepto de lo político. Carl Schmitt. Alianza, Madrid, 2009, pág. 56.

Publicado por León Riente en 2/01/2010 10:55:00 PM3 comentarios

Etiquetas: Carl Schmitt

unes 8 de febrero de 2010

Significado de los conceptos de amigo y enemigo en Carl Schmitt

«Los conceptos de amigo y enemigo deben tomarse aquí en su sentido concreto y existencial, no como metáforas o símbolos; tampoco se los debe confundir o debilitar en nombre de ideas económicas, morales o de cualquier otro tipo; pero sobre todo no se los debe reducir a una instancia psicológica privada e individualista, tomándolos como expresión de sentimientos y tendencias privados. No se trata ni de una oposición normativa de una distinción “puramente espiritual”. En el marco de un dilema específico entre espíritu y economía (y del cual nos ocuparemos en el ap. 8), el liberalismo intenta disolver el concepto de enemigo, por el lado de lo económico, en el de un competidor, y por el lado del espíritu, en el de un oponente en la discusión. Bien es verdad que en el dominio económico no existen enemigos sino únicamente competidores, y que en un mundo moralizado y reducido por completo a categorías éticas quizá ya no habría otra cosa que oponentes verbales. En cualquier caso aquí no nos interesa saber si es rechazable o no el que los pueblos sigan agrupándose de hecho según que se consideren amigos o enemigos, ni si se trata de un resto atávico de épocas de barbarie; tampoco vamos a ocuparnos de las esperanzas de que algún día esa distinción desaparezca de la faz de la tierra, ni de la posible bondad o conveniencia de hacer, con fines educativos, como si ya no hubiese enemigos. No estamos tratando de ficciones ni de normatividades, sino de la realidad óntica y de la posibilidad real de esa distinción. Se podrán compartir o no esas esperanzas y esos objetivos pedagógicos; pero lo que no se puede negar razonablemente es que los pueblos se agrupan como amigos y enemigos, y que esta oposición sigue estando en vigor, y está dada como posibilidad real, para todo pueblo que exista políticamente.
Enemigo no es pues cualquier competidor o adversario. Tampoco es el adversario privado al que se detesta por cuestión de sentimientos o antipatía. Enemigo es sólo un conjunto de hombres que siquiera eventualmente, esto es, de acuerdo con una posibilidad real, se opone combativamente a otro conjunto análogo. Sólo es enemigo el enemigo público, pues todo cuanto hace referencia a un conjunto tal de personas, o en términos más precisos a un pueblo entero, adquiere eo ipso carácter público. Enemigo es en suma hostis, no inimicus en sentido amplio; es πολεμιοϛ, no εχφροϛ. A semejanza de lo que ocurre también en muchas otras lenguas, la alemana no distingue entre “enemigos” privados y políticos, y ello da pie a multitud de malentendidos y falseamientos. La famosa frase evangélica “amad a vuestros enemigos” (Mt. 5, 44; Lc. 6, 27) es en original “diligite inimicos vestros”, αγαπατε τουϛ εχφρουϛ υμων, y no “diligite hostes vestros”; aquí no se habla de enemigo político. En la pugna milenaria entre el Cristianismo y el Islam jamás se le ocurrió a cristiano alguno entregar Europa al Islam en vez de defenderla de él por amor a los sarracenos o a los turcos. A un enemigo en sentido político no hace falta odiarlo personalmente; sólo en la esfera de lo privado tiene algún sentido amar a su “enemigo”, esto es, a su adversario. La cita bíblica en cuestión tiene menos que ver con la distinción política entre amigo y enemigo que con un eventual intento de cancelar la oposición entre bueno y malo o entre hermoso y feo. Y desde luego no quiere decir en modo alguno que se deba amar a los enemigos del propio pueblo y apoyarles frente a éste».

El concepto de lo político. Carl Schmitt. Alianza, Madrid, 2009, págs. 58-59.

Publicado por León Riente en 2/08/2010 09:43:00 PM4 comentarios

Etiquetas: Carl Schmitt

Share this: